Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

#CDFx 1


Solo hay una cosa que me gusta tanto como Jaime Suárez, y esa es un uniforme en el cuerpo de un hombre sexi. Pero hablo de strippers, ojo, porque cuando el dispositivo de emergencias es real,  bomberos y policías incluidos, mi libido se retrae del susto.  Como ahora, que algo ocurre en la Emisora de Radio donde trabajo, y mírame aquí, estoy paralizada en mitad de la calle.

     —¿Qué ha pasado, Sofía? —Quiere saber Macarena, mi técnico de sonido y mejor amiga. Su preocupación es comparable a mis nervios.

     —Ni idea, cariño, acabo de llegar. Y me gustaría decirte que es una sorpresa por tu cumpleaños, pero las mangueras que están utilizando esos bomberos no entran en mi presupuesto.

     —Ay, Sofía, deja tu sarcasmo por un momento que no estamos en el aire. ¡Esto parece serio!

     —Ya lo sé, ya lo sé. —Y la abrazo para que ella me tranquilice. 

     Creo que la posibilidad de quedarme sin curro me ha afectado demasiado. No puedo volver a dar tumbos de un trabajo a otro ahora que tengo treinta años, y una hipoteca, hasta los sesenta, que pagar. 

     Ambas miramos cómo la presión del agua alcanza el primer piso, el que parece más afectado por las llamas, con la esperanza de que se extinga pronto el fuego.

      —¿Esa no es la cabina de Jaime? —pregunta ella, sabiéndolo bien.

      La misma, la que comparte con Lola cuando ella presenta el Diario Informativo por las mañanas. 

     —Mira que se lo tengo dicho. “No enciendas velas aromáticas rodeado de tantos cables con los que pueda salir ardiendo”. 

     —Hombres —dice ella como si eso fuera suficiente para entenderlos.

     —Hombres no, Jaime —contesto riendo—, que una vez más me demuestra que hablo con las paredes y que soy invisible para él.

     Macarena me hace señas con los ojos, la barbilla y la nariz, cuyas fosas nasales además están extremadamente abiertas, y yo, que no creo que le esté dando un espasmo, lo entiendo de inmediato. Jaime está detrás de mí.

          —Pues hasta ahora te veo de maravilla, Sofía,  y tu voz es inconfundible. —Y la suya, joder, tanto dentro como fuera de las ondas, cosa que jamás le diré.

     Me giro sin esperar más tiempo.

     —Anda que la que has liado esta vez —lo acuso sin poder asegurarlo.

     —No he tenido que ver en eso. 

     —Eres el único que juega con fuego ahí dentro —le digo señalando la fachada a mi espalda.

     —¡Que te digo que yo no he sido, Sofía, créeme!

     Solo por ese ímpetu que ha puesto al gritar sé que dice la verdad. No considero a Jaime un maleducado,  grosero o desconsiderado con ninguna mujer,  así ella le toque los huevos días sí y el otro también, como vengo haciendo yo desde que lo conozco hace un año. Y es una manera de hablar, claro está, porque para conseguir siquiera acercarme a él y tocar su piel desnuda tendría que volver a nacer con genes de metro ochenta y la talla por debajo de la cuarenta y dos que gasto yo, además de teñir mi pelo pelirrojo de moreno, porque esa parece ser su preferencia a la hora de escoger pareja.

     —¡Arjona, Suárez!, ¡os quiero ver en mi…! —Nuestro jefe llega acelerado, diría que muy cabreado, y se piensa muy bien cómo terminar la frase ya que su despacho ahora no se puede visitar—, ¡a mi coche!, ¡ya!

     Jaime y yo obedecemos, el señor Suárez no está para reclamos y tonterías de sus empleados. Sí, en su despacho se vería claramente su nombre en la puerta, pero en el coche no hay un letrero que diga Jaime Suárez, Director de Programación.

     —Por lo visto tu padre tiene una clara idea de quién puede ser el culpable —comento a su lado cuando ya llegamos al aparcamiento, el punto de reunión.

     —Tú también estás aquí, procura no alegrarte demasiado.

     —Será un error. Don Jaime me adora

     Jaime se inclina hasta alcanzar mi oído. ¡Mierda de metro sesenta y cinco que mido!, su susurro hace que mi cuerpo quede arropado por el suyo y, en consecuencia, siento más calor que si estuviera en la cabina ardiendo con esos cables.

     —Vivo en su casa, Sofía. —Puedo adivinar que sonríe, no sabría decirte, he cerrado los ojos al sentir su aliento—. No juguemos a ver quien es su favorito. 

