ㅡOh, ¡tenemos una actividad, JongIn!

JongIn, que había bajado recientemente las escaleras con el cabello alborotado y los ojos entrecerrados, completamente adormecido y somnoliento, se asomó en el marco de entrada a la cocina y no dudó en acercarse a KyungSoo.

Detrás de él, un camarógrafo lo seguía de cerca; pero, a pesar de eso, JongIn no tardó en bostezar, envolver sus brazos en la cintura del mayor y apoyarse por un momento en su espalda, con la mejilla descansando cómodamente sobre su coronilla.

ㅡ¿Cómo puedes estar animado tan temprano? ¿Cuál es tu fuente de energía? ㅡpreguntó bajito mientras KyungSoo lo aceptaba fácilmente y tomaba el sobre pegado a la puerta de la nevera con un imánㅡ.

ㅡSe llama yoga y es bueno practicarlo cuando te levantas.

JongIn tarareó sin comprometerse demasiado y abrió ligeramente los ojos, intentando echar un vistazo a lo que había en el papel. Falló miserablemente, por supuesto, así que preguntó con lentitud, aún manteniendo su abrazo suave alrededor de la cintura estrecha:

ㅡ¿Qué dice?

ㅡEstamos siendo invitados a ser parte de un voluntariado que ayuda a los niños sin hogar. De aceptar, trabajaremos ahí durante cuatro días.

JongIn se sintió repentinamente despierto con la sacudida del interés y sus ojos volvieron a enfocarse en la hoja de papel en los dedos de KyungSoo.

ㅡ¿Como ser voluntario para un orfanato?

ㅡNo es un orfanato. Es más bien un comedor público para los niños; también hacen algunas jornadas médicas de vez en cuando, cuando hay fondos suficientes.

ㅡBueno, estoy dentro, por supuesto. ¿Comenzamos hoy?

KyungSoo sonrió, alzó la mirada y lo miró con una dulzura extrema; era casi palpable y le robó el aliento por completo.

ㅡSí. Deberías darte una ducha mientras preparo el desayuno. Comeremos y después nos pondremos en marcha.

ㅡEstá bien, entonces te lo encargo.

JongIn lo soltó a regañadientes y antes de irse le revolvió el pelo con afecto. KyungSoo sonrió un poco más amplio, llevó una mano a su cabeza y reacomodó los mechones dispersos hasta dejarlos en su lugar de origen.

Mientras se duchaba, JongIn escuchó la música desde el primer piso. KyungSoo había elegido una lista de reproducción de Sinatra y ahora los ritmos de antaño llenaban toda la mansión. JongIn cerró los ojos bajo el chorro de agua fría y su mente creó algunas imágenes de KyungSoo tarareando con su voz preciosa y aterciopelada mientras bailaba tímidamente en los alrededores de la cocina.

Casi podía verlo frente a él, escucharlo y sentirlo si extendía una mano con la intención de tocar. Fue una imagen que presenció muchas veces durante su matrimonio, así que era fácil de recrear, pero, de todas formas, trajo consigo un sentimiento extremadamente cálido a su corazón.

Luego de lavarse el pelo y suavizarlo con una crema de peinar de primera línea, JongIn salió del baño, se secó y vistió con sencillez. Si estaban siendo voluntarios en un comedor para niños, entonces debía ser práctico, por lo tanto, los vaqueros y la camisa simple de color blanco más una gorra siempre era una combinación ganadora.

Bajó las escaleras nuevamente, mucho más animado que la primera vez, y fue directamente a la cocina.

Por supuesto que KyungSoo estaba tarareando y cabeceando (él no bailaría en público, no con cámaras alrededor y ciertamente no frente a miles de curiosos de su intimidad y sus mañas secretas), así que JongIn se quedó en el marco por un momento, con las piernas y los brazos cruzados, para apreciar correctamente la escena.

Tan cómoda como la había imaginado. No había nada fuera de lugar, todo era exactamente igual a hace tantos años y esto formó una sonrisa involuntaria en sus labios.

(La canción, además, no ayudaba demasiado a controlar su sentimentalismo ni la agitación desbordante de su corazón).

I've got you, deep in the heart of me.

So deep in my heart that you're really a part of me.

ㅡI've got you under my skin ㅡcantó suavemente, como una confesión de su corazón y de su alma siendo expuesta libre y públicamente, y KyungSoo se dio la vuelta con rapidez, sus ojos se ampliaron ligeramente y su rostro se sonrojó. Tan hermoso. Tan encantador y placenteramente devastadorㅡ. Hey.

ㅡHey ㅡcorrespondió y parecía sin aliento, como si acabara de terminar una maratón especialmente difícil. JongIn se acercó entonces, aún sintiéndose suave y sentimental, y apoyó la cadera en el mesón mientras la música continuabaㅡ. Ya casi está la comida... lamento si la música te molestó.

¿Por qué lamentaba algo como esto? Habían estado avanzando en su... relación, o lo que sea que fuera, durante la última semana.

De acuerdo a las actividades anteriores, jugaron en la playa, se extendieron incómodamente sobre un twister, hicieron una competencia de quién comía más picante (fue un error tremendo) y bebieron juntos al final del día. Estaban rompiendo el hielo, estaban avanzando, así que, ¿por qué disculparse?

JongIn simplemente tiró de su mejilla y el calor abrasador que estaba experimentando el mayor se extendió y fue fácilmente perceptible para sus dedos.

KyungSoo formó una mueca, sus cejas se arrugaron y su mano cayó sobre su muñeca para tratar de hacerle desistir de su apretón. Lindo. Tan malditamente lindo. JongIn no podía dejar de mirar y apretar la suave carne entre sus dedos.

ㅡ¿Por qué me molestaría? Es Frank, uno de tus favoritos.

ㅡYah, no me pellizques tan fuerte... es solo que no está a la moda, ya sabes... ¡auch, JongIn!

ㅡEsté o no a la moda, Sinatra te gusta, lo disfrutas y sus canciones son buenas. Está bien escucharlo, KyungSoo, sin importar la hora. Ahora vamos a comer o realmente te arrancaré la mejilla y la devoraré en lugar de la comida.

Las pobladas cejas se arrugaron todavía más y KyungSoo alzó un puño a la altura del rostro de JongIn.

ㅡInténtalo y tendrás esto creando pesadillas en tu mente.

JongIn lo soltó de inmediato y alzó ambas manos en son de paz.

ㅡManos libres. Te estoy dejando tranquilo.

Pero JongIn no podía ser completamente honesto, no cuando era un avaricioso de mierda que quería mas de esa expresión, de ese sonrojo y de su nerviosismo mal disimulado.

Entonces, impulsado por su imprudencia, se inclinó peligrosamente cerca y mordió rápida y suavemente la mejilla generosa de KyungSoo. Se alejó de inmediato, y fue bueno que lo hiciera porque el mayor había arrojado un puñetazo hacia el lugar exacto donde se encontraba y ahora parecía muy mortificado.

También era extremadamente adorable.

ㅡDelicioso.

El sonrojo de KyungSoo explotó dramáticamente en sus pómulos y las puntas de sus orejas y él no tardó en acortar la distancia y darle algunos puñetazos fuertes y aterradoramente certeros en el bíceps.

Bueno, quizás esto es algo que merecía, pero no se está arrepintiendo en lo más mínimo (y KyungSoo no tenía que enterarse de ello).

Después de unos cuantos minutos siendo idiotas frente a las cámaras y el equipo de grabación, KyungSoo y JongIn se reunieron en la mesa con un par de sonrisas, Sinatra de fondo y una comida deliciosa y caliente en sus platos.

Era el cielo.

Limpiaron después de comer y JongIn se retiró por un momento para lavarse los dientes; al reunirse de nuevo, las bocinas habían sido silenciadas y KyungSoo se calzaba los zapatos en la entrada. JongIn lo imitó rápidamente y luego salieron para encontrarse con el director, el entrevistador y los manager.

Ellos no fueron filmados, por supuesto, pero cumplieron su papel y los llevaron a uno de los autos. El camarógrafo se subió con ellos y el manager de KyungSoo ocupó el asiento del conductor.

Él les lanzó una mirada significativa por el espejo retrovisor y luego se puso en marcha.

ㅡ¿En dónde queda este comedor público? ㅡpreguntó JongIn con curiosidad y los ojos de KyungSoo se desplazaron hacia al frente, sobre su mánager silenciosoㅡ.

ㅡEstá en el centro. Hay varias pequeñas cedes en toda Busan, pero nosotros estamos yendo a la principal.

ㅡ¿Qué es lo que haremos allá? ㅡfue el turno de preguntar de KyungSoo, suave y amablemente, y el mayor se encogió ligeramente de hombrosㅡ.

ㅡNo puedo decirles nada, tendrán que descubrirlo por ustedes mismos al llegar.

Con su respuesta llegó el silencio y este se extendió por tanto tiempo que JongIn comenzaba a sentirse ansioso.

