Capitulo 26
El resto del viaje fue lento y acalorado, de vez en cuando debíamos parar para tomar algo fresco o simplemente descansar.
Noah y Stela cambiaban de lugar en el volante cuando el otro se cansaba y como yo no sabía conducir me quedaba recostada en el asiento trasero.
Hasta que finalmente llegamos. Jamas sentí tanto alivio de llegar a algún sitió.
— Al fin el hotel —.Exclamo Stela aliviada. -Cuando aparcamos frente al edificio- Bajando prácticamente corriendo del carro.
Era casi media tarde, pero nos apresuramos en bajar todo nuestro equipaje del carro y colocarlo sin ningún tipo de orden dentro de nuestro pequeño cuarto en el hotel. El cual contenía tres camas individuales, un pequeño sofá, un gran ropero y el típico cuarto de baño con azulejos blancos una ducha y un retrete.
Los tres nos colocamos nuestros trajes de baño rápidamente por turnos y luego marchamos felizmente hacía la playa.
— Yo me quedare por aquí —. Informo Stela antes de tender una toalla en la arena caliente y sentarse sobre la misma —. Tomare sol un rato.
Noah y yo nos miramos y sin decir una palabra corrimos hacía el mar, donde las olas nos golpeaban con fuerza y nos refrescaba.
— Juguemos a un juego —. Propuso. -El que aguante mas tiempo bajo el agua gana y el perdedor debe darle $50 dolares.
— Trato hecho —. Acepte antes de extender mano mano para chocar la suya cerrando el trato —. Espero que tengas el dinero.
Y a continuación ambos nos encontrábamos bajo el agua aguantando la respiración. Pasaron aproximadamente un minuto y medio y como ya no soportaba mas saque mi cabeza de debajo del agua y reze por que Noah hubiera salido antes . Pero cuando mire a mi alrededor no lo vi y entre en pánico así que comencé a nadar a mi lados pensando que podría estae por allí y así avisarle de su victoria. Pero al no hallarlo decidí avisarle a Stela, a la cual tampoco encontré cuando fui al último lugar donde la había visto.
Comencé a caminar en círculos exasperada bajo la atenta mirada de todos los que me rodeaban.
— Rosie —. Dijo alegremente alguien a mis espaldas.
Al voltearme para ver quien era el o la que interrumpió mis pensamientos alarmantes vi a Marcus.
— Stela y Noah me pidieron que te avisé que se marcharon a dar un paseo —. Informó —. Por si acaso ellos son los que te tienen alarmada.
Instantáneamente sentí que mis músculos se relajaban y mi respiración volvía a la normalidad. Pero ese par se las vería conmigo.
— Oh gracias al cielo —. Masculle —. Creí que les había sucedido algo.
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— Marcus no creo que sea totalmente necesario que me des mi clase de surf hoy —. Supliqué nuevamente.
— Si lo es, pues la playa esta prácticamente vacía y además esta es la mejor hora para surfear.
— Es que yo no se surfear —. Me excuse.
— Y por eso mismo yo te enseñare, sera muy sencillo vamos.
Y tomando mi mano por un lado y una gran tabla de surf por el otro prácticamente me arrastro hacía la orilla del mar.
— Ten sostén esto —. Me pidió antes de prácticamente lanzarme la tabla en la cara, a la cual aparte rápidamente.
Marcus comenzó a sacarse lentamente la camiseta rayada que tenia, dejando a la vista unos pectorales bronceados que casi me ponen a babear.
— Ahora si ven —. Arrojo su camisa despreocupada mente en la arena y comenzamos a sumergirnos en el mar un tanto frío.
Marcus pacientemente me explico como montarme en la tabla, algo que me costo bastante considerando que solo debía recostarme en ella.
— ¡Lo logre! —. Exclame triunfal cuando finalmente conseguí montarme en la tabla.
-Muy bien. -Me felicitó Marcus un tanto aliviado y con expresión de burla —. Ahora solo mueve tus brazos e impulsa la tabla hacía la dirección que quieras tomar —. Explicó.
Y aunque ciertamente no quería tomar absolutamente ninguna dirección lo hice. Y no morí en el intentó.
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