—BUENAS NOCHES, QUERIDO FÉNIX, GRACIAS POR SINTONIZARNOS —saluda Jaime a sus oyentes.

     Hasta llegar a este punto ha sido una hora de lo más intensa, y si creí que mi peor momento sería cuando viese a Jaime, o ya puestos durante la intimidad del ascensor, es que no había pensado en mi encuentro con Macarena, frío e impersonal, tras un cristal cada vez más grueso entre nosotras. Con ella no ha sido  menos incómodo el pasar de los minutos mientras su mirada descargaba su rabia contra mí, a ratos burlona, a ratos comprensiva. De ahí que evitase mirarla yo y me centrara en lo verdaderamente importante, el tema de hoy que me catapultará al estrellato de las ondas para situarme entre los nominados, y que, de paso, arruine el ego de Jaime: TRUCOS PARA OLVIDAR A UN EX.

     Sí, no solo quiero acabar con el ego profesional de Jaime, busco también acabar con lo nuestro, definitivamente.

     —QUIZÁS NO SEAN BUENAS NOCHES PARA ELLOS, JAIME, Y ESTÉN TENIENDO UN DÍA DE MIERDA CON GANAS DE FINALIZARLO. NO GENERALICES CON TODOS NUESTROS FÉNIX.

     Jaime me mira de repente y yo debo tragar saliva al verlo tan guapo con esos cascos puestos. No, debo continuar con mi plan de aniquilación sin rendirme ante él.        

     —VAYA, SOFÍA, ¿ESO ES LO QUE TE OCURRE A TI? ¿O ES QUE YA TE HABÍAS LEVANTADO HOY CONTESTONA, CON GANAS DE CONTRADECIR AL MUNDO?, SE TE DIO MAL EL FIN DE SEMANA POR LO VEO.     

     Pero ¡míralo, ahí está ese guiño de ojo otra vez!

     Ceo que después de este programa Jaime no volverá guiñarme un ojo de manera tan pícara, no le quedarán ganas de flirtear conmigo.

     —CIERTO, HAY VECES QUE LAS COMPAÑÍAS NOS HACEN SER ESTÚPIDOS,  PORQUE ESTÚPIDAS SON ELLAS.

     —TE MUERES POR CONTARLES A TUS OYENTES QUÉ TE TIENE ASÍ DE FURIOSA. —Puedo adivinar por su ceja levantada que más bien me quiere decir; y de paso me entero yo, que estás de un insoportable desde ayer, guapa…

     —HAGÁMOSLO MÁS INTERESANTE, JAIME —digo dejando caer mis codos sobre la mesa para poder adelantar el cuerpo hacia él—. QUE NUESTROS OYENTES DECIDAN SI QUIEREN OIRLO, LLAMANDO AL 677 45 24 377.

     —UY, DÉJAME PENSAR —finge hacerlo mientras se frota el mentón—, QUE SOFÍA NOS REVELE A TODOS EL MOTIVO DE SU MAL HUMOR, O QUE NO LO HAGA… YO LO TENGO CLARO, CON ELLA ME GANA ESE LADO CHISMOSO QUE TENGO, RECUERDA QUE NUNCA SABES POR DÓNDE VA A SALIR.

     —Ten cuidado, que a lo mejor tu otro lado, el sádico, celoso y llorón, es capaz de dejarte sin curiosidad.

     Jaime me mira molesto, lo sé porque se le ensanchan los orificios de esa nariz tan preciosa que tiene.

    —Como siempre cambiando de tema, por qué no me sorprende.

      —ENTONCES, ESTÁ DECIDIDO, QUERIDOS FÉNIX. LLAMAD A NUESTRO TELÉFONO, EL 677 45 24 377, PARA VOTAR POR EL TEMA DE HOY, ¿QUERÉIS SATISFACER LA CURIOSIDAD DE JAIME Y CONOCER EL MOTIVO DE MI ASQUEROSO HUMOR?, ¿O MEJOR HABLAMOS DE VUESTROS TRUCOS PARA OLVIDAR A VUESTROS EX?

     —Es más serio de lo que pensé —dice Jaime cuando lo he mirado.

    —No sabes tú cuánto —aseguro dando paso a los minutos musicales, y que la profesional de Macarena clava con el tema de Blas Cantó que ha elegido; Él no soy yo. 

     ¡Mierda!, y conforme pasan los segundos y oigo la canción, más distingo que es un mensaje de ella para Jaime por lo que ha de saber ya de nosotros.

     —¿Vas a tener esa actitud todo el programa? —Jaime se retira los cascos para hablarme, previa desconexión del interfono de Macarena. ¡Está de un detallista últimamente!