Miró el perfil de KyungSoo, la rectitud de su nariz, la definición de su mandíbula, los lunares en su cuello y sobre su labio superior y las largas pestañas. Admiró su cabello negro y brillante, la piel pálida y los labios acolchados, y antes de darse cuenta, se encontró susurrando:

ㅡDeberíamos ir a bailar un día.

KyungSoo parpadeó y lo miró con sorpresa. Los pómulos se llenaron con un color muy suave, muy tenue, apenas perceptible, y sus labios se entreabrieron.

ㅡ¿Qué? ¿Ir a bailar? ㅡmurmuró y fue un susurro incrédulo; él estaba obviamente pasmado, el aliento le fue arrebatado y JongIn admiró todo esto con su corazón acelerado y la piel picando por todas partesㅡ.

ㅡSí ㅡdijo suavementeㅡ. Sí, como... no lo sé, ¿recuerdas este pequeño lugar donde la gente se reunía y bailaba canciones suaves durante toda la noche? Me gustaría ir de nuevo contigo.

Esto definitivamente terminó de tintar el rostro de KyungSoo; sus ojos brillantes no se movieron de los suyos y su labio inferior fue atrapado delicadamente por un par de dientes blancos y perfectos.

El manager volvió a mirarlos, enfocándose en ellos durante algunos momentos, pero JongIn no podía tomarlo en cuenta en ese momento. Ni a él, ni a la cámara, ni al camarógrafo. Solo KyungSoo.

ㅡOh... me gustaba mucho ese lugar. ¿Realmente quieres que vayamos juntos?

JongIn entendía sus dudas. El Dance With Me era un local apropiado para los románticos, para las parejas en su zona suave o los matrimonios estables.

Vendían chocolate caliente y bocadillos y reproducían música romántica de época durante toda la noche, cosas suaves y lentas para bailar abrazados, para refugiarse en la intimidad y el calor de su pareja y crear un momento extremadamente dulce. JongIn había llevado a KyungSoo varias veces, y todas y cada una de ellas fueron extremadamente especiales.

Terminaron con ellos sonriendo, dándose suaves besos y, al llegar a casa, haciendo el amor de una forma tan suave y gentil que el sentimiento perduró en la memoria de JongIn incluso hasta ahora.

JongIn no había vuelto a ir al Dance With Me, era imposible hacerlo solo o llevar a alguien mas allí, pero si era KyungSoo, si era con él... entonces JongIn solo podía desear volver.

ㅡQuiero ㅡfue su respuesta, corta y concisa, completamente seguro de sí mismo y de sus deseos, y KyungSoo lo miró por un momento más y luego sonrió de esa forma tan linda suya y, mierda, JongIn temía que su corazón saliera de su pecho para vomitar todos sus sentimientos frente a élㅡ.

ㅡEntonces está bien; vayamos un día, JongIn ㅡacordó con gentileza, su voz acariciando su oído dulcemente, y JongIn extendió una sonrisa para élㅡ.

Esta vez, el silencio fue mucho más cómodo y estuvo cargado de promesas e ilusiones difíciles de romper.

El auto había salido completamente de la zona de clase alta y se zambulló en el tráfico soportable de Busan temprano por la mañana.

El manager de KyungSoo condujo relajada y tranquilamente por las calles concurridas, acercándose de forma segura y constante a algún punto en específico de la ciudad.

Fue de esta manera como llegaron a un edificio bastante amplio, limpio y con algunos camiones estacionados al frente. Parecía un almacén que había sido adquirido y adaptado para hacer el comedor y JongIn no se sorprendería en absoluto de que fuera así.

Ya había algunas personas en la entrada del edificio esperando por ellos, así que cuando llegaron y el manager aparcó en un lugar vacío, KyungSoo y JongIn se bajaron del auto y fueron recibidos de inmediato por una mujer de mediana edad, con rostro de rasgos fuertes y cuerpo regordete. Su cabello negro estaba atado en un moño alto y sus labios delgados estaban formando una sonrisa de bienvenida.

Fue esta sonrisa la que les hizo saber que, de hecho, ella era suave y gentil.

ㅡHola, es un placer conocerlos a ambos ㅡfue su saludo, cálida y cordial, y KyungSoo y JongIn procedieron a inclinarse y estrechar manos con un par de sonrisasㅡ. Soy YunAh, la encargada de Sonrisas y Barriguitas, y me complace y hace muy feliz que hayan aceptado nuestra invitación.

