Parte 39
TRES AÑOS DESPUÉS (les guste o no :*)
Nicol
Me encontraba caminando por los pasillos del edificio directo hacia mi oficina. Mis tacones retumbaban en aquel brilloso piso.
—Bueno días agente Miller — saludó una chica posicionándose a mi lado.
— ¿Hay algo nuevo? — pregunté mirando al frente.
—Tenemos información acerca de su familia, contactos y amigos — respondió.
Abrí la puerta y me senté en mi silla, tomé el montón de papeles que estaban en mi escritorio.
Nombre: Everett Gambino Capone (Mayor de los hermanos Gambino Capone)
Edad: 27 años.
Nacionalidad: Italiana.
Tono de cabello: rubio oscuro.
Tonalidad de ojos: cafés.
Estatura: 1.75
Complexión: delgada
Dejé ese informe a un lado y tomé el siguiente.
Nombre: Lia Gambino Capone.
Edad: 22 años.
Nacionalidad: Italiana.
Tono de cabello: Rubio claro
Tonalidad de ojos: Azul grisáceo
Estatura: 1.59
Complexión: Muy delgada.
Pero el que me interesaba era el chico menor. Ese era mi objetivo.
Nombre: Beckett Gambino Capone
Edad: 20 años.
Nacionalidad: Italiana.
Tono de cabello: Rubio oscuro.
Tonalidad de ojos: marrones.
Estatura: 1. 60
Reí al leerlo, cómo era que esa mini cosa de persona y basura de la humanidad podía hacer tanto daño. Pero terminé de leerlo.
Complexión: delgada.
— ¿Tienes los informes adicionales? — pregunté mirando a Miriam.
—Sí, están del lado derecho.
Tomé y busqué los dos nombres que me interesaban.
Abigail Michaels y Jason Castelli.
— ¿Está es la novia del chico? — pregunté abriendo su informe.
—Sí
Fruncí el ceño.
—Pero la rubia es su prometida — dije mirándola.
—Bueno, teóricamente sí. Pero llegando a Estados Unidos estuvo con esa chica.
—Necesito información completa.
Ella respiró y entró a la oficina.
—Jason Castelli se comprometió con Lia Gambino, que sus padres son los narcotraficantes con más poder sobre Italia, luego el chico huyo y vino a Estados Unidos, por los tres años de investigación y observación, obtuvimos información de que él fue a un bar donde casualmente conoció al hermano de la chica castaña.
— ¿La modelo? — pregunté.
—Sí. Luego él chico hermano rubio le invitó a quedarse en su casa por motivos que desconocemos y él aceptó, aunque tenemos un copia de la renta que se hizo de un departamento para él. Bueno, el chico se quedó con los hermanos y al parecer le fue gustando la chica.
— ¿Y el hermano? — necesitaba toda la información para hacer mi próxima movida.
—Bueno, nuestras fuentes aseguran que él sabía qué Jason Castelli estaba comprometido, pero lo que desconocía era que fue con la hija de los narcotraficantes.
Empecé a buscar los expedientes de los hermanos Castelli.
—Miriam, tú me dijiste que el chico tenía dos hermanos, y solo tengo la carpeta de él y de su hermana — dije levantándola.
—Bueno, William Castelli trabaja para el FBI, así que no podemos tener toda la información.
Me levanté del escritorio.
—Dile al agente Adam que prepare la camioneta — salí inmediatamente hacia el ascensor.
Presione el botón que me llevaría hasta el primer piso. Luego pasé mi tarjeta por los sensores y se abrieron dejándome salir.
—Sabes que no soy tu puto chofer ¿verdad? — dijo Adam cuando me subí a la camioneta negra blindada.
—Lo sé, pero también sé que te encanta el drama y algo me dice que a donde vamos va a haber mucho.
—Uhh, eso sí me interesa — arrancó la camioneta — ¿Y exactamente a dónde vamos?
—Al FBI.
Él rio y aceleró más.
—Siempre es un gusto hacer dramas contigo — sonrió.
Negué con la cabeza riendo y abrí el informe de la chica.
Nombre: Abigail Michaels Castelán.
Edad: 20 años.
Nacionalidad: Estadounidense
Tono de cabello: Castaño claro.
Tonalidad de ojos: Gris con azul.
Estatura: 1. 77
Complexión: delgada.
Miré la foto que tenía debajo y vaya que era linda la chica.
—Yo la conozco — dije Adam mirándola.
—Pero eres todo un chismoso — dije cerrando el archivo.
—Yo no soy la que espió gente
Fruncí el ceño mirándolo.
—Pues es mi trabajo imbécil.
—Para todo tienes una excusa Miller — negó con la cabeza — pero retomando el tema de la chica, tiene un cuerpo buenísimo, pero su novio lo está más.
—Adam, su novio tiene un hermano y es al que vamos ir a interrogar.
Se mordió el labio.
—Buenorro.
Estaciono frente al edificio y nos bajamos.
— ¿Entramos normalmente o causando misterio? — preguntó mirándome.
Reí
—Como si te gustara el primero.
Pasé mi tarjeta frente al escáner y aunque no era trabajadora de ahí, la CIA tenía autorización sobre ella. Todos me miraron al igual que a Adam.
—Disculpe, es una zona restringida... — dijo un hombre poniéndose en mi camino.
Solo le mostré mi tarjeta y caminé hacia la recepción.
—Necesito saber dónde está el agente William Castelli.
—No puedo...
—Es importante y todo confidencial, cada minuto cuenta — la miré seriamente.
Suspiró.
—Derecho a la izquierda está el gimnasio,
Asentí y miré a Adam. Caminamos y vimos tras las puertas de cristal que efectivamente ahí estaba entrenado junto con dos tipos más. Pasé nuevamente por el escáner y se abrió. Adam y yo entramos.
—William — dije mirando a los chicos.
Dos me miraron divertidos pero ninguno contestó.
— ¿Hay algo en lo que lo pueda ayudar? — volteé y saltó de donde estaba haciendo abdominales, no tenía camisa.
—Ustedes dos fuera — miré a los chicos.
Ellos solo rieron y uno se levantó y caminó hacia mí.
— ¿Quién te crees linda? — dijo poniéndose a centímetros de mí. Noté como Adam se iba a abalanzar contra él, pero lo detuve con la mano.
—Creo que debe tener respeto — tomé su mano haciéndole una llave, sus rodillas se doblaron terminando en el suelo — parece que en el FBI no hay eso.
El chico se retorcía de dolor.
—Fuera — miré al otro chico que solo salió y liberé al otro.
Noté como el agente William me miraba.
— ¿Era eso necesario? — preguntó limpiándose el sudor de la cara con su camisa.
—No — sonreí.
—Espero no le moleste que me encuentre así — dijo algo engreído mirando su abdomen al descubierto.
—Tranquilo — alcé mi mano izquierda para que pudiera ver mi anillo — he visto mejores cuerpos.
Negó con la cabeza divertido, pero sabía con qué se iba a acabar esa sonrisa. Le lancé el informe sobre su hermano.
—Espero que deje de reírse y hablemos — me acerqué a él.
William tomó el expediente y lo miró muy sorprendido.
— ¿De dónde lo ha sacado? — preguntó caminando hacia mí.
Adam se interpuso.
—Cualquier movimiento en falso y tu cara estará en el piso — dijo él. Adam era un agente de fuerzas especiales que su trabajo era de cuerpo a cuerpo, así que estaba bien entrenado.
—Por lo que veo agente, usted se ha empeñado en esconder información de su hermano — dije acercándome.
— ¿De dónde viene? — preguntó mirándome.
—Contestaría que es clasificado pero le daré el gusto, soy Nicol Miller de la CIA y estoy en el caso de su hermano.
Tragó saliva.
— ¿Sabe que está comprometido con la hija de Carlo Gambino? — levanté una ceja.
Asintió.
—Llevo el caso de su padre — se sentó en un taburete y revolvió su cabello castaño, el chico tenía una belleza reconocible.
—Bueno, creo que nos vamos a llevar muy bien — sonreí mirando a Adam que ya estaba sonriendo
~
Luego de terminar de hablar con el agente William, decidí volver al edificio. Di algunos golpes en la puerta del jefe.
—Pasa Nicol — dijo y entré.
Ahí estaba sentado el padre de Ryan con algunos papeles sobre el escritorio.
—Agente Johnson — saludé.
—Por favor siéntate – apuntó a una silla frente a él.}
—Gracias, pero esto es rápido.
Él asintió en forma de que podía continuar.
—Necesito jurisdicción sobre un agente del FBI llamado William Castelli.
Me miró y frunció el ceño.
— ¿No es el hermano del prometido de la chica Gambino?
Asentí.
—Solo que siento que no está dispuesto a colaborar con nosotros, y menos a nuestra manera, está protegiendo mucho a su familia lo que es comprensible, pero esto está costando muchas vidas.
—Bueno — puso los codos sobre su escritorio — es tu caso, así que tienes toda la jurisdicción que necesites.
Sonreí.
—Gracias
Me devolvió la sonrisa.
—Bueno, cambiando de tema, espero que nos acompañe esta navidad con mi familia.
—No me lo perdería por nada
Asentí.
—Permiso – dije saliendo.
Caminé derecho a mi oficina, tenía trabajo que hacer. Entré y comencé a hacer papeleo, tenía muy definido qué iba a hacer.
—Agente Miller — dijo Miriam tocando la puerta.
—Adelante — levanté la vista y traía unos papeles en su mano.
—Noticias sobre Beckett Gambino — me los entregó.
Abrí aquella carpeta y la estruje contra mis manos.
***
Entré a casa y me dirigí a la recamara.
— ¿Cómo está la mujer más bella de todo el mundo? – dijo Ryan recibiéndome con besos.
Sonreí y lo besé.
—Casada felizmente — le di un último beso y me dirigí al armario para ponerme algo más cómodo.
— Mi padre me ha contado que has golpeado a un agente del FBI y que regañaste a otro — se acostó en la cama con su torso desnudo y sus brazos detrás de su cuello haciendo que inconscientemente me mordiera el labio inferior. Ryan se había puesto cada vez más bueno con el paso de los años. — ¿Nicky? — dijo cortando mi fantasía.
—Bueno, no lo he golpeado como tal, aunque ganas no me faltaron — dije colocándome una pijama — solo le he hecho una llave, a veces tu padre puede ser algo melodramático — reí caminado hacia la cama matrimonial, me senté arriba de Ryan y él colocó sus manos en mis caderas.
—Eres la mujer más preciosa de todo este cuarto — sonrió.
—Pues tú eres el hombre más guapo de esta cama, ya que en el armario está tu competencia — dije besándolo.
Reí contra sus labios y rodé a un lado de la cama.
—Tengo trabajo que hacer — dije abriendo el cajón de mi cómoda que lo mantenía cerrado con llave. No era por Ryan, era por cualquier otra persona.
—Tu padre habló, quiere que pasemos la navidad allá — dijo acomodándose en la cama.
Saqué los archivos.
—Él sabe que vamos a pasar navidad con él, creo que solo está ansioso por ver si va a tener un nieta — reí viendo la información.
— ¿Y qué esperamos? — dijo arrebatándome los papeles y poniéndose a centímetros de mi cara.
Levanté una ceja incrédula.
— ¿Enserio? — tomé los papeles de vuelta.
—Es broma — me dio un ligero beso en la mejilla — ¿Quién es? — preguntó mirando al chico.
—Se llama Jason Castelli, está comprometido con la hija de Carlo Gambino.
—Espera — se apartó un poco — ¿qué ella no es la hermana de Beckett Gambino?, el que trafica...
—Personas — acabé mirándolo.
***
Adam, el agente William, Cowl y yo nos encontrábamos frente a la casa de la chica.
—Parece que está sola — dijo Adam.
—La chica ha tenido su graduación, tal vez solo se fue a una vacaciones — Cowl me miró.
—No — dije acercándome a la casa — las cámaras de seguridad indican que solo vinieron por poca ropa y documentos — abrí la puerta de la casa.
— ¿Tienes algún permiso para hacer eso? — se interpuso William.
—No, claro que no — entré y di un ligero vistazo.
—Vamos — dijo Cowl poniendo una mano en mi hombro.
Asentí y cerré la puerta.
—Yo me tengo que ir — William se subió a su auto y los tres lo vimos desaparecer.
—Tiene información — dije mirando a Cowl — la chica va a volver pronto y yo necesito un informe.
Entré a la camioneta y me subí en la parte trasera. Cowl manejó y Adam iba de copiloto.
— ¿Qué piensas hacer? — preguntó Adam mirándome.
Sonreí y volteé.
—Esa chica va a ayudarnos a capturar a la familia Gambino Capone.
Él frunció el ceño.
—Pero, qué no es su novio el prometido de la chica.
—Ella no sabe y estoy segura de que por su protección no le van a decir en qué está metido el chico, así nos dará ventaja sobre ellos.
Noté como mi bolsillo vibraba, saqué mi teléfono y vi que era Kelly.
"¡Ya te has olvidado de mí, eres una mierda de amiga, siempre...
Me quité por un momento el teléfono de la oreja hasta que supuse que había acabado.
"Hola Kelly" —dije riendo.
"¿Hola?, no me has llamado en todo un día"
"Eres una maldita loca dramática animal, tengo un trabajo y una vida"
"¿Trabajo?, como si ser guardaespaldas te tomara mucho tiempo"
Sí, Kelly ni ningún otro miembro de mí familia sabía que trabajaba para la CIA, excepto mi padre.
"Sí voy a ir en navidad, no seas tan idiota, y no, dile a mi padre y grábate en tu maldita cabeza loca, no estoy embarazada y no me estoy esperando hasta navidad para mostrarles mi embarazo inexistente"
Oí unas voces y supuse quienes eran.
"¡Nicky!" — gritaron mis hermanos y mi corazón se llenó de alegría al oírlos. No pude resistir reír.
"Los extraño mucho chicos"— dije sinceramente.
"Pero parece que a alguien se le ha ablandando el corazón debilucho" — dijo Dean.
"Creo que solo tiene mierda" — habló Allen.
"¡¿Qué carajos te he dicho de decir groserías en frente de Adler?! — gritó Scott y casi pude escuchar el golpe en su cabeza.
Mi corazón dio un vuelco al escuchar que Adler el amor de mi vida estaba ahí. Kelly y Scott habían dado a luz al ser más hermoso de todo el planeta, bueno, Kelly dio más a luz que Scott, pero ese no era el tema. Solo tenía cinco años y era un human súper dotado, bueno, eso creía yo.
"¿Amor mío?"— dije con la esperanza de que oyera.
"¡Tía!" — gritó con la emoción que lo caracterizaba y sonreí.
"¿Cómo está el niño con los padres más imprudentes del mundo?"
"¡Te oí maldita...— noté como se callaba al ver a su hijo — hablaremos después Nicky —y Kelly volvió a pasarle el teléfono a su hijo.
"Todo está bien, en la escuela me dieron una estrellita por tener el dibujo más bonito"
Sonreí y vi como Adam replicaba mi cara burlándose, le paré el dedo de en medio.
"Estoy muy feliz por ti, iré en navidad a visitarlos, y tengo muchas sorpresas para ti"
Adler gritó de alegría.
"Te dejo amor mío, tengo trabajo"
"Adiós" — Gritó feliz.
Colgué la llamada y suspiré.
—Adivino, estas muy feliz, tanto como para atrapar al hijo de perra de Beckett — Cowl me miró por el retrovisor.
Cerré los ojos y traté de poner todas mis ideas en orden. Oír la voz de mi pequeño sobrino me hacía que todos los días me levantara con ganas de atrapar a personas tan mierdas como Beckett Gambino, un maldito hijo de perra que traficaba personas.
—Esa escoria de la humanidad va a caer, cueste lo que me cueste — dije seriamente.
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