Capítulo 11
Batman, Lucifer y sus personajes no son de mi propiedad, únicamente la historia y Manat.
-Diálogo
-"Pensamientos"
Tim se despertó al escuchar el despertador en la cómoda, sé sentó y estiró sus brazos sintiéndose extrañamente fresco y renovado como había estado pasando en las últimas semanas. El adicto al café tomó su teléfono antes de entrar al baño y tomar una ducha mientras escuchaba el mensaje de su amiga y ex-tutora de Damian. Los recuerdos de la noche anterior llegaron lentamente y se lavó el rostro con más fuerza de la que debería.
No sabía qué le diría a Carrie. No sabía qué decirle a los demás.
Drake tomó la decisión de no tomar la clase de Kelley, era una asignatura opcional así que no representaba un problema para su récord académico. En cuanto a Carrie... Bueno, bastaría con decirle que estaba muy ocupado con unos casos cuando preguntara, pero por hoy él la evitaría tanto como pudiera.
Al salir, se vistió rápidamente con el uniforme y tomó su mochila, dispuesto a comer algo que sirviera como desayuno.
-Olvidaba que aún estás en la escuela, Reemplazo.
El más joven se detuvo en el umbral de la cocina, Jason lo observaba desde la mesa con panqueques a medio comer. Tim supuso que la ropa de dormir que llevaba debió ser proporcionada por Alfred.
-Me sorprende el hecho de que aún no te has escabullido para no encontrarte con B
-Alegrará mi día si verme le da una indigestión al viejo
-Espero que esos deseos no sean para mí, maestro Jason -Alfred entró vestido tan pulcro como siempre y empezó a hacer un desayuno ligero para los habitantes de la casa- Y le aseguro de que no tiene que preocuparse, en este momento el amo Bruce está tratando de evitar al maestro Richard, por lo que salió hace dos horas hacia la oficina
-Aún no le dice todo sobre el Demon Brat ¿no? -dedujo metiendo un gran pedazo de masa cocinada en su boca
-¿B sabe algo sobre lo de anoche? -cuestionó el menor antes de recibir una taza de café con un plato de tostadas con tocino y huevos- Gracias, Al
-De nada, y no, él estaba en una patrulla con John Constantine. No, no me dijo la razón de esa reunión-aclaró antes de ser cuestionado- Tampoco sabe sobre la muerte del maestro Damian, aún cree que sigue entrenando en la Liga de los Asesinos.
Ambos ex-Robin mostraron una expresión pensativa, lo último era de esperarse pero que Batman hiciera voluntariamente una patrulla con John Constantine era demasiado extraño. Jason sabía que Constantine solo pediría ayuda a los de su gremio si es que alguna vez lo necesita el cabrón inmortal; fue fácil deducir que, en lo que sea que haya pasado ayer, él estaba auxiliando a Batman. A pesar de confiar en su razonamiento, Jason no podía imaginar ese escenario en el que Bruce le pidiera ayuda o el motivo por el que lo haría.
Tim, en cambio, supuso que el problema estaba ocurriendo en Gotham o en las ciudades aledañas que protegían ya que Bruce les habría avisado si tenía una misión fuera de su territorio. Así como teorizó que el problema era del tipo paranormal, pues de no serlo no tendría sentido que Constantine estuviera con él.
-Entonces tenemos que averiguar qué está escondiendo Big B ahora -afirmó la voz de Grayson entrando y caminando directo al refrigerador para sacar el jugo de naranja
-¿Nosotros? No te ofendas Dickhead pero hasta que tu Windows no esté actualizado, no creo que sea buena idea que te involucres en esto
-¿Por qué no? Parece que lo único que olvidé es a Damian, por lo demás estoy en perfecto estado
El primer Robin no se percató de las miradas que recibió mientras se servía el vaso de jugo. Alfred observó a Richard un poco impactado mientras sostenía la sartén. Tim y Jason se atragantaron con su comida por la sorpresa, uno con café y el otro con las migajas de los panqueques.
"¿Lo único?" pensaron los tres algo descolocados.
Grayson dejó el vaso sobre la mesa y los regresó a ver, una de sus cejas se arqueó por la confusión.
-¿Qué?
Alfred y Tim suspiraron, Jason solo resopló.
-Nada, Dick, no pasa nada -respondió con desgana el menor terminando su desayuno y cogiendo su mochila. Alfred se retiró el mandil y lo siguió a la entrada de la mansión.
Richard volteó a ver a su acompañante.
-¿Dije algo malo?
