—Papi despeta.

Sintió las pequeñas y frías manos de su hija por todo su rostro, gruñó, necesitaba dormir más, pero con ella era imposible, abrió los ojos y le sonrió antes de lanzar un bostezo, miró alrededor recordando dónde estaba y lo que había pasado el día anterior, se sentó y estiró los brazos, su hija y él, eran los únicos en esa habitación, suspiró pesadamente acomodando el desastre de cabello de su pequeña. Siempre era un desastre al despertar.

—¿Acabas de despertar? —le preguntó adormilado.

—Sí, Honni no estla.

—Está—corrigió—. Creo que es hora del desayuno, vamos a prepararnos.

Se levantó para ir al baño, bañó a Chaewon, la vistió con algo cómodo, posiblemente no duraría limpia, tenía cinco años y era un torbellino, él se puso algo casual, y cuando estuvo presentable bajó junto a su hija quien brincaba feliz, ella siempre era animada y muy enérgica al punto de quitarle a él la propia energía, no se quejaba, amaba a sus hijos, con todo el corazón, pero a veces era muy difícil cuidar de ellos, y no sentía que estaba haciendo un buen trabajo, sobre todo con el rechazó de Jihoon.

—Buenos días—saludó a la familia que estaba acomodada en el gran comedor esa mañana, habían comenzado el desayuno.

—Jimin, querido, estaba a punto de ir a llamarte—dijo su ex suegra con una sonrisa—. Tomen asiento, aquí está tu plato y el de mi pequeñita.

Jimin le sonrió, se sentó junto a Yoongi quien no despegó la vista del plato, Chaewon se sentó a su lado y le sirvió, cuidando que ella comiera de forma correcta, y no con sus manos como acostumbraba. La mesa estaba envuelta en conversaciones tranquilas y felices, reían y casi gritaban emocionados, él los observaba con cariño.

Los Min era una familia especial, siempre llenos de vida y de cariño, nunca tuvo problemas con ellos, lo aceptaron al instante de conocerlo, sin embargo, aunque nunca le dieron motivos, él llegaba a sentirse fuera de lugar, sus familias provenían de mundos diferentes, de clases diferentes, nunca tuvo dificultades grandes, pero tampoco tuvo todo a manos llenas como Yoongi, la presión de pertenecer a un mundo diferente, fue una de las razones de su colapso.

—¿Dormiste bien querido? —preguntó SunHee sonriendo.

—Sí, fue una noche tranquila, pensé que haría frío, pero no fue así.

—Hace un buen tiempo—dijo Joy con alegría—. Tanto que deberíamos subir la montaña, ya saben una excursión.

—Suena interesante—asintió Taehyung—. Los niños podrían divertirse mucho.

Los gemelos de Joy y su esposo asintieron emocionados, al igual que Jihoon, mirar a su hijo sonreír realmente feliz, para Jimin, era lo más gratificante, pero también era un recordatorio de que su hijo no era feliz a su lado, que había cosas que él no podía arreglar, una de ellas fue su matrimonio y la otra el amor de su hijo.

—Nosotros nos quedamos—dijo Woohan mirando a SunHee—. A cuidar a Nana, y preparar algo para la cena, mañana es el cumpleaños de la abuela, hay mucho que hacer.

Todos parecieron estar de acuerdo, Yoongi a su lado se acercó.

—¿Quieres ir?

—Suena bien, hace mucho que no hago algo de ejercicio.

—No se nota—dijo con dobles intenciones.

Jimin le miró con una ceja alzada. —¿Ah no? Eso es bueno.

Yoongi rio por lo bajo antes de beber algo de su jugo, Jimin comió más relajado. Después de una hora, ya estaban emprendiendo camino a la montaña, Jimin llevaba de la mano a Chaewon, pero está se separó de él para correr hacia JungKook, quien no dudo en cargarla en sus hombros, Jihoon jugaba con sus primos, se permitió relajarse un poco.

—¿Recuerdas la última vez que estuvimos aquí? Creo que ya estabas esperando a Chae.

Jimin rio. —Sí, no dejaba de vomitar el camino, creo que por eso es tan inquieta, nunca pare en todo el embarazo.

—Lo recuerdo bien, fue bueno.

—Para ti, estar embarazado es diferente, pero, vale la pena.

Yoongi asintió mirando el camino. —Tenemos hijos muy lindos, y son educados, algo berrinchudos, pero es normal a su edad, mis padres los adoran, quieren verlos todos los fines de semana.

—Tú familia sigue siendo como siempre, no han cambiado nada.

—Ellos te aprecian, así que no tienes de qué preocuparte.

—¿Puedo hacerte una pregunta? —dijo mirándolo con una ligera mueca.

—Claro.

—¿Por qué nunca les dijiste la razón del divorcio?

Yoongi se tenso a su lado, lo vio fruncir el ceño, ese era un tema que no quería tomar, pero Jimin necesitaba saber, quería llegar a entender a Yoongi, otras personas al término de una relación no cerrarían la boca como él lo hizo, defenderían su postura, haciendo ver qué no fue su culpa.

—Porque eres el padre de mis hijos.

—¿Sólo por eso?

—Tú tampoco hablaste Jimin.

—Por miedo y vergüenza. ¿Hubieras querido que lo dijera?

—No, me habría sentido humillado, así está bien, nadie sabe más que nosotros y está bien, no hay incomodidad, no hay prejuicios o problemas, puedo ir a tu casa por los niños, tú puedes visitar a mi familia, hablar sólo habría causado que la crianza de los niños fuera más difícil. Ellos están felices y es lo que importa.

—Sí, ellos son nuestra prioridad, aunque...Jihoon.

—He pensado que lo mejor es llevarlo a alguna clase de terapia, no esta bien el rencor que te tiene, menos si es por defenderme.

—El quiere vivir contigo ¿Sabías eso?

—Sí, lo menciona a menudo, pero, él está mejor contigo.

—Él no me quiere cerca Yoongi, creo que deberíamos considerar que viva contigo.

—¿Y Chae? ¿No crees que será el doble de difícil para ella? Es cercana a Jihoon, no deja de seguirlo, es mejor así como estamos.

Jimin mordió su labio inferior. —Quiero que sea feliz.

—Buscaré a alguien especializado en niños.

—Supongo que es lo mejor.

Yoongi le miró queriendo decir algo, pero Jimin camino más deprisa, quería escapar de aquello que sabía que diría, lo que él mismos se cuestionaba, el buscar ayuda, para superar lo sucedido, para ir hacia adelante, pero, Jimin no estaba listo para hablar de lo que había hecho, se sentía tan mal, que no quería revivir esos momento. Estaba perdido en sus pensamientos.

Dio un mal paso, y cayó por un pequeño barranco, grito mientras giraba por la graba y por las hojas secas hasta detenerse. Estaba asustado, miró hacia arriba, escuchando que lo llamaban, trato de levantarse, pero su cuerpo no respondía, había sido un golpe fuerte.

—¡Jimin!

Escuchó a Yoongi bajar con cuidado hasta donde él se encontraba, lo tomó de los hombros y le miró fijamente, el miedo estaba marcado en sus facciones.

—¡Mierda! ¡¿Por qué nunca te fijas por dónde caminas?! —gruñó quitando el cabello de su rostro—. ¿Estás bien?

Jimin comenzó a reír, se sentó y negó.

—Soy un desastre.

—No te rías ¿Te lastimaste?

—No, creo que no.

Yoongi le miró con la mandíbula apretada antes de abrazarlo, su agarré no era fuerte para no lastimarlo en caso de que tuviera algún golpe, Jimin cerró los ojos y aspiro en su cuello.

—Estoy bien.

—Tienes que tener cuidado por dónde caminas, a ver.

Tomó sus mejillas para ver su rostro. Se levantó dándole la mano, Jimin la tomó y se puso de pie, tratando de sacarse toda la suciedad. Yoongi le ayudó a subir de nuevo con cuidado, arriba, las dos parejas y los cuatro adultos les esperaban. JungKook quien era médico, se acercó a Jimin.

—¿Te duele algo?

—No, no me duele nada.

—Es mejor que vayan a la casa y tomes un baño, tal vez te golpeaste, pero la adrenalina no te deja sentir. También toma algún analgésico.

—Vayan Jimin, nosotros cuidamos a los niños—le sonrió Taehyung preocupado.

—Sí, creo que es lo mejor—suspiró con un puchero.

Chaewon se acercó a Jimin y abrazo su pierna. —Papi ¿Estás bien?

—Sí cariño.

—Siempre es descuidado al caminar—susurró Jihoon sin mirarlo.

—Sí, soy torpe.

Yoongi hizo una mueca, pero suspiró. —Nos vemos en la casa, por favor cuiden de ellos.

—No hay problema—sonrió Taehyung.

—Vamos.

Yoongi tomó a Jimin de la mano para llevarlo a la casa, no estaban muy lejos, sin embargo, comenzó a sentir un poco de dolor en la pierna derecha al caminar, no dijo nada, aún estaba en su mente la frialdad de Jihoon. Cuando llegaron y entraron, no encontraron a nadie cerca, subieron las escaleras y llegaron a la recamara dónde habían dormido la noche anterior.

—Quítate la ropa, creo que necesitas tomar un baño.

—Si.

Se quitó la ropa, no había pudor entre ellos, era ilógico pensando en todo lo que vivieron juntos, tomó una toalla y se metió al baño para darse una ducha rápida, el agua caliente cayó de forma deliciosa por su cuerpo, tenía algunas heridas en las pantorrillas y estaba completamente seguro de que tendría moretones en todo el cuerpo, eso se ganaba por su torpeza. Salió de la regadera después de diez minutos, se seco y se encaminó fuera para tomar ropa limpia. Yoongi no estaba, se recostó en la cama y suspiró.

—Toma esto—Yoongi volvió con una pastilla y agua.

—Gracias—dijo sentandose para tomarla entre sus dedos y llevarla a su boca, bebió el agua y volvió a acostarse—. Lamento hacer que te pierdas la caminata.

—Otro día será—se encogió de hombros—. Descansa.

—¿Te vas a ir?

Yoongi le miró sin expresión. —¿Quieres que me quede?

—No, sólo era una pregunta.

—Iré con papá, quería que arreglaramos una vieja bicicleta, descansa, te llamaré cuando esté lista la comida.

—¿Puedes llamarme hasta la cena? Quiero dormir todo el día ¿Te molesta cuidar a los niños?

—No, al final de cuentas es fin de semana, son mis días.

—Gracias—susurró volviéndose. Escuchó la puerta siendo cerrada y mordió su labio inferior.

Sentía que tenía que salir de ese lugar antes de que las cosas se complicaran más, porque tal vez estaba disfrutando demasiado estar junto a Yoongi y a su familia. Cerró los ojos tratando de quedarse dormido.

—¿Estás bien?

Yoongi elevó la vista de la cadena de la bicicleta hacía su padre, este no lo miraba, se hallaba muy ocupado con unos tornillos, sin embargo, le dio a entender que escucharía su respuesta.

—Sí, todo está bien ¿Por qué la pregunta?

—Tú madre y yo estamos preocupados por ti.

—¿Puedo saber la razón? —elevó una ceja. En realidad él sabía la razón de su preocupación, pero quería ignorarlo.

—Mira, nos agrada Jimin, mucho, siempre lo he considerado como un hijo, es parte de esta familia, por el hecho de haber sido tu esposo y por ser el padre de mis nietos, no tengo nada en contra suya, pero, me preocupa que esté aquí y eso ponga confusas las cosas entre ustedes.

—Todo está muy claro entre nosotros, no entiendo de lo que hablas.

