—Has estado de buen humor y eso es raro, ya dime qué está pasando.

Jimin rodó los ojos a Jin quien le miraba con una interrogante en la cara, ambos estaban en la oficina haciendo cuentas de ese mes en el restaurante.

—Somos chefs, no contadores.

—No cambies el tema, dime qué pasa.

—Te vas a enojar y voy a arruinar tu día, es mejor que no sepas nada.

—Es Yoongi ¿Verdad? —elevó una ceja—. Te conozco y se que estás obsesionado con él.

Jimin suspiró pesadamente antes de mirar a su amigo.

—Decidimos intentarlo de nuevo, ya sabes algo serio.

La cara de Jin fue un poema difícil de leer, este se mantuvo en silencio unos momentos, lo que le dijo a Jimin que tenía que continuar hablando.

—Fue hace un mes y medio, después del fin de semana con su familia, me llamó y me dijo que quería que nos diéramos otra oportunidad, yo acepté, lo amo Jin, tal vez a tus ojos sea enfermo y si supieras todo lo que hay detrás me matarías por sólo pensar en estar juntos de nuevo, pero no lo puedo evitar, él tampoco, hemos salido estas últimas semanas, a citas, como familia y todo es tan perfecto.

SeokJin suspiró negando. —No hay nada que pueda decirte, es tu vida, pero, Jimin ¿Estás seguro? Ustedes no son sólo ex del pasado, fueron esposos. ¿Cómo se sobrevive a eso?

—Cambiamos, lo que estaba mal en el pasado no volverá a ser un problema—se encogió de hombros—. Quiero intentarlo de verdad, ser una familia, no cometer los mismos errores, nosotros sabemos que es caminar en arena movediza, pero, estamos juntos en esto y vamos lento, los niños no saben nada aún.

—¿Crees que ellos estén bien con la idea?

—Espero que sí, Chae está feliz, pero Jihoon, bueno, él me odia.

—¿Ya encontraste una nueva terapeuta? Sino, yo conozco a uno bueno.

—Te amaría si me pasas el número, quiero que él esté bien, y sé que con Yoongi en nuestras vidas lo va a estar.

—Te ves feliz ¿Realmente es lo que deseas?

—Lo hago, me siento bien con esta decisión, hace mucho que no estaba seguro del rumbo a dónde se dirigía mi vida, pero ¿Sabes? Yoongi siempre estuvo ahí, sin importar nada, él estaba en mis peores momentos y mejores sueños, por algo estamos juntos.

—Bueno, pero espero que no haya drama de por medio ¿Entendiste?

—Lo tengo. Gracias por no regañarme.

—Eres un adulto Jimin, sabes lo que haces, además, bueno, todos sabíamos que ustedes iban a terminar de nuevo juntos, así son las relaciones tóxicas—rio al último.

Jimin le lanzó una hoja y bufó. —Ustedes son terribles amigos.

—Anda, termina esa suma, que no tenemos todo el día, ah, ya están los currículums para los nuevos que entrarán,  he elegido un par ¿Quieres verlos?

—Elige a quien quieras, confío en ti.

—Perfecto.

Estaba en el supermercado, Jihoon caminaba adelante, siempre lo hacía, jamás caminaba a su lado, Chae estaba sobre el carrito de compras mirando alrededor, era un día como cualquier otro, estaba eligiendo las cosas que necesitaba, cuando recibió una llamada. Sonrió al ver de quién se trataba.

—Hola—dijo sin dejar de sonreír—. ¿Y ese milagro que me has llamado?

—Oye, si te llamo.

—No seas mentiroso Tae, ¿Cómo estás?

—Muy bien ¿Y tú?

—Estoy bien, haciendo las compras.

Taehyung rio, ellos habían sido mejores amigos en la universidad, pero eso cambio, no sólo había perdido a Yoongi en el pasado, sino también su amistad estrecha con Taehyung, este no sabía nada de lo que sucedió en el pasado, sin embargo, su actitud fue lo que lo terminó alejando, le dolía, mucho, pero, no podía hacer nada más al respecto.

—Que hogareño Park, bueno, te llamé para decirte que la próxima semana tendremos una cena familiar, ya sabes que queremos casarnos más allá del civil y juntaremos a nuestras familias y amigos cercanos, estás invitado, por supuesto y los niños también ¿Vendrás?

Taehyung no sabía nada acerca de su relación con Yoongi, así que comprendía su preocupación.

—Claro, estaré ahí, al final del día ¿No es por mí que se encontraron?

—Sí—rio—. Por eso te llamé, perfecto, te espero aquí, sin nada de excusas. ¿Entendido?

—Ahí estaré Tae.

—Muy bien, nos vemos entonces, adiós Jiminie.

—Adiós TaeTae.

Colgó, suspirando, tomó lo que necesitaba y camino para encontrar a Jihoon. Cómo parte del divorcio, Yoongi le depositaba cada semana lo que le correspondía para los niños, pero, desde que empezaron a salir, recibía más dinero de lo que requería, le habló de ello, sin embargo, Yoongi dijo que era algo que tenía que hacer por su familia y que no le molestaba en lo absoluto, Jimin lo estaba usando para lo que necesitaba de los niños, no para él.

—Jihoon ¿Vas a elegir algo en especial?

—Quiero el cereal de chocolate.

Jimin asintió poniéndolo en el carrito. —Bien, creo que es todo.

—Helado, vamos por helado—dijo Chae con un puchero.

—Creo que podemos ir por un poco de helado ¿Te parece Jihoon?

—Si—susurró sin mirarlo.

Jimin se estaba acostumbrando a esa actitud en el menor, era cansado, sin embargo, parecía que no había otra manera de relacionarse entre ellos. Salieron del súper después de pagar y embolsar, dejo todo en el auto y manejó a una heladería cercana. Los niños sonreían entre ellos, eran unidos, Jimin a veces se sentía fuera de lugar, no llevaba una relación que Yoongi tenía con ellos, sentía envidia, pero, era difícil para él, no sabía cómo debía hacerlo, y en ocasiones resultaba extraño, amaba a sus hijos, eso nunca lo negaría, aunque pasará el tiempo siempre estaría con ellos, no obstante, se sentía lejano, el miedo a equivocarse no le dejaba ser tan abierto como quisiera. Era un gran problema.

Después del helado, fueron a casa, tenía que ayudar a Chaewon a hacer tareas, eso siempre resultaba en horas de trabajo y reprimendas porque su hija no podía mantenerse quieta ni un segundo, con Jihoon era más sencillo, siempre fue más independiente. Al terminar debía darles de cenar, después un baño, para acostarlos a dormir.

Ya era tarde cuando Jimin estaba disfrutando de un té, mirando televisión, no había hablado con Yoongi en todo el día, así que esperaba su llamada. Escuchó ruidos acercandose, se volvió mirando a Jihoon, quien estaba serio.

—¿Sucede algo? ¿Tienes sed?

—Quiero hablar contigo.

Jimin se puso nervioso, apagó la televisión y lo miró esperando, el niño se sentó en el sillón de al lado y le observó, sus manitas estaban sobre su regazo, parecía preocupado.

—¿Está todo bien?

—Jimin, no te quiero.

Eso se sintió como un cuchillo enterrado en su pecho, sus ojos se llenaron de lágrimas, apretó la mandíbula, quería preguntarle la razón, pero dentro de él la tenía muy clara.

—Lo sé.

—Pero, puedo intentar hacerlo, portarme bien contigo, ser más amable y llamarte papá.

—¿Quieres hacer eso? ¿Por qué?

Jihoon le miró fijamente. —Yo haré eso, intentaré quererte y te voy a tratar bien, si tú haces algo por mí.

—¿Qué quieres que haga por ti? —susurró conteniendo la respiración.

—No quiero que estés con papá, no quiero que ustedes estén juntos, no quiero que salgamos juntos, no quiero que tengan una relación.

Jimin se quedó petrificado, miró a su hijo, sus ojos estaban brillantes por las lágrimas contenidas, parecía que estaba haciendo un gran esfuerzo por decirle aquello, él, se quedó quieto, sintiendo un dolor inmenso en el corazón.

—¿Qué?

—Tú no eres bueno para él, le hiciste mucho daño, y va a ser igual que antes, no quiero que Chae vea lo que yo ví, no quiero que estén juntos.

—Jihoon...

—¿Harías eso por mí?

Mordió con fuerza su labio inferior ¿Qué debía contestar a eso? Si decía que no, Jihoon lo odiaría más que nunca, se sentiría incómodo y triste, enojado, volvería a hacer desastres en la escuela, tendría que trabajar más en él, en cambio si decía que sí, podría recuperarlo. Jimin ya había sido muy egoísta anteriormente, Jihoon le decía con lágrimas en los ojos que prefería a sus padres separados, él no podía darle la espalda.

—Sí, lo haré.

—Gracias papá.

Hace mucho que no lo llamaba así, Jimin asintió, Jihoon se fue de ahí, dejándolo solo, con muchas dudas en su mente, y un dolor atroz en el pecho, ¿Qué debía hacer? Tenía que ser un padre, uno bueno, no podía seguir equivocándose, pero, Yoongi no lo aceptaría, tal vez hablaría con Jihoon y eso no sólo lo alejaría de él, sino también de Yoongi, quien era su papá favorito. Jihoon lo necesitaba.

Estuvo pensando, mucho, fumando, mucho, llorando, mucho, hasta que Yoongi llamó casi a la madrugada. Quería llorar de sólo escucharlo.

—Hola cariño—dijo este con calma.

—Hola, necesitamos hablar.

—¿Sucede algo? Te escuchas extraño.

—Yoongi, lo estuve pensando bien, realmente lo hice, y aunque estos días han sido increíbles, creo que debemos terminar.

Escuchó simple silencio por unos largos minutos, pensó que había colgado, pero la voz amortiguada de Yoongi le saco de las dudas.

—¿Estás hablando en serio? ¿Por qué? Tiene que haber una razón, pensé que estábamos bien.

—No estoy seguro de lo nuestro, no me siento cómodo.

—Jimin, ¿Qué está pasando?

—Sólo...no es lo que quiero en estos momentos, Yoongi, estamos mucho mejor separados. Lo sabes, lo nuestro no va a funcionar jamás. Es mejor que seamos sólo padres.

—¿Es lo que quieres? Carajo Jimin, pensé que habías cambiado, pero sigues siendo igual de egoísta que siempre. Si haces esto, no habrá forma de que regresemos algún día.

—Está bien—susurró—. Es lo mejor y es lo que quiero, me gustó estar contigo Yoongi, supe que es lo que quiero de una relación, pero, una nueva, nosotros tenemos demasiado pasado, no podremos, así que es mejor avanzar, busca a una persona que te ame.

—Que jodido es esto ¿No? —su voz se escuchaba ahogada—. No me vuelvas a llamar a menos que sea por algo de los niños.

—Bien.

Colgó, Jimin se quedó mirando el teléfono, antes de hacerse bolita en el sillón y llorar, ¿Era lo correcto? No lo sabía, pero, lo único que quería era que Jihoon estuviera bien y lo amase, Yoongi lo odiaría, pero encontraría alguien mejor, él, estaba muy jodido para iniciar de nuevo. Había sido bueno mientras duró.

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