Juicio
Faltaban dos días para navidad, un día solamente para noche buena y Jimin, se encontraba corriendo como loco por el centro comercial para buscar los regalos de sus hijos, apenas tuvo tiempo libere en el trabajo, no mintió cuando le dijo a Chae que sería casi imposible estar con ella, normalmente se tomaba esos días, pero, necesitaba el dinero y la distracción, Jin se sorprendió por su decisión de trabajar esos días, no le dio muchas explicaciones, había cosas de las que no quería hablar. El centro comercial era un caos, trataba de buscar los regalos perfectos, pero, la mayoría de los que tenía en mente ya no estaban disponibles, compró lo que pudo, Chae era fácil, mientras tuviera mucho color ella sería feliz, Jihoon era diferente, a él le gustaban más las cosas electrónicas, todo salía de su presupuesto, hizo una mueca y trató de elegir cualquier cosa que se viera bonita y que fuera especial para dibujar. Pagó, agradeciendo haber ahorrado, no le iba mal en el restaurante, pero, no se estaba volviendo rico, normalmente su paga era más pequeña que la de sus compañeros, eso era porque aunque fuera un sucio en el restaurante, sus horarios eran más accesibles, Chaewon lloraba mucho cuando no llegaba temprano. La casa estaban en un buen vecindario, tenía que costear todos los servicios y no eran nada baratos, nunca tocaba el dinero de sus hijos, eso sólo lo usaba para ellos, para la escuela, sus alimentos y lo que necesitaran.
Se encontraba saliendo de la tienda cuando recibió aquel mensaje, hizo una mueca, no estaba preparado para lo que sucedería, pero era algo que no podía retrasar, apenas había pasado un día desde el cumpleaños de Jihoon, aún se sentía intranquilo, ansioso, no dormía bien y no podía comer nada sin sentir su estómago revuelto, mientras no dormía, había pensado mucho en su vida, incluso habló con su terapeuta por teléfono porque está estaba de viaje fuera del país. Se armó de valor y entró al café que estaba dentro del centro comercial, lo buscó con la mirada hasta que dio con él, sonrió acercándose.
—Hola, ¿Te hice esperar mucho?
Eunwoo negó con una enorme sonrisa. —No, claro que no, ¿Conseguiste lo que buscabas? —dijo mirando las bolsas en sus manos—. Me hubieras dicho y podría haberte acompañado.
—No, no es nada, fue más loco que cualquier cosa—rio por lo bajo—. ¿Ya pediste?
—Pedí un americano para mí y un capuchino caliente para ti, está nevando afuera.
—Sí—asintió—. Jin me dijo que pediste unos días.
—Sí, te lo iba a decir ayer, pero, no contestabas mis mensajes y hoy trabajaste en la mañana.
—Lo lamento, estaba algo ocupado. ¿A dónde vas a ir?
—Iré a Estados Unidos, con mi familia y a poner en orden unos papeles.
—Oh, eso suena bien. Espero que te diviertas.
La mesera trajo sus bebidas, Jimin agradeció y bebió un poco de su café, necesitaba algo así, miró a Eunwoo quien parecía concentrado en mover su café, bajó la mirada a su taza y suspiró ligeramente, lo que haría no era algo sencillo, sin embargo, lo había pensado mucho, Eunwoo le gustaba, era dulce y amable, un chico muy divertido y diferente a lo que estaba acostumbrado, no había drama en su relación, y era esa la razón por la que tenían que terminar. Aunque pensó que podía volver a comenzar, la realidad es que no era cierto, aún había asuntos muy importantes en los que tenía que centrarse, en sus hijos y en él mismo, no era justo para Eunwoo que estuviera a medias en su vida, merecía algo más que eso.
—Quería hablar contigo Eunwoo.
—No me gusta ese tono—dijo mirándolo con una mueca—. Está no es una cita ¿Verdad?
—No, lo siento—negó ligeramente—. Me gustas, mucho, eres un chico encantador, me divierto mucho estando contigo, pero, no estoy en mi mejor momento, hay cosas que tengo que resolver, la relación con mis hijos no está muy bien, yo tampoco me siento listo para iniciar algo nuevo, no puedo estar a medias, lo lamento.
Eunwoo le observó por unos momentos antes de suspirar y terminar por asentir.
