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𝚆𝚊𝚛𝚗𝚒𝚗𝚐
Este personaje es
abominable y puede
herir sensibilidades.
Que Till Lindemann
me perdone.

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❝Sie kommen zu euch in der Nacht
Dämonen Geister schwarze Feen
Sie kriechen aus dem Kellerschacht
Und werden unter euer Bettzeug sehen
Mein Herz brennt❞

👉🏼Cranston👈🏼
BlueEvermore

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ｂａｓｉｃ ｄａｔａ ‧₊˚

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-ˏˋ ғᴜʟʟ ɴᴀᴍᴇ ˎˊ-

Helmer Cranston-Vaughan

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-ˏˋ Eᴛɪᴍᴏʟᴏɢɪ́ᴀ ˎˊ-

Helmer hace referencia a la ira de un guerrero.

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-ˏˋ ʙɪʀᴛʜᴅᴀʏ ˎˊ-

4 de enero de 1963
~ 56 años ~

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-ˏˋ Mᴀʟᴅɪᴄɪᴏ́ɴ ˎˊ-

La insaciabilidad

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-ˏˋ Sᴋɪɴ ˎˊ-

Till Lindemann

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˚₊‧ ｈｉｓｔｏｒｙ

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Helmer Vaughan nació en Londres a principios de enero de 1963 en un parto programado para que sus padres pudieran disfrutar del fin de año. Él siempre haría broma al respecto, diciendo que ya su mala vida le venía de herencia en los genes. El mayor de tres hermanos, creció en un ambiente familiar frío y de buena posición.

Los Vaughan se habían enriquecido durante la Segunda Guerra Mundial en el mercado armamentístico comercializando en ambos bandos. Una vez terminado el conflicto siguieron vendiendo alrededor de todo el mundo:

"Siempre van haber guerras, hijo. Aunque a veces se requiere algun empujoncito"

La señora Vaughan, famosa por sus opulentas fiestas y reconocida creadora de tendencias, aprovechó el 'Swinging London' de los sesenta y fundó una cadena de boutiques que hoy en día siguen siendo una marca de referencia.

Helmer creció acostumbrado a las grandes fiestas y los cocktails elegantes y a que los señores Vaughan se tomaran su obligación de padres ante él y sus hermanos como la simple extensión de un cheque en blanco. De pequeño las únicas reuniones familiares eran delante de portadas de revistas y eventos distinguidos, detrás de toda aquella apariencia la normalidad es que nadie se preocupara realmente de él. A pocas cosas le decían que no y a medida que crecía sus ansias de más nunca desfallecían.

Su primer hermano nació cuando él tenía ocho años. En aquella época tenía una niñera llamada Fedra la cual adoraba. Era una chica joven, de cabellos pelirrojos ondulados que olían como un día de sol y pecas que daban color a su rostro. Ella le cantaba, le leía antes de ir a dormir, le abrazaba y jugaba con él a piratas. Pero cuando su primer hermano nació, absorbía gran parte de su tiempo.

Su hermano era un niño enfermizo, se pasaba gran parte del día llorando; su madre siempre le ordenaba a Fedra que lo meciera lejos de ella donde no pudiera escuchar esos sollozos tan desagradables.

Helmer le detestaba. Y aquél sentimiento pasó a ser odio cuando le pegó su enfermedad a Fedra.

Estuvo semanas sin saber nada de ella. Sus padres no le dejaban ir a verla sólo decían que estaba enferma. Empezó aparecer otra niñera, la Sra. Cabbage, una mujer de mediana edad muy estricta y arrugada. Nada supo de Fedra hasta que una tarde su madre le vistió de punta en blanco, le agarró de la mano y le dijo que iban a verla.

Para su sorpresa no se dirigieron ni al parque ni a su casa, fueron a la iglesia y allí la vio: dentro de una caja, blanca como el mármol y fría como la nieve. El sacerdote hizo un sermón bastante aburrido donde proclamó que Jesús había requerido la presencia de Fedra a su lado. Fue ese día, después de ver como la enterraban bajo tierra donde ya jamás podría volver a jugar con ella, que Helmer decidió odiar a Dios por haberle quitado a su Fedra.

A la mañana siguiente encontraron a su hermano muerto en la cama.

Dos años más tarde nació Indivar pero Helmer apenas le mostró atención. Con la suma de un nuevo dígito en su edad se despertó su deseo sexual.

Empezó a robar los playboys de su padre, a descubrir su cuerpo y a tocarse con las hijas de la mejor amiga de su madre. Con 12 años su padre ya le daba cervezas para beber y fue en unos campamentos en Oxford que perdió la virginidad con una niña tres años mayor que él.

Precoz, narcisista, aburrido de la inmundicia del hombre, experimentó con todo tipo de vicio.

Su madre siempre iba con una copa de champagne a todas partes, Helmer no sabía si era porqué su padre se pasaba de viaje la mayor parte del año o porqué ya era alcohólica de antes. De ella adoptó la afición a la bebida, a la buena cocaína y al arte.

Le encantaba ir a museos, admirar pinturas y estatuas. Su madre posaba desnuda para él para que la dibujara en carboncillo. Tuvo los mejores profesores de acuarela, de óleo... Pero a medida que entraba en la adolescencia Monet quedó olvidado: era el arte provocador lo que le atraía.

Empezó a escuchar rock, heavy, metal, música satánica: ZZ top, Led Zeppelin, Iron Maiden, etc. Dejó las clases de piano para aprender a tocar la batería y la guitarra eléctrica. Se tatuó, se hizo piercings, se pintaba los ojos a modo masculino... Decidió que estaba harto de ser el típico niño pijo y adoