—¿Amas a Jin?

Namjoon quien había ido a visitarlo a la empresa le miró perplejo.

—Es mi esposo, claro que lo amo ¿Por qué la pregunta?

—¿Perdonarías a Jin si hace algo que te lastimara?

—Yoongi, basta sé a dónde vas, dime ¿Estás pensando en darle otra oportunidad a Jimin?

—Sí—suspiró—. No lo sé, este fin de semana juntos complicó todo. Estoy confundido.

Namjoon se quedó en silencio, aunque no dijera nada Yoongi sabía bien lo que este pensaba, no era difícil adivinarlo, siendo una de las personas que estaba ahí esa noche, Yoongi no quería que pensará que era un cobarde o un idiota que le gustaba sufrir, quería que lo entendiera, que pidiera comprender lo que estaba sintiendo y lo confundido que se encontraba.

—Pasaron por mucho ¿No es así?

—Sí, siempre dije y seguiré diciendo que Jimin es el amor de mi vida, a pesar de todo, el amor que tengo hacía él es muy fuerte.

—¿Lo suficientemente fuerte como para dejar el pasado atrás y darle una oportunidad? ¿Y si sales herido nuevamente?

—Jimin parece diferente, está arrepentido, una de las razones por las cuales no me quedé a su lado, fue porque nunca ví arrepentimiento en sus ojos. Pero, ahora es diferente, ha cambiado, también yo lo he hecho.

—Yoongi—suspiró—. Soy tu mejor amigo y creeme que quiero a Jimin, es increíble, un buen chico, que tomó malas decisiones, nosotros hemos hablado de esto, aceptaste que también tenías parte de culpa, sé que piensas que Jimin es el único que te hará sentir de esta forma, pero, Yoongi, no te has dado la oportunidad, siempre está presente, tienen sexo cuando pueden, pelean y vuelven a tener sexo, no creo que un fin de semana cambie años de destrucción, no lo hagas por ti, piensa en tus hijos, ¿Merecen esa clase de padres?

Yoongi bajo la mirada al escritorio donde descansaba una taza de café humeante que no había tocado aún. Namjoon estaba en lo correcto, desde el inicio él y Jimin no habían sido compatibles, peleaban de la nada y sé arreglaban sin realmente hablar el problema, pero funcionaba, hasta que llegaron los niños y esa distancia se hizo aún más grande, no ayudaba que cada uno tuviera problemas emocionales que no podían controlar, no responsabilizaba a Jimin por completo, porque él también se sentía culpable de no haber sido lo que el otro necesitaba.

Tal vez el querer volver a intentarlo era una forma de tratar de remediar sus errores, creyó que manteniendo la distancia con Jimin, tratando sólo temas de los niños sería más que suficiente, pero era imposible, aún recordaba la primera vez que habían tenido intimidad después de la separación, había ido por sus cosas, los niños no estaban, y Jimin termino llorando y rogando que lo besara, jamás pudo mantenerse alejado de él, así que lo hizo, fingieron que nada había pasado y eso se volvió un círculo vicioso, hace unos días él mismo le había dicho que entre ellos no podía haber algo más, quería protegerse, proteger a sus hijos, pero, no podía negar que amaba a Jimin.

Se preguntaba si podían hacer las cosas diferentes, si había una oportunidad para ellos, no podía saber el resultado, sin embargo, estaba consciente de que se iba a arrepentir toda su vida si no lo intentaba.

—Sólo ten cuidado—suspiró—. Amas a Jimin, quieres formar una familia justo como la tuya, está bien, yo jamás te voy a juzgar, pero, ten cuidado, no quisiera que estuvieras mal de nuevo.

—Gracias. Aunque, si se lo planteo quiero que vayamos lento, no decirle nada a los niños por el momento, Jihoon no se está comportando bien con Jimin.

—¿Crees que haya visto o escuchado algo esa noche? Pero, era pequeño, ¿No? Tal vez ya lo olvidó, así que debe ser otra cosa.

—No sé, necesito hablar con él, pero, no quiero enfrentarme a sus preguntas, me da temor.

—Es complicado, vayan con cuidado.

—Ni siquiera sé si Jimin quiere intentarlo de nuevo, si no, bueno quedar como idiota ya es mi trabajo.

—Tendrás que preguntarle.

Estaba nervioso, esperando en aquella cafetería que me se encontraba cerca del trabajo de Jimin, le había mandado un mensaje para verse, este acepto diciéndole la hora que tendría libre, había pensado mucho en lo que diría, pero, realmente jamás fue bueno con las palabras, era un torbellino de cosas, no podía pensar claramente ni articular las frases coherente. Sin embargo, ayudaba el hecho de que Jimin lo conociera bien, que supiera como se comunicaba, aunque en su matrimonio y noviazgo ese fue su mayor problema. Yoongi nunca dijo cuando algo lo hacía sentir mal, o incómodo, cuando algo no le parecía o mostraba sus emociones tan transparente como lo hacía Jimin. Eran diferentes y por un tiempo eso resultó interesante, hasta que las cosas se volvieron más serias.

Tener un hijo cambiaba la vida de una pareja, y más cuando eran jóvenes e inexpertos, no supieron en qué momento se perdieron, no hasta que Yoongi descubrió lo doloroso que puede ser el amor.

Vio entrar a Jimin con una sonrisa tímida, este se acercó a él y se sentó frente, se veía como si hubiera corrido, cansado y sin aliento, pero lindo, para Yoongi, Jimin siempre sería la persona más linda y preciosa del universo.

—¿Llegaste corriendo?

—Sí, a esta hora es horrible encontrar estacionamiento—suspiró—. ¿Para mí?

Yoongi miró el late helado que había pedido para Jimin, siempre lo bebía por la tarde, aunque no sabía realmente si seguía haciéndolo. Ellos no habían compartido tiempo juntos, sólo tenían sexo.

—Sí ¿Aún lo bebes?

—Claro, un clásico nunca pasa de moda, veo que prefieres americano como siempre. Es bueno.

—Este lugar hace buen café.

—Eso sí, ammm, me sorprendió que me llamaras ¿Qué sucede?

—Quería verte—se encogió de hombros—. No veo mal invitar a un viejo amor a tomar un café.

—¿Viejo amor? —hizo una mueca—. No creo que eso sea lo correcto para definirnos.

—No, no lo es, tienes razón. ¿Cómo están los niños? En dos días los veo. Tenía planeado llevarlos al zoológico.

—Oh, Chaewon estará encantada, están bien, extrañan estar jugando todo el día como lo hicieron el fin de semana, pero, se acostumbran, Jihoon va bien en la escuela, la profesora dice que está haciendo un buen trabajo, ayer hubo junta  de padres, casi no llego, pero, dijeron cosas buenas, habrá un festival en tres meses, tiene que cantar una canción.

—Vaya, es interesante, podría acompañarte la próxima que vayas a la junta, también quiero saber sobre ello.

—Claro, estaría bien, ir juntos...ya sabes.

—Sí. ¿Tú cómo estás?

—Bien—asintió—. Algo pensativo.

—¿En qué piensas?

—Pensé en nosotros.

Algo que Yoongi admiraba de Jimin es que no daba rodeos, cuando quería decir algo lo hacía sin pensarlo, en eso eran muy diferentes.

—Bueno, estamos en sintonía, yo también pensaba lo mismo, ¿Qué pensaste tú?

—No, ammm, mejor empieza tú, dime.

Yoongi suspiró, bebió un poco de su café, había tomado demasiado ese día, relamió sus labios y miró a Jimin.

—Me gustó el tiempo que pasamos en el lago, tiempo familiar, creo que los niños necesitan eso, hacer cosas lo cuatro podría ser bueno ¿No lo crees?

—Sí, también lo creo, ellos se divirtieron mucho, Chae estaba encantada de hacer castillos de tierra con nosotros y Jihoon, no me opondría a que lo hiciéramos de vez en cuando, claro, siempre y cuando tú estés de acuerdo.

—Sí, lo estoy, sería algo bueno para ellos y...para nosotros.

Jimin le miró perplejo, acalaro su garganta y bebió del late, tomó tiempo para que levantará la mirada y le observara, había un brillo especial en esos ojos, algo parecido a la esperanza, Jimin siempre fue bueno expresando lo que sentía a través de sus hermosos ojos, unos que Yoongi amaba.

—¿Para nosotros? Tengo que saber en qué sentido lo dices, hay que ser claros.

—En el sentido que es—dijo jugando con una servilleta—. Me gustó pasar tiempo contigo, hablar, comer, dormir juntos, más que algo sexual, me gustó esa cercanía que hace mucho no teníamos, yo sé que dije que no podíamos sobrepasar esa línea, no estaba seguro de estar listo de hacerlo, pero, te extraño, no he dejado de quererte y últimamente me he preguntado mucho si podría haber una oportunidad para los dos.

Jimin se quedó helado, su rostro estaba pálido, su labio inferior tembló ligeramente antes de sonreír, sus mejillas recuperaron el color, más rosado aún, y sus ojos vagaron por la mesa hasta mirar de nuevo a Yoongi.

—También me gustó estar contigo, mucho, tanto que los recuerdos y la culpa llegaron de nuevo a mí, pensé que querrías acabar con todo, vine preparado para eso. Ahora necesito preguntar algo ¿De verdad crees que podamos darnos una oportunidad? Ya sabes ¿Dejar el pasado atrás? Lo que yo hice ¿Ya me has perdonado?

—No, no lo he hecho del todo, pero, ya no estoy enojado, quiero dejarlo atrás, claro que deberíamos hacerlo poco a poco, ver si esto funcione, no decirle nada a los niños aún, no sé, salir a citas, hablar, trabajar en esto. ¿Tú quisieras hacerlo?

Jimin asintió de inmediato. —Sé que aún no confías en mí, pero, podemos trabajar en eso, estoy dispuesto.

Yoongi alargó la mano y tomó la de Jimin, era más pequeña y cálida, entrelazó sus dedos y sonrió.

—Yo también, creo que puede funcionar.

—Me siento extraño, entre esperando algo diferente.

—Bueno, no fue así, aunque también estaba nervioso, pensé que no aceptarías.

—Te amo, eso no ha cambiado, y yo quiero estar contigo, ya no puedo negarlo, es complicado.

—Tengamos una cita, salgamos a cenar mañana. Le diré a Tae que cuide a los niños.

—Sí, acepto—rio por lo bajo—. Hoy salgo tarde, pero me gustaría verte mañana, quédate en la noche.

—Podria ser peligroso, pero, pensaremos en algo. Pareciera que estamos haciendo al prohibido.

—Lo hace más emocionante ¿No?

Yoongi bufó. —Creo que si, hagamos esto interesante.

Jimin le sonrió de forma dulce, quería besarlo, estaba apostando todo por esa nueva oportunidad, sólo esperaba no equivocarse.

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