Estrellas
Estaba nervioso, jamás en su vida se había sentido de esa forma, nunca imaginó que estaría teniendo esa conversación con Jihoon, una que había retrasado demasiado, se preguntaba cómo comenzar y sobre todo qué decir, porque en su historia existían muchas cosas que él no tenía por qué saber, que tal vez ni siquiera pudiera entender, debía ser cuidadoso, no quería poner más dolor y presión a su mente y corazón.
—Jamás tuve una fiesta de cumpleaños, o al menos no una que recuerde—hizo una mueca—. Sabes que los abuelos no están juntos ¿Verdad?
Miró a Jihoon quien asintió sin observarlo, Jimin se columpio ligeramente sin despegar los pies de la tierra.
—Ellos se separaron cuando yo era muy pequeño, no recuerdo cuando estaban juntos, desde ahí yo pasé a ser nada en sus vidas—suspiró—. Papá se casó con otra mujer y no esperaron mucho para tener hijos, era obvia la diferencia que tenía entre sus hijos a mí, ya no llamaba, no me visitaba, se olvidaba de mis cumpleaños, mamá no estaba en su mejor momento, la entendiendo un poco ahora, es complicado, la vida a veces es demasiado complicada, ella se olvidó que yo existía. Empezó a buscar su felicidad, a salir con personas, yo me quedaba la mayor parte del tiempo con mi abuela, después, cuando ella murió y ya podía hacer cosas por mí mismo, me quedaba solo en casa, yo me encargaba de mis comidas, de mis tareas, de ir a la escuela, nunca celebraba cumpleaños y no es una fecha que me guste.
Se quedó en silencio unos momentos, pensando en el pasado, en lo confundido y dolido que se había sentido, muchas veces, se quedaba en cama llorando cuando su madre no volvía a dormir, se preguntaba por qué estaba siendo abandonado o por qué su padre no llamaba.
—¿Por qué no? —preguntó en un susurro.
—Pues...mis padres se separaron ese día, nunca lo celebraron después del divorcio, y yo empecé a sentir que no era algo importante, no estaba bien, y no lo entendía en ese entonces, creci siendo muy inseguro de todo a mí alrededor, mamá es una gran abuela, ella es generosa y amorosa, pero como mamá fue muy dura, siempre estaba regañándome por cualquier cosa que hacía mal, sus palabras llegaban a ser crueles, decía que era muy débil, que los demás tenían más talento, que tenía una mala personalidad y por eso me quedaría solo, ella quería que fuera perfecto y eso me enojaba, siempre estaba molesto, y explotaba por cualquier cosa, no tenía amigos, y cuando llegue a tenerlos era fácil perderlos, por la forma en la que actuaba, siempre me sentí triste, fue en mis peores años cuando conocí a Yoongi. Tú padre era increíble, muy dulce, amable y realmente genial, muchos estaban detrás de él, era admirado y muy querido.
Jihoon le miró con curiosidad. —¿Era popular? Ya sabes, como esos chicos que hacen todo bien y parece que el mundo los ama.
—Sí—rio por lo bajo asintiendo—. Exactamente así era, me enamoré perdidamente de él, pero, yo no estaba bien, él venía de un mundo muy diferente al mío, con una familia unida y amorosa, con dinero y amigos, éramos muy diferentes—hizo una mueca—. Yoongi tenía muchas oportunidades, era sociable y le caía bien a todos, siempre sentí que no era suficientemente bueno para él y esa inseguridad hizo que me comportará como un loco, no quería que me dejara, tenía mucho miedo de que se fuera, que se diera cuenta que yo no valía nada y decidiera que su vida estaba mejor sin mí.
Jimin se detuvo un momento, no sabía si estaba bien decirle aquello, omitió por supuesto las grandes peleas que tuvieron por sus celos enfermizos, hablar en voz alta era volver a vivir, retroceder, verse en esa situación, le daba vergüenza, se había portado muy mal con Yoongi en ese entonces, ambos estaban realmente cansados del otro, lo ideal habría sido alejarse, no embarazarse a propósito para que no lo dejará, suspiró bajando la mirada. Jihoon a su lado le observó fijamente.
