- - - ﹝Muchas gracias por leer ♡﹞ - - -

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📌CONTEXTO :

Xiao XingChen tiene un adorable secretario que debe entrenar para su puesto,  y aunque el chico híbrido, felino,  parece hacer su mayor esfuerzo para el puesto...  XingChen sólo puede concentrarse en lo esponjosa que es su cola y orejas y quiere saber si aquellas se sentirían tan suaves como las de un felino...  Esperen, ¿Por qué un abogado respetado pensaría en eso?

   
📌 Agradecimiento a XUE_YUWAKU por la idea xd,  tremenda lluvia de ideas ahre
 
Nota : Personajes muy OOC xdxdd

 
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El felino tocó la puerta y él sólo mencionó y leve "pase" para que el otro ingrese con los documentos en sus manos,  su cola se meneaba ligeramente en el aire y sus tiernas orejas de gato se movían de un lado a otro al detectar sonidos. No había casi nada más adorable que aquel chico en estos instantes...

— Aquí están los papeles del caso Qi — dejó los papeles en la mesa del medio, a una distancia considerable del escritorio donde estaba su jefe —¿ne-necesita algo m-más,  joven Xiao? — preguntó, claro, ahora sonrojado y con las orejas agachadas... Eso era lo más adorable del mundo y nada que viera podría ganarle a esa escena frente a él.

— Por ahora no, ¿cuando era la reunión con el señor Lan? — cuestionó, luego de teclear algo en su celular y levantarse para dirigirse a donde estaba el híbrido.

— Hum,  A las ocho de la mañana,  el día sabado... — respondió nervioso, su cola dejó de moverse en cuanto XingChen estaba justo frente a él.

— De acuerdo, ¿puedes informarle al señor Jiang que lo atenderé mañana en la tarde? A las... — vió el reloj en su muñeca y luego regresó la vista a la mirada del felino, quién se sonrojó de nuevo y desvío la mirada — a las tres de la tarde, A-Yang.

— S-Sí, — asintió,  luego se fué de su oficina.  XingChen vió la cola del felino volver a moverse,  le parecía algo gracioso la reacción que este daba cuando se le acercaba,  era como un gatito que al menor rastro de algo se espantaba y trataba de esconderse.

Recogió algunas hojas de la mesa, de las que acababa de traer su tierno secretario, y fingiendo que las leía veía por su ventana interna como el felino apuntaba las cosas en una agenda que tenía personalizada, era la que XingChen le había regalado como una bienvenida, ahora en vez de esa portada sin vida, tenía varios dibujitos alrededor,  unos stickers y las iniciales del felino con unos toques adicionales,  era cómica la inocencia de aquel chico.

Suspiró y se obligó a revisar los documentos con la atención debida, y para ello... Cerró la cortina para no distraerse viendo a su secretario.

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Llegaba tarde a la reunión con su jefe y compañeros,  no podía creer que se había quedado dormido cuando justamente se había acostado temprano y se había colocado más de dos alarmas para despertarse temprano.

Su corbata estaba desaliñada, su camisa estaba mal abotonada los dos botones de pecho y le faltaba peinarse, sin duda había despertado y como pudo se vistió y corrió a tomar el carro para que lo lleve a su trabajo, en el ascensor intentó tranquilizar su respiración, apenas la puerta del ascensor se abrió dejó ver al híbrido que veía la hora en su celular.

— ¿ya empezaron la reunión? — preguntó, saliendo del ascensor,  Yang dió un ligero salto por el susto pero se compuso rápido, al ver a su apuesto jefe desarreglado su corazón latía rápidamente, pero se obligó a guardar su compostura, hizo una reverencia mostrando sus respetos y asintió.