—Si lo entiendes Yoongi, por Dios, soy viejo, pero no estúpido, también tuve tu edad, la forma en la que lo miras, es peligrosa, dime ¿Estás seguro que quieres sufrir las consecuencias?

Yoongi suspiró levantándose para tomar unas pinzas en el mueble que estaba detrás de él, así le daba la espalda a su padre y este no podía ver su reacción.

—No es nada.

—Yoongi, habla conmigo, no te voy a juzgar, ni a él, sólo quiero saber si estás bien.

—Lo estoy.

—La última vez que negaste lo que sucedía paso lo inevitable—carraspeo—. Un divorcio no es sencillo, mucho menos si hay niños de por medio, pero, no creo que ayude el que ustedes sigan teniendo algo.

—Sólo es sexo.

—Nunca es sólo sexo Yoongi y lo sabes bien, mucho menos sabiendo lo que Jimin significa para ti.

Yoongi no podía estar molesto con su padre, menos decirle que no era su asunto, porque este tenía razón, ni siquiera él entendía por qué le había pedido ser amigos con derecho teniendo en cuenta su historia, lo que habían vivido y la forma en la que terminaron, porque no rompió su matrimonio porque no lo amara, sino porque no podía más con la situación, eso su padre lo sabía, sólo había dos personas que estaban al tanto de todo lo que sucedió entre él y Jimin, uno de ellos era su padre y el otro era Namjoon, ninguno de los dos había dicho nada en esos años, pero, en sus ojos veía que no estaban de acuerdo con sus decisiones.

—Lo tengo controlado—se volvió mirándolo—. Ambos hemos cambiado.

—¿Y si no? ¿Qué va a pasar con los niños cuando todo termine? Piensa en ello Yoongi, sé que lo quieres, pero ustedes juntos son una bomba de tiempo.

Yoongi hizo una mueca. —Dijiste que no me ibas a reprochar el pasado.

—No lo hago, mira, quiero a Jimin, mucho, es un gran chico, pero, siento que haberte separado de una situación que te lastimaba, fue lo mejor para los dos. Estoy preocupado de que ambos se dejen llevar.

—Las cosas han cambiado, nosotros no somos los mismos, estamos bien, pero...es como...no puedo simplemente alejarme de él y de todo lo que vivimos, no puedo voltear la página, lo he intentado, pero se me hace imposible.

—¿Quieres volver a estar con él?

—Sí...no...no lo sé—bufó—. A veces quiero decirle que lo intentemos de nuevo, que tratemos de ser una familia, pero después recuerdo todo y me enojo, entonces dejo de pensar en nosotros, así hasta que vuelvo a verlo. Es un círculo vicioso.

—El difícil salir de una relación tóxica Yoongi, pero ya lo hicieron, ahora es momento de que decidas qué es lo que vas a hacer, seas valiente y cumplas con tu decisión. Hay dos caminos, ambos tienen sus consecuencias, ¿Cuál es el mejor para ti?

Hizo una mueca, porque era una pregunta que por el momento no tenía una respuesta. Una parte de él, quería estar con Jimin, hacer una familia, estar con sus hijos todos los días, volver a cuando las cosas eran sencillas y buenas entre ellos, pero, otra, la que era más sensata, le decía que tenía que detenerse, que su relación no iba a funcionar debido a la sombra del pasado, y lo mucho que se lastimaron.

La tarde se mantuvo en calma, cuido de sus hijos, jugó con ellos al fútbol y después paso un rato con su familia hasta que la cena estuvo lista, iba a llamar a Jimin, pero este bajo justo a tiempo, les sonrió apenado.

—Lamento no haber ayudado—dijo sentandose en la mesa.

—No te preocupes lindo ¿Cómo te sientes?

—Me duele un poco el cuerpo, pero estoy bien, no es nada grave.

Yoongi se mantuvo al margen, no quería darles de qué hablar a su familia. Todos ellos, a excepción de su padre, estaban ajenos a lo que los había separado, estaba seguro de que internamente le reprochaban haberse separado de Jimin, pero, no lo decían en voz alta, ellos apreciaban a Jimin, lo querían y deseaban que estuvieran juntos de nuevo.

