Consecuencias inevitables
—¿A qué hora va a venir papá?
Jimin levantó la vista de la libreta donde apuntaba los gastos que tendría que cubrir ese mes, para mirar a su hijo, Jihoon había bajado de su habitación con la mochila en el hombro, como todos los fines de semana, se irían con Yoongi. Le sonrió, Jihoon trataba de hablarle más, aunque sabía que para él era incómodo tener conversaciones largas o incluso llamarlo papá, pero, podía ver que lo estaba intentando.
—No tarda en llegar, siempre llega a las tres.
Jihoon asintió, Jimin creyó que se marcharía a la sala, pero en vez de eso, se sentó alejado de él en el comedor.
—¿Sucede algo?
—La abuela dijo que el otro día habías salido con alguien en una cita.
Maldijo mentalmente a su madre, ella no tenía derecho de decirle nada a los niños sobre lo que hacía, miró con temor a Jihoon, pero este parecía tranquilo, aquello llamo su atención.
—Ammm, si, pero, no fue una cita, sólo salí con un amigo del trabajo.
—¿Te divertiste?
—Fue agradable—asintió incómodo.
—Está bien, ya sabes, que salgas con personas y conozcas a alguien papá.
Jimin observó fijamente a Jihoon, este hablaba en serio, entonces, una pensamiento triste llegó a su mente ¿El estaba cómodo con la idea de que saliera con alguien con tal de que se alejara de Yoongi? Tenía deseos de preguntar, sin embargo, la respuesta que podría obtener le asustó, Jimin se dio cuenta que le daba terror enfrentarse a su hijo.
—¿De verdad está bien?
—Claro, está bien—se encogió de hombros.
El timbre de la puerta los alejó de ese ambiente tan tenso que había entre ellos, Jimin sentía a su propio hijo como un completo desconocido, el espejo al que le daba miedo reflejarse. Jihoon se levantó corriendo para abrirle a Yoongi, quien le recibió en sus brazos una vez que lo tuvo cerca, Chaewon quien había estado mirando la televisión también corrió a abrazarlo. Yoongi le sonreía a sus hijos con total cariño y amor, cosa que hizo que su corazón se estrujara dentro de su pecho. Tomó la mochila de Chae y se acercó a ello, manteniendo una buena distancia para no molestar a Jihoon.
—Hola—dijo Yoongi en cuanto lo vio.
—Hola. Aquí están las cosas de Chae—le dio la mochila a Jihoon, quien la aceptó con una sonrisa, era increíble como cambiaba su estado de ánimo al tener a Yoongi cerca—. Tiene una herida en la mano, puse ahí todo para las curaciones.
—¿Qué le pasó? —preguntó Yoongi mirando de inmediato la mano de su hija, la cual tenía una venda.
—Se lastimo en el jardín de niños, no es nada grave, pero, debe tenerla cubierta, porque se lastima.
—Bien ¿Es todo?
—Ah, Jihoon quiere zapatos para básquet y Chae unos de fútbol, empezará con eso la próxima semana en la escuela, yo les compré zapatos de gala hace unas semanas, y bueno...
—Se los compraré ¿Algo más?
—No, es todo.
Yoongi asintió, sin ver a Jimin realmente. —Niños despidanse de su padre.
Chaewon corrió a los brazos de Jimin y le dio un beso en la mejilla, después volvió con Yoongi para tomarlo de la mano, Jihoon le sonrió tenso.
—Adiós papá.
—Cuidense—les sonrió viendo como desaparecían por la puerta.
Se quedó solo. Soltó un suspiro y se recostó en el sillón, era su día libre, no tenía nada qué hacer, y estaba triste, la indiferencia de Yoongi le dolía, aunque esté no se comprueba grosero, era educado, como siempre, parecía que habían regresado al principio de su separación, y esa lejanía después de haberlo intentado de nuevo, le dolía. Sintió su teléfono vibrar, contestó desganado.
—¿Diga?
—Hola Jimin, soy Eunwoo. ¿Estás ocupado?
—Mmm, no, ¿Necesitas algo?
—Bueno, hoy es mi día libre también y tú dijiste ayer en el trabajo que tus hijos visitan a su padre los fines de semana, así que me preguntaba, si no tenías nada qué hacer, entonces ¿Te gustaría salir conmigo? Hay una feria culinaria, no muy lejos de aquí.
Jimin miró al techo unos momentos, tenía dos opciones, quedarse en casa, llorar, ver una película, tal vez beber algunos cócteles o salir a pasear con Eunwoo. Después de la cena se habían acercado un poco más, hablaban en sus descansos, hacían bromas y se sonreían cada que se miraban. La respuesta no era muy difícil.
—Me parece bien, paso por ti ¿Dónde vives?
—Te mando la dirección, ¿Te parece bien en una hora?