ㅡMucho gusto, YunAh-noona, mi nombre es KyungSoo y este es JongIn; nosotros realmente tenemos que agradecerle por tomarnos en cuenta para participar en esta iniciativa.

JongIn asintió, mostrando prontamente su apoyo, y YunAh amplió su sonrisa. Entonces su rostro dejó de verse aterrador y ella en ese momento lució realmente encantadora.

ㅡNo hay que agradecer, no hay que agradecer. Ahora, ya que han llegado justo a tiempo, ¿les parece si damos inicio al recorrido y luego nos ponemos a trabajar?

ㅡPor supuesto ㅡaceptó JongIn de inmediato y YunAh aplaudió un par de veces y luego exclamó con entusiasmo:ㅡ.

ㅡ¡De acuerdo! ¡Vamos a ello entonces!

YunAh los llevó hacia el edificio, abrió la puerta y los dejó entrar de primero. JongIn se hizo a un lado para recibir a KyungSoo y a la mayor y luego pudo apreciar lo que era en realidad Sonrisas y Barriguitas.

Era, como lo había pensado en un inicio, un almacén que había sido remodelado y adaptado a las necesidades de los ocupantes. Había grandes y extremadamente largas mesas llenas de sillas de plástico limpias y bien ordenadas, una zona de recreación a la izquierda donde descansaba un televisor mediano en la pared y varios cojines de colores y aspecto cómodo, un par de sanitarios y una hilera de duchas cubiertas a la derecha y, al fondo, un par de puertas amplias.

ㅡPara darles un poco de conocimiento respecto a nuestra fundación, comenzaré relatando una breve charla sobre la historia de Sonrisas y Barriguitas. Inicialmente este almacén pertenecía a una fábrica de muebles que se mudó a Seúl hace aproximadamente diez años; el espacio no estaba siendo utilizado, así que un grupo de personas y yo decidimos comprarlo y darle un uso mucho más significativo.

»Éramos realmente pocos en el colectivo, podría decirse que alrededor de siete u ocho personas, pero teníamos el mismo corazón y la misma determinación de hacer un cambio en nuestra ciudad. En un inicio insistimos en pedir ayuda al gobierno para obtener una especie de subsidio, pero no tuvimos mucho éxito, así que tuvimos que arreglárnosla por nosotros mismos. Construimos algunas mesas e hicimos charlas en las comunidades cercanas para exponer nuestro proyecto, y de esta manera conseguimos algunos alimentos. Las ahjummas de algunos restaurantes donaron ollas y demás implementos y los comerciantes rebajaron el precio de sus alimentos para nosotros, y así esto fue tomando forma.

»Fue gracias a un trabajo colectivo y el deseo de ayudar a los mas necesitados lo que nos unió y permitió completar este trabajo.

YunAh les explicó que luego de eso la voz comenzó a rodar y hubo algunas publicaciones en las redes sociales, y gracias a eso consiguieron la atención que cualquier fundación comunitaria necesitaba.

Llegaron algunos voluntarios, otros comerciantes dispuestos a ayudar a cambio de propaganda comercial y también algunas donaciones. Fue gracias a ellas que obtuvieron las cosas que Sonrisas y Barriguitas posee actualmente.

ㅡTambién nos ayudó mucho que Go Go Friend! hiciera una asociación con nosotros y nos permitiera invitar a algunos famosos para tener más alcance en el público en general.

Esto despertó la curiosidad de KyungSoo, que se inclinó ligeramente hacia ella, y preguntó suave y amablemente, sin parecer entrometido en lo más mínimo:

ㅡ¿Hay algunos famosos apoyando activamente a Sonrisas y Barriguitas?

YunAh cabeceó y con esto les hizo saber que lo que vendría a continuación no era una respuesta muy satisfactoria.

ㅡNo muchos; quienes nos ayudan públicamente son HwaSa, Choi SiWon y Cha EunWoo. Por supuesto, hicimos muchas invitaciones anteriormente pero fuimos rechazados algunas veces; no nos molesta, muchos artistas quieren que el público tenga un programa divertido y nosotros sabemos que no es lo que podemos ofrecer, después de todo, pero nunca dejamos de intentarlo. Por eso nos hace felices tenerlos a ambos el día de hoy.

JongIn se había sentido un poco enojado en su interior. Había un nudo apretado en su pecho y una espina molesta clavada en algún lugar incómodo al saber esto.

Por supuesto, YunAh fue amable y precavida al momento de hablar sobre esto, después de todo, había una cámara grabando activamente y si decía algo inadecuado podría llevar algunos problemas a alguien más; pero, de todos modos, JongIn sintió un trago amargo.

Porque era triste y decepcionante que no hubiera tantos voluntarios que quisieran ayudar a los niños sin hogar, que hay tantas personas en el medio con la posibilidad de extenderles una mano y, no obstante, rechazaron esto bajo la excusa de la falta de diversión y ligereza... era una mierda.

Joder, JongIn sentía debilidad por los niños, además, él también tenía dos sobrinos pequeños y le dolía horriblemente ponerlos en la posición de estos pequeños desafortunados. ¿Por qué los demás no podían verlo de esa manera?

La mano tomando la suya repentinamente lo sacó de su estupor y JongIn miró a KyungSoo de inmediato. Él lo miraba comprensivamente, con una sonrisa conocedora extremadamente dulce y tierna, y su corazón saltó y su cuerpo pareció relajarse con su contacto, con sus ojos y con los recuerdos.

JongIn sintió un tirón en el corazón, un halo de melancolía y un poco de tristeza, pero él solo pudo asentir suavemente y devolver el apretón con gentileza.

No había más por hacer. No realmente.

ㅡNosotros prometemos quedarnos de principio a fin, YunAh-noona. Esto es muy importante para JongIn y para mí, así que te daremos la ayuda que necesites. Solo dinos lo que quieres que hagamos e iniciaremos de inmediato.

YunAh rió suavemente y les dio unas cuantas palmaditas que sirvieron para aumentar el ánimo y dejar atrás la nube negra que pareció posarse sobre su cabeza. JongIn finalmente sonrió y se obligó a sí mismo a destensarse.

ㅡ¡Muy bien, jóvenes entusiastas, comencemos entonces! Sé de primera mano que KyungSoo es muy bueno en la cocina y que JongIn no lo es tanto, ¿correcto? Entonces te irás conmigo para preparar el almuerzo, KyungSoo, y JongIn podría ayudar a descargar la comida que ha llegado recientemente. ¿Haces entrenamientos regularmente, verdad?

JongIn asintió con seguridad y se dio una palmadita en el pecho.

ㅡLo hago, noona.

ㅡDe acuerdo, eso es bueno porque afortunadamente han llegado bastantes cestas de verduras y algunos sacos de arroz. Traeré unos guantes para ti, mientras tanto vayan preparándose, chicos.

YunAh se despidió momentáneamente de ellos y, al encontrarse solos, KyungSoo se acercó un poco más a él, colocó su mano en su antebrazo y lo acarició tiernamente.

ㅡOye, ¿está bien que te esfuerces de esa manera? Tu lesión en la cadera me preocupa.

Su voz fue suave y pausada, susurrando un poco y mostrando de una forma muy linda y agradable su temor. En respuesta a esto, JongIn colocó una mano sobre su coronilla con una sonrisa y le acarició el pelo para reconfortarlo.

ㅡEstá bien, no te preocupes demasiado; sé cuáles son mis límites y voy a asegurarme de no traspasarlos.

ㅡHmm... ¿te encuentras bien? ㅡpreguntó ahora y JongIn enterró un poco más sus dedos en la profundidad y la espesura de su cabello suave hasta arrancarle un suspiro bajoㅡ.

ㅡLo estoy. ¿Cómo estás tú?

ㅡBien. He aprendido a lidiar con ello.

ㅡEso me hace muy feliz.

Los ojos de KyungSoo crearon una mirada comprensiva.

ㅡTú también tienes que hacerlo, ¿recuerdas?

ㅡSí, lo hago. Estoy en ello, te lo prometo.

ㅡEso es bueno.

También estás aquí y tu presencia es fundamental para superarlo. Me sanas, KyungSoo. Me haces sentir seguro.

YunAh volvió y con ella llegaron los deseos de trabajar duro. JongIn se colocó los guantes con soltura y escuchó las instrucciones de la mayor con atención.

Había un par de hombres esperando por él afuera y ellos lo ayudarían a descargar el camión que había llegado en la mañana, juntos llevarían todo al almacén que ya se encontraba abierto y luego podría comenzar a limpiar las mesas y ayudar a servir la comida en los tazones cuando estuviera lista.

JongIn asintió a sus indicaciones y se despidió de ambos con una sonrisa. El segundo camarógrafo, que había llegado después de ellos, se unió a él y comenzó a filmarlo en silencio.

