Me di cuenta tarde... No, quise darme cuenta muy tarde, que Shadow me tomaba entre sus brazos y me besaba con profundidad, aparté a Shadow una vez sentí que nuevamente podía vivir sin él.

-Basta - Me levanté y sacudí mi cuerpo, me sentía un idiota dejándose llevar por sus instintos.

-Nine, si viniste aquí es porque tú también lo sentías, soporté por ti, para evitarlo, pero es algo inevitable.

-No es más que nuestros bajos instintos, sólo por eso, porque no me interesas en lo más mínimo de otra forma. Gracias por el beso, pero no hay más que de ti pueda yo querer.

Me di la media vuelta, dándole la espalda, mi objetivo era regresar a casa y olvidar ese desliz pero, mi piel, mi pelaje entero se resistía evidenciándose ante Shadow.

-Te invito a comer, estabamos mi amigo y yo por comer, por la conexión estamos debilitados, debemos comer bien.

"Sí... Si quiero, quiero estar contigo..." ¡No Nine! No quieres estar con él.

-No, no quiero.

Seguí mi camino sintiendome triunfante por negarme pero entonces...

-¡Shadow! Ya olvida al colitas locas y vente a divertir, tú y yo solos, solitos en el jacuzzi, luego sobre la mesa después de comer, luego ya en la cama disfrutando de nuestras púas.

-Scourge... ¿Quieres morir?

¡¿Y ESE QUIÉN CHUCHA ES?! Mis celos no pudieron controlarse, ese erizo verde de ojos azules no va a robarme a MI SHADOW.

-Sólo porque tengo hambre.

Caminé lo más digno que pude, pasando de largo a Shadow, llegando frente a ese erizo de color chillón.

-Un erizo verde, que ridículo color.

-oh jejeje, el zorro tiene agallas, cálmate colitas locas, si tú no quieres comer otros sí tenemos hambre.

-Ignora al idiota de mi amigo y vamos al comedor.

Shadow me tomó del hombro, era una victoria que me tenía satisfecho, así que permitirme que este erizo tonto viera cómo sus planes se van abajo era mi meta.

Observé la mansión, estaba adornada con exageración de arreglos florales, había lavanda por donde quiera y reconocí el estilo de mi madre en cada adorno, ahora entendía quién estaba dejando tan buenos ingresos en la floristería.

-Eres tú, bueno, son ustedes los despampanantes clientes.

-Así es Nine, lo somos.

El momento de comer los tres empezó siendo incómodo, Scourge no paraba de decir tonterías con doble sentido hacia Shadow para molestarme, soporté todas y cada una de las indirectas, comí, sin disfrutar nada, pero lo hice. En cuanto terminé me levanté de la mesa y me dirigí a la salida sin decir nada.

-¡Eres insoportable Scourge!

Escuché a lo lejos como ese payaso reía a carcajadas, estaba a punto de irme cuando Shadow me alcanzó.

-Nine no le hagas caso a ese idiota.

-No me importa, sólo que ya terminé de comer y debo regresar a mi casa a cuidar a Tails.

-Nine.

Me tomó de ambos hombros, con sus manos firmes, y sus ojos buscando los míos, desvíe la mirada todo lo que pude evitando mostrar mis emociones.

-Gracias por la comida.

Sentencie sin más.

Esa noche Shadow fue a mi casa, podía oler perfectamente su aroma, me asomé por la ventana y ahí estaba afuera con un ramo de flores magnolia, casi soltaba una sonrisa pero, no, no podía permitirme más errores, suficiente había sido ese beso.

Cerré mi ventana y me dispuse a dormir, no lo logré, era obvio que él seguía allí, mi cuerpo se encendía al sentirlo afuera. Di vueltas y vueltas en la cama, tratando de evitar cualquiera de las pendejadas que se me ocurrían en la mente bochornosa que tenía.

Al final, abrí la puerta de la floristería, dejé entrar a Shadow, todo estaba oscuro y sólo la luz de la luna iluminaba un poco.

-Vete, no me dejas dormir.

-Toma, son en signo de disculpa por lo de hoy con Scourge, sólo busca molestarte, no le creas nada de lo que dice.

-Él me es indiferente, como tú.

-¿Entonces por qué abriste la puerta de tu casa y me has dejado entrar?

-Bueno, sé que no te irías idiota si no te recibía, así que ahora vete, ya te vi, adios.

Hacía el ademán de mandarlo directito por donde vino, Shadow negó con la cabeza para entonces tomarme de la cintura y propinarme un beso, dejé caer el ramo de flores magnolia, dejé caer mi dignidad y me dejé besar, Shadow llevó sus manos a mis colas, lo dejé hacerlo, las acarició una por una, en silencio y con calma, de ese beso siguió otro pero en mi mejilla, de ese siguió otro en mi cuello, me estremecí al sentirlo, al oler su aroma pidiendo ser mío y yo suyo.

Me mordió el cuello clavando su colmillo en éste, solté un gemido de dolor y placer, perdí el equilibrio y retrocedí unos pasos hacia atrás buscando un apoyo, llegamos al mostrador, sonó la caja fuerte y Shadow me tomó de la cintura para impulsarme arriba del mostrador, me siguió besando al rededor de su mordida, mis colas impacientes lo sujetaban de sus piernas y otras lo acariciaban de su entrepierna, el respondía con gemidos, pero no paraba de morderme el hombro, la clavícula, y sin darme cuenta ya me tenía sin camisa, una vez me di cuenta de que mi pijama de camisa estaba abierta mostrando mi pelaje blanco del tórax, sentí terror. Me acurruqué cubriendome por completo con mis 9 colas, Shadow se apartó mirandome con una sonrisa, disfruraba verme así, se le notaba.

-Nine, tu cuerpo...

-Vete por favor.

-Me gustas mucho Nine, mucho.

-¡No! ¡Tú a mí no!

-Eso no decían tus colas cuando me acariciabas, ¿para que me excitas si no vas a hacer nada?

-Sólo estaba jugando contigo, erizo, ¿tan fácil caes? Je-Me burlé, por dentro mío me echaba a mí mismo la viga por tremenda mentira, pero mis pensamientos no cambiaban, mi decisión de no ser la hembra de nadie seguía en pie.

-Jugar conmigo no te lo recomiendo- Expuso bastante serio, en verdad lo había hecho enojar- Te quiero a la buena, ignorando mi trabajo y me sales con juegos, eso no me gusta.

-Pues nadie te pidió que faltaras a tus deberes- Expandí mis colas mostrándome erguido, mi pelaje blanco lo miraba como idiota, me recorrió con la mirada, y burlándome de nuevo de él volví a cubrirme- ve y cumple tu trabajo, es lo que debes hacer.

Se molestó, bastante, podía ver como sus ojos ardían de coraje y decepción, tomaba del suelo el ramo de magnolias y me lo lanzaba a la cara, lo detuve con una cola mientras me reía de su patética reacción.

-Nine, te vas a arrepentir.

Se fue muy cabreado, y una vez me dejó solo... Comencé a llorar.

Continuará...

Bueno, aquí ya bifurca la historia de acuerdo a lo que se mostró en la obra principal, ya se contarán los detalles de la relación de amor y odio que estos dos comienzan a forjar.

Gracias por leer.