—Perfecto. Nos vemos entonces.
Colgó y bufó antes de levantarse, subió a su habitación, tomó un baño y empezó a arreglarse, hace mucho que no tenía una cita, así que estaba en conflicto mirando qué debería usar, eso le ayudó a no pensar.
—¿Podemos ir por un helado después de esto papá? —preguntó Chae con una sonrisa tierna.
—Podemos, de hecho, creo que comeremos algo aquí en el centro comercial, muero de hambre.
Jihoon rio. —Pizza.
—Eso suena bien, ¿Quieres pizza Chaewon?
—¡Siii!
Caminaba con sus hijos por el centro comercial, se dirigía a una tienda de zapatos para comprar lo que sus hijos necesitaban, trataba de escucharlos y bromear con ellos, el tiempo que tenía a su lado era muy poco comparado con lo mucho que los extrañaba, se sentía desdichado al llegar a su departamento completamente solo, deseaba tener una familia, recuperar a su familia, pero, era imposible y a medida que pasaba el tiempo, lo veía mucho menos probable.
Entraron a la tienda de zapatos, Jihoon era más sencillo, él eligió lo que quería al instante, con Chae fue un caos.
—Mi amor, no puedes llevar deportivas rosas, por más que sean lindos, la escuela tiene un código, tienen que ser blancos o negros.
—Esos no me gustan—hizo un puchero.
—Pero...mira, yo...—miró a Jihoon quien se encogió de hombros.
—Chae, los blancos serían como los míos.
—No me gustan.
Yoongi mordió su labio inferior, podía comprar sin problema dos pares para ella, sin embargo, eso sería un caos, porque estaba seguro de que se aferraría a la idea de llevar los rosas y nadie la haría cambiar de opinión. Y eso sólo complicaría a Jimin.
—Puede llevar un broche como estos—dijo alguien más.
Yoongi se volvió al instante viendo a Jeongyeon. Boqueo, ella llevaba bolsas de su reciente compra en esa tienda. Desde la cita no la había visto, se divirtió, fue amable y encantadora, pero, fue incómodo, se dio cuenta que no estaba listo para iniciar una relación.
—Jeongyeon, hola.
—Hola Yoongi—dijo con una sonrisa—. ¿Ellos son tus hijos?
—Sí, él es Jihoon y ella es Chaewon.
Ambos niños le sonrieron. —Hola—dijo Chae.
—Lamento si interrumpí, pero, me pareció escucharte.
—No pasa nada, estoy tratando de convencer a Chaewon de que la escuela no aceptará que lleve deportivas rosas a pesar de que son muy lindas.
Jeongyeon sonrió. —Oh, hay estos broches que puede poner, mira hay muy lindos.
—A ver—dijo Chae levantándose.
Yoongi y Jihoon las siguieron, su hijo le miró con una ceja alzada.
—¿Quien es ella?
—Es una amiga que trabaja en la empresa—dijo con tranquilidad.
—Es amable.
—Sí, espero que la convenza.
Jeongyeon ayudó a Chaewon a elegir dos broches de ositos rosas, aceptando por fin las deportivas blancas, pagó por todo y salieron, Jeongyeon le sonrió.
—Bueno, fue un gusto verte Yoongi y conocerlos, nos vemos después.
—Sí...
—¿Por qué no viene a comer con nosotros? —preguntó Jihoon con una sonrisa.
—Yo...no quiero interrumpir.
Yoongi se sentía comprometido por lo dicho por Jihoon, además de que ella se había comprado muy amable ayudándolo a convencer a Chaewon.
—No interrumpes, siempre hay lugar para uno más, vamos, ellos eligieron pizza.
—Oh, pizza es genial—sonrió.
Yoongi tomó de la mano a Chaewon, Jihoon se pasó de lado para estar con su hermana y Jeongyeon termino a su derecha, ella caminaba tranquila, Yoongi estaba nervioso, en la cita dijo muy poco de sí mismo, por lo que debía ser sorpresivo para ella verlo con dos pequeños. Llegaron a la pizzería que tenía un área de juegos, se sentaron, mientras los niños fueron a jugar.
—Lo siento, tal vez tenías cosas qué hacer—dijo el con una sonrisa de disculpa.
—Oh no, nada de eso, ellos, son lindos, se parecen mucho a ti, sobre todo Jihoon.
Yoongi rio por lo bajo. —Sí, lo es, yo...bueno, tengo hijos.
—Lo veo—rio por lo bajo—. Dime qué no estás casado, porque eso me haría sentir realmente mal sabiendo que saliste conmigo en una cita.
—No, claro que no, no soy esa clase de persona, estoy divorciado, desde hace tres años.
—Oh, lo lamento, no debí preguntar.
—Está bien, creo que debías saberlo, teniendo en cuenta que tuvimos una cita.
Jeongyeon asintió. —No volviste a llamar.
—He estado ocupado.
—Si no te gusto, puedes decirlo—rio por lo bajo.
—No es eso ¿Sabes? No he salido con nadie desde mi divorcio, bueno, he tenido citas, pero, jamás una segunda.
—¿Por qué? —preguntó curiosa.
—Realmente no lo sé, supongo que, es complicado.
—¿Miedo a ser lastimado de nuevo?
—Sería una buena definición—bufó—. ¿Patético?
—No, claro que no, creo que es normal, después de salir de una relación tan seria, puede ser complicado volver a confiar.
—Lamento no haberte llamado—dijo con una mueca—. Eres una mujer muy hermosa y de verdad me la pasé bien contigo, pero ahora mi vida es un desastre, no sería capaz de arrastrarte a esto.
—¿Y si quiero estar en ese desastre? Me gustas mucho, y sé que sólo hemos tenido una cita, pero, creo que podríamos conocernos, ir poco a poco.
Yoongi la miró con seriedad, no se esperaba una respuesta como esa, era por esa razón que nunca salía con una persona dos veces, pero, las palabras de su padre estaban en su mente, ¿Y si tenía razón? Podría intentarlo, salir con alguien, tener una relación sana, sin drama o pasado tormentoso que se interpusiera. Miró a sus hijos, ellos lucian felices, recordó el pasado, y todo lo que había sufrido, amaba a Jimin, lo hacía con locura, pero ¿Y si realmente ellos no podían estar juntos?
—Está bien, creo que podríamos intentarlo.
Jeongyeon sonrió en grande. —Bien, ¿Y si te gusta la pizza?
—Sí, pero no tanto como a ellos—rio por lo bajo.
—Esto sabe muy bien—rio Jimin.
—De verdad, vaya, jamás imaginé que algo sería tan deliciosos con tan pocos ingredientes.
—Te falta mucho por aprender—blanqueo los ojos Jimin.
Estaban en aquella feria culinaria, andando entre los puestos, probando alimentos tradicionales, Eunwoo parecía muy entusiasmado y Jimin sentía ternura por sus reacciones.
—Tienes razón en ello, pero, bueno, esto es delicioso.
—Me alegro que te guste, podría enseñarte a hacerlo, no es tan complicado.
—¿Esa sería otra cita? —preguntó sin mirarlo, claramente apenado.
—Si nuestras citas van a ser para comer, entonces tendré que ponerme a dieta.
—Sabes que eso es una forma de darme esperanza ¿Verdad?
Jimin suspiró. —Tal vez, no lo sé.
—Me gustas y en verdad quiero conocerte, salir contigo.
—Te gusto precisamente porque no me conoces. No soy lo que aparentó, hay mucho equipaje en mi espalda.
Eunwoo paro su andar y le miró, Jimin bajo su vista, estaba apenado, Eunwoo tomó su mano y también su mentón, para hacerlo que elevará el rostro y lo mirara a los ojos.
—¿Por qué dices eso?
—Tuve muy malas experiencias debido a mis malas decisiones.
—Todos cometemos errores, ¿Por qué esa tiene que ser una manera de lastimarnos a nosotros mismos?
—Eunwoo, no quiero arrastrarte a esto.
—¿Me dejas por lo menos intentarlo?
Jimin suspiró. —¿Y si no te gusta lo que conoces de mí?
—Sinceramente no creo que eso sea posible—sonrio antes de acercarse.
Estaba tan cerca, y Jimin no hizo nada para detener sus labios, no se separó cuando estos se tocaron, y mucho menos cuando acarició su mejilla, en vez de eso, cerró los ojos y siguió con el beso, no sentía nada, no había mariposas en el estómago, su mente no explotaba debido a las sensaciones de su cuerpo. Pero, estaban bien, se sentía cómodo, así que correspondió al beso, dando así el permiso que Eunwoo necesitaba para tratar de conquistarlo.
Los lunes eran terribles, despertaba temprano, para ocuparse de sus hijos, preparaba el desayuno, vestía a Chaewon, la peinaba y esperaba a que terminarán el desayuno para después llevarlos a la escuela, era peor cuando entraba a trabajar por las tardes, no podía dormir mucho tiempo.
—¿Y que tal el fin de semana con su padre? —preguntó de forma casual, siempre lo hacía.
—Fue increíble—dijo Chae con una sonrisa—. Vimos películas.
—Fuimos también a comer pizza—dijo Jihoon terminando su desayuno, mirándolo—. Ah y conocimos a su novia.
Jimin le miró de golpe. —¿Su novia?
—Bueno, no sabemos si es su novia, pero nos presento a una mujer muy linda, es tan amable, le ayudó a Chae a elegir sus zapatos.
Se quedó perplejo, algo dentro de él se sintió horrible, era una sensación llena de asco y terror, no dijo más, porque estaba tan molesto y triste que podría decir algo equivocado en frente de sus hijos.
—¿Terminaron? Vámonos.
—¿Estás bien?
—Sí Jihoon, vámonos.
Salieron de la casa, en completo silencio, podía ver cómo Jihoon lo observaba de vez en cuando, como si quisiera decir algo, pero Jimin no le preguntó nada, los dejó en la escuela y subió de nuevo a su auto. Estaba cabreado. Él y Yoongi tenían un trato, si conocían a otras personas esperarían a qué fuera algo oficial y duradero para poder presentarlo a los niños, era para protegerlos, para no presentarles pareja tras pareja y no se confundieran, se suponía que lo más importante eran los niños. Jimin estaba molesto de que no haya respetado sus acuerdos, tenía que irse a su casa, sin embargo, cambio el rumbo, yendo directamente a la empresa de Yoongi. En el camino se cuestionaba a sí mismo, ¿Estaba realmente molesto por no respetar el acuerdo o por el hecho de que tenía una pareja?
La respuesta la sabía, y al mismo tiempo se reía de sí mismo, ¿No era él quien estaba haciendo lo mismo? Aunque Yoongi presento esa mujer a los niños, eso lo hacía más formal, lo hacía más distante, más real.
—Hola, ¿Min Yoongi se encuentra aquí?
—Esta arriba señor Mi...Park.
—Gracias—dijo con una sonrisa.
Todos en esa empresa lo conocían, sabían que era el ex esposo de Yoongi, lo dejaron pasar sin problemas, subió al ascensor y llegó al piso en dónde se encontraba la oficina de Yoongi, saludo a su asistente.
—¿Yoongi está en su oficina?
—Si señor.
—¿Está ocupado?
—No, yo le avisaré...
—No es necesario—dijo encaminandose a la oficina, abrió la puerta y cerró con fuerza.
Yoongi elevó la vista, estaba detrás del escritorio trabajando, le miró perplejo dejando los documentos que llevaba en la mano sobre el escritorio. Hacía mucho tiempo que Jimin no estaba ahí, todo parecía igual que antes.
—¿Jimin? ¿Qué haces aquí? ¿Ocurre algo con los niños?
—¿Por qué carajo le presentaste a tu novia a los niños? Teníamos un acuerdo Yoongi, dijimos que no haríamos eso.
Yoongi se levantó, frunciendo el ceño confundido. Miró a Jimin y bufó.
—¿De qué estás hablando?
—No finjas que no sabes nada Yoongi, Jihoon lo dijo, fueron a comer pizza y hasta ella le ayudó a mi hija a conseguir zapatos.
—Sí, pero...
—¿Y lo que acordamos?
—Es un malentendido.
—No ¡Acordamos que no haríamos esto!
—¿Por qué estás tan molesto? Me disculpo, no es para tanto.
Jimin bufó. —Claro que lo es.
—¿Estás molesto porque conocieron a la mujer con la que salgo o por qué salgo con alguien? ¿No haces tú lo mismo?
—No estamos hablando de eso...
—Entonces sí estás saliendo con ese tipo ¿Verdad?
Jimin se puso nervioso, sobre todo, porque Yoongi se acercaba, imponente, en aquel traje que lo hacía ver realmente caliente, sus ojos oscuros lo miraban fijamente, Jimin no espero ni un segundo, en un pestañeo ya estaba sobre su cuerpo, besando sus labios de una forma tan feroz, necesitado, Yoongi le respondía de la misma forma, tocaba su cuerpo con intensidad, luchaban el uno con el otro, era atroz, adictos volviendo a consumir, sus cuerpos se reclamaban.
Yoongi lo llevo al escritorio, sacó su pantalón y ropa interior, abriéndose él la bragueta, tocando su entrepierna, Jimin apretó su miembro duro para llevarlo a su entrada, lo necesitaba ya. Yoongi entro de una casi sacándole un grito que ahogó con su mano, gemía mientras su cadera golpeaba con fuerza y sus manos lo sostenían para que no cayera.
Jimin encontró de nuevo sus labios, besando hasta que se hincharon, eran un desastre, Yoongi bombeo su miembro haciéndolo sentirse tan caliente, tan jadeante. Se vino en su mano, lo que le hizo embestirlo con mayor fuerza, así hasta llegar dentro de su cuerpo, sintió el calor en su interior y gimió besando su barbilla.
—Jimin, Jimin, Jimin, me tienes loco...
Estaba por responder, cuando escucharon la puerta.
—¿Yoongi? Soy Jeongyeon ¿Estás listo?
Yoongi abrió los ojos en demasía y miró a Jimin quien lucía sorprendido. ¿Qué habían hecho?
Y bien intensos que son estos 🖤
🖤🖤🖤
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