Secreto peligroso
Jimin miró con terror a Yoongi, se estaba dando cuenta de lo que sucedía, estaba sobre el escritorio de Yoongi, con él aún dentro, después de tener sexo desenfrenado, algo en todo eso le hacía sentir una adrenalina terrible, ambos escucharon nuevamente la puerta, tensandose más y más.
—¿Cerraste? —preguntó Yoongi entre su mandíbula.
—Claro que no—susurró—. ¿Quien es ella? ¿Dónde está tu asistente?
—Mi secretaria debe haberse ido a almorzar, es su hora y ella es...
Por la forma en la que lo dijo Jimin hizo una mueca, sabiendo exactamente quien era ella, algo que le incomodó por completo, si ella trabajaba con él, todo era peor, se veían a diario, tenía tantos celos.
—¿Es ella?
—Si—asintió saliendo de él.
Jimin tomó su ropa y comenzó a vestirse. —Arregla tu cabello y sal de aquí.
—Pero...
—Vete—dijo en un siseo.
—Tendremos que hablar de esto, no se va a quedar así—arregló su camisa debajo de su pantalón y acomodo el saco. Miró a Jimin por última vez antes de salir de la oficina para sonreír a Jeongyeon—. Oh, hola, lamento haberte hecho esperar, estaba en una llamada importante. ¿Nos vamos?
Jeongyeon asintió con una sonrisa. —Creí que habías olvidado que almorzaríamos juntos.
—No, claro que no, vamos.
Yoongi la guío al ascensor, estaba tenso, nunca creyó ver a Jimin esa mañana, tampoco que terminarían haciéndolo en su oficina, era demasiada la tensión sexual que había entre ellos, aún podía sentir su cuerpo, sus piernas alrededor de su cadera, sus besos, Jimin era su droga, y no estaba seguro de poder olvidarlo tan fácilmente.
Había prometido a Jeongyeon que almorzarian juntos, así que trató de centrarse en ella, y en cada cosa que decía, aunque no eran pareja, se sentía mal por ocultarlo el hecho de que no podía sacar sus manos del cuerpo de su ex esposo, al cual amaba. Era un completo desastre, no sabía cómo actuar, estaba confundido, Jimin lo confundía de una manera que no podía controlar. Un día quería estar con él, al otro quería separarse y de repente estaba entre sus brazos besándolo y reclamando que estuviera viendo a alguien.
—¿Está todo bien? Pareces un poco distraído está mañana.
—Hay mucho trabajo en la empresa—suspiró—. Pero, no hablemos de eso, mejor dime ¿Cómo va tu día?
—Todo ha sido muy tranquilo, tanto que hasta extraño el estrés de mi antiguo trabajo.
Yoongi soltó una ligera carcajada, caminaban a un restaurante al otro lado de la acera, al entrar, Yoongi eligió la mesa que estaba en la ventana, para ver si Jimin salía de esta, había una ansiedad en la boca de su estómago, dónde esperaba que este se quedará.
—Espera que comienze la temporada alta, entonces te vas a arrepentir de lo que dices.
—Bueno, me retracto—rio por lo bajo—. Cuentame un poco de ti, siempre hablamos de mí, dime algo que nadie más sepa.
Yoongi lo pensó unos momentos. —No hay mucho, de verdad soy una persona muy simple y sin nada interesante que contar—rio por lo bajo—. Bueno, me gustan las guitarras, tengo una pequeña colección.
—Vaya, eso se escucha muy bien—sonrió encantada—. Quisiera verlas alguna vez.
—Puedo mostrartelas cuando lo desees.
—¿Jamás hiciste nada loco? —preguntó con una ceja alzada—. Ya sabes, algo en tu juventud.
—Soy muy aburrido—rio por lo bajo—. Me casé muy joven, tuve un hijo cuando estaba terminando la universidad, pero, amaba salir en carretera en la motocicleta de mi padre. Es todo.
—Eso es algo triste—hizo una mueca—. Ya sé, hagamos algo loco.
—¿Algo como qué?
—¿Tú padre sigue teniendo una motocicleta?
—No—se encogió de hombros—. Pero, yo tengo una. ¿Quieres salir a dar una vuelta uno de estos días?
—Eso sí que me gustaría—sonrió con coquetería.
El almuerzo fue tranquilo, reía con ella, era una persona muy divertida, le agradaba estar a su lado, sin embargo, su ansiedad aún estaba al tope, cuando fue momento de regresar a la empresa, su nerviosismo aumentaba, se despidió de ella y subió a su piso, su asistente estaba ahí, ella se levantó e hizo una reverencia, entró a su oficina y miró alrededor, Jimin ya no estaba ahí. Se recargó en la puerta y suspiró. ¿Por qué todo era tan complicado?
—¿Estás bien? —preguntó con una ceja alzada.