—¿Y qué pasó?
—Bueno, me enteré que estaba esperándote—le miró con una sonrisa, su hijo le observaba con curiosidad—. Tenía miedo, mucho, ambos lo teníamos, porque, ser padre no es sencillo, nos casamos y empezamos a vivir juntos, yo...te espere con mucho amor, siempre te sentía cuando te movias, mis pensamientos no eran muy buenos, tenia miedo de no ser un buen padre, de no saber cómo cuidar de ti. Fue duro, pero, cuando te tuve en mis brazos sentí que eras el bebé perfecto, te cuidamos y nuestra relación fue buena por un tiempo, después llegó Chae y fue aún más difícil, estaba triste, muy muy triste, se le llama depresión postparto, yo no sabía que estaba ocurriendo conmigo, el embarazo fue muy dificil, tenía que estar en cama todo el tiempo, dejé de trabajar, nadie me visitaba, porque todos estaban viviendo su vida, tu papá tenía que trabajar y yo estaba muy confundido, a veces era difícil levantarme de la cama, no me sentía bien conmigo mismo, sólo podía ver lo malo en mi vida, pensaba en que quería desaparecer, peleaba mucho con tu padre y a veces tú lo veías, no es justificación Jihoon, jamás justificare el hecho de que les hice daño, pero, yo me sentía tan roto, tan solo y desesperado.
—Si papá y nosotros estábamos contigo ¿Por qué te sentías solo? No lo entiendo.
Jimin mordió su labio inferior antes de responder, la pregunta de Jihoon era válida, una que él mismo se había preguntado antes, sin embargo, no tenía una respuesta clara.
—Es...algo complicado de explicarlo...yo antes de Yoongi, antes de ustedes no tenía a nadie, siempre me sentí vacío y solo, es difícil cambiar de pensamiento, y aunque los tenía, sentía que no era bueno para ustedes, tomé muy malas decisiones creyendo que era lo que necesitaba para sentirme bien, sólo me estaba engañando a mí mismo, y entonces sucedió, cometí muchos errores, hice cosas que no debí hacer, cosas de las que siempre me sentiré arrepentido, y después de tanta tensión y descontrol, esa noche pasó—tomó una enorme bocanada de aire—. Jihoon ¿Qué recuerdas de esa noche?
¿Estaba preparado para escuchar lo que Jihoon tenía que decir? No, no lo estaba, jamás lo estaría, porque por mucho tiempo se había encargado de tratar de olvidar esa noche, de hacer como si jamás hubiese pasado, los recuerdos eran brumosos. Esa noche había tenido el mayor descontrol de su vida, había explotado por completo, dejando claro que no estaba bien, que era un desastre y que no podía controlarse, recordar, o al menos tratar de hacerlo, era como empujar una daga que permanecía encajada en su pecho, abriendo la herida, haciéndole daño. Espero mucho tiempo, casi creyendo que Jihoon se quedaría en silencio y una parte de él quería que fuera así, seguir evitando el tema y hacer como si nada pasó.
—Escuché muchos gritos, los escuchaba seguido, pero esa noche era diferente, tenía mucho miedo, y... bajé las escaleras, no me acuerdo de mucho, me quede cerca sólo mirando como peleaban, ambos estaban muy molestos—su voz temblaba, Jimin le observó, Jihoon miraba el suelo—. Dijiste que odiabas a papá y tú vida con él, que jamás quisiste eso, que no sabías si nos querías y que no quisiste ser papá, después... ví como le pegabas y papá lloraba—gruesas lágrimas recorrieron sus mejillas—. Tuve mucho miedo, tomé tú teléfono que estaba en el suelo y llamé a Namjoon hyung, no sabía qué más hacer, estaba...yo creí...que era mi culpa, que ustedes peleaban porque tú no nos querías...yo...yo...
