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Papá

Min Jihoon no se sentía que era un niño normal, a veces, cuando miraba a sus compañeros de escuela o de equipo, y veía como se comportaban o la forma en la que hablaban de sus familias, le hacía entender que no era como ellos, lo hacía alejarse, porque no tenía nada bueno que decir, o eso es lo que pensaba. Tenía muchas dudas, muchos pensamientos que a veces resultaban ser demasiado, también, sentimientos que se arremolinaban en su pecho y le dejaban con un dolor extraño y duradero, estaba triste y enojado, eran esas dos emociones las que lideraba la mayor parte de sus decisiones y reacciones. No tenía amigos, creía que no los necesitaba, era amable con algunos compañeros, pero nada más, estaba solo la mayor parte del tiempo y es que se sentía de esa forma, le costaba hablar con los demás, reír o hacer bromas, había un enorme vacío en su interior que no sabía cómo llenar.

Constantemente estaba en busca de algo que le motivará, alguna cosa que le gustará, había probado muchos deportes, muchas clases artísticas o de idiomas, pero, tan sólo le daba conocimiento, no había más, y eso, le preocupaba. No dormía bien, tenía miedo en la noche y lloraba, solo, odiaba que las personas le mirarán llorar, no quería mostrarse tan debilitado.

En su casa se sentía de la misma manera, no le gustaba estar ahí, su hermana era ruidosa, la quería, pero, no le dejaba ni un momento tranquilo, necesitaba silencio y ella era un torbellino, le frustraba. Y también estaba, Jimin, su padre, la persona con la que menos quería estar, le incomodaba a un grado que no comprendía. Sus compañeros hablaban constantemente de sus padres, de sus madres, de las cosas increíbles que hacían con ellos, de sus viajes familiares o salidas, de la forma en la que les demostraban afecto. Jihoon no tenía muy buenos recuerdos de su infancia y no tenía nada qué decir sobre Jimin, que era el adulto con quién vivía.

Cuando era niño, sus padres no hacían más que pelear todo el tiempo, podía escuchar sus gritos, a veces iba a ver qué estaba ocurriendo a la habitación de sus padres, cuando entraba, su padre Yoongi paraba y lo consolaba, pero Jimin, lo miraba de una forma fría, lo regañaba porque no estaba durmiendo y ellos volvían a pelear ahora frente a él.

Jimin hacía comentarios constantes que de alguna forma permanecían en su mente a pesar del tiempo. Cosas como:

Yo no quería hijos.

Es un horror tener que limpiar todo el tiempo lo que hacen.

No, no quiero jugar, vete a tu habitación.

¿Por qué no puedes estar en silencio ni un segundo? ¡No ves que estoy cansado!

Ya te di un abrazo, tengo que salir, quédate aquí.

Y la peor de todas...

¡Yo jamás quise ser padre, no los quiero a ninguno!

Escuchar eso, mientras veía como golpeaba a su padre, fue lo que le hizo tener miedo de Jimin, que su padre se haya ido de casa después de eso, lo hizo odiarlo, pensaba que si él no hubiese sido malo, si no lo hubiera golpeado o lastimado, entonces su padre viviría con él, amaba a Yoongi, era el mejor padre que cualquiera pudiera tener, siempre atento, cariñoso, en su infancia, fue, el único que realmente se interesó en él, que lo cuidaba y demostraba amor y afecto, tenía un fuerte cariño por Yoongi, y un duro rechazo por Jimin.

No confiaba en él, creía que en cualquier momento volvería a ser cruel, y no quería que eso le pasará también a Chaewon, por eso, su respuesta inmediata era mantenerse a la defensiva siempre si se trataba de Jimin. Pero, después de un tiempo, algo más apareció dentro de él, rencor, aunque amaba a su hermana, Jimin siempre la trataba bien, cocinaba con ella, la vestía, la abrazaba, y se preguntaba ¿Por qué no pudo de ser de esa forma cuendo él era un niño?

A veces, quería acercarse, sin embargo, algo dentro no lo dejaba, no soportaba vivir con Jimin, y mucho menos que este estuviese con su padre, aunque quería una familia como las demás, a sus padres, jugando y divirtiéndose con él, aunque desearía que Yoongi viviera con ellos, no podía sacar de su mente todas las peleas, algunas tan vividas, así que prefería que se mantuvieran alejados, no deseaba que la historia se repitiera de nuevo.

Pero, esa frustración, y enojo, no sólo lideraba su comportamiento dentro de su hogar, sino en cualquier lugar, le incomodaba, y estaba cansado de todo y de todos. Su abuela constantemente le decía.

—Jimin siempre fue tan volátil, explotaba por cualquier cosa, no seas como él Jihoonie, ve, tenía una gran familia y lo arruinó todo.

Él no quería ser igual a Jimin, no quería perderlo todo, no quería que las personas lo odiaran y ese rechazo, le enfurecía más y más, hasta que, explotaba, hacía algo mal, golpeaba o peleaba con algún compañero, lo que ocasionaba que nadie quisiera acercarse a él, dando como resultado el dolor de la soledad y culpa.

—Jihoon parece que no sabes jugar—bufó uno de sus compañeros de equipo de fútbol, no llevaba mucho en el equipo, apenas una semana, su compañero reía, Jihoon sabía que era una broma, que el niño no lo decía en serio, que era amistoso, pero, su reacción fue diferente.

No pudo controlarse y en un abrir y cerrar los ojos estaba sobre el otro niño golpeando su rostro, hubo ruido a su alrededor, sus compañeros estaban gritando, su profesor lo separó y él se dio cuenta de lo que había hecho, de nuevo estaría en problemas y eso sólo lo hizo enojarse más.

Lo llevaron a la oficina del director, le hicieron algunas preguntas, pero no dijo absolutamente nada, se quedó en silencio, hasta que la puerta se abrió y vió a Jimin detrás de ella, quien lo miró con aquel semblante frío.

—Señor Park—dijo la directora con seriedad—. Jihoon golpeó a uno de sus compañeros del equipo de fútbol, hablamos con el niño y dice que no le dijo nada malo, Jihoon no quiso hablar, pero, está no es la primera vez que no sigue las reglas o es maleducado, le grita a sus compañeros, es grosero con sus profesores, no trae tareas, es apático y siempre está solo.

Pudo ver cómo Jimin cerraba unos momentos los ojos antes de hacer una mueca.

—Yo....lo lamento, en verdad lo lamento, no es su culpa, ha estado pasando por una transición difícil, usted lo sabe.

—Lo sé, créame que entiendo su situación, pero usted también tiene que entender que no podemos permitir que esto siga sucediendo.

Jimin suspiró. —Es mitad de año, si lo expulsa, será imposible que lo acepten en otro colegio, por favor, perderá el año.

La directora miró a Jihoon quien bajo la vista al piso, suspiró y asintió.

—Estará suspendido una semana, y, no puede volver a integrarse si no trae una constancia que diga que inicio un proceso psicológico, también tiene que disculparse con el niño y su familia. Lamentablemente tenemos que sacarlo del equipo de fútbol.

—Haremos todo eso, muchas gracias por la oportunidad—se levantó de la silla y se acercó a Jihoon a quien tomó del hombro, pero este se sacudió, la directora miró el acto.

—Hagalo, ahora, puede retirarse.

—Con permiso—dijo haciendo una reverencia. Tomó el brazo de Jihoon y lo hizo que se levantará—. Discúlpate.

—Lo siento—dijo entre dientes.

Salieron de la oficina de la directora, Jimin estaba molesto, realmente molesto y Jihoon podía verlo, le recordó el pasado, y no sé sintió tan mal por el rechazo que tenía hacia él, a veces, sólo necesitaba que Jimin afirmara ante él que no era una buena persona o no lo quería, para tratar de no sentir tristeza, culpa, remordimiento o simplemente para eliminar el sentimiento de soledad y de añoranza hacia él. De esa forma era más sencillo.

Subieron al auto, Jimin suspiró pesadamente y le miró.