-¿La verdad? -cuestionó Todd mientras llevaba sus platos al fregadero y empezaba a limpiarlos- Sí, acabas de dar a entender que el mocoso no te importa ni un poco -cuando vió que el mayor se iba a disculpar lo detuvo- Cálmate, yo entiendo y sé que ellos también, solo nos tomaste desprevenidos
-¿Lo extrañan mucho? -Dick habló después de unos cuantos minutos de silencio- Tim parecía estar bastante cerca de él cuando me contó la historia de Damian
El antihéroe volteó su cuerpo para verlo de frente, se apoyó en el filo del lavaplatos y se cruzó de brazos dejando caer su cabeza hacia atrás en contemplación.
-Es... complicado, Dick. Bueno, tan jodido como todas nuestras historias. Si te soy sincero, soy de los que menos interactuó con el Demon Spawn, y muchas de esas veces terminaron mal -Todd se frotó la nuca con incomodidad, necesitaba un cigarrillo- Por lo que yo tengo entendido, tú y Alfred eran los más cercanos, el viejo B era su yo usual como con todos, las chicas no sé qué relación tenían con él y con el Reemplazo... me atrevo a decir que era algo parecido a lo que tiene conmigo
-¿Y tú, Jay? ¿Qué tipo de relación tenía contigo? -miró a su hermano menor como un policía evalúa a alguien que está mintiendo
-No sé -se alzó de hombros- Lo suficientemente buena como para enterrarlo y cuidar su tumba, supongo
Esa fue la manera de Jason de poner punto final a la conversación.
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-¿Te mataría hacerme caso por una vez, Bats?
-John...
El rubio se paseó frente al escritorio del magnate con la frustración escrita en toda su cara. Todos sabían que el hombre detrás de la máscara de Batman era terriblemente terco, pero saber eso de antemano no evitó que el detective mágico se sintiera molesto por lo cerrado que era el mortal frente a él.
-Te estoy diciendo que no hay nada de qué preocuparse, te estoy diciendo que ese ser no es malo sino todo lo contrario, te estoy diciendo que te está ayudando no solo a tí sino a todas las personas que habitan tu territorio. ¡Práctimante tienes un puto ángel guardián y lo primero que quieres hacer es ir a cazarlo!
-John, basta. Por lo que me has dicho esa criatura está manipulando nuestra mente y emociones, por muy buenas que sean sus intenciones sus métodos son ciertamente cuestionables y peligrosos
-Si quisiera lastimarlos ya lo habría hecho, ese ser tiene el poder más que suficiente para hacerlo y puedes creerme. Te lo está diciendo el maldito experto en esta mierda, osea yo.
-Con más razón debe ser detenido, no se sabe cuando la "buena voluntad" de este ser cambie y decida que quiere destruir todo
El rubio gritó de enojo lanzando los brazos al aire.
-¡Contigo no razona nadie! ¡Vas a hacer lo que te da la gana como siempre y vas a joderlo todo! ¡Adivina quién va a tener que arreglar tu desastre!
-¡Constantine!
-¡Nada de Constantine! ¡Deberías agradecer que alguien con una magia tan pura esté tratando de limpiar la letrina espiritual que tienes por territorio! ¡En lugar de eso vas a ir a cazarlo en lugar de hablar como la gente racional! ¡Vas a hacer enojar a un ser mucho más poderoso que tú y yo me divertiré viendo como te dan una paliza!
El hombre salió furioso de la oficina, su gabardina se agitaba por su rápido y enérgico movimiento. Al llegar al ascensor, dos mujeres uniformadas le hicieron espacio en silencio, manteniéndose lo más alejadas posible.
Él tuvo una idea rápida e impulsiva que ejecutó cuando las puertas se abrieron en el primer piso.
-Detective Paranormal, John Constantine a su servicio, señoritas
El rubio hizo una reverencia exagerada frente a ellas antes de entregarles una tarjeta y caminar hacia la puerta.
-¿El señor Wayne cree en estas cosas?
John sonrió mientras se alejaba y los murmullos entre los empleados empezaban a expandirse. Eso debía causarle un problema o dos al multimillonario.
-"Jódete, Bruce"
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Tim suspiró cansado mientras guardaba sus cuadernos en la hora del receso, había estado más atento de lo usual a su entorno; saltando ante cualquier cabellera rubia que veía. Mary y Jackson, dos de los compañeros con los que se llevaba relativamente bien, lo esperaban en la puerta mientras discutían.
