Varios meses pasaron desde la última vez que vi a Alexander y ya estaba próxima la graduación.

En éstos últimos meses me dediqué de lleno al estudio y obtuve las mejores calificaciones de la clase.

Mis padres estaban muy orgullosos por mi actitud, a si que me permitieron luego de la graduación irme de vacaciones junto con Noah y Stela.

Stela y Derek decidieron terminar su relación dos semanas después de mi última carrera. Según lo que Stela me dijo, el estaba muy apresurado en el ámbito sexual y ella si bien no tenia inconvenientes y estaba lista. Descubrió conversaciones telefónicas entre Derek y sus amigos, donde el decía dejarla después de que hagan esas ciertas actividades a si que ella se le adelanto y lo dejo.

Y en cuánto a Noah, el salio con varías muchachas pero nada serió en verdad.

Pero cambiando de tema para el baile de graduación solo faltaba una semana y yo aun no tenia pareja, algo que no me enloquecía pero a veces me preocupaba... solo un poco.

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— Ro, si quieres podemos ir juntas a comprar un vestido para el baile —. Ofreció Stela amablemente mientras caminábamos fuera de la preparatoria.

— Si, hoy mismo podríamos ir, solo acompañame a buscar la tarjeta de crédito a casa —. Propuse.

— Por supuesto.

Y así fue que ambas fuimos a mi casa  donde tomamos la tarjeta y nos dirigimos al centró comercial en autobús.

Después de mucho recorrer entramos en una gran tienda y pudimos ver dos vestidos que nos fascinaron.
Stela eligió uno azul muy oscuro y corto con encajé y yo uno rojo sin tirantes, con una falda larga por detrás pero que por delante me permitía mostrar las piernas.

— ¿Todo listo Stel? —. Le pregunte amablemente a mi amiga luego de salir de la tienda con dos grandes bolsas de compras.

— Claro, pero podrías venir a cenar y dormir a mi casa —. Ofreció —. Ya sabes para hablar de nuestras vacaciones.

— Si claro, le diré a mis padres —. Dije sacando mi móvil del bolso que sostenía con mano izquierda.

Llamada telefónica:

— Hola —. Respondió mi madre.

— Hola —. Salude —. Hoy no me esperen para cenar, iré a casa de Stela y dormirse allí ¿Esta bien?

— Claro —. Respondió mi madre con alegria —. Hasta mañana Ro.

Fin de la llamada.

—. Me dijo que si —. Le comunique contenta a Stela.

Ambas sujetando fuertemente nuestras bolsas, nos encaminamos a la parada de autobús, donde páramos al primero que pasó y fuimos a casa de Stela.

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— Mamá, Rosie vino a cenar —. Le informó Stela a su madre que cocinaba pacientemente.

— Claro cariño, por suerte ahí mucha comida —.  Dijo señalando la gran olla que revolvía constantemente —. Y por cierto, hola Rosie —. Saludo amablemente.

— Hola Carmen —.Devolví el saludo —.  ¿Y el señor Robinsón?

— En el trabajo, pero no tarda en llegar.

Y después de intercambiar algunas palabras más, Stela y yo subimos a su cuarto, a charlar de aquellas vacaciones que tan contentas nos tenían.

***

Hola! En el próximo capítulo dejare fotos de los vestidos de las chicas.