—¿Qué se supone que estás haciendo Jihoon? ¡Responde! Está podría ser la segunda escuela de la que te expulsan ¡¿No te importa?!

—Hay muchas escuelas—dijo encogiéndose de hombros.

—¡¿Te estás escuchando?! —gruñó—. ¡Estás castigado Jihoon! No es posible que hagas esto, estaba en el trabajo, me asusté cuando llamaron y...

—Yo no quería que vinieras. Les dije que llamarán a papá.

—Ellos saben que a quien tienen que llamarme es a mí, tú vives conmigo.

Miró por la ventana, el regresó a casa fue silencioso y tenso, podía escuchar la respiración entrecortada de Jimin, estaba muy molesto y él también, estaba enojado consigo mismo, quería llorar, decirle la verdad, que no sabía lo que pasaba, que normalmente reaccionaba y después pensaba en las consecuencias, pero, se enfrascó en su enojo y se quedó callado.

Al bajar del auto corrió a la casa, quería encerrarse en su habitación, pero Jimin entró detrás de él y se interpuso en su camino, su hermana estaba en la sala comiendo su merienda y su abuela salió de la cocina, miró la escena y sonrió.

—¿Qué sucedió?

—Jihoon golpeó a uno de sus compañeros.

—Bueno—dijo su abuela con una sonrisa tenue—. Puede ser un malentendido, tal vez el chico lo estaba molestando y Jihoon sólo se defendió.

—¡¿Cómo todos los otros niños?! —gruñó Jimin—. Lo que hiciste estuvo mal Jihoon, ¿Es esa la enseñanza que te hemos dado?

Jihoon entrecerro los ojos. —¿No es lo que tú siempre hacías?

—Basta, yo soy tu padre, y...

—Aprendí de ti, no porque ahora seas más amable significa que ya olvidé que siempre peleabas con papá, que le gritabas, que nos tratabas mal y que le pegaste.

Jimin se quedó perplejo unos momentos, su abuela suspiró acercándose.

—Cariño, tranquilo, vamos a hablar bien de lo que pasó...

—¡Yo me equivoqué! Pero, lo he tratado de compensar, me portó bien contigo aunque eres grosero y cruel Jihoon.

—Jimin—riñó la mujer—. Cálmate tú también, no pueden ponerse a la defensiva los dos.

—¡Por tu culpa papá se fue! —dijo llorando.

—¡Lo siento, tu no entiendes lo que estaba pasando en ese momento!

Jihoon explotó, por años había tratado mal a Jimin, hablándole de forma maleducada, negándose a decirle papá, sin embargo, jamás le había reclamado el pasado, nunca hablaron de esa noche, nunca dijo lo que llevaba en su pecho, pero, ahora, quería gritarlo tan fuerte, hasta que su garganta se reventara.

—¡Tú eres malo, eres una mala persona, y no te quiero!

—Basta Jihoon—dijo la mujer mirando al niño con tristeza.

Jimin bufó. —¡Ya lo sé! —sollozo—. ¡Sé que no me quieres y no sé cómo hacer que lo hagas! ¡Me he esforzado Jihoon!

—Tú...tú ni siquiera nos quieres...

—No digas eso.

—¡Jamás nos quisiste, tú lo dijiste!

Chaewon comenzó a llorar, miró a su padre y hermano y sollozo.

—Papi si nos quiere.

—¡No es verdad Chae, papá dijo que no nos quería, que jamás nos quiso y....

El sonido sordo dejó un silencio en la habitación, Jihoon volvió la cabeza con fuerza y su mejilla comenzó a dólar, sus ojos se abrieron en demasía y tembló, miró a Jimin, quien observaba su mano como si no creyera lo que había hecho. Jimin jamás les había levantado la mano a ellos.

—Pe...per...perdón Jihoon—balbuceo—. Yo...lo siento, perdóname—parecía que le faltaba el aire, se acercó a él, pero Jihoon se hizo hacia atrás—. No quería lastimarte.

—Quiero a papá—sollozo—. ¡Me quiero ir con papá! —dijo antes de correr a su habitación.