—Lo entiendo, en verdad lo hago—hizo una mueca—. Me gustas mucho Jimin, creo que eres un chico fantástico, me agrada pasar tiempo contigo, escucharte y diablos que eres hermoso, pero, te noto distante, quería hablar de esto, saber lo que estaba sucediendo, ahora que mencionas a tus hijos puedo entenderlo un poco mejor, lo dejaste claro cuando iniciamos, tu prioridad son ellos y voy a respetarlo, sólo espero que puedas estar bien y lo resuelvas.
—En verdad lo lamento—sonrió con melancolía.
—No lo lamentes Jimin, eres increíble y me gustó salir contigo, no sé si podríamos ser amigos, en verdad me gusta estar contigo.
—Claro, ser amigos es una buena idea—dijo sorprendido—. Lo siento, estaba preparado para una escena o algo por el estilo, no para una ruptura amistosa.
Eunwoo se encogió de hombros. —¿Eso tendría sentido? No, me duele que termine tan pronto, pero, no miento cuando digo que eres alguien muy especial, realmente me gustaría ser tu amigo.
Jimin sonrió antes de bajar la cabeza avergonzado, había esperado de todo, menos que Eunwoo fuese tan comprensivo y amable, nunca había sido partidario de las rupturas amistosas, al contrario, estaba seguro de que sus ex lo odiaban por completo, incluyendo su matrimonio que no acabó nada bien. Se sentía diferente, por un instante sintió remordimiento, pero lo eliminó casi al instante, porque aunque, Eunwoo le gustará, aunque pensará que era dulce y amable y apuesto, no podía corresponderle, era cruel y Jimin estaba cansado de ser tan egoísta.
Esa tarde regresó a su casa, sintiendo que había hecho algo bien, que ilusionar a Eunwoo hubiese sido demasiado, no quería arrastrar a nadie más al desastre de su vida, necesitaba un cambio, aún no sabía con exactitud que debía hacer, su mente era cruel consigo mismo, sin embargo, aún tenía un poco de cordura, esa misma cordura que supo perdería por completo cuando aparco en su casa y vio el auto de su madre estacionado, recargó la frente en el volante y respiró con profundidad. Había sólo una razón por la cual su madre estaba ahí y esa era Chaewon, al no verla en la casa, haría preguntas y él tendría que decirle la verdad, porque su madre tenía formas de saber las cosas, era un drama que no necesitaba en ese momento.
Bajó a regañadientes, sintiendo la rigidez en todo su cuerpo, abrió la puerta de la casa y entró, dejando en el perchero su abrigo, mordió su labio inferior antes de soltar el aire de golpe y adentrarse, su madre estaba en la sala, sentada mirando televisión y bebiendo una taza de té, al escucharlo, le miró con frialdad.
—¿Dónde está Chae?
—Hola mamá, si, yo también me alegro de verte.
Hanuel le miró con una mueca, apagó el televisor.
—Responde la pregunta que te hice, no me dijiste que ella no estaría aquí, es mitad de semana, no debería estar en casa de Yoongi, ¿Por qué no está aquí?
—Ella se quedará con Yoongi por unos días, voy a tener mucho trabajo y...
La forma en la que su madre lo miró, le hizo callar, desvío la mirada, avergonzado, podía sentir como era duramente juzgado.
—¿Ese es tu plan? Deshacerte de los niños para rehacer tu vida ¿Es eso?
—¿De qué estás hablando? ¡Claro que no! —gruñó, era imposible que ella pensara de esa forma.
—¡Por Dios, Jimin! ¿Crees que no sé qué estás saliendo con alguien? Una amiga te vio con un chico—negó—. Primero lo de Jihoon y ahora esto, ¿Por qué estás destruyendo tú vida de esa forma? Pareciera que no te importa nada.
—No es así, no estoy saliendo con nadie, además, eso no tiene nada que ver con los niños, Jihoon no quiere estar conmigo y yo lo estoy respetando y Yoongi se ofreció a ayudarme con Chae estás vacaciones, son sus hijos, él también tiene derecho y obligación de cuidarlos mamá.
Hanuel bufó antes de comenzar a reír, se levantó, mirándolo de frente, su madre era dura, siempre lo había sido, y aunque siempre le hacía ver sus "errores" como padre, nunca había sobrepasado esa línea delgada.
—¿Qué es lo que está pasando contigo? ¿Crees que no es notorio? Dime ¿Qué tienes?