— Hace unos cinco minutos, — afirmó, XingChen mordió su labio,  sintió unas suaves manos pequeñas dirigirse a su camisa, la cuál desabrochaba algunos botones para volver a abotonarlos correctamente, se quedó estático viendo al menor, este parecía morder su labio a más no poder intentando no salir corriendo de los nervios, luego esas ágiles manos se movieron a su corbata, la cuál acomodó como era debido, por último al elevar el rostro el menor chocó la mirada con el mayor que llevaba rato viéndolo, sintió sus mejillas teñirse de rojo pero siguió con su trabajo con sus finos dedos intentó peinar un poco mejor a XingChen, para que de una mejor impresión que la de hace unos momentos.

— Li-Listo. — susurró, XingChen sintió su corazón latir rápido, sentía que tal vez este podría salir despedido de su pecho en cualquier momento, le dedicó una tierna sonrisa que hizo agachar el rostro a Yang.

— Muchas gracias, A-Yang — aprovechó el momento y llevó su mano a la cabeza del híbrido, acarició la zona media y chocaba con sus llenas de los dedos las orejas sutilmente,  y confirmó lo que pensaba, era muy suaves y parecían las de un gato de verdad.

Un carraspeo los hizo separarse rápidamente.

— ¿interrumpo algo? XingChen, te esperamos en la reunión — dijo Song Lan, XingChen se regañó mentalmente pero se obligó a sonreirle a su amigo.

— Lo siento, acababa de llegar... Vamos a la reunión — mencionó, dejó a Xue Yang con la mirada agachada y de seguro avergonzado y se retiró a la sala de reuniones junto a Song Lan quién lo puso al día de algunos anuncios que ya estaba dando el señor Lan Qiren.

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Cuando se retiró del tribunal, hablaba a un costado con su cliente, especificando que sin pruebas concretas no podrían acusarlo de nada,  si eran falsas la parte acusatoria sería la que iría a juicio por falsificación.  Cuando escuchó algunos gritos en un pasillo cercano, la gente empezó a murmurar y XingChen junto a su cliente se acercaron a el lugar.

De inmediato divisó a un chico de cola y orejas negras siendo regañado por un señor de vestimenta de traje,  parecia alguien de avanzada edad y este sólo le daba gritos a... ¿¡ese chico al que le gritaban era Xue Yang?!

El híbrido daba reverencia tras reverencia disculpándose,  XingChen frunció el ceño al no entender el porqué de la situación así que se acercó para escuchar claramente lo que ese viejo le gritaba a su secretario.

— ¿¡Acaso los del bufete de abogados de Lan no se dan cuenta que no deben contratar fenómenos como tú?! ¡eres un fenómeno! — le gritaba, XingChen trató de contener su enojó suspirando y apretando sus puños;  estas escenas eran algo... "Clásicas" de ver lamentablemente,  con la reciente existencia de los híbridos en China, mucha gente los discriminaba y maltrataban , acudiendo a la excusa de que ellos NO eran humanos ni personas normales. — ¿Quién contrataría a un asqueroso híbrido como tú? ¡Lárgate de una vez! — exclamó molesto.

— lo siento, señor... Lo siento — daba disculpas, ¿por qué se disculpaba?

— Sólo sabes pedir disculpas, híbrido asqueroso.. — elevó la mano y antes de que la impacte contra el chico que ya temblaba y sollozaba,  Xiao sujetó la mano. — pero qué...

— Le pido amablemente que se retracte de sus palabras, le pida  disculpas y no haga más escándalo — mencionó y apretó la mano del señor, este se quejó levemente del dolor — o me veré  obligado a levantar una demanda por discriminación,  intento de agresión y obstrucción a paso publico al estar haciendo un escándalo en un lugar como la corte,  también por escándalos en vía pública. — habló serio pero con una sonrisa ligera en el rostro, el señor quitó su mano bruscamente y retrocedió unos pasos,  mirando mal al abogado.

Este por otro lado, sujetó al chico de la muñeca y lo colocó tras suyo para que el señor no pueda alcanzarlo con facilidad si intentara atacarlo denuevo.

— Agh, no pediré disculpas... Que asquerosa excusa, no sabía que los abogados se encargaban ahora de hacer caridad con esas cosas — señaló al híbrido, quien agachó sus orejas y su cola quedó colgada sin moverse, en un rápido movimiento se abrazó a la espalda del abogado, XingChen se quedó asombrado pero no mencionó nada y sólo acarició las pequeñas manos del menor que estaban en su torso.

— No es caridad, es justicia... Si usted cree que no lo es, pues no puedo decirle que su opinión cambie... Pero tampoco es como si en esta sociedad su opinión importe mucho —elevó los hombros, el señor frunció y el ceño pero no dijo nada y sólo se retiró maldiciendo todo lo existente y por existir.

La gente se empezó a dispersar luego de que el señor se fué y XingChen intentó girarse pero los brazos a su alrededor se lo impedían, sonrió notoriamente y acarició las manos dándole un momento de tranquilidad.

— Tranquilo,  A-Yang... Pequeño, ya esta todo bien — pronunció suavememte, el nombrado lo soltó poco a poco y se alejó unos pasos, agachándose su cabeza y haciendo una reverencia duradera. — ¿Te logró golpear?

— N-no... Muchas gracias, joven XingChen...

— Ya te dije que no es necesaria las formalidades — volvió a repetir, se tomó la libertad de acercarse al contrario y envolverlo en un abrazo — me alegro que estes bien.

Su cuerpo quería quedarse así por alguna razón, abrazando al minino por siempre, se sentía tan cálido y cómodo... Tal vez, había encontrado a esa persona que muchos llamaban almas gemelas.

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Hace unos días, se había enterado que por política del buffet de abogados de los Lan, cambiaría de secretario, era una forma de que todos se familiaricen con todos y ya que cuando ascendían a un puesto más, cada abogado tenía un secretario que trabajaría en tiempo ilimitado, los nuevos secretarios (que era uno de ellos Xue Yang) eran los más conocidos como internos o practicante que necesitaban entrenar y familiarizarse con sus puestos.

Y esta semana iba a ser la última con Xue Yang como su secretario,  se sentía mal de que lo cambien... Claramente él ya se había encariñado con aquel chico y su sonrisa particular que dejaba ver sus colmillos, se veía tan tierno a los ojos del mayor, quería hacer algo para que se quedara solo como su secretario, según había escuchado de algunos... A él le tocaría la practicante A-Qing (que era una persona normal, no como su gatito... ¿su?)  bueno, y Xue Yang, el tierno híbrido le tocaría ir con Su She, aquella persona que no traía buena espina a XingChen y esa desconfianza claramente le hacía querer encerrar a su tierno secretario sólo para él.

— ¡XingChen!,  iremos a tomar para celebrar el caso que Wen Ning ganó... ¿nos acompañas? — mencionó Wei WuXian colgándose de la puerta de su oficina, al ver el rostro preocupado de Xiao ingresó más formalmente. — ¿qué ocurre? ¿porqué esa mirada de gato abandonado?

— ¿no siempre dicen 'perro abandonado'? — preguntó.

— Sabes que detesto los perros, déjame a mí hacer mis analogías — hizo un puchero el hibrido conejo. — pero ya, cuentame... ¿por qué esa cara?

— Wei Ying,  ¿cómo lograste quedarte de secretario del joven Lan WangJi si eres sólo un practicante? —preguntó esperanzado.

— Oh, alguien no leyó los términos al contratar a Xue Yang, ¿verdad? — rió, XingChen se avergonzó levemente. Sabía que el labor de un abogado era leer todos los contratos en especial las lettas pequeñas — no hay problema , ni siquiera yo sabía, Lan Zhan lo mencionó en una de nuestras noches de pasión — habló con si fuera la cosa más normal del mundo.

— No quiero saber sobre tú vida personal... En especial ese ámbito... Pero, ¿qué cláusula decía eso? — cuestiono.

— Si mal no recuerdo era la 34, decía que si el secretario practicante se sentías agusto,  o necesitaba aprender más de su actual jefe... Con pedirlo a recursos humanos le darían un plazo algo más indefinido para que pueda aprender y trabajar más — explicó.