Jimin se congeló al verlo balbucear, sollozando con fuerza, reproduciendo esa escena en su mente, era caótico, se obligó a sí mismo a moverse, escucharlo llorar de esa forma era atroz, una parte de su corazón estaba rota. Se hincó frente a él tomando sus hombros y apretando ligeramente para que lo viera a los ojos, pero fue peor, en sus pequeños ojos, podía ver el miedo, el dolor y la desesperación reflejada, siempre supo que le había hecho daño, pero jamás imaginó la magnitud de sus acciones, lo que causó en un pequeño niño que en ese entonces sólo tenía siete años, era pequeño, necesitaba a sus padres, y él, se la pasaba saliendo con su amante, odiando la vida que tenía sin darse cuenta que en realidad lo tenía todo, su labio inferior tembló y sus ojos no dejaban de soltar lágrimas de angustia, ¿Cómo podía pedirle perdón? Aunque lo hiciera y pudiera remediar el pasado, jamás, podría hacer que Jihoon olvidará ese momento, no podría sanarlo del todo.
—Perdóname—susurró, su voz salió como un lamento roto y descontrolado—. Yo...era tan estúpido, era tan inmaduro y tonto que no supe lo que estaba haciendo, no es justificación, simplemente lo siento mucho hijo, lamento que hayas tenido que ver eso, lamento mucho que escucharás esas tonterías, que me vieras haciéndole daño a tu padre, quien jamás fue cruel conmigo, yo no estaba bien, sigo sin estarlo del todo, nunca podré pedirte que olvides lo que viste y me ames, no es justo para ti, puedes odiarme me lo merezco Jihoon. Pero, lo siento, en verdad estoy muy arrepentido, yo...te amo, lo que dije es mentira, lo único bueno que he tenido en mi vida son tu padre y ustedes, las únicas personas que realmente me importan, por quienes daría mi vida si me lo pudieran, te amo tanto, eres mi bebé, cada que te veo recuerdo al pequeño bebito que cargue en mis brazos, yo no tenía derecho de hacerte daño, y lo hice, jamás me lo perdonaré y no espero que tú lo hagas, pero, quiero que te quede claro que te amo ¿Cómo no podría amarte Jihoon? Eres mi hijo, eres mi sangre, eres mi deseo, eres mi estrellita, siempre pienso en ti, todo el tiempo, yo...me esfuerzo por ser un mejor padre para ti y para tu hermana, en verdad lo siento hijo.
Jihoon sollozó con mayor fuerza, Jimin lo abrazó, al principio él no le correspondió, al contrario, estaba luchando por deshacerse del abrazo, pero no se rindió, no podía, lo necesitaba, ambos lloraban de forma lamentable, Jihoon termino por rodear su cuello con sus brazos y llorar en su cuello. No estaba bien, Jimin estaba dándose cuenta de todo lo malo que había hecho, lo que sus acciones irresponsables lograron, algo que jamás borraría y que por el momento no sabía cómo curar.
—Lo siento mucho, Jihoon perdóname, en verdad lo lamento, jamás quise hacerte daño, sé que soy un mal padre, una pésima persona y no merezco que me quieras, no lo hago, pero yo te amo, no quiero que pienses que no es así, porque sería una mentira, te amo demasiado, eres lo más bonito y perfecto que he hecho en la vida, lo que le da sentido a lo que soy, sin ti, estoy perdido todo el tiempo, puedes odiarme, tratarme mal, puedes hacerlo, yo jamás volveré a hacerte daño, lo prometo, voy a buscar la manera de que seas feliz, así no sea conmigo, te amo tanto bebé, te amo demasiado.
Jihoon negó aún aferrándose a su cuerpo, Jimin no podía controlar su llanto ni el de su hijo, no podía ayudarlo, darse cuenta de ello, fue un duro golpe, no era el padre que todos esperaban, como lo veía en los demás, era un hombre adulto, muy roto, que había hecho daño a quienes amaba y se había fallado a sí mismo, que no sabía cómo llevar su vida, que estaba confundido y asustado, una persona rota que sostenía a su hijo también roto, lo único que quería hacer era abrazarlo.
—No sabes lo orgulloso que estoy de ti—Jihoon lloro con más fuerza y negó, como si no quisiera escuchar palabras de aliento de él, no se detuvo y continuo, tenía que decirle lo importante que era en su vida, Jihoon no podía seguir creciendo pensando que no era amando por su padre, no dejaría que viviera con el mismo sentimiento con el que él creció—. Estoy muy orgulloso, eres un niño tan inteligente, tan precioso y perfecto, eres bueno en todo, y me gusta verte sonreír, me gusta cuando hablas sobre un tema que te apasiona, admiro lo fuerte que eres y estoy feliz de ser tu papá, eres mi estrella, tú y tu hermana son mi vida entera, lo siento bebé, por hacerte creer todos estos años que no te amaba, por tardar tanto en acercarme, por no luchar, perdón por ser tan débil y estar tan asustado y roto, perdóname por no ser el padre que mereces.
Sintió una mano en su hombro, se volvió para ver a Yoongi agachado junto a ellos, su rostro estaba marcado por la preocupación, y sus ojos cristalinos, algo que removió completamente a Jimin por dentro, su labio inferior tembló, no podía controlarse, estaba a punto de tener otro ataque.
—Perdóname Yoongi, en verdad lo siento, lamento haberte lastimado, siento mucho haber arruinado tu vida, yo... debí alejarme de ti, no arrastrarte a este desastre que soy...yo lo siento, tú nunca has hecho nada malo, deberías odiarme, merezco que me odien.
—Shh—susurró Yoongi—. Tranquilo, respira profundamente, está bien, no pasa nada, no digas eso Jimin, nadie te odia, ninguno de los dos lo hace, Hoonie—dijo acariciando la cabeza de su hijo, este se soltó de Jimin y fue a los brazos de Yoongi, quien lo abrazó y dió palmadas a su espalda—. Papá te ama Jihoon, yo te amo, eres lo más importante en nuestras vidas y aunque nosotros hayamos cometido errores, porque no todo es culpa de Jimin, si una relación falla es porque ambos hemos fallado de alguna forma, no debimos haber peleado de esa forma frente a ti, te pido una disculpa hijo, lo lamento tanto.
No sabía que tanto había escuchado Yoongi, pero parecía ser lo suficiente para decir las palabras correctas, Jihoon lo miró, quería decir algo, pero estaba temblando e hipeando, Yoongi acarició su mejilla y le sonrió con lágrimas en los ojos.
—Lo que haya pasado con nosotros jamás fue tu culpa, nunca lo sería, te amamos y estamos muy orgullosos de ti, eres nuestra luz, y estaremos aquí para ti, siempre, haremos que esto funcione, lucharemos para que estés bien, no te dejaremos solo.
Jimin cubrió su boca con la mano para no sollozar, él no podía hacerlo, no era Yoongi, no tenía lo que hacía falta para poder calmar el corazón de sus hijos, estaba perdido. Fue extraño, la sensación que estaba rondando por su cuerpo era rara, lo único que quería era que todo acabará, entonces tomó una decisión. Jihoon fue calmándose hasta que se quedó dormido en los brazos de Yoongi, él también se tranquilizó, ahora sólo quedaba el amargo sentimiento del dolor. Podía sentir la mirada de Yoongi clavada sobre él, le miró fugazmente.
—¿Vamos adentro?
Asintió con una mueca, aunque tenía miedo, estaba avergonzado de que alguien de la familia de Yoongi lo hubiese escuchado, se encogió de hombros, no importaba, había vivido mucho tiempo sin pagar las consecuencias de sus actos, dejando que Yoongi cargará con el peso de las críticas por el juicio que tenía el haberlos dejado, tal vez era así como tenían que haber sido las cosas desde el inicio. Entraron a la casa, pero no había nadie cerca, Yoongi subió las escaleras, entró primero a su habitación donde dejó a Jihoon, vio la forma delicada como lo arropaba, sintiendo envidia, no debería hacerlo, pero, era doloroso ver la forma tan sencilla como actuaba, él era incapaz de hacerlo, apagó la luz y salieron al pasillo, le indicó que le siguiera a la habitación que siempre usaba cuando se quedaba ahí, Jimin sentia su cuerpo entero entumecido, sus movimientos eran mecánicos. Se sentó en la cama, Yoongi salió de la habitación.
¿Qué estaba pasando con su vida? No lo sabía, estaba realmente confundido, se abrazó a sí mismo pensando en que su madre no se había equivocado cuando dijo que era tan complicado que sería difícil que alguien lo amara o en su defecto que alguien aguantará su personalidad, era autodestructivo, ponía fin a todo lo bueno que tenía y no había formar de recuperarlo. Los sacrificios eran necesarios a veces, y lo supo esa noche, no estaba estable, ni para tener una relación, ni para hacerse cargo de sus hijos, ellos necesitaban más de él, podía cumplir sus obligaciones básicas, como darles alimento, vestido y cuidado, pero no estabilidad, aunque los amaba no sabía la forma de demostrarles amor, se sentía tan inseguro de todo a su alrededor.
Yoongi volvió apagando un poco sus pensamientos, le tendió un vaso de whisky, el cual tomó sin problema, bebió su contenido lentamente, no es que necesitaba el alcohol para estar bien, pero, era una forma de apagar su mente, Yoongi se sentó a su lado.
—Lo siento, no debí haberte obligado a hablar con él, sabía que ambos no estaban bien.
—Era necesario, había cosas que él quería decirme y hoy lo hizo—negó, mordiendo su labio inferior—. Jamás me va a perdonar Yoongi, es imposible que lo haga.
—Eso no lo sabemos ¿Está bien? No sabemos aún, podemos esforzarnos para que todo cambie.
—No lo hará, tal vez no lo entiendas, porque de alguna forma la relación con tus padres es buena, pero, yo que viví cosas similares, sé que jamás olvidas o perdonas del todo, lastimé a Jihoon, te lastime a ti, y podría llegar a lastimar a Chaewon. No puedo hacerlo Yoongi, me siento atemorizado por todo lo que hago, siento que estoy cayendo en el abismo y que no hay forma de salir de el, es mejor que tomemos una decisión realista, sé que me quieres ayudar y ser amable conmigo, pero, ambos sabemos que los niños no pueden quedarse conmigo, no mientras esté así y me sienta de esta forma.
Yoongi suspiró de forma pesada, bebió un poco más de whisky antes de volverse y tomar su mano.
—Jimin, hoy estás viendo las cosas de forma muy negativa y es normal, está bien, pero, no es así, tú eres un buen padre, has cambiado mucho, te preocupas por los niños y ellos están bien contigo, no te sientas inadecuado porque no lo eres.
Jimin le miró con dolor, sonrió a medias y termino negando.
—No me siento bien Yoongi, realmente no lo estoy, y no sé qué hacer.
—Buscaremos ayuda, sé que estás yendo a terapia, pero podemos encontrar otra cosa, algo que haga que te relajes y te siente bien, podemos hacerlo, pero, no te rindas en esto, ambos necesitamos sanar, bueno, los cuatro tenemos que hacerlo, y no podemos salir solos, necesitamos el apoyo del otro, sé que Jihoon te ama Jimin, Chae te ama...yo te amo Jimin.
—No deberías—negó levantándose para ir a la ventana que estaba abierta, saco de sus bolsillos una cajetilla de cigarros y puso uno en sus labios, lo prendió aspirando profundamente, reteniendo el humo unos momentos antes de sacarlo lentamente—. En verdad no deberías hacerlo Yoongi, seamos honestos, hoy que hablé con Jihoon de nuestra historia, sin dar detalles feos, me di cuenta que en realidad nosotros no debemos estar juntos, nunca debimos hacerlo, y me siento terrible, porque de alguna forma fui yo quien insistió tanto en esto, en una relación que estaba mal, no debí amarrarte a mí, lo siento mucho.
—Hablas como si yo no tuviera cerebro, no es como si hubieses hecho todo por tí mismo, yo también elegí estar contigo, yo también decidí alargar esa relación tóxica, yo jamás puse un alto a lo nuestro a pesar de saber que no estábamos haciendo daño, ambos somos culpables de lo que está pasando en nuestras vidas ¿No lo ves? No podemos seguir culpandonos por algo que ya no podemos remediar, entiendo que no te sientas bien, que la culpa es tu peor enemigo, lo sé, pero, no puedes dejar que eso lideré tu vida por completo, Jimin, hay dos niños que nos necesitan, tenemos que ser fuertes y dejar de lado el jodido pasado que nada nos ayudará recordarlo, ya pasó, sí nos equivocamos, la jodimos, pero, no podemos vivir obsesionados por lo que pasó.