La cena transcurrió con tranquilidad, riendo y contando lo que habían visto y hecho en la montaña, así hasta que llegó la hora del postre, comieron pastel y chocolate caliente, hablando de cosas triviales.

—Los niños quieren hacer una pijamada—dijo Joy a Jimin—. ¿Dejarías a Jihoon? Se quedarán a ver película en la habitación de los gemelos, está al lado de la nuestra y los vigilariamos.

Yoongi miró a Jimin quien observó a Jihoon. —Pues...

El niño miró fijamente a Jimin. —Dejame, yo quiero estar en la pijamada—la forma en la que lo dijo hizo que todos se quedarán perplejos, el niño no sólo lo decía como una orden, sino que observaba a Jimin con desden.

Yoongi estaba por decir algo, pero la sonrisa de Jimin se lo impidió.

—Muy bien cariño—dijo con voz animada, pero que escondía un sentido más deprimente.

—Niños ¿Por qué no van a ver televisión un rato?

Los cuatro niños se levantaron para correr a la sala, Yoongi se mantuvo en silencio, evaluando la falsa tranquilidad de Jimin, quien bebió de su taza con calma, lo conocía como la palma de su mano, sabía lo que estaba pensando, lo que sentía y eso, le ocasionaba preocupación.

—Lamento tener que retirarme—dijo Jimin mirándolos—. Pero, me duele un poco la espalda, creo que la caída si me afectó algo, mañana estaré temprano de pie para ayudar con todo.

Sunhee asintió con una sonrisa. —Ve a dormir querido, por favor permite que Chaewon se quede con nosotros esta noche.

—No quiero causarles problemas. Ella duerme muy mal.

—No es molestia, al contrario, ayudará a que descanses está noche, anda, no acepto un no.

Jimin le sonrió con ojos brillantes. —Muchas gracias, descansen.

—Descansa Jimin—dijeron todos.

Esperaron a que este se fuera, Yoongi suspiró mirando a su familia que estaba en completa seriedad, todos sabían bien lo que se avecinaba.

—¿Desde cuándo Jihoon se ha comportado así? —preguntó Joy con una mueca—. Siempre es un niño dulce y educado, pero me he dado cuenta que con Jimin no se comporta bien.

—No lo sé—respondió Yoongi con una mueca—. Desde hace tiempo que lo llama Jimin, no papá, pero Jimin nunca me dijo que se estaba comportando así.

Su padre suspiró pesadamente. —Es algo a lo que tienen que poner atención ambos, no es bueno que tenga estos comportamientos hacía Jimin, es su papá.

—El pobre debe estar pasándola mal, entiendo que el asunto de la separación fue dura para todos—dijo JungKook con tranquilidad—. Para un niño es peor, tenía apenas siete años cuando se separaron, debe ser difícil, ¿Han pensado en un terapeuta?

—Lo hablaré con Jimin—dijo poniéndose de pie—. Por favor si pasa algo con los niños llámenme, iré a hablar con él.

—Ve hijo, descansa.

Miró a su padre y este asintió, era el único que sabía la razón por la cual Jihoon podía comportarse de esa forma con Jimin, se volvió a la cocina y después salió escaleras arriba, las cosas se estaban complicando, y más tomando en cuenta lo que ellos estaban atravesando, era en ese momento dónde confirmaba que sus deseos no podían interferir con sus hijos.

Entró a la habitación y miró a Jimin sentado en el borde de la ventana fumando, cerró la puerta llamando su atención.

Los ojos tristes de Jimin cayeron sobre él, elevó una ceja al tiempo que Yoongi levantaba las copas y el vino.

—Asalte la reserva de mi padre, ya sé que eres un buen catador de vinos, a ver si este llena tu paladar.

Se acercó dejando las copas en un mueble, Jimin rio ligeramente, abrió la botella quitando el corcho y sirvió las copas, le tendió una a Jimin quien la llevó a su nariz y después a sus labios.