ㅡTrabajaremos muy duro a partir de este momento, así que espero que no te sientas aburrido viéndonos. Esta actividad es muy importante, también es bueno concientizar a la sociedad y aprender a mirar mucho más allá de nosotros mismos y la superficialidad de las cosas. Hay personas que no pueden permitirse nada en esta vida, y por eso debemos ser empáticos y tener un corazón más puro y solidario. Creo que es algo que necesitamos excesivamente en este país ㅡdijo seriamente mientras caminaba hacia el camión, mirando a la cámara de vez en cuando y utilizando un tono ligero para no crear incomodidad en el públicoㅡ.

El camarógrafo le dio un breve asentimiento y eso fue lo que necesitó para saber que esto se quedaba en el rodaje.

Luego de eso no hubo mucho tiempo para hablar.

JongIn estaba realmente ocupado llevando cestas de verduras, sacos de arroz, harina, azúcar, pescado y algas al almacén. Había carne también, pero debido al alto costo era un poco escasa para ser generosos con la comida (tal vez se trató de algún presente de uno de los tres famosos colaboradores con el comedor). JongIn también estaba llevando sacos de papas y varias cajas medianas relativamente pesadas.

Fue todo un trabajo físico que necesitó mucha resistencia; también fue increíblemente caluroso y agotador. El sol de Busan era despiadado y eso lo agitaba, también comenzaba a sentir una ligera incomodidad en su cadera y sabía que tenía que detenerse pronto, pero JongIn no pudo hacerlo (a pesar de lo que le había dicho a KyungSoo anteriormente).

No quería parecer un quejica ni un debilucho, él realmente estaba poniendo su corazón en este trabajo y por esa razón se obligó a seguir adelante.

Finalmente, un par de horas más tarde y con mucho sudor corriendo por su frente, JongIn llevó una mano a su cadera y compuso una mueca breve.

El camarógrafo se acercó de inmediato y preguntó con preocupación:

ㅡ¿Te encuentras bien, JongIn-ssi?

JongIn miró al hombre robusto tras la cámara, le dio una sonrisa y alzó un pulgar. Alejó de inmediato la mano de la cadera y se irguió rápidamente para parecer compuesto.

ㅡEstoy bien, no te preocupes. Ahora que he terminado iré adentro, me lavaré un poco y luego me reuniré con KyungSoo.

ㅡDeberías descansar por un momento.

JongIn asintió y le dio un par de palmaditas al hombre.

ㅡLo haré, sé que me he excedido, así que no provocaré preocupaciones innecesarias. Voy a deshacerme del sudor y luego tomaré asiento por algunos minutos, ¿está bien?

Un chico de la producción, que se encontraba bastante cerca de ambos, le informó que podría ducharse en uno de los cubículos privados en el almacén porque manager-hyung había traído un conjunto de ropa limpia para él; JongIn no desaprovechó la oportunidad, así que esperó a que su manager se reuniera con él para recibir los artículos y las prendas y luego caminó hacia el interior del almacén.

Esta vez no fue seguido y JongIn pudo suspirar con alivio. La verdad es que se encontraba algo adolorido y las punzadas en su lesión eran incómodas cuando caminaba, entonces decidió que sí, lo más sensato era descansar.

Tomó su celular de todas formas y llamó rápidamente a su manager para ponerlo al corriente antes de recibir una regañina por no habérselo dicho.

ㅡ¿JongIn? ¿Pasa algo?

Encerrando en el baño, JongIn dejó los artículos en un gancho y se quitó los zapatos y los dejó a un lado para que no se mojaran.

ㅡSí... hyung, me duele la cadera.

Hubo un pequeño silencio y luego se escuchó la exhalación pesada del mayor.

ㅡRayos, JongIn. ¿Qué tan malo es?

ㅡNo tanto, apenas una molestia cuando camino.

ㅡBueno, no estás aumentando esa molestia. Después de ducharte asegúrate de descansar; voy a buscarte una pastilla para el dolor o algo.

ㅡTe lo agradezco, hyung.

ㅡNo lo hagas y solo cuídate, niño imbécil.

JongIn rió por lo bajo con buen humor.

ㅡLo haré mejor la próxima vez, te lo prometo.

ㅡMas te vale, chico, o te patearé el culo hasta lesionarte otra cosa. ¿Algo más que confesar?

ㅡNo, solo eso.

ㅡDe acuerdo, entonces dúchate y luego me reúno contigo para darte el medicamento.

ㅡVale. Eres el mejor, hyung.

ㅡLo sé.

Finalizó la llamada después de eso y luego se desnudó y se metió bajo la regadera. Dejó que el agua fría lavara la suciedad de su cuerpo y cerró los ojos bajo el chorro activo por un par de minutos.