Jimin miró a Eunwoo quien se había cambiado de ropa, ahora ambos salían de noche del restaurante, era muy tarde, fue un día de trabajo tan estresante y cansado, que todo su cuerpo dolía, había llamado a su madre para pedirle que los niños se quedarán con ella, acepto sin problema, le pesaba saber que era mejor abuela de lo que fue de madre. No dejaba de pensar en lo que había sucedido esa mañana en la oficina de Yoongi, y lamentaba más el hecho de que realmente no lo sentía como un error, al contrario, lo revivía en su mente y no dejaba de pensar en él, lo quería más de lo que debería.
—Sí, estoy bien, sólo cansado ¿Y tú? ¿Por qué luces tan relajado?
—Estoy acostumbrado a una carga de trabajo tan grande, además, no tengo hijos a los cuales atender, sólo soy yo—rio—. En cambio tú, estás tan cansado porque hacer doble trabajo, el restaurante y mantener con vida a dos niños.
—En eso tienes razón, a veces no sé cómo lo hago—bufó—. Oye, pensaba que este fin de semana podríamos ir al cine ¿Te gustaría?
Eunwoo se acercó a él y acarició su mejilla antes de besar sus labios, está vez, el beso no duró demasiado, Jimin lo rompió y sonrió tenso, Eunwoo no se dio cuenta de ello, porque seguía sonriendo como si nada.
—Me parece perfecto, ¿Quieres que te lleve? O ¿Trajiste tu auto?
—Lo traje, está bien, ve a descansar, nos vemos mañana—sonrió antes de caminar a su auto—. Descansa.
—Descansa—respondió con una sonrisa.
Jimin subió a su auto y arrancó para irse de inmediato, ¿Qué estás haciendo? Era la pregunta que se repetía constantemente en su mente, no sabía por qué no podía controlar sus acciones, estaba seguro de que estaba cometiendo un error dándole entrada a Eunwoo a su vida cuando seguía amando a Yoongi, quien ahora también tenía una pareja, alguien a quien amaría y con quién podría formar una familia. Jimin estaba desecho.
Llegó a su casa, su corazón latió con fuerza al darse cuenta del auto tan conocido que estaba estacionado frente a él, hizo una larga respiración de aire, apagó el auto, tomó sus cosas y bajó. Yoongi hizo lo mismo, estaba fumando un cigarrillo, le miró con una seriedad que le heló la sangre.
—¿Los niños están? La casa parece vacía.
—No, se quedaron está noche con mi madre—dijo encaminandose a su puerta, sentía los pasos de Yoongi detrás suyo, abrió y entró, permitiendo que él hiciera lo mismo—. ¿Qué haces aquí? —susurró quitándose su abrigo.
Yoongi suspiró pesadamente, lo siguió a la cocina, dónde Jimin sacó dos vasos pequeños y tomó una botella de whisky de la alacena, sirvió los vasos y le ofreció uno de ellos, sujetó el restante para beber un trago.
—Te dije que teníamos que hablar—respondió dando un trago largo.
—No creo que tengamos nada de qué hablar Yoongi, mira...
—¿A qué estás jugando Jimin? —dijo lleno de molestia—. Quiero saber las malditas reglas de tu juego, no es justo, me tienes en desventaja.
—No entiendo de qué estás hablando.
—¡Lo sabes bien! —gruñó—. Me dijiste que querías terminar, que Jihoon no quería que estuviéramos juntos y que aceptarías lo que nuestro hijo quería, lo entendí, me dolió como el demonio, pero carajo lo comprendí, fui a verte al restaurante y estás coqueteando con tú compañero, sales a citas, yo hice lo mismo y hoy, vas a mi oficina enojado, diciendo una sarta de tonterías, y después, me besas, tenemos sexo, me dices que me vaya, regreso y no estás, vengo a hablar y te niegas. Jimin esto es frustrante.
Jimin boqueo, sus mejillas estaban calientes debido al enojo, bufó exasperado.
—¿Y yo tengo toda la culpa? ¡Yo no te obligue a tener sexo conmigo! Bien pudiste negarte.
—¡Sabes bien que no puedo negarme a ti! ¡Jamás podré hacerlo Jimin! —gruñó—. No te estoy culpando de eso, no, pero, Jimin ¿Qué es lo que quieres?
—No sé de qué hablas, tú eres quien tiene novia.
—¿Quien carajo dijo eso?
—Jihoon, y no trates de mentir.
—Es que no estoy mintiendo—chasqueo la lengua—. Es la chica con la que salí a esa cita, no la había visto en días, nos encontró en la zapatería, me ayudó a convencer a Chaewon de que las deportivas rosas no eran opción, Jihoon la invitó a comer pizza, no es mi novia, nosotros, nos estamos conociendo nada más.
—¿Osea que aún no es tu novia, pero lo va a hacer? —hizo una mueca.