—Es bueno.

—Aprobado entonces.

—Ya no soy el perfecto catador de vinos—bufó—. Ahora sólo bebo vino barato del supermercado.

Yoongi elevó una ceja pensativo, cuando estaban juntos, Jimin no se media con el dinero, entre ambos ganaban bien, aunque era su dinero el que más se usaba, ahora los gustos y forma de vestir de Jimin eran menos ostentosos.

—¿Lo que te doy para los niños no alcanza? —preguntó con cautela para no desatar problemas.

—Oh claro que alcanza, pero es para ellos, uso todo para su comodidad, es como debe ser, he salido de algunas deudas, así que me he vuelto más cuidadoso con el dinero, sabes que siempre fui un desastre con ello.

Yoongi bufó. —Te daré más, para vinos caros, no dejaré que mi ex esposo beba vino barato de supermercado.

Jimin soltó una carcajada. —No debes hacerlo, realmente no.

—Siempre querré cuidarte Jimin, eso es algo que no cambiará de la noche a la mañana.

—Pero, debe cambiar ¿No? Es así como funciona el divorcio.

—Para otros quizá, pero, para nosotros es diferente.

—Y peligroso—suspiró terminando su cigarrillo.

Yoongi se recargó en la ventana mirándolo de reojo.

—¿Por qué no me dijiste que las cosas estaban tan mal con Jihoon?

—Nada está mal con Jihoon.

—Sabes a qué me refiero—chasqueo la lengua—. No me gusta la forma en la que te habla, no está bien Jimin, eres su papá, te debe respeto.

—No, y no quiero que le digas nada, esto funciona entre nosotros así, él sólo...

—Él nada Jimin, no está bien el trato que recibes.

—Yoongi—advirtió—. Por favor, deja este tema.

—No voy a dejar que mi hijo tenga este comportamiento, o lo arreglas tú o lo haré yo, buscaré un terapeuta infantil.

Jimin rodó los ojos. —Eso sólo le hará sentir más molesto.

—Le tienes miedo a Jihoon ¿Por qué?

—No le tengo miedo, es mi hijo, Dios, Yoongi, lo único que quiero es que sea feliz y este bien, no lo voy a empujar más lejos de mí.

Yoongi suspiró acercándose más a él, abrazandolo por la espalda, posicionando la barbilla en su hombro. Jimin comenzó a derramar lágrimas y sus labio inferior tembló.

—¿Qué estoy haciendo mal Yoongi?

—Ambos estamos haciendo algo mal, no es sólo tú. Tal vez...

—¿Qué?

Tomó aire antes de volverlo hacía él. —Tal vez no debí irme, no debí dejarlo.

—Hubiera sido peor ¿No?

—No lo sé.

Jimin sonrió acariciando su mejilla. —No te arrepientas, hiciste lo mejor para ti y no está mal, yo me equivoqué, yo jamás debí....

Lo calló con un beso lleno de necesidad, no quería revivir el pasado, no quería pensar en lo que sucedió entre ellos, lo que los rompió, simplemente quería olvidarlo y avanzar, Jimin correspondió a su beso sin medida, uno que escaló más alto, poco a poco la ropa fue un estorbo que tuvieron que deshacer, en la cama, jadeando, besandose y sintiéndose, era mejor que enfrentarse al pasado.

El vaivén de sus cuerpo, los gemidos de placer y el sudor del calor fue lo que les acercó más y más, entre besos Yoongi acarició su cuello, satisfecho de ver de nuevo sus reacciones lujuriosas, lleno de pasión, era algo que habían perdido antes de que su matrimonio terminará.

—Yoongi...te amo—susurró en su cuello cuando el orgasmo explotó en su interior.

Yoongi mordió su labio no reproduciendo las palabras que se unían en un remolino en su garganta, tragó en seco y lo besó, no, ellos jamás debieron de estar juntos en ese viaje familiar. Porque, ya no podían ver las cosas con claridad.

Gracias por leer patos 💜

🖤💛🖤