-¡Si Nath lo dice debe ser por algo, Jack! ¡Mira las fotos y videos que mandó! ¡Deberíamos ir a verlo aunque sea para confirmar!
-Probablemente solo están exagerando los rumores, Pinky. Tal vez solo están deslumbradas por su apariencia y ya
-¡Pero ni siquiera lo has visto! ¡Mira, tiene la mayor parte del rostro tapado! -Mary mostraba su celular con entusiasmo, al ver a Drake acercarse le tendió el celular- ¡Tim, apóyame en esto!
El pelinegro miró la foto de un hombre tocando el piano sin comprender, al ver la figura de Carrie sonreír desde cierta distancia obtuvo una pista de la situación.
-¿Esto tiene algo que ver con Arte y Danza? -interrogó mientras caminaban junto a la cafetería
-¡Sí! ¡Han estado mandando fotos y videos a toda la escuela! Al parecer es el asistente de la nueva profesora
-¿Y el revuelo se debe a...
-A qué andan diciendo que es una especie de brujo o algo así, revisé los videos y admito que es un excelente pianista pero no me siento hipnotizado como andan diciendo por ahí.
Timothy arqueó una ceja hacia Jackson sin comprender del todo la explicación. Los tres tomaron una bandeja cada uno y esperaron en la fila.
-Lo que pasa es que los que han estado recibiendo clases con ellos en la mañana dicen que escuchar al profesor tocar hace que te olvides de los problemas que te rodean -empezó a explicar Mary mientras tomaba una manzana- Dicen que es como si de pronto estuvieras en tu propio espacio y pudieras relajarte. Nath dijo que Pathy le contó que Andrew vio a los de primero salir calmados y sonrientes del auditorio, y ya sabes que esos niños son más inquietos que la maestra Wilson un día viernes
-Y yo le dije que posiblemente solo están exagerando por la novedad de un maestro atractivo
-Entonces le dije a nuestro escéptico Jack que lo comprobemos nosotros mismos, porque dicen que solo funciona cuando lo escuchas en persona
Cuando tomaron asiento, Mary le tendió sus audífonos a Tim y reprodujo uno de los videos en el grupo de chat. Él reconoció que la pieza era "Experience" de Ludovico Einaudi, un tema que solía gustarle a su madre escuchar en su estudio. La interpretación que escuchaba le pareció agradable y, por algún motivo, familiar a sus oídos. Cerró los ojos y dejó que el sonido lo llenara, dejando de lado el estrés que había cargado en la mañana.
-¿Ves, Jack? Es mágico, solo mira lo tranquilo que está Tim, incluso está sonriendo
Drake abrió los ojos ante la declaración, su amiga tenía una sonrisa de suficiencia y su amigo una expresión de ligero asombro.
-Bien, puede que haya algo de verdad en eso -cedió el castaño- Eso no explica por qué no funcionó así conmigo
-Tal vez no funciona en burros -bromeó, sacando la lengua ante la mirada fulminante- No te enojes, Jack. Quizás solo tiene más efecto en personas estresadas como Tim.
Ambos chicos la observaron de forma escéptica ante su teoría, Mary les regaló una dulce sonrisa que prometía aventuras.
-Bueno, la única forma de comprobarlo es con nuestros propios oídos ¿no? Nath dijo que la clase para nuestro nivel es después de la hora de salida, podríamos pasar a ver. Jamie publicó que la profesora Kelley es muy abierta y permite entrar a todos los estudiantes, incluso si solo es para ser espectador.
El joven genio consideró por un segundo ir por curiosidad, sin embargo descartó la idea ante el pensamiento de encontrarse con Carrie.
-Lo siento, no puedo quedarme hoy
-No te preocupes, yo acompañaré a Pinky y te contaremos cómo nos fue -sonrió Jackson mientras comía sus albóndigas.
Timothy comió su ensalada de frutas pensativo, le había parecido un poco extraño que el nuevo asistente ocultara su rostro tras unos lentes oscuros y una bufanda. Esperaba solo estar siendo un poco paranóico pero dado que estaban en Gotham, no estaría por demás tener cuidado con los desconocidos con comportamientos extraños.
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Caroline estaba más que contenta por cómo se había desarrollado su primer día, todo se lo debía a su joven y encantador asistente. Ella no había tenido las expectativas muy altas a pesar de ser una persona naturalmente optimista, después de todo solían ser pocos los estudiantes que tomaban una clase extra voluntariamente.
La mañana había comenzado con los estudiantes más pequeños de la academia. Los niños y niñas habían empezado a correr por todo el auditorio y Carrie estaba haciendo lo imposible por intentar llamar su atención mientras los perseguía para evitar un accidente. Después de veinte minutos en aquella actividad infructuosa, la rubia le mandó una mirada de auxilio a su compañero que se había quedado apoyado en la pared desde el inicio, observando el espectáculo.
Eban resolvió todo al tocar las doce variaciones de "Estrellita dónde estás" en el piano.
Kelley no pudo haber estado más sorprendida que cuando vio los rostros adormilados de los estudiantes, algunos incluso yacían acostados en el hombro de alguno de sus compañeros. La pieza finalizó y Eban se levantó silenciosamente para pararse junto a ella.
-Profesora Carrie, recomiendo estar más preparados para la próxima clase para este grupo. Dudo que nos paguen por hacerlos dormir.
Caroline miró de Eban a los niños y viceversa.
-Creo que empezaré a llamarte "Pianista de Hamelín" -Eban alzó una ceja detrás de las gafas, sin entender la referencia
Para el tercer grupo, Kelley y Lahad trataron con niños más grandes que presentaron un nuevo reto: la altanería y la rebeldía.
-¿Y cómo podemos estar seguros de que ustedes son adecuados para enseñarnos Arte? -resopló una niña pelirroja al frente del grupo con los brazos cruzados- Bailar, cantar, pintar, tocar un instrumento... esas actividades inútiles puede hacerlas cualquiera
-Si no desean estar aquí, pueden retirarse. Esta asignatura es opcional, como bien ya les han de haber explicado. Si están aquí es porque decidieron venir, no porque los hayan obligado -habló el asistente cargando unas pinturas
-¡Eban! -regañó Carrie
-¿Y tú quién eres para hablarnos así? -interrogó un niño de ojos verdes moviendo sus manos por la pantalla del celular- Por lo menos ella tiene un título y artículos de revista que la respaldan. No puedo encontrar nada con tu nombre... ¿Sabes algo siquiera sobre esto?
-Niños, les puedo asegurar que Eban es un excelente músico, yo y el director lo hemos escuchado tocar el piano y es maravilloso -aseguró la rubia tratando de calmar el ambiente
-¿Ah, sí? ¡Entonces que lo demuestre! ¡Si es tan bueno como dice que toque la canción que nosotros escojamos! ¡Los músicos profesionales pueden tocar una canción solo escuchándola, ¿no?!
La joven profesora sabía que esto empezaba a salirse de control, si ella les exigía ahora que tomaran asiento solo lograría agitar el avispero. Sin embargo, Eban no estaba obligado a demostrar su habilidad ante nadie.
-¿Eban?
El pelinegro se alzó de hombros y se paró frente al grupo de niños que lo miraban con suficiencia.
-Si lo hago, a partir de ahora y las próximas clases prestarán atención a todo lo que les digamos. Sin quejas, sin discusiones, sin travesuras.
-¿O sino qué? -respondió la pelirroja y evidente líder del grupo
-O sino no los dejaré entrar a esta clase de nuevo y se les enviará un reporte a sus padres
Los estudiantes contemplaron sus palabras con miedo y algo de respeto. Carrie dio por perdida cualquier oportunidad de una interacción normal.
-De acuerdo -contestó la niña antes de buscar en su celular una canción moderna- ¡Esta!
Eban se puso los audífonos un minuto antes de volver al piano y empezar a tocar la melodía de la canción "Arcade".
La rubia sonrió con algo de orgullo ante las caras asombradas. Al final, la pelirroja se disculpó a regañadientes con el asistente antes de que Carrie dicte su clase de pintura.
Para la hora del receso, los chismes, videos y fotos ya habían recorrido más de la mitad del edificio. Profesores y estudiantes de diferentes niveles venían por curiosidad a escuchar al pianista.
-Lo siento mucho, Eban. Debe ser molesto para tí todo esto
-Tt -chasqueó la lengua- No es gran cosa, si sirve para que podamos estar tranquilos el resto del año entonces no me molesta hacerlo unas veces más
A Eban le pareció raro no recibir respuesta de la entusiasta mujer, volteó a verla y se topó con unos ojos llenos de sospecha y confusión- ¿Sucede algo?
-¿Eh? No... solo, ese sonido... me recordó a un amigo
Desde ese momento, Caroline permaneció distraída durante el resto del día, mirando de reojo a su compañero cada cierto tiempo.
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Jason estacionó su motocicleta frente a la tienda esotérica a la sombra del atardecer, se había asegurado de que todos los rastreadores estuvieran apagados.
