Habían pasado exactamente tres días y EunWoo ya estaba resintiendo la ausencia del joven, a tal punto de que prefería estar todo lo que restaba del día se la pasaba en la habitación de Sanha para no echarlo tanto de menos. La oficina se había vuelto aburrida no había un jefe que le estuviera hostigando en tener todo en orden, y no es que no le gustara tener todo en orden, pero le molestaba mucho el hecho de que estuvieran detrás de él como si no lo hiciera.

Lo peor de todo es que no ha podido disfrutar del cuerpo de su flamante amante en estos tres días. EunWoo ya se sentía ansioso, sin contar que Sarang lloraba en la noche ya que no estaba el menor para arrullarla.

Sarang, papi también quiere llorar por que no está Sanha, pero él está haciendo su trabajo. –Dijo mientras meseaba a la bebé para que dejara de llorar, y es que la bebé antes de Sanha no necesitaba ser arrullada para dormir y aunque por una parte esto le dificultaba las cosas a EunWoo por otra parte se sentía algo engreído por los mimos que su bebé recibía por parte de Sanha. ¿Realmente te agrada? –Le miró a Sarang. A mi también. ¿Estará despierto? Vamos a llamarle, te echaré la culpa. –Tomó su teléfono para comenzar a llamarle por medio de una videollamada.

Hola. –Dijo EunWoo mientras sostenía a la bebé, Sarang sonrió al ver a Sanha por medio de la videollamada, cosa que no pasó desapercibida para ambos.

Hola...

Sarang deseaba verte. –Se excusó torpemente, y es que él también deseaba verlo. ¿No es así Sarang?

¡Sarang! –Sonrió Sanha mirando como la bebé levantaba sus brazos en dirección hacia él. ¿Cómo estás princesa? Adivina que te compre. –Se salió un poco del cuadro de la llamada para ir por una cajita a la mesa de noche, para regresar y mostrarle un collar de plata con un dije de un osito con incrustaciones de diamantes rosas. Mira, son diamantes rosas, ¿te gusta? –Preguntó juguetonamente haciendo que la bebé reaccionara alegremente. Claro que te gusta.

Sanha... -EunWoo trató de reprenderle, pero eso quedó de lado cuando Sanha le dio esa mirada de que no lo haría cambiar de opinión.

Déjame consentirla un poco. –Replicó. Me invitaron a la nueva colección de scharovsky y recordé que a Sarang le gustan los ositos. –Y es que cuando vio el bonito collar no pudo evitar en pensar en Sarang que le gustan los ositos. ¿No es así Sarang? –La bebé parecía que le estaba respondiendo con entusiasmo. También compré algo para usted. –Las mejillas de Sanha tomaron un poco de color ya que le había comprado un reloj para que pudiera lucirlo con sus brazos marcados.

¿Cuándo regresas? –Preguntó sin rodeos, no quería sonar desesperado, pero realmente extrañaba al joven.

Dentro de las dos semanas que le dije, no hay ningún cambio... ¿por qué? ¿me extraña? –Le miró expectante, con la esperanza de que el mayor le declarara algo más.

Lo hago, sobre todo cuando no puedo ponerte en cua... -Fue interrumpido por un avergonzado Sanha, no pensó que al mayor se le dificultara ser tan sincero y sin filtro.

¡Cha EunWoo! –Sus mejillas tomaron color, daba gracias que la luz de la lámpara hacía que pasara desapercibido.

Estaba mostrando mis sentimientos... -Le miró con ese brillo especial en su mirada cuando están en la intimidad.

No era necesario y más cuando Sarang está presente. –Sanha rodó los ojos. Se ve algo cansado, pudo notar ligeramente las ojeras en el rostro del mayor.

Estos días que no has estado, batallo para que Sarang duerma. –No deseaba sonar dramático pero podía notar perfectamente cómo su bebé echaba de menos al joven. Está muy acostumbrada a ti. –Se atrevió a decir.

Lo siento... -Sonrió tratando de disculparse. Mañana dile a nana si puede cuidarla en la noche.

¿Para? –Frunció el ceño.

Debe darse un poco de tiempo. –Respondió Sanha como si fuera lo más obvio. Salga con sus amigos, tiene casi más de un mes que no sale. –No quería decir por que, pero ambos estaban conscientes que la mayor parte cuando terminaban sus responsabilidades con Sarang, se la pasaban en la cama y no precisamente para dormir.

Me da pena con tu nana sabiendo que es para salir. –Por más que se sintiera cansado el podría apañárselas solo, como antes lo ha hecho, pero el problema está en que ya no lo estaba, Sanha parecía estar en todo de su vida y era algo que agradecerá eternamente.

Ella está encantada con Sarang. –Sonrió. Mañana hablaré con ella, no se preocupe tanto yo me encargo. –Sabe lo mucho que EunWoo se esforzaba por cuidar a Sarang y esa era única manera de poderlo apoyar estando lejos.

Bien, tu ganas. –Ya no se resistiría a las ordenes del menor. Sanha...

¿Si? –Le miró atento.

Con respecto al señor kang...

Lo despedí porque intentó vender información de nuestros clientes, eso es ilegal. –Su mirada se relajó. De no ser por ti, se hubiera salido con la suya y hubiera tenido problemas legales con mis clientes.

No mames... -EunWoo se dio cuenta que si era grave el asunto.

EunWoo, la bebé está contigo. –Ambos vieron que la bebé se había dormido.

No mames, ¿ya se durmió? –Solo había hablado Sanha para que la bebé pudiera tomar el sueño. Espera, iré a acostarla a su cuna, ¿puedo llamarte todas las noches? –Le miró suplicante, una vez que se volvió a acomodar en la cama.

Si...

¿Qué pasará con él? –Preguntó queriendo saber el chisme ya que los grandes guardaespaldas lo había asustado.

Lo despedimos, pero le liquidamos bien y firmó un contrato de confidencialidad sin fecha de expiración. –Le restó importancia, aunque EunWoo podía percibir una vibra medio oscura en la mirada del joven, pero era obvio que es por la guerra que su primo ha comenzado para la tomar la presidencia de todas el conglomerado Yoon. Y no presentaremos cargos, al menos que él decida hacer un escándalo, ese fue el acuerdo.

Parece que ya lo tienes todo calculado. –Soltó.

Si. –Sanha sonrió orgulloso. Igual si no fuera por ti, se habría salido con la suya.

Solo hice lo correcto. –De hecho no lo hizo por que fuera correcto, era por que no deseaba ver en problemas a Sanha por culpa del primo.