     —Todo sea por tu audiencia ¿no? —contesto más irritada aún. 

    —A esto podemos jugar los dos, Sofía —amenaza.

     —Me gustaría, las respuestas más ingeniosas se me ocurren siempre como réplica. 

     Jaime sonríe con burla mientras mueve la cabeza en una negación.

     —Ojalá no te ofendas y entiendas que daré carnaza para las llamadas.

     —Uy, ¿ya te está acobardando? —Y le lanzo mi reto con la misma hipocresía.

     —Juguemos a esto, Sofía.

     Y es decirlo y volver a ponerse los cascos para saludar a los Fénix de nuevo.

     —YA ESTAMOS DE REGRESO, YA NO HAY VUELTA ATRÁS. SOFÍA HA PREFERIDO HABLAR CON VOSOTROS ANTES DE HACERLO CONMIGO, Y ME PARECE JUSTO, PERO TAMBIÉN HA DE PERMITIR  QUE YO OS CUENTE MI VERSIÓN.

     —TU EXCUSA, QUERRÁS DECIR MÁS BIEN —inquiero yo con sorna.

    —COMO SEA, ¿A CUÁNTOS DE VOSOTROS OS GUSTA QUE OS ECHEN DE LA CAMA A PATADAS DESPUÉS DE UNA ENTREGA CARIÑOSA, ÍNTIMA Y MUTUA, POR MUCHO QUE LA OTRA PERSONA QUIERA DECIR LO CONTRARIO? Y DIGO ENTREGA MUTUA PORQUE EL HORARIO AÚN NO ME PERMITE PONERME BORDE, PODÉIS SACAR VUESTRAS PROPIAS CONCLUSIONES.

    La cara se me descompone, los ojos se me saldrán de sus cuencas y la boca no habrá quien me la cierre porque se me ha desencajado la mandíbula. ¿Acaba de decir en abierto para todo el país que hemos follado?

     Espera, Sofi, no puedes pegarle, después de todo es cierto, y él pobre solo ha dicho entrega mutua.

     Por primera vez en la vida silencio a esa maldita voz interior de mi madre.

     Él me mira con arrogancia, y adivino que no se debe solo a que me ha dejado callada, sino por las llamadas que entran a continuación. 

     La cara de Macarena se asemeja a la mía, no puede controlar las llamadas y se pone nerviosa.

     —Vamos, Macarena, que entre el primer testimonio —pide el valiente locutor en el que se ha transformado Jaime

     —Buenas noches, Jaime.

     Él sonríe triunfante al oír su nombre de boca de una mujer, porque seguro que le dará la razón.

     —Buenas noches, querido Fénix. ¿con quién tengo el gusto de hablar?

     —Con Raquel.

     —Hola, Raquel, espero que tu pareja esté a tu lado, porque fuera aparte de tu experiencia personal me gustará pedir luego su opinión. En toda relación hay dos integrantes. —Y con esto hace demasiado hincapié cuando no deja de mirarme.

      —Mucho mejor que eso, Jaime, estoy con mis amigas, Alicia y Tamara, ellas podrán atestiguar mi relato.

     —Vaya, así que seréis tres en una llamada. Esto supera mis expectativas —dice localizando de nuevo mi mirada.

     Y las mías, Jaime, también supera las mías. Porque ahora me será más difícil obtener la nominación a locutora revelación del año, el público odiará que haya “seducido” a mi compañero para acabar dándole la patada y entonces desconectarán de En Cadena2.

     Jaime no oculta lo feliz que le hace ponerme en un aprieto, me sonríe de medio lado dejando patente su prepotencia. 

     —Bien, Raquel,  los micros de Corazón de Fénix te pertenecen. 

     —No sé si será comparable a tu relación con Sofia.

     —Un momento, ¿qué? Jaime y yo no estamos… 

     Me he lanzado a cortar las palabras de esa mujer, porque si hoy los jueces están pendientes del programa lo que menos quiero es que piensen que nosotros dos… que él… ¡que yo me tiro a mi compañero de trabajo! Claro, que ya se encargó el propio Jaime de que se enterasen todos, jueces incluidos.

    —No te preocupes, Raquel, si te has acordado de nosotros es porque encuentras alguna comparación —dice Jaime.

     —Ya, solo que yo no eché a Diego de mi cama, fue él quien se marchó cuando aún nuestras sábanas estaban calientes.

    —Insisto en que Jaime y yo no tenemos…

    —Ay, mira,  Sofía, es inútil que lo niegues —me dice la mujer—. El país entero está pendiente de vosotros porque traspasáis las ondas con vuestra energía y tensión contenida. 

    —Con vuestra bonita química, diría yo —dice otra mujer.

     —Mientras no sea con vuestra fricción  física y vuestros fluidos, todo irá bien —dice la tercera que aguardaba su turno, riendo. 

     —¿Qué? —pregunto alarmada al oírla. Miro el reloj, no son ni las diez y cuarto y esto se desmadra.  La risa de Jaime no colabora demasiado a tranquilizarme.

     Espera, Sofi, tú no eres así de insípida, mujer, estás demasiado pendiente de la nominación, relájate, y pon a todos en su lugar. Ríete de ellos. 

     —No podéis arruinarlo, por favor —dice alguna de las mujeres.

     —¿Y tú,  eres? —pregunto con demasiada autoridad, 

     —Tamara.

     —Tamara no cuenta, Sofi  —interviene otra—, está al inicio de su relación y todo lo ve ideal.

     —Si no sois capaces de poneros de acuerdo entre vosotras —les digo yo—, no veo de qué podéis hablarnos ahora.

     —Tres personas, tres opiniones, acéptalo, Sofía. —Jaime quiere que me rinda con ellas.

     —Por lo menos coincidimos en que queremos oír lo que te ha pasado con Jaime, cómo lo cuentes es tu elección.

     —¿Y Diego?, ¿nos contarás tú después por qué te dejó? —le recuerdo yo. 

     —Y ahora también —suspira relajada—. Él es un capullodemierdaegocentricoquesolopiensasenél, pero es mi capullodemierda y lo quiero así. ¿Quieres tú a Jaime,  como para perdonarle lo que te hiciera? 

     —Gracias, Raquel, pero cuando sepa qué hice yo, podré pedir perdón, ¿no crees? —dice el aludido mirándome. Noto cierta incertidumbre en sus ojos que no me conmueve.

     —Diego tuvo miedo de enfrentar un problema que era de los dos y nunca me lo consultó —continúa Raquel—, no llegues tú a ese punto, Sofi, no huyas sin intentarlo.

     —Se os oye genial, juntos, no lo estropees, Sofi—insiste Tamara.

     —Vaya, parecéis dispuestas a darme consejos sin que yo os los haya pedido.

     —¿Cuál es tu problema con Jaime? —pregunta la que faltaba, no recuerdo si se llama Alicia.

     Él levanta su ceja como si la pregunta hubiera sido suya. No responderé a eso.

     —Bien, parece que estamos en ese punto en el que yo me justifico con la audiencia  —digo a cambio.

     —Al fin, cariño, que llevamos un cuarto de hora de programa y todavía no lo cuentas. —Y a Alicia solo le hace falta aplaudir para arrancarme la explicación, con su frase, además, se ha hecho el silencio, tanto en la cabina como detrás del teléfono. 

     Se acabó. Y Jaime lo sabe, su expresión se contrae.

     —TENGO EN CUENTA VUESTRAS OPINIONES, NO LO DUDÉIS NI POR UN SEGUNDO, DESPUÉS DE TODO CORAZÓN DE FÉNIX EXISTE POR ESO, POR VOSOTROS, PERO TAMBIÉN ME VAIS A PERMITIR QUE OS DÉ LA MIA; Y CREO QUE ESTOY EN MI DERECHO DE ECHAR A JAIME DE MI VIDA Y DE MI CAMA CUANDO ÉL FUE QUIEN ENTRÓ EN ELLAS DE MANERA DESHONESTA. 

     —Pero ¿qué dices? 

     Levanto el dedo índice para que se calle, ahora hablo yo. Y lo hago sin apartarle la mirada.

     —Fue idea suya dejarme sin programa, Jaime fue quien movió los hilos de nuestros jefes para que me pusieran al frente de Corazón de Fénix sin tener en cuenta mi inexperiencia,  seguramente con la esperanza de verme fracasar. —Jaime se tapa el rostro con la mano, pero entre sus dedos abiertos puedo ver la ira de sus ojos.

    —Sofía…

    —¿Y sabéis qué pienso desde que lo supe? —digo sin dejarle hablar—. Que Jaime teme estar a la sombra de mi poder. A mi lado él empequeñece, se vuelve dócil e indefenso.

     —¿Qué coño dices? —pregunta sorprendido.

     —Sí, queridos Fénix, Jaime es de esos tíos incapaces de aceptar ser menos que una mujer.

     —Sofía… —Eso ya lo dijo antes.

     —Uy, menudo giro.

     —¿Te sorprende mucho, Tamara? —interrumpo.

     —Para nada, yo misma viví con uno de esos tíos durante veinte años. Sin piedad con ellos, nena.

     —Muy mal, Jaime, muy mal. —Y ahora es Alicia—. Yo me lo he currado mucho para tener el puesto que tengo,  he sacrificado incluso a mi familia, así que no dejaré que nadie diga que me regalaron algo solo por ser mujer.

     —¿A qué no toleras a los compañeros mediocres que te pisotean a tus espaldas? —pregunto a Alicia. 

     —Estás en el aire, Sofía. —Jaime carece de argumetos para defenderse.

     —Típico de los machitos —insisto yo—, hacernos callar para que no aireemos sus inseguridades.

     —Estás haciendo demagogia feminista solo porque tus oyentes son tres mujeres —consigue decir. ¡Estúpido intento de defensa!

     —¡¡No!! —grito al dar un golpe sobre la mesa con ambas manos mientras me inclino sobre ella—. Les digo a todos que Jaime Suárez ha preferido contar en el aire que nos revolcamos en una cama, a aceptar que siempre seré mejor locutora que él. 

     —Quizás debamos colgar la llamada —dice Tamara.

     —Sí, gracias por vuestra intervención, chicas, aunque no tanto por vuestra despedida  —les dice él de manera sarcástica—. Y AHORA QUE YA SÉ QUÉ LE OCURRE A SOFÍA LO MÁS INDICADO SERÁ QUE MEDITE SOBRE MI COMPORTAMIENTO CON ELLA. ASÍ QUE OS DEJO A SOLAS UNOS MINUTOS DE PUBLICIDAD Y A LA VUELTA OS NOTIFICO MI DECISIÓN. 

     —¿De qué decisión hablas ahora? —le pregunto cuando ya no estamos en antena.

     Y no soy la única sorprendida. El cristal que nos separa de Macarena es golpeado por ella para que conectemos las cabinas y así pueda enterarse. Ninguno le hacemos caso, como a su padre, que es el encargado de aporrear la puerta de salida para llamar nuestra atención.

     —No voy a seguir compartiendo cabina contigo mientras quieras hacer ver a todos una versión falsa de mí.

     —Pero tú sí puedes a cambio desprestigiar mi carrera metiendo nuestra relación de por medio.

     —Tú lo has dicho, es nuestra relación, y como implicado que soy yo, no tengo por qué ocultarla.

     —Solo si ambos estamos de acuerdo en decirlo, porque los jueces no querrán oír mis líos de cama…

      —Eres una hipócrita, Sofía —dice para interrumpirme—, me acusas de estar demasiado pendiente del éxito de mi trabajo y mírate tú,  traicionando tus principios por un premio. Me parece a mí que para ser una mujer empoderada, de libre determinación, bien que te dejas manipular fácilmente por el qué dirán los demás.

     Bajo mi atenta mirada y mi ausencia de palabras. Jaime ha recogido sus cosas, pero lejos de marcharse, o de abrir la puerta para que su padre entre, se pone los casco para sentarse otra vez y pulsar así el botón que nos lanza al aire de las ondas radiofónicas.

     Yo lo imito sin saber qué más hacer.

     —HOLA DE NUEVO A TODOS —dice él cabizbajo, mirando el micro—. EN VISTA DEL DESASTRE QUE HA SIDO EL INICIO DEL PROGRAMA ESPERO PODER SOLUCIONARLO AHORA.

     —NO HACE FALTA QUE SIGAMOS AHONDANDO EN EL TEMA, JAIME, NUESTROS OYENTES LO ENTENDERÁN. PODEMOS DEJAR LA LÍNEA ABIERTA PARA QUE ELLOS NOS CUENTEN LO QUE QUIERAN SIN NECESIDAD DE QUE NOSOTROS LOS CONDICIONEMOS, ¿QUÉ TE PARECE? —Y no sé el motivo, pero he necesitado intervenir para que no se justifique con nadie.

     —LO VEO BIEN. PERO ANTES QUIERO DECIRLES A TODOS QUE TE PIDO PERDÓN, SOFÍA, POR LA OCURRENCIA QUE TUVE. —Esta vez sí, Jaime me mira y yo me derrito, ¿cómo hemos llegado a este punto?—. NUNCA QUISE QUITARTE TU PROGRAMA, CRÉEME, Y MI RAZÓN PARA HACER LO QUE HICE TE LA DARÉ EN PRIVADO CUANDO TÚ QUIERAS.

      —SIGUIENTE LLAMADA, POR FAVOR, MACARENA —digo antes de echarme a llorar.

 🎙🎧🎙🎧🎙🎧🎙🎧🎙🎧🎙🎧🎙🎧

Como cada noche, bienvenido a tu programa, mi querido Fénix, aquí daremos voz a tu opinión, pregunta o propuesta en el amor.

Queremos oír tu sonrisa.

Hoy el tema será;  CUANDO LA MEMORIA NO OLVIDA.

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