Jason Todd volvería a morir antes de ser atrapado comprando amuletos mágicos.
No se podía culpar al hombre, la vida de héroe le había enseñado que la magia era algo real y nadie puede juzgarlo por querer algún tipo de protección extra que lo mantenga alejado de su lápida en el cementerio. Ahora, uno podría preguntar por qué decidió acudir a la tienda de "Madame Alqdar" en lugar de a sus aliados místicos.
Dos razones.
La primera, porque los chismes se esparcen como la plaga en el gremio de superhéroes y villanos. Jason prefiere pasar sus momentos de ocio leyendo por vigésima vez su libro de Orgullo y Prejuicio en lugar de cazar personas que no pudieron mantener la boca cerrada, muchas gracias.
La segunda, porque él sabía que los amuletos de esa tienda funcionaban.
-¡Jason! -saludó una mujer alegre de cabello rizado al verlo entrar
-Madame -saludó con un ligero ademán de su mano y sonriendo al ver su vientre- Veo que usted y su pequeño adivino están mejor comparado a la última vez que vine
El hombre que respondía a Red Hood estaba un poco aliviado de ver el semblante más relajado y brillante. Hace unos meses, en su última compra, la bruja de ojos grises había tenido el rostro muy demacrado, sus ojos carentes de cualquier brillo de alegría, sus movimientos habían sido nerviosos y torpes. El pelinegro incluso había pensado que ella se había metido en algún problema grave o estaba recibiendo amenazas, él le había dejado su número por si alguna vez necesitaba ayuda.
Solo una vez llamó. Antes de que sonara el segundo timbre del celular o Jason pudiera contestar, ella había colgado y enviado un mensaje de que había presionado su número por error.
-Sí, gracias por preocuparte -sonrió- Imagino que vienes por un nuevo amuleto -supuso sacando una caja de la vitrina y empezando a rebuscar dentro de ella- Casi quiero preguntarte qué haces para romperlos
Las palabras fueron dichas con buen humor y ligereza, sin embargo él no pudo evitar poner una sonrisa forzada. Jason aún no estaba seguro de si ella sabía su identidad secreta y solo estaba jugando con él, o en verdad no sabía.
Madame Alqdar frunció el ceño al interior de la caja para después brindar una sonrisa de disculpa.
-Parece que debo ir a la bodega a encontrar uno, ¿crees que podrías esperar aquí o prefieres venir otro día? Aunque no creo que me tarde mucho
-No se preocupe, la esperaré
La mujer desapareció detrás de una cortina de abalorios, Jason recorrió las vitrinas con curiosidad y examinó una de las figuras de duendes hasta que escuchó el sonido de las campanas de la puerta anunciar la entrada de un posible cliente.
-Le sugiero tener cuidado con las cosas en las vitrinas -habló una voz monótona detrás de él- Si las rompe, podría meterse en problemas no deseados
-¿Eso es una amenaza? -cuestionó con burla mientras devolvía suavemente la figura a su lugar original y volteando hacia la presencia a sus espaldas
-Una advertencia -respondió el adolescente de gafas y ropa negra que cargaba una mochila azul
-Escucha niño...
-¡Eban! -interrumpió la morena acercándose al joven de vestimenta particular- Me alegro de que llegaras, mi Agaphe. Te guardé un poco de comida del almuerzo, puedes servirte después de cambiarte
El hombre mayor vio confundido como la dueña de la tienda empujaba al recién llegado en dirección a las escaleras con una sonrisa nerviosa. El más joven sólo alzó una ceja antes de subir en silencio. Alqdar regresó detrás del mostrador y le tendió el amuleto.
-Madame ¿quién...
-Ya lo he activado -interrumpió la embarazada recogiendo rápidamente el dinero- Gracias por venir, Jason. Siempre es lindo verte pero estos días estoy cerrando más temprano que antes. -ella lo guio, igual que al chico, hacia la salida- Cuídate y que la fortuna te sonría -se despidió antes de cerrar la puerta frente a la cara de un pelinegro boquiabierto por el trato recibido.
Honestamente, Manat debió haber sabido que intentar alejar a Jason de un misterio solo hacía que quisiera indagar más.
Adivinen quién está volviendo a caer en sus hábitos depresivos.
Déjenme sus reviews, quejas y sugerencias, que son el pan de cada día para los escritores como yo.
También acepto tomates y floreros.
Gracias por leer, nos ¿vemos? Luego
Los quiero, chicos y chicas.
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