—¿Y el chico con el que saliste?
—Nos estamos conociendo.
Yoongi bufó, antes de reír por lo bajo. —¿Por qué tú sí puedes hacerlo y yo no?
—No es eso...perdí la cabeza Yoongi, cuando Jihoon dijo que era tu novia, pensé que habías faltado al acuerdo que teníamos.
—No lo hice a propósito, la presente como mi amiga, no era mi intención y lo sabes, jamás faltaría a uno de nuestros acuerdos si sé que es por el bienestar de los niños Jimin.
Jimin bebió lo que quedaba de su trago y se acercó al otro lado de la barra de alimentos, miró a Yoongi con los brazos cruzados e hizo una mueca, estaba avergonzado, mucho, Yoongi parecía más tranquilo.
—Lo lamento, debí preguntar, antes de...
—¿Antes de que te lanzaras encima de mí? Sí, creo que eso hubiese ahorrado algo de furia.
—También me disculpo por eso—bajo la mirada—. Mmmm, no era algo que planifique.
—No te estoy pidiendo que te disculpes por eso Jimin, lo necesitaba, ¡Carajo! No sabes lo mucho que necesitaba besarte y tocarte.
Jimin elevó la vista y mordió su labio inferior, no pudo controlar las reacciones de su cuerpo, el como su corazón latió con fuerza y su estómago se estrujó, un escalofrío recorrió su cuerpo, y no pudo evitar mirar sus labios. Yoongi se acercó un poco, acorrálandolo entre la barra, sus respiraciones se mezclaban. Colocó una mano en su cintura, acercándolo a su cuerpo, Jimin tomó su mejilla pálida y lo miró fijamente, tragó en seco. Yoongi sonrió a medias antes de besarlo, ambos gimieron debido al toque cálido de sus labios. No podían parar, se besaron con profundidad, Yoongi lo tomaba con fuerza de la cadera, acercándolo más y más, como si quisiera fundirse en su cuerpo, Jimin hizo lo mismo, deseoso de sentirlo, de tocarlo, de abrazarlo, sus brazos se sentían el único lugar en la tierra donde se sentía feliz y seguro. Pero, Yoongi se separó y gruñó alejándose de él.
—¡Jimin no! Esto no puede suceder así siempre que nos vemos ¿Tenemos dieciocho años? Por Dios.
—Lo siento.
—No te disculpes, veo que los dos somos pésimos para mantener las manos fuera del otro—suspiró frustrado antes de mirarlo de nuevo—. ¿Qué estamos haciendo?
—Realmente, no tengo la menor idea—relamió sus labios, aún saboreando el sabor de Yoongi.
—No podemos mantener este juego Jimin, es muy cansado, demasiado, no sé qué es lo que realmente quieres, tú boca dice una cosa, pero tú cuerpo otra completamente diferente. ¿A cuál le hago caso?
—Debemos seguir separados, eso es lo que tenemos qué hacer, tener más límites y mantenernos alejados.
—Bien—dijo de forma amarga—. Estaremos separados, aunque sabemos que nos amamos y deseamos.
—Es que jamás lo hemos intentado en verdad Yoongi, siempre caemos, es....es como una obsesión.
Yoongi le miró con tristeza. —¿Así le llamas al amor?
—Hay que intentarlo, yo...creo que está bien que estés saliendo con ella, sólo ten cuidado, no quiero que los niños estén en peligro, yo haré lo mismo.
—Bien, si es lo que quieres—se encogió de hombros—. Siempre es como tú quieres Jimin, así que está bien.
Jimin quería detenerse, pero, estaba entre la espada y la pared, entre lo que quería y lo que debía hacer para mantener estable a Jihoon, era tan confuso, un completo desastre, Yoongi quiso irse, pudo verlo caminar a la entrada y eso lo llenó de pánico, sentía que estaba siendo cruel y egoista, siempre jugando al fuego y al hielo, pero, jamás fue bueno controlando ciertos aspectos de su vida y sus acciones, caminó detrás de él y tomó su mano, deteniéndolo. Yoongi se volvió, podía ver la frustración en sus ojos, se acercó más y tocó sus mejillas, acercando su rostro, juntando sus frentes, cerró los ojos y apretó la mandíbula.
—¿Qué estás haciendo? Jimin, me estás volviendo loco.
—Está noche, sólo está noche.
Yoongi tomó su cintura y besó sus labios, un beso más tranquilo, tratando de disfrutarlo el mayor tiempo posible, Jimin se separó y agarró su mano, apretando con fuerza, antes de llevarlo escaleras arriba, dónde pasarían haciendo el amor hasta que sus cuerpos quedaron desechos, porque por la mañana ellos tendrían que tomar todo lo que les quedaba de autocontrol y mantenerse alejados.
Empezamos por hoy 💖
🖤🖤🖤
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro