Capitulo 23
El baile de graduación estaba por finalizar, todos comíamos algunos de los bocadillos que quedaban y Stela estaba junto a mi parloteando sobre los vestidos de nuestras compañeras.
— ¿Viste a Ally? —. Pregunto Stela refiriéndose a una de nuestras compañeras de curso.
— Si, el rojo le queda pésimo con su tono de piel.
¿Que acaso esta mal decir la verdad hoy en día?
— Si tienes toda la razón —. Confeso Stel para luego quedar en silencio un instante como recordando algo —. ¿A que hora pasamos a recogerte? —. Pregunto, como si yo tuviera alguna idea de lo que hablaba.
— ¿Recogerme? —. Pregunte desconcertada tomando un mini sándwich de jamón.
— Oh Rosie —. Dijo Stela antes de lanzar una pequeña risita —. Te pasaremos a recoger para ir a California.
De pronto el recuerdo de nuestras próximas vacaciones en San Diego, California vino rápidamente a mi mente ¡Todavía no he hecho las maletas!
Calculando aproximadamente cuanto tardaría en hacer las maletas y cuanto podría descansar le respondí a Stela que pasara junto con Noah a buscarme a las 11:00am
— Ok desayunaremos en tu casa y saldremos directo para allá —. Explico Stela.
El resto del baile de graduación fue poco entretenido y a las 5:00am le pedí a Clarence que me llevara a casa. El chico amablemente me ayudo nuevamente a subir a su auto y nos dirigimos directo a mi casa.
— Llegamos preciosura —. Anuncio Clarence aparcando el carro en la puerta de mi casa.
— Gracias por todo Clarence —. Me despedí sincera antes de abrir la puerta del carro.
Cuando me baje del carro me acerque a la puerta de mi casa y antes de poder abrirla un brazo me detuvo.
— Rosie yo...
Clarence estaba indeciso ante mi y yo no sabia si entrar a casa o esperar escuchar lo que tenia por decirme.
Decidí escuchar.
— Rosie yo... — Repitió sin mirarme a los ojos.
— ¿Si Clarence? — Pregunte un tanto impaciente.
-Yo solo quería decirte que...
Antes de que pudiera darme cuenta Clarence poso hábilmente una de sus manos en mi cintura y la otra en mi mejilla izquierda. Me beso. Y yo seguí su beso fluida mente.
Ambos nos abrazamos un largo rato después de que nuestro beso finalizo. Ambos sabíamos que no nos volveríamos a besar, pues Clarence se mudaría lejos y no sabia si alguna vez volvería.
Lo observe marcharse desde la puerta de mi casa y esa fue la ultima vez que lo vi hasta que pasaron algunos años cuando nos reencontrarnos en la Universidad.
Ingrese en mi hogar caminando lentamente y me despoje de mis tacones, entre a mi cuarto y antes de poder dormir decidí armar mis maletas, las cuales saque de debajo de la cama.
Primero coloque algo de ropa, shorts, trajes de baño, blusas, un par de tacones, un par de Vans y unas sandalias entre otras prendas. Y por otra parte también artículos de higiene personal, jabones, toallitas femeninas, champú, mi cepillo de dientes y pasta dental.
Luego cerré bien las maletas, no sin antes colocar algo de dinero y me recosté a dormir.
— Rosie levántate —. Escuche antes de sentir el frio contacto de agua contra la piel de mi cara haciéndome sobresaltar y despertar por completo.
Magui reía sin césar mientras miraba mi cara de enfado, pero lo que ella no sabia es que yo tenia un vaso de agua junto a mi cama, a si que se lo arroje en la cara y comencé a reír igual que ella.
Cuando la risa finalizo y nos secamos un poco el rostro nos dimos un fuerte abrazo y nos dirigimos a desayunar.
— Prométeme que te cuidaras hermanita —. Dijo Magui en un tono dulce, sinceró y con un deje de preocupacion.
— Si lo hare, iremos solo a divertirnos. Nada de problemas —. Anuncie tomando mi taza de café.
Luego de eso hablamos de temas sin importancia y ambas desayunamos abundantemente hasta que el sonido de un bocinazo nos interrumpió la charla.
— Ese es Noah, tengo que irme —. Adivine.
Magui y yo nos sonreímos por mi apuro y sacamos las maletas de mi cuarto. Luego de que me despedí de mis padres salimos fuera y montamos mis maletas en el carro junto con las de Stela y el pequeño bolso de Noah.
— Noah conduce con cuidado —. Advirtió mi hermana obsequiándole al muchacho una mirada acusadora.
— Si lo hare Magui tu solo relájate.
Mi hermana le dedico otra mirada amenazadora que me causo una pequeña risa y luego miro a Stela.
— Si Magui, conduciré con cuidado —. Dijo Stela adelantándose a la muchacha.
Y de esa forma me monte en el carro y nos dirigimos mi par de amigos y yo felizmente hacia San Diego, en un viaje que nos tomara un día y nueve horas.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro