Sunny...

"Quieres comerte el tiempo, antes de que se te escape. Y por eso cada momento es tan mágico".
Tokio.
La Casa de Papel.

La emoción del primer amor jamás se olvida, jamás te cansa, jamás termina de consumirte o regalarte minuto a minuto latidos de tus memorias vívidas al lado de esa persona, que consigue fascinarte sólo con una sonrisa.

El primer amor es una buena razón para perder el tiempo.

Cada segundo es mágico a su lado. Cada minuto es un recuerdo. Cada hora es preciada. Cada día una bendición. Y los años son viajes y aventuras dignos de ser fotografiados.

Y entonces recuerdas todo de él: su calor, sus abrazos, su espíritu, su vida enlazada con la tuya, creyendo que ambos terminarán juntos viendo puestas de sol en su entrada con vista al prado, sentados uno al lado del otro en sillas de viejecitos que tienen escritos sus nombres.

Sí... uno cree que conoce a su alma gemela sólo con verla.

El problema es que uno la tiene difícil si consideramos a tres personas por el precio de una.

Porque el amor aburrido y monótono, no le va ni al mismísimo santo de buena caridad.

Y no... Yo no soy una santa.

Estoy lejos de serlo.

¿Se imaginan? "San Sunny".

Sí, cómo no. Háganme el favor.

Es más, me atrevería a decir que soy un cambia formas: cuando me conviene hago de mi buena voluntad. Y cuando no... Bueno, hago lo que me da la gana.

Al fin y al cabo, yo gano en todas las historias que me invento.

El problema es que para ser yo, la persona que soy ahora, necesité no sólo de una o varias vidas. Requerí de los invaluables personajes que me imaginé para salir adelante. Porque el lugar en donde me dejó ser la dulce carita de ángel que representé, marcó un antes y un después en mi vida, en la de mi padre, en la de Ava, y en la de esos caprichosos e irrespetuosos hermanos que fueron míos una vez que el plan se completó.

Para averiguar el asesinato de mi madre... tuve que hacer y decir varias cosas de las que probablemente me arrepienta en un futuro.

Toby, Jason y Liam fueron las únicas variables que no calculé.

Hermanos de sangre entre ellos. Hijos de la nueva esposa de mi padre. Hijastros varones para mi padre. Hermanastros que salieron de la noche a la mañana para mí.

—¿Y ellos son tres? —le pregunté con asombro a papá, mientras lo veía empacar sus cosas.

Él asintió, con felicidad contenida en la mirada. Aún era reciente (para él), mostrarse contento después del asesinato de tu esposa.

—Sí —me respondió—. Vas a tener tres hermanos mayores para jugar en nuestra nueva casa —dijo, como si fuese un niño pequeño, en lugar de una adolescente con hormonas revolucionarias.

¿No sabe lo peligroso que es para una mujer, vivir con tres tipos que no conoce de nada en casa ajena?

Bueno..., supongo que también fue culpa suya bajar demasiado la guardia.

El amor lo cegó.

Y a mí, con el tiempo, me atarantó.

Porque..., la niña que iba a esa casa con el plan de calcinar los poros de la mujer que arruinó la vida de mi madre, resultó ser la misma muchachita estúpida que se puso de romántica con quien no debía.

¡Y para colmo! Con tres idiotas.

¡Y para rematar con hachas empuñadas por Jack Torrance! ¡Hasta enamorada me dejaron con sus pendejadas!

***
Holaaaaa 😁

¿Cómo están? ¿Cómo están?

Me alegra que hayas llegado hasta aquí.

Trataré de actualizar cada semana. Tengo demasiadas obras en mi perfil que necesitan actualizarse urgentemente.

Además, quiero empezar el 2022 estrenando: Protagonistas/Prólogo/Prefacio, de mis historias con título [PRONTO]

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Muchas gracias 😊
Son geniales ♥️