Sabiendo que no tenía demasiado tiempo para perderlo ahí, JongIn se bañó rápidamente, se secó y vistió y luego se puso en marcha hacia la cocina. Al llegar se sintió un poco sorprendido al ver a cinco personas haciéndose cargo de sus propias tareas. Olía delicioso, también, y KyungSoo parecía un pez en el agua mientras trabajaba en equipo.

Manager-hyung ya lo esperaba con una expresión ilegible y JongIn trató de sonreír para calmar sus ánimos. No funcionó, por supuesto, y de todas formas recibió un regaño.

ㅡAquí tienes. Tómalo y quédate quieto por al menos veinte minutos; no quiero que empeores.

Manager-hyung le tendió la pastilla y un vaso de agua. JongIn los recibió con un asentimiento y miró de reojo a KyungSoo, que se encontraba atento a él y le miraba con una ceja alzada y una mueca en los labios. Él se había dado cuenta de lo que ocurría y, honestamente, se sintió un poco avergonzado.

JongIn dejó la pastilla en su boca y la tragó rápidamente, sintiendo los pasos acercándose a ellos, y cuando terminó, se encontró de lleno con su exesposo luciendo un par de cejas fruncidas y una mueca en los labios.

ㅡ¿Qué sucedió? ¿Hyung? ㅡle preguntó directamente a su manager porque sabía que no obtendría nada de él y el mayor se cruzó de brazos y no hizo nada por desviar su atención del tema. Él lo expuso completamenteㅡ.

ㅡA JongIn le duele la cadera. Le estoy diciendo que se tome un descanso por un momento, así que si puedes hacerte cargo de la transmisión por un tiempo te lo agradecería mucho, KyungSoo.

KyungSoo volvió a mirarlo y esta vez encontró una pizca de enojo fusionado con preocupación y un poco de juicio. Genial.

ㅡDijiste que te cuidarías, que conoces tus límites y no los traspasarías.

ㅡNo es tan malo, apenas es una pequeña molestia... era inevitable sentirlo.

Las cejas de KyungSoo se fruncieron aún más y JongIn supo que la había cagado. Suspiró largamente y se acercó al mayor, le acarició el pelo y luego tironeó de un mechón oscuro para atraer su atención nuevamente a su rostro.

ㅡHey, tranquilo, estaré bien. Voy a descansar ahora, ¿de acuerdo? El dolor pasará.

ㅡDebes tener cuidado, JongIn, tú...

ㅡLo sé, lo sé, siento decepcionarte, cariño; no ocurrirá de nuevo, te lo prometo.

Su manager y KyungSoo cambiaron sus expresiones al escucharlo y el corazón de JongIn dio un salto al darse cuenta de lo que había dicho. No se arrepintió, sin embargo, y se mantuvo firme. Lo hizo mientras las cejas de KyungSoo se aflojaban, lo hizo mientras su manager carraspeaba y lo hizo cuando sus propios sentimientos explotaron en su corazón.

Al final, ninguno dijo nada al respecto y KyungSoo solo se lamió los labios, hundió sus hombros y asintió suavemente.

ㅡEstá bien ㅡmurmuró tímidamenteㅡ, está bien, solo cuídate a partir de ahora, ¿vale? Hyung, iré a la cocina ahora. Grabaré mientras JongIn descansa un poco y pondré al tanto a YunAh-noona.

Manager-hyung asintió y lo dejó ir con un par de palmaditas en el hombro. KyungSoo volvió a mirarlo y finalmente se fue.

Una vez solos, el mayor le miró con atención y preguntó por lo bajo:

ㅡ¿Tú estás...?

JongIn le lanzó una mirada y esto cortó por completo lo que él había intentado decir. Manager-hyung conectó sus ojos con los suyos y obtuvo rápidamente su respuesta a juzgar por la larga exhalación y el asentimiento posterior.

ㅡYa veo. Bueno, ten cuidado, JongIn. No es bueno que pisen en falso y las cosas terminen yendo mal para ambos.

ㅡLo sé.

ㅡBien... me iré ahora. Siéntate, chico, y descansa bien.

Él también dejó algunas palmadas suaves en el hombro de JongIn y luego se retiró de la cocina. JongIn observó la espalda delgada y estrecha de KyungSoo por un momento más, y cuando se encontró satisfecho, dio media vuelta y tomó asiento en una de las tantas sillas en el comedor vacío.

Entonces simplemente se mantuvo ahí y esperó que el dolor pasara.

.

JongIn finalmente se puso de pie cuando la comida estuvo casi lista y tres o cuatro mujeres se acercaron para limpiar las mesas y acomodar las sillas. Recibió un paño húmedo de una mujer mayor sonriente y él las ayudó de inmediato.

Limpió concienzudamente y arregló la hilera de sillas, y cuando todo estuvo listo y los cocineros dieron el visto bueno, abrieron la puerta del almacén. JongIn se reunió con KyungSoo mientras esto ocurría y su exesposo le lanzó una mirada clínica, tratando de captar algún cojeo o una mueca al caminar. Sin encontrar nada de esto, sus delgados hombros se relajaron y extendió para él una pequeña sonrisa aliviada.

ㅡ¿Estás mejor? ㅡfue lo que lo recibió al llegar a su lado y JongIn asintió tranquilamenteㅡ.

ㅡLo estoy; te dije que no tenías que preocuparte por nada. ¿Necesitan ayuda aquí?

YunAh asintió y le pasó un gorro para que se cubriera el cabello y un par de guantes transparentes.

ㅡSí, sí. Las ahjummas se han ido para darles la bienvenida a los niños así que necesitamos un par de manos aquí para que nos ayuden a servir la comida.

JongIn lo aceptó fácilmente, se posicionó junto a KyungSoo, justo frente a una olla gigante llena de vegetales salteados de delicioso aroma, y sus labios comenzaron a alzarse cuando una fila de pequeños niños sonrientes y entusiasmados comenzaron a llegar.

Así, JongIn tomó el primer tazón vacío a su alcance, lo llenó y trabajó en conjunto con las demás ahjummas para darle alimento a los pequeños.

Los niños estaban en una escala que iba desde los cuatro a los doce años aproximadamente. Todos eran pequeños, se veían delgados para la edad que tenían y llevaban ropa desgastada, mas no sucia ni dañada.

JongIn se dio cuenta del por qué. Ellos podían usar los baños para asearse, ver la televisión por un par de horas para entretenerse y recibir ropa y zapatos donados cuando lo necesitaban.

No era demasiado, pero podían tener al alcance una ducha, ropa en buen estado y algo caliente en el estómago.

Aún así, es realmente poco para un niño. ¿Qué pasa con sus otras necesidades? ¿Y los padres de todos ellos? Es doloroso.

Y lo era, vaya que sí. JongIn tenía el corazón apretado al ver tantos niños llegando y sentándose en las mesas y sabía que afuera debía haber muchos más tratando de obtener algo para sí mismos. Era una lucha diaria para sobrevivir y esto lo estaba jodiendo de muchas maneras.

Suspiró cuando terminaron de servir la comida y apreció todo a su alrededor. Él escuchó el sonido de los palillos golpeando los tazones, algunos murmullos y risitas estridentes y vio las mejillas infantiles llenándose, los ojos brillando con alegría al encontrar la comida deliciosa y la manera obvia en la que trataban de comer lo más lento posible para llenar un poco mejor sus pequeños estómagos.

Era difícil. Muy, muy díficil.

YunAh se quitó los guantes y se acercó a ambos; la cámara apuntaba en su dirección y la conversación que daría inicio sería captada fácilmente por ella.

ㅡSon tantos ㅡdijo JongIn en voz baja, sin dejar de mirar el almacén atiborradoㅡ. Tantos de ellos y con tan pocas posibilidades... ¿cómo pueden mantenerse en pie con los gastos que hacen todos los días?

ㅡLo conseguimos mayormente por la ayuda de HwaSa; ella es muy buena y viene de vez en cuando para ayudar, pero admito que en el inicio fue muy díficil. No teníamos ningún apoyo y estos niños contaban con nosotros después de haber sido olvidados por todos. Ahora, aunque contamos con un poco de ayuda, la presión es aún más grande porque son mucho más numerosos que antes y cuesta trabajo conseguir los alimentos a un precio más bajo... pero, a pesar de las dificultades, sigue siendo una responsabilidad que decidimos tomar y de alguna u otra manera haremos que las cosas funcionen por el bien de nuestros chicos. Hemos luchado duro hasta ahora y seguiremos haciéndolo en el futuro para ayudarlos. Creo que esa es la misión de vida que tenemos.

JongIn guardó silencio después de eso y volvió a enfocarse en el panorama ante él. Se preguntó entonces cuál era la misión que tenía en este mundo, qué debía hacer para encontrar la máxima satisfacción y verse de la misma manera orgullosa que YunAh... sea lo que sea, quería saberlo.

Porque en ese momento, más intensamente que nunca, se sentía disperso.