No le estaba gritando, no le hablaba de forma dulce y amable, pero, al menos no era un reclamo, Jimin relamió su labio inferior, y trató en vano de contener las lágrimas, tal vez, su madre podría ayudarlo a comprender lo que estaba pasando con él, ella también tuvo un momento donde se sintió perdida, debía comprender mejor que nadie lo que estaba sintiendo.
—No estoy bien, he tenido muchos ataques de ansiedad, y siempre estoy pensando en que soy el peor padre del mundo y que ellos están mejor sin mí, me siento tan inseguro y no sé qué hacer.
Su madre le observó por unos momentos antes de negar.
—¿Hasta cuándo vas a seguir de esta forma Jimin? Debes madurar, ya estás grande para seguir con estas tonterías, tienes hijos, no es algo que puedas dejar de lado, sólo porque te sientas mal, ¿En qué estás pensando? ¿No ves que estás arruinando tu vida? Actuando de esta manera tan tonta e infantil, ¡Todos tenemos problemas! Ya arruinaste tú matrimonio y ahora quieres arruinar a esos niños ¿No sabes lo que significa ser un padre? Estas fallando, deja de ser tan condescendiente contigo mismo y realmente esfuérzate, ya no tienes quince años para seguir con esa cantaleta que te quieres matar y que te sientes mal, ya despierta.
No esperaba que ella lo comprendiera al cien por ciento, pero sí que al menos tratara de entenderlo un poco, Jimin sintió un hueco en su pecho, ¿Por qué seguía esperando la comprensión de una persona que jamás se la había dado? No tenía sentido alguno, algo en sus palabras le hizo rabiar, apretó los puños, era demasiado acumulado, estaba molesto y odiaba cada segundo que pasaba.
—¡¿Y por qué tú no pudiste hacerlo por mi?! Te la pasas diciendo que soy un desastre, que siempre hago las cosas mal, pero ¿No fuiste tú quien me abandonó con mi abuela para buscar el remplazo de papá? Si mal no recuerdo, las pocas malditas veces que mi padre me buscó siempre te negaste a qué me viera, hablas de que tengo que madurar, que no soy un buen padre, pero ¿De quién crees que lo he aprendido? ¡Eres la peor madre del maldito mundo! Te estoy diciendo que me siento mal, que estoy derrotado en la vida y lo único que te importa es hacerme ver qué soy un desastre, lo que tú quieres es que deje de dar de qué hablar a tus amigas ¿No? Vives de las apariencias, siempre fue así, ¡Estoy cansado de ti! Mi vida ya es un asco, ya me odio lo suficiente como para escucharte, pensé...carajo, pensé que por una vez en mi vida tendría a mi madre...
Hanuel desvío la mirada. —Tu no sabes lo que fue para mí Jimin, no lo entiendes, tú padre nos abandono, yo tenía que trabajar por ti, y tú siempre has sido un malagradecido—lo miró con dolor en los ojos—. Traté de hacer todo por ti y lo único que he escuchado son quejas, pero tienes una carrera por mi Jimin, he estado aquí a pesar de tus equivocaciones, no me voy a poner a llorar contigo ni a consolarte cuando sé que estás haciendo algo mal.
—¡¿Que se supone que estoy haciendo mal?! Me equivoqué en el pasado lo acepto, pero he tratado de ser un buen padre y una buena persona y tú lo único que haces es presionarme, no mientas diciendo que es porque has trabajado, hablamos de amor.
—¡No me vas a hacer sentir culpable por las desgracias de tu vida! Ya eres lo bastante grande como para superarlo Jimin, ¡No me puedes culpar de todas las malas decisiones que has tomado! Eso es tú culpa. Tú rompiste tu matrimonio, fuiste infiel, tú eres el causante de que Jihoon se sienta avergonzado y dolido y ahora eres el culpable de que Chae este allá sin entender lo que está pasando, deja de culpar a los demás y hacerte la víctima, cuando tú mismo te lo buscaste. No tiene que ver con tú padre o conmigo, tiene que ver con que jamás te haces responsable de lo que pasa en tu vida.
Jimin explotó, tal vez era por la presión que sentía sobre sus hombros, por lo que estaba viviendo, por el hecho de que su hijo lo odiaba o simplemente, porque estaba cansado de su madre, no creía que hubiera sólo una razón, pero la ira acumulada fue tan grande que apretó los puños y con voz firme hablo.