— Hum, entiendo — asintió y una sonrisa se asomó a sus labios.

— ¿entonces si vamos a beber o no?

—Sí, vamos.

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El híbrido felino guardaba sus cosas para el siguiente día, acababa de organizar ya su última tarea del día que era la agenda de XingChen,  se sentía feliz de ser su secretario de aquel chico tan guapo y educado,  sin decir que era una de las mejores personas que había conocido gracias a su trabajo.

Dió un bostezo,  talló sus ojos, se estiró como un felino y se levanto sujetando su mochila para irse a casa,  cuando recibió una llamada de su compañero de trabajo.

— ¿A-Aló?

— ¡Hola lindo gatito! — exclamó la otra voz del teléfono — dame el teléfono, Wei Ying— escuchó otra voz y luego de unos segundos de nuevo habló — soy Lan WangJi, seré breve;  la fiesta se salió de control y la mayoría acabó ebrio... Entre ellos Xiao XingChen, no tenemos quién lo lleve a casa, así que me preguntaba si usted, joven Xue...

— ¡Estaré ahí en un momento! — exclamó interrumpiendo al abogado— oh, yo.. Lo siento..

— hum, le pasaré la ubicación en un mensaje. — contestó y ambos colgaron, Yang mordió sua labios esperando la ubicación y luego de unos segundos esta llegó, rápidamente salió de las oficinas y se dirigió al punto de encuentro.

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Xue Yang entró tapando su nariz ante el olor tan fuerte de alcohol, a veces tener el sentido del olfato tan desarrollado no era bueno,  empezó a buscar a su jefe pero no parecía estar ahí, hasta que escuchó una voz conocida para él.

— ¡S-Sí señor Qiren! — exclamó, al voltear a verlo, Xue Yang pudo ver que Xiao estaba hablando por teléfono mientras Wei WuXian alentaba la acción y Lan WangJi los intentaba detener. — ¡Le pido que aplace el contratoooo~! Hup!...  N-no... Y-yo no estoy eb-ebrio... ¡Su mamá si! — Xue Yang corrió y arrebató el móvil del contrario, quien frunció el ceño cuando le quitaron su celular, luego elevó el rostro y al ver a su gatito ahí sonrió enormemente — ¡A-Yang~!¡mi adorable secretario!

—  Señor... Qi-Qiren...;— habló por el celular, pero otra voz contestó.

— Diablos XingChen, no soy el señor Lan... Aunque eso deberás agradecer, deja de tomar tanto y vete ya a casa — colgaron, Xue Yang leyó el contacto y se tranquilizó al saber que se equivocó al marcar y había llamado a su amigo, Song Lan.

— Xue Yang... Mi A-Yang.. — las mejillas rosadas por el alcohol de XingChen lo hacían ver tierno, mientras que Xue Yang se avergonzaba de ser llamado de esa forma tan confiada frente a sus compañeros de trabajo — ¿T-tú pedirás que aplacen.. Hup!  Tú contrato conmigo, verdad? — preguntó esperanzado, Yang no entendió y movió la cabeza inclinandola hacia a un lado, una oreja suya se levantó y la otra cayó,  mientras su cola se movía ligeramente. — Osh,  ¡Eres tan tierno! ¡Desde hoy te reclamo como mío! — exclamó y en un movimiento rápido, el abogado lo había jalado a sus piernas sentandolo en su regazo, se aferró a su cintura y ocultó su cara en su cuello. — mi A-Yang~... Mi lindo y tierno secretario...

— Jo-Joven Xing-XingChen.. — tartamudeó

— Se ven tan lindos — mencionó Wei Ying, luego vió a su pareja — Lan Zhan, ¿recuerdas cuando también te emborrachaste y te declaraste? Uff,  te veías tan ardiente ebrio...

— Wei Ying — lo regañó. — creo que es hora de que nos vayamos, Xue Yang cuide de Xiao XingChen, por favor.

— hum~, lo haré — asintió.

— Así se habla, cuida del futuro padre de tus hijos — apoyó Wei Ying, elevando los puños y sonriente.

Yang se sonrojó y agachó la mirada,luego la pareja frente a él se despidió , Xue Yang se despidió correctamente y soltó un suspiro relajándose  hasta que un beso dado en su cuello, lo hizo reaccionar y tensarse levemente.

— A-Yang, ¿sabes?  Tú ternura... Debería ser un delito, ¡eres tan tierno! — hizo un puchero. — ¿Por qué no te das cuenta de lo que... Siento por tí? A veces creo.. Que no te gusto... Otras que sí... Agh, es tan confuso — se dejó caer de espaldas en el espaldar de su asiento.

— Joven XingChen...

— Sólo XingChen o algún apodo que quieras, de verdad... No quiero formalidades con la persona que me gusta... — Yang se ruborizó más si era posible y asintió.

— XingXing, por favor, suelte mi cintura... Lo llevaré a descansar...

— Si no me llevas a tu departamento, no quiero nada — se quejó, Xue Yang rió por la escena pero asintió. — conoceré tú casa... Al fin...

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Su cabeza ardía , sentía como si un enorme elefante le haya pisado el cerebro y ahora sufría por ello,  se levantó de la cama y empezó a buscar su ropa, pero sólo encontró su saco y corbata en el suelo, al voltearse vió a su tierno secretario dormir, luego sus zapatos tirados... Esperen... ¿¡Su tierno secretario había dormido a su lado?!

Y de repente todo lo golpeó como un tornado,  las escenas... Lo que dijo, dioses, XingChen quería que la tierra lo tragara en ese momento, no recordó cómo había llegado con Xue Yang a... ¿dónde estaba? Esa no era su casa, y recordó sus palabras

"Si no me llevas a tu departamento, no quiero nada" oh, no... Seguro se había oído como un perfecto enfermo. Dios... Se tiró contra la almohada y su cabeza dolió haciéndolo gemir levemente del dolor.

— ¡Ah~! XingChen, ¿estás bien? — preguntó el felino, al despertarse, XingChen sólo asintió. Esperen, ¿no lo había llamado como solía? Entonces, sí eran correctos sus recuerdos...

— me llamaste...

— Ah,  tú me dijiste que te llame sin formalidades — jugó con sus deditos — yo... Lo siento, no volver-..

— Llámame asi, eso quiero — le sonrió, luego acunó el rostro del contrario con una mano — yo... Dije que me gustabas ayer, ¿no?

— He... Sí, pero entiendo si se equivocó de persona... Es decir...

—¿quién dijo que me equivoqué? — lo interrumpió — dime, ¿yo te gusto?

Xue Yang se sonrojó y agachó el rostro, pero este fué elevado rápidamente por la mano del contrario, sus miradas se encontraron y asintió levemente avergonzado.

— Dímelo, por favor.

— Sí... También me gusta, mucho — respondió, se veía tan tierno, con la colita azotando levemente la cama mostrando sus nervios y sus orejitas levantadas.

Sonrió y se inclinó atrapando los labios del contrario, el beso era sólo un fino toque entre ellos, esperando la aprobación del menor, el cuál luego de unos segundos le dió permiso a seguir besándolo, se sentía como un manjar el hecho de saborear las lenguas del minino, cuando de pronto un ronroneo lo hizo alejarse al estar sorprendido.

— t-tú,  ¿ronroneaste? — preguntó sorprendido, Yang asintió.

— Si no te gusta , puedo dejar de hacerlo...

— No, no... Me encanta, hazlo siempre que estemos juntos — ambos se sonrieron tímidamente y XingChen volvió a besarlo ahora más apasionadamente. — ¿seguirás siendo mi secretario?

— Hum~! , sólo suyo. — respondió y XingChen sintió que al menos la vergüenza de la noche anterior no había sido en vano.