Jimin dio otra calada al cigarrillo y negó.
—No lo entiendes, aunque digas que podemos dejar ir el pasado, la realidad es que no es así.
—Entonces ¿Qué hacemos? Seguimos dando vueltas a lo que pasó, lamentandonos y haciendo las cosas más difíciles para los niños ¿Es eso lo que deberíamos hacer?
—Jihoon jamás me va a perdonar—dijo con labios temblorosos.
—Eso no lo sabemos Jimin, es un niño, y te ama, te necesita aunque no sea capaz de decirlo, sólo tienes que ser paciente.
Las palabras de Yoongi eran sensatas, no estaba equivocado, pero Jimin no podía verlo de esa forma, estaba asustado.
—Creo que lo mejor es que Chae se quede contigo estás vacaciones, acaba de salir y...sería buena idea.
—Jimin...
—Es que no puedo—dijo mirándolo a los ojos—. Realmente no puedo hacerlo, no en este momento, necesito unos días, para pensar, no me siento seguro de lo que estoy haciendo y no creo ser un buen cuidados en este momento, ¿Podrías ayudarme con eso?
Yoongi apretó la mandíbula. —Si lo hago ¿Estás seguro de que estarás bien? Sabes a lo que me refiero.
—No haré nada estúpido, lo prometo.
—Creo que es momento de que descanses un poco, hablaremos mañana.
—Lo siento Yoongi, en verdad lo lamento, por todo.
—No pienses en esas cosas, estamos bien.
Salió de la habitación dejándolos solo, Jimin se sentó en la cama y se lamento a sí mismo, estaba tan jodido de la mente, que lo único que quería hacer en esos momentos era desaparecer para siempre, el remordimiento y la culpa no lo dejaban descansar, se sentía tan equivocado, como si estuviera repitiendo la misma historia.
Se fue de la casa de los Min mucho antes de que estos despertarán, Yoongi llegó rato después con Chaewon, hablaron de nuevo, pero, él no había cambiado de opinión, lo mejor era que Chae se fuera con Yoongi durante unos días, así él podría resolver sus problemas y controlar sus sentimientos. Tuvo que hablar con su pequeña hija, quien no entendía del todo.
—Pero yo no me quiero ir.
Eso le dolió en el alma, fingió una sonrisa.
—Sé que no, pero serán sólo unos días, quiero que pases tiempo con papá y con Jihoon, además, es casi navidad, tengo que trabajar hasta tarde cariño, ¿Puedes entenderlo?
Chaewon asintió con un puchero, Jimin la abrazo y beso su cabeza.
—Todo estará bien, son como unas vacaciones, estarás con tus tíos y abuelos, ven, vamos a decidir qué quieres llevar.
Eso aligeró el ambiente, cuando bajaron, Yoongi estaba esperando en la sala, se encontraba serio, se levantó y le sonrió a Chae.
—Supongo que tus padres ya saben todo ¿Verdad?
—No, lo único que saben es que hablaste con Jihoon y ambos lloraron, y que Chae se quedará conmigo por la temporada alta en tu empleo, es todo, ellos no deben saber nada.
Jimin asintió sintiéndose más aliviado, los acompaño a la puerta y sonrió a su hija.
—Portate bien, te voy a llamar todas las noches.
—Si papi.
Yoongi le miró sin expresión. —¿Estás seguro de que vas a estar bien?
—Sí.
Lo vio asentir a regañadientes antes de tomar a Chaewon para subir al auto, se despidió de ellos de forma efusiva con la mano antes de entrar, se recargó en la puerta con un nudo en la garganta y unas enormes ganas de llorar. Sin embargo, aunque se odiaba en ese momento sabía que era lo mejor, su hija no tenía por qué verlo tan destruido. Estarían bien.
2/5
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