—¡Largo de aquí! No quiero volver a verte, no tienes nada que hacer aquí, ¡No vuelvas! Siempre me abandonaste, me dejaste cuando más te necesitaba ¡Claro que es tu maldita culpa! No tienes que venir a hacerte de buena abuela cuando eres un desastre como madre ¡Vete!
Hanuel le miró con seriedad antes de negar y salir de ahí, azotando la puerta, Jimin temblaba, su cuerpo entero se sentía extraño, aventó a la puerta un juguete de Chaewon y gruñó con fuerza, su rostro estaba rojo. Lloró con fuerza unos momentos, parado en medio de su sala, envuelto en la soledad. Se encaminó a la cocina de dónde saco dos botellas, una de whisky y otra de vodka, las puso en la mesa de centro y se sentó en el suelo, abrió la primera y bebió de la boquilla a grandes tragos, necesitaba algo que le hiciera olvidar, callar sus pensamientos, poner en orden sus emociones o simplemente algo que le hiciera olvidar, cualquier cosa estaba bien, estaba cansado, harto de su existencia. ¿Quien podría amarlo? No había respuesta, para sus padres era un extraño, alguien de quien se podían olvidar con facilidad, para Yoongi la persona que lo hirió, para sus hijos el peor padre, nunca se sintió parte de ningún lugar, al contrario, no era más que un estorbo, un error en la vida perfecta de sus amigos y familiares, no era nadie.
Terminó la primera botella bajo lamentaciones y llanto, pensamientos intrusivos muy negativos, ideas extrañas y recuerdos, no estaba bien, algo dentro de él le decía que tenía que llamar a alguien, que era peligroso estar solo. Muchas veces en su adolescencia se encontró en situaciones similares, donde se lastimaba o llegaba a pensar en desaparecer por completo, ese era uno de esos días, se levantó tambaleandose, estaba borracho, no veía con claridad, subió a su habitación y tomó un frasco de analgésicos, necesitaba sentirse bien, quería mejorar, bajó nuevamente y se sentó en el suelo, casi cayendo, bebió de la otra botella y miró el frasco ¿Una podría ayudarle? Lo vacío en su mano y tembló, ¿Sería prudente acabar con todo? ¿Las personas a su alrededor estarían mejor sin él? Tal vez era el problema que tenía que desaparecer para que la vida de los demás fuera perfecta ¿O no? Bebió más, el temblor de sus manos, y aquel sentimiento extraño en su pecho le hicieron perder el control y dejó caer las pastillas, cubrió su rostro con más manos. No podía.
—¡Eres un maldito cobarde! ¡Acaba con todo de una vez!
La ira volvió, aún más agresiva que antes, con suma fuerza golpeó la mesa con su mano izquierda, una y otra vez, fue duro, sintió el dolor, pero no era suficiente para detenerlo, al contrario, la liberación agresiva de tensión hizo que continuara, cada vez mas fuerte, hasta que escucho un crujido y un dolor insoportable, gritó sosteniendo su mano, apretó los ojos.
Miró al techo, estaba mareado debido al alcohol, tembló por el dolor y el miedo, no quería mirar el desastre que había hecho, respirando pausado, miró su mano y maldijo, lloró con más fuerza, todo estaba mal, había arruinado las cosas. ¿Qué haría ahora? Tomó su teléfono, estaba perdido, llamó a alguien buscando ayuda.
—Por favor ven, creo que rompí mi mano—susurró sin dejar de llorar.
Apretó los ojos y deseo que todo fuera un sueño...
Era extraña la forma en la que se sentía, como si no fuera él, como si estuviera viendo una película y todo pasará demasiado rápido. En esa película, el protagonista, se encontraba en el hospital, al lado de una persona que le miraba con temor, pero, el protagonista no devolvía la mirada, al contrario, estaba observando al médico hablar sin mostrar algún interés.
—...tiene fractura de muñeca, en el área del cúbito, además de fractura de la quinta falange próximal, se le pondrá un yeso, tendrá que usarlo junto a una férula un mes—el doctor miró a SeokJin con seriedad—. ¿Podemos hablar afuera? Mientras mi compañero le aplica el yeso.
—Claro—susurró Jin, puso una mano en el hombro de Jimin y apretó ligeramente—. Ya vuelvo.
Jimin ni siquiera lo miró, acompañó al doctor afuera del consultorio, este parecía preocupado.
—Tiene un grado de alcohol muy alto en la sangre, y varios golpes, pareciera que golpeo su mano en repetidas ocasiones contra algo, ¿Está seguro que estaba solo?
—Sí, él vive solo, bueno, con sus hijos, pero estos están con su papá. Trabajamos juntos, en la mañana estaba muy bien, no sé qué pudo haber pasado, lo único que sé es que no ha estado bien estos días.
—Trata de que vea a un especialista, puede estar en peligro y que hoy no se quede sin vigilancia.
—Entiendo, gracias doctor.
SeokJin jamás pensó que encontraría a Jimin borracho, tirado en el suelo de su departamento, llorando de esa forma tan desgarradora, fue impactante, pero más lo fue el hecho de que Jimin parecia ajeno, en todo el camino no dijo nada, ni siquiera cuando llegaron al hospital, era extraño verlo de esa forma y al mismo tiempo preocupante, recordaba vagamente la universidad, cuando se conocieron, Jimin era un chico solitario, siempre lo fue, sólo tenía a Taehyung como amigo, admitía que al principio no se llevaban bien, eran la competencia directa del otro, sin embargo eso cambio con el tiempo, supo apreciar a Jimin, aunque podía ver fácilmente que no era alguien sencillo de tratar, siempre estaba molesto, presenció algunas peleas que tuvo con Yoongi, y después de esta, podía verlo decaído, no lo comprendió hasta el día que fue a verlo después del divorcio, ahi estaba la madre de Jimin, quien no paró de decirle que era un desgracia, que se había equivocado y que jamás haría nada bien, en ese instante no vio al Jimin defensivo, a quien no le importaba ofender con sus palabras, vio a un hombre destrozado y asustado, Jimin era más de lo que aparentaba y ahora, lo veía tan perdido que tenía miedo por él.
—Eso es todo—dijo el doctor que estaba a cargo de poner el yeso en su mano.
Jimin asintió y se levantó, no lo miró, parecía ajeno a todo, perdido en sus pensamientos, ambos salieron del hospital, ninguno dijo nada, pero cuando llegaron a la casa de Jimin, este se volvió con una sonrisa.
—En verdad lo siento, gracias y...perdón.
—¿Por qué te disculpas?
—No podré trabajar estos días, lo arruine.
SeokJin suspiró y negó. —¿Crees que eso importa en estos momentos? Jimin...—sentía la necesidad de hablar con él, de exigirle que le dijera que estaba mal, pero, el chico tenía suficiente por un día, no creía que Jimin queria escuchar que estaba mal, cuando era obvio que él lo sabía—. Me quedaré contigo.
—Estaré bien, puedes irte.
—No—apagó el auto y bajo.
No podía hacer mucho, en realidad SeokJin se sentía frustrado porque no sabía qué hacer, sin embargo, bajó del auto con Jimin, le ayudó a abrir la casa, todo estaba hecho un desastre, entraron y subieron a la habitación, le ayudó a cambiarse y ponerse la pijama, ya no parecía estar tan ebrio, pero estaba seguro que a la mañana siguiente estaría muy adolorido.
—Lo siento Jin—dijo en un susurró.
SeokJin suspiró y se sentó a su lado, acaricio un poco su cabello.
—Jimin ¿Qué está sucediendo?
—No lo sé—respondió en voz baja—. Realmente no lo sé, sólo lo siento, lamento tener que arruinar todo.
—No digas eso, no estás arruinando nada, duerme, llamaré a Namjoon.
—Perdón...
Se quedó acariciando su cabello unos momentos hasta que esté cerró los ojos. Se levantó con cuidado y salió para llamar a Namjoon, este se preocuparía si llegaba al departamento y no lo encontraba, bajó las escaleras para tener un poco de agua, en su camino miró la sala de estar, se acercó analizando el desastre, entonces vio el frasco vacío de analgésicos y las pastillas regadas en el suelo, se sentó en el sillón. Algo no estaba nada bien. Cambió el contacto, espero un poco, era muy noche, tal vez no le contestaría, pero, afortunadamente lo hizo.
—¿Jin?
—Yoongi, hay un problema con Jimin....
3/3
La verdad este capitulo no lo había pensado hasta que empecé a escribirlo, por eso tengo que ajustar los capítulos que se vienen.
Espero que les haya gustado, nos leemos pronto 💜🖤💜
🖤🖤
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