—Jimin ¿En qué estás pensando? Es un niño de diez años, ¿Cómo se te ocurre ponerte a pelear así con él? Llama a Yoongi, él lo va a calmar.

Jimin asintió antes de sentarse en el sillón, sollozo con fuerza, cubriendo su rostro, Chaewon se acercó a él y lo abrazo.

—¿Si me quieres?

—Te amo—dijo abrazándola—. Lo siento, no debiste ver eso, te amo mucho.







Le dolía la cabeza de tanto llorar, Jihoon apretaba la almohada a su pecho, al tiempo que la mordía para no sollozar con fuerza, no quería que nadie lo escuchará. Estaba herido, se sentía triste y solo, la habitación fue abierta con la llave, se había encerrado, no se volvió para ver quién era, cerró los ojos con fuerza, no quería hablar con nadie, los pasos se acercaron y el espacio a su lado en la cama se hundió. Una mano cálida acarició su cabello.

—Jihoon, ¿Qué está sucediendo?

Al escuchar la voz de su padre Yoongi se sentó y soltó la almohada para reemplazarla por sus brazos, Yoongi le abrazó a su cuerpo y mecio, mientras lloraba con fuerza.

—Llevame contigo, por favor, llévame contigo.

—Jihoon, bien, tranquilo, respira, tenemos que hablar de lo que pasó.

Jihoon se separó de su pecho, Yoongi limpió sus mejillas y le sonrió.

—Tú padre llamó, me dijo que tuviste una pelea en la escuela ¿Por qué fue? Te escucho.

—No lo sé...me dijo que no sabía jugar, pero...no fue malo, pero me enojé.

—¿Y qué pasó con Jimin?

—Le grité, me grito, y me pegó.

—Jihoon lo que pasó está mal, no puedes golpear a una persona sólo porque estás enojado, no puedes gritarle así a tu padre, necesitamos ir a ver a un nuevo terapeuta.

—No quiero más terapeutas, no quiero—sollozo.

—Si no vamos a uno, entonces, no podrás volver a la escuela, hijo es necesario, sólo queremos lo mejor para ti, ambos te amamos.

—Jimin no me ama y yo no lo amo.

Yoongi le miró preocupado. —Dime como te sientes Jihoon, habla conmigo.

Jihoon negó, no quería hablar de lo que sentía, Yoongi suspiró después de esperar un largo rato, besó su cabello, no sabía qué hacer, pero estaba seguro de una cosa, Jihoon necesitaba ayuda.

—Por favor, llévame contigo, te lo pido, no quiero quedarme aquí.

—Bien, prepara tus cosas. Hablaré con Jimin.

Se levantó de la cama y salió de la habitación, fue a la sala, en dónde se encontraba Jimin, sentado con el rostro decaído y los ojos hinchados, se sentó a su lado y suspiró.

—Llamé a Hoseok, me pasó el número del psicólogo, ya hice la cita, es para mañana por la tarde. Yo...no quise hacer eso Yoongi, en verdad lo siento.

—Está bien, tranquilo, las cosas se salieron de control—tomó su mano y la apretó—. Haremos algo, por lo pronto, me lo llevaré está semana que está libre, para que las cosas se calmen.

—Me odia Yoongi, me va a odiar para siempre, el poco progreso que habíamos hecho, lo acabo de tirar a la basura.

—Vamos por pasos, lo importante ahora es que ambos estén en calma, y llevarlo a terapia.

—Sí, por favor cuida bien de él...eres el único en quien confía en este momento.

—Lo haré, no llores más—dijo dando un beso en su frente—. Trata de descansar, ya mañana será otro día.

Jihoon salió de su habitación con sus cosas, Yoongi se puso de pie, el niño no espero, salió de la casa de inmediato. Yoongi sonrió a Jimin y fue detrás de él. Jimin sollozo, tomó el teléfono y llamó a su terapeuta.

—Hola, creo que necesito una cita.






Recuerden que Jihoon es un niño, que aún no sabe controlar sus emociones y quién presenció violencia cuando era muy pequeño. No sean duras con el chiquillo, no es su culpa 🖤

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