El sábado en la noche, minutos antes de que Noah pasara a recogerme, revise mi atuendo por décima vez. Stela me lo había prestado y quería asegurarme de que estuviera bien consistía en unos jeans negros ajustados, una cazadora igualmente negra y una blusa blanca, todo combinado con mis Vans negras, un atuendo muy monocromático pero bonito.

— Rosie —. Escuche llamar a mi padre —. Noah esta en la puerta.

— Ya voy —. Grite en respuesta.

Rápidamente salí de mi cuarto y al acercarme a la entrada principal de la casa vi a mi padre con cara severa hablando con Noah. Pero la conversación termino cuando me vieron.

— ¿A donde van? —.  Preguntó mi padre.

— A casa de Stela —. Respondi sin pensar en alguna otra excusa.

— El muchacho me dijo que irían a cenar —. Objeto serio mi padre con una mirada desconfiada directa hacia mi.

— Pues a cenar a casa de Stela —. Respondí nuevamente.

— Te pasare a recoger 1am por alli —. Volvio a retrucar mi padre cruzando sus brazos en su pecho. El claramente sabía que mentía.

— De acuerdo te veo allí —.  Dije.

Luego de despedirnos, subimos ambos al auto y Noah condujo lentamente hacía el puerto/ pista de carreras.

— Alexander se enfadara, cuando le diga que me deberé ir mas temprano —. Comente preocupada.

— Alexander siempre se enfada —.  Dijo Noah con calma. - Además, tu no puedes hacer nada para impedirlo.

— Maldición , tengo 18 años —.  Dije exaltada —. Si mi padre se enfada o no es cosa suya, ya no soy una niña para que tenga que recogerme en la casa de mis amigas.

Obviamente, la valentía de mis frases anteriores duraron poco y apenas llegue al muelle, comencé a buscar a Alexander.

Realmente no sabía donde estaba, y después de caminar varios metros divise su motocicleta negra, estaba ligeramente a pollada contra una pared, lo que era realmente extraño, por que al ser aquí tan inseguro, todos están o sobre sus motos o a su lado.

- ¡Alexander! —. Grite al estar al lado del vehículo —.  ¡Alexander! —.Repetí a todo pulmón.

Entonces y sin previo aviso en mi campo de visión, Alex apareció y estaba acompañado de una muchacha. Ella debía tener cerca de 16 años, su cabello estaba revuelto y su ropa desalineada, claramente había bebido mucho alcohol pero... ¿Que rayos hacia Alexander con ella?

— Apartate Rosie, no vez que Alex trajo a su novia —.  Escuche decir a una voz masculina burlona a mi lado.

— Ella no es su novia —. Dije sin dudar.

-¿Y entonces quien es? —. Preguntó burlona mente otra vez —. ¿Acaso crees que no se ha revolcado con ella ya? —. Volvio a preguntar pero ahora justo en mi oído, como si fuera un secreto que solo nosotros compartiéramos.

-No querrás que te bese princesa -Dijo en un susurro suave sobre mis labios. - Por que al comenzar no podre parar.

¿Lo mismo la habrá dicho a ella?

Esa pregunta permaneció en mi mente a medida que me alejaba de allí, imágenes de Alexander besándola inundaban mi cabeza y yo solo me aleje, me aleje y me fui con Noah.

— Llevame a mi casa por favor —.Le pedí a mi mejor amigo.

— ¿De que hablas Ro? acabamos de llegar —. Respondió antes de darle un sorbo a su cerveza.

— Solo llevame por favor —.  Volví a pedir suplicante —. Luego te contaré todo.

Y de esa forma, Noah me llevó a mi casa, donde esquive las preguntas sobre mi temprana aparición y me recoste en mi cama a sentir como algunas estúpidas lágrimas me abandonaban