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Deseos inconclusos

—¿Iremos con la abuela Min?

Jihoon estaba sobre la cama, aún en pijama, con el swich en mano, jugando como siempre lo hacía, mientras él cambiaba a Chaewon, peinando su cabello corto con dos pequeñas coletas. Era jueves por la mañana, no había tenido contacto con Yoongi en toda la semana, sólo recibió un mensaje de este diciendo a qué hora pasaría por ellos, por lo que esa mañana se despertó muy temprano y empacó lo necesario para un fin de semana en el campo, sus hijos parecían emocionados.

—Sí, oye ve a cambiarte, no voy a repetirlo. Ya van cuatro veces que te digo.

—Ya voy.

—Ahora Jihoon, tu padre llegará pronto.

El niño rodó los ojos y se levantó, caminó fuera de la habitación, Jimin le miró con una mueca, Jihoon nunca era expresivo con él, y eso le dolía, negó con un nudo en la garganta, se centro en su hija quien ya estaba casi lista, él se sentía realmente nervioso, tenía una maraña de emociones que se amontonaban en la boca de su estómago, bajo las maletas con cuidado, Chaewon le seguía cantando una canción infantil.

—¡Jihoon ven a comer algo!

—¡No tengo hambre!

Suspiró pesadamente, tomó a la niña en brazos y la llevo a su silla, le puso un plato de fruta con miel frente a ella, quien sonrió y comenzó a comer.

—¿Dónde está papá?

—Ya no debe tardar.

—¿Pol que vienes tú?

—También quiero felicitar a la abuela Min.

Jihoon quien salir de la habitación cambiado y con el videojuego en la mano le miró con enojo.

—Yo no quiero que vayas.

—¿Por qué no quieres que vaya?

—Porque quiero estar sólo con papá.

Trató de controlar sus emociones, Jihoon lo rechazaba, él sabía la razón por la cual no quería que fuera a la casa del campo, de porque normalmente no estaba feliz si estaba cerca de su padre, era con algo que tenía que vivir, algo que no iba a cambiar, porque su hijo lo odiaba y tenía una mala impresión de él.

—Bueno, no iré entonces.

—Yo si quielo que vayas.

—Seguro que te diviertes mucho con los tíos Jungkook y Tae.

Chaewon hizo un puchero, Jihoon bajo la mirada, pero no dijo nada, caminó a la sala dónde se sentó, Jimin salió un momento a la entrada, sacó un cigarrillo y lo prendió, realmente necesitaba algo que lo calmara, dió una calada y cerró los ojos, la tranquilidad no duró mucho, porque escuchó el auto estacionarse, maldijo, dió una última calada antes de tirar el cigarrillo y pisarlo.

Yoongi bajo del auto, llevaba unos vaqueros oscuros y una sudadera holgada, se veía tan casual y fresco, le miró con una ceja alzada antes de acercarse.

—Huele a tabaco.

—No iré—dijo de inmediato.

La expresión en el rostro de Yoongi cambió de una divertida a una seria.

—¿Por qué no?

—Jihoon no quiere que vaya, quiere pasar el fin de semana solo contigo.

—Ya les dije que irías y ellos estaban emocionados por verte, puedo hablar con Jihoon.

—No quiero incomodarlo.

—Eres su padre Jimin, no lo incómodas, vamos.

Hizo una mueca, Yoongi le miró fijamente, antes de seguirlo dentro de la casa, Chaewon y Jihoon corrieron a los brazos de su padre, Yoongi los recibió dando un beso en sus cabezas. Jimin sonrió al verlos juntos, Yoongi siempre había sido muy cariñoso con sus hijos, muy diferente a él, a quien le costaba un poco más mostrar sus sentimientos.

—¿Listos para irnos?

—¡Si! —dijeron al unisono.

—Bien, iremos sacando las cosas al auto, y los cuatro nos iremos a la casa del campo.

—¿Por qué tiene que ir Jimin?

—Es tú papá, no puedes llamarlo así Jihoon, ya hemos hablado de eso—el niño hizo un puchero—. Y la abuela Min quiere verlo, así que irá con nosotros, será divertido.

—¡Siii! —dijo Chaewon con emoción.

—Vamos a llevar las cosas al auto.

Mientras que Yoongi y Jihoon llevaban las cosas al auto, Jimin se aseguraba de dejar todo desconectado y cerrar bien puertas y ventanas, salió de la mano de Chaewon y cerró la puerta, se encaminó al auto, subió a su hija en la silla especial y la sujeto.

—Yo quiero ir de copiloto—dijo Jihoon acercándose a la puerta.

—No hijo—detuvo Yoongi—. Jimin irá ahí, tú ve atras con tu hermana.

—Pero, yo siempre voy de copiloto.

—Cuando estamos en la cuidad, no puedes ir de copiloto si vamos en carretera, puede ser peligroso.

Jimin miró la molestia en su hijo y negó. —Yo voy atrás con Chae.

—No Jimin—dijo Yoongi serio—. Vamos hijo, ve atras.

—Bueno.

Jihoon subió, Jimin le puso el cinturón y le miró. —No te enojes conmigo, ¿Sí?

No le contestó, aquello no paso desapercibido por Yoongi, quien subió al auto con un suspiro, Jimin subió poco después, se puso en marcha, escuchaban canciones ligeras, todos en silencio, el viaje era de un par de horas, Jimin paso los primeros cuarenta minutos mirando por la ventana, sabía que sus hijos estaban durmiendo, ellos siempre lo hacían en viajes largos en auto.

—¿Por qué dejas que Jihoon haga lo que quiere? Siempre te estás quejando de que lo mimo demasiado, pero al parecer él piensa que puede hacer lo que quiera contigo.

—Está pasando por una transición difícil, él realmente te extraña y siento que de cierta manera me culpa porque no estás todo el tiempo en su vida.

Yoongi mordió su labio inferior. —Pero, no es tu culpa, he hablado con él, parece que lo entiende, así que estoy confundido.

—Ambos sabemos que es mi culpa.

—Jimin, realmente no quiero tocar ese tema, te lo he dicho muchas veces.

Jimin asintió. —Lo sé, lo lamento.

—No dejes que te trate así, hablaré con él.

—Yo resolveré las cosas entre nosotros, tú no tienes que meterte, son cosas entre Jihoon y yo.

—Pues, parece que no lo estas resolviendo bien.

—Basta.

—Es mi hijo y me preocupa.

—Estará bien. Ya deja el tema en paz.

Jimin desvió la mirada de nuevo a la ventana, quería decir mucho, hablar con Yoongi de lo que estaba pasando, pero, no había forma de hacerlo sin tocar el tema del pasado, uno del que Yoongi siempre se había mostrado renuente a hablar. Y él lo aceptaba, porque tampoco quería regresar al pasado y mirar las acciones que habían causado su ruptura.

La familia Min eran personas buenas, amables y acogedoras. Desde el inicio, aprobaron su relación, no estaban felices de que fueran a tener un bebé tan jóvenes, pero les apoyaron en todo, siempre fueron la mejor compañía, la madre de Yoongi, Sunhee, le compraba regalos y hablaba con él cuando se sentía mal, el padre de Yoongi, Woohan, aunque no era muy expresivo, siempre estaba al pendiente de cualquier cosa que necesitaran, sus hermanas, Joy y JungKook siempre fueron sus amigos, tambien sus cuñados, HyoSeob y Taehyung eran dulces y encantadores. No tenía nada de qué quejarse sobre esa familia y era esa la razón por la cual no quería tener mucho contacto con ellos desde el divorcio, y cuando estaban en el mismo lugar, se mantenía alejado, no sabía cómo plantarse frente a ellos después de lo bien que se portaron con él. Era doloroso.

Nana era otra de las personas que más amaba y que, menos quería ver, porque fue como su madre, su segunda madre, quien le enseñó muchas cosas, quien estaba al pendiente de él en todo momento, ella fue el apoyo más grande que tuvo, tomando en cuenta que los demás trabajaban, dejarla después del divorcio, fue lo peor, y verla después de mucho tiempo, abriría heridas que pensaba sanadas, sentía que cometió un error al aceptar ir a ese lugar.

—¿Estás bien?

—Si.

—No lo parece.

—Estoy cansado.

—Trata de dormir.

—No, está bien así.

Yoongi bufó. —Ya no sé ni porqué me esfuerzo.

—¿De qué hablas?

Jimin le miró con una mueca. Yoongi apretó el volante, tomando un respiro.

—Trato de que nos llevemos bien, pero, tú siempre pareces estar a la defensiva, no ha cambiado nada.

—Dijiste que no querías hablar sobre el pasado.

—No, no quiero, sólo me gustaría que ahora no fueras así, siempre contestas de forma defensiva o molesta. ¿No querías venir? Bueno, no estabas obligado.

Jimin rodó los ojos. —Eres demasiado delicado Yoongi.

—Sí, supongo que sí.

Se quedaron nuevamente en silencio, Jimin mordió su labio inferior.

—He cambiado ¿Sabes? No soy la misma persona y sé que tú tampoco lo eres.

—Lo hemos hecho.

—¿No podríamos haberlo hecho juntos? —dijo sin mirarlo.

Yoongi no respondió nada, siguió manejando hasta que entraron a la pequeña población de aquel lugar, Jimin miraba por la ventana, reprochandose el hecho de haber dicho aquella tontería en voz alta, se sentía molesto consigo mismo. Unos veinte minutos después estuvieron en el camino terroso hacía la casa de campo, el ambiente era tenso, y se volvió aún más inestable cuando Yoongi paró el auto. Jimin lo miró confundido, Yoongi gruñó y recargó la cabeza en el asiento, con los ojos cerrados.

—¿Estás cansado? —preguntó bajito, para que los niños no escucharán—. Puedo seguir yo.

Yoongi se enderezó, miró hacía atrás a los niños, asegurándose que estaban dormidos, se acercó a Jimin y lo tomó de las mejillas, besando sus labios, la sorpresa fue grande al principio, Jimin no sabía qué hacer, era repentino, pero su corazón latía con fuerza, así que siguió besándolo, correspondiendo a la emoción que estaba sintiendo en ese momento, que tal vez, para Yoongi no significará nada, pero para él, era todo. Cuando se separó y le miró a los ojos, Yoongi suspiró.

—¿Está es la única forma que ha quedado para que nosotros nos llevemos bien?

—Tal vez.

—Todo va a estar bien Jimin, no pienses demasiado.

—Sabes que no soy bueno con eso—rio por lo bajo—. Pienso en todo lo malo que puede pasar.

—Tu eres el rey del negativismo, pero, está vez sé que todo va a salir bien.

Jimin le sonrió, de forma dulce, Yoongi se terminó alegando para poner de nuevo en marcha el auto, manejó unos kilómetros más hasta que la gran y pintoresca casa de campo estaba a su vista, Jimin tenía un nido en el estómago, casi quería vomitar.

Al estacionarse, la puerta de la casa se abrió y vio a la pareja Min saliendo con una sonrisa, Jimin se volvió y despertó a los niños, Jihoon no espero para salir de auto y correr a los brazos de sus abuelos. Yoongi bajo a Chae y ella hizo lo mismo que su hermano. Cuando fue su turno de bajar, su estómago se sentía intranquilo, agradecía que Yoongi se quedará cerca de él.

SunHee le sonrió al verlo, se acercó y le dió un abrazo.

—Jiminie, me alegra mucho verte, bienvenido.

El abrazo se sentía cálido, Jimin le correspondió con una sonrisa.

—Muchas gracias—dijo cuando se separaron.

—Es bueno verte muchacho, entren, ya todos están aquí.

—Gracias señor Min.

Entraron a la casa, ahí, todos estaban reunidos en la sala tomando jugo, los dos hijos de Joy saludaron a Jihoon y a Chaewon.

—Que bueno que llegaron—sonrió Taehyung.

—Es bueno verlos de nuevo.

Joy le sonrió animada, Yoongi estaba serio, pero observaba de cerca cómo su familia seguía tratando bien a Jimin, eso le alegraba, que no hubiese asperezas entre ambas familias.

—Hay alguien que te ha esperado Jimin—SunHee se acercó a él y lo llevó a la ventana, en la silla de ruedas estaba Nana, ella parecía mirar a la ventana sin darse cuenta de nada.

Por lo que sabía, su enfermedad se estaba agravando, su edad no era la óptima, sus ojos se llenaron de lágrimas, se acercó a ella sin importarle nada y se hincó, la tomó de las manos llamado su atención.

—Hola Nana—susurró—. Soy Jimin.

La mujer le miró fijamente antes de sonreír.

—¿Mi Mimi?

—Sí, soy yo.

Los ojos pequeños y con arrugas por el paso del tiempo comenzaron a cristalizarse, ella tomó sus manillas y acarició su cabello, reconociendolo de inmediato, llorando por volver a verlo.

—Ya no estabas aquí.

—Lo siento—su voz se quebró—. De verdad lo siento, quería venir a verte, te lo juro, pero no podía.

—¿Por qué no?

Miró a los Min quienes estaban preocupados por la reacción de la abuela, por lo que sabía, ella no estaba enterada de que él y Yoongi se habían separado.

—Estaba enfermo, pero ahora estoy mejor.

—¿Ya te sientes bien? Prometes venir a verme, Jiminie te extrañe mucho hijo.

Jimin sollozo en el regazo de la mujer, eso era lo que él había perdido, la familia que siempre quiso y que ahora eran ajenos a su vida. Ella acariciaba su cabello con calidez.

—No llores mi niño, está bien, ahora estás bien y estás aquí. No vuelvas a dejarme.

—No lo haré, te visitaré cada semana, lo juro.

No sabía si podía prometer eso, pero lo hizo sin remordimiento. La señora Min se acercó y acarició su hombro.

—No lloren, es un buen día, estamos aquí para disfrutar ¿Verdad?

Jimin sonrió y limpio sus lágrimas. —Omma, te voy a preparar el pay que tanto te gusta.

—Ah, ahora es un buen cumpleaños, ves Yoonie, tienes al mejor esposo de todos.

Yoongi asintió, Jimin se avergonzó, observó a los demás, pero estos no parecían molestos, entonces cayó en cuenta que Yoongi jamás había dicho la razón por la cual habían terminado, cumpliendo la promesa que le hizo. Chaewon se acercó corriendo a él y tomó sus mejillas.

—¿Po qué llodas?

—Por nada, sólo estoy feliz de ver a la abuela.

—Deberíamos salir a tomar aire ¿No? —dijo el señor Min—. Juguemos basquetbol.

Jimin asintió, se puso de pie, y siguió a los demás, estaba avergonzado, por lo que se quedó apartado. Salieron al gran patio trasero, dónde había una cancha de basquetbol, había algunas sombrillas que daban sombra a unas sillas de jardín, Jimin se recargó en un árbol mirando a los Min poniéndose de acuerdo, en otras ocasiones se habría acoplado a ellos, riendo y divirtiéndose, pero, ahora, no dejaba de sentirse un extraño en ese lugar, sonrió a sus hijos quienes estaban felices con sus primos y tíos.

—Apuesto a qué JungKook se enoja cuando empiece a perder contra Joy.

Miró de reojo a Yoongi quien estaba de pie a su lado y suspiró.

—¿No deberías estar ahí alardeando que eres mejor que ellos?

—Manejar hasta acá me dejó algo cansado, tal vez más tarde ¿Y tú? ¿No quieres jugar?

—No, ya he perdido el ritmo.

Yoongi rio por lo bajo. —Gracias por lo que hiciste hoy. Nana es muy especial para nosotros. Queríamos darle un buen cumpleaños.

—Está bien, no tienes nada que agradecer, yo también quería verla.

—Ellos te adoran, siempre lo han hecho, no tienes que estar tan tenso.

Jimin sonrió a medias. —¿Por qué me pediste venir?

—Te lo dije, ella quería verte y pensé que tú también lo querrías así.

—Para alguien que no me quiere cerca, estás haciendo mucho para hacer que terminemos juntos un fin de semana completo.

—No te odio Jimin—rio por lo bajo—. Y no me molesta estar contigo, me gustas, eres el padre de mis hijos, pasamos mucho, y siempre voy a tener un cariño especial por ti.

—Un cariño especial—repitió—. Para mí también eres especial, lo sabes.

—No, Jimin, no lo sé, últimamente no estoy seguro de muchas cosas.

—Te quiero Yoongi, eso no ha cambiado.

—No podemos confundir las cosas.

—¿Por qué no? —dijo mirándolo a la cara, con un peso en su estómago—. ¿Acostarnos cada que podemos no puede confundirnos? Pero, hablar de nosotros ¿Lo hace?

Yoongi dió un paso hacia él. —Siempre que tratamos de hablar sobre eso terminamos mal Jimin, no quiero revivirlo.

—¿Qué puedo hacer para que me perdones? —susurró con un nudo en la garganta.

—Te he perdonado.

—Ambos sabemos que eso no es verdad.

Yoongi hizo una mueca, negó desviando la mirada. —Hoy no Jimin, por favor.

—Está bien—dijo con una sonrisa falsa—. Deberías ir con ellos.

—Vamos—alargó la mano, Jimin lo miró por unos momentos, antes de tomarla, él lo llevo a dónde estaban los demás, quienes sonrieron al verlos y sobre todo, al ver sus manos enlazadas.











Había hecho que los niños tomarán un baño, la tarde fue entretenida para ellos, para él fue incómodo, aunque los Min lo tratarán como uno más de ellos, era esa armonía y cariño lo que le tenía tenso, hablo con ellos, comió con ellos, estuvo teniendo conversaciones divertidas con Nana, pero, todo aquello no fue más que un recordatorio de todo lo que había perdido en su vida.

—No tengo sueño—dijo Chaewon bostezando.

—Claro que no lo tienes—rio por lo bajo.

La habitación dónde se estarían quedando, tenía una cama King, sus maletas estaban ahí, incluidas las de Yoongi, lo cual le ponía nervioso.

La puerta se abrió, Jihoon sonrió al ver a su padre quien entró después de haberse quedado charlando con su padre y hermanos, ellos trataban de evitar el tema de Jimin y Yoongi lo agradecía, aunque sabía que en cualquier momento tendría que enfrentarse a ellos y a todo lo que tuvieran qué decir y preguntar.

—¡Papá!

—Hola campeón.

—¿Te quedarás aquí con nosotros?

—Sí—suspiró mirando a Jimin—. Lo siento, no hay más habitaciones.

—No hay problema—se volvió para arropar a Chaewon—. A la cama Jihoon.

—No tengo sueño.

—Fue un día largo hijo, debemos descansar, mañana tendremos mucho qué hacer—dijo Yoongi con una sonrisa—. Ve a la cama. Yo tomaré un baño.

El niño suspiró y fue a la cama, se acostó al lado de su hermana, Jimin lo arropó también y acarició su cabello, pero, Jihoon se separó de su agarré.

—Quiero que papá duerma de mi lado.

—Lo hará cuando salga de tomar un baño, a dormir.

Jihoon asintió. —Hasta mañana.

—Descansa cielo—sonrió a medias—. Chae, a dormir bebé.

Se recostó al lado de su hija, ella le abrazo, sólo estaba prendida la luz de una de las lámparas al lado de Jihoon, escuchaba la regadera, nervioso, muy ansioso, la conversación rápida que tuvo con Yoongi se reproducía en su mente, no dejaba de darle vueltas a esas palabras, había mucho qué decir, pero no encontraba la forma de hacerlo. Escuchaba la respiración de sus hijos, que cada vez se alentizaban más, se volvían profundas, así hasta que se quedaron dormidos, Chae se dió la vuelta y abrazo a Jihoon, Jimin cerró los ojos y suspiró, estaba muy cansado.

Se quedó muy quieto cuando escuchó que la puerta del baño se abría, cerró los ojos, aguantando la respiración, escuchaba a Yoongi ir y venir por la habitación, siendo silencioso, apagó la luz dejando a la habitación en la penumbra total, apretó los ojos, cuando no sintió a Yoongi recostarse al lado de Jihoon, y su respiración se detuvo cuando sintió que se acostaba detrás de él, pasando un brazo por su cintura, atrayendolo a su cuerpo, suspiró en su nuca.

—Buenas noches—susurró en su oreja.

Jimin se dejó envolver en sus brazos, sonriendo ¿Así es como debería de ser? ¿Habría una posibilidad para ellos?

Me gusta este Yoonmin xD💕
🖤🖤🖤

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