     Llegamos a la altura de su padre y no puedo contestarle como me gustaría. 

     —Bien, esto que ha ocurrido hoy retrasa las emisiones. 

     —¿Tan grave es? —pregunta Jaime.

     —Los bomberos descartan que podamos usar tu cabina hasta que concluya la investigación, y no se aventuran en darnos una fecha para volver a entrar siquiera.

     —Es jodidamente serio —confirmo yo.

     —El retraso no es lo peor. Tenemos que acoplaros a ti y a Lola en las otras cabinas de locución —le dice a su hijo— o tendremos que eliminar programas. 

     —¿Y qué sugieres?

     —Los vuestros comparten franja horaria. 

     —¡¡Noo!! —les interrumpo con energía, lo que hace que los dos me miren sorprendidos. 

     —¿No? —cuestiona mi jefe. De esta no necesito de un fuego que me mande a la calle, yo solita me he pegado la patada en el culo, directa a la salida. 

     Espera, Sofi, relájate, te encanta el horario de noche porque no quieres volver a madrugar, recuerda que eres una mujer independiente capaz de pagar una casa sin tener que regresar a la de tus padres, y todo eso pasa por oír antes a quien paga tu sueldo.

     —Digo que sí. —Mi nueva intervención no convence a ninguno de los dos, siguen observándome—. Será un honor compartir mi cabina contigo, Jaime.

     En él puedo ver una mirada de guasa  por mi repentino cambio de opinión, cursi y para nada sincero, mientras que la de Don Jaime es de satisfacción personal por haberse salido con la suya.

     —Entonces, decidido. Ya ubicaré a Lola mañana con deportes o cultura. —Don Jaime pasa por mi lado y me agarra del brazo para darme un apretón cariñoso—. Sabía que podía contar contigo, cielo.

     —Siempre. Ya se lo dije el primer día, no le daré quebraderos de cabeza, conmigo solo tiene que preocuparse de no tener dolor de barriga al reírse.

     Y otro agarre cariñoso que me llevo. 

     —A mí no me has engañado, Sofía —me dice Jaime cuando su padre se ha marchado a averiguar cuándo podremos entrar, por lo menos, al edificio. 

     —Ya, pero era decirle a tu padre que me cagaba en su propuesta o rectificar a tiempo antes de manchar mi futuro, a su lado,  de mierda. 

     Jaime se ríe a carcajadas sin ser consciente de lo que me gusta eso.

     —Será interesante ver tus shows cada día —dice mientras se apoya en el coche y cruza brazos y piernas de manera relajada.

     —Y así quizás aprendas algo útil de mí, lástima que yo no pueda decir lo mismo. 

     —¿Ah no?, ¿y eso por qué? Puedo ser un gran maestro, si no, mira los números.  Tu programa va detrás y no consigues mantener mis cifras durante tus horas. Se te duermen los oyentes, Sofía. —De no gustarme esa sonrisa se la ponía en la nuca de un bofetón.

     —Eso de aconsejar no tiene ningún mérito, Jaime, solo consiste en detectar lo que tus oyentes quieren oír de ti —digo como si fuera experta en el tema, claro que llevo un año oyendo sus programas, algo se me habrá pegado, ¿no? —. A mí sí que me gustaría verte entrando ya la madrugada y haciendo olvidar a la gente el estrés y el agotamiento de su día. No todo el mundo logra que tus endorfinas se liberen antes de dormir, ¿sabes?

     Él se aparta del coche y viene hacia mí. De nuevo elevo la cabeza, que no se piense que me intimida su altura, ya lo hace su extrema cercanía.

     —Podríamos averiguarlo en la primera sesión, ¿qué me dices, Sofía?, ¿tú haces que me enamore de ti, y yo te hago reír?

     ¡Ay dios!, ¿y qué excusa sería buena para responder a eso? Se me da mejor huir.

     —No necesito esperar tanto, mira ya cómo me río. —Y acabo por darle dos golpecitos en la mejilla, con cariño, antes de alejarme de él.

    ¿Enamorarlo yo? Por dios, eso sí que ha sido un buen chiste.

   🎧🎙🎧🎙🎧🎙🎧🎙🎧🎙🎧🎙🎧🎙

Como cada noche, bienvenido a tu programa, mi querido Fénix, aquí daremos voz a tu opinión, pregunta o propuesta en el amor.
Queremos oír tu sonrisa.

Hoy el tema será; TRABAJAR CON TU CRUSH, UN MARTIRIO DEL QUE HUIR.
   

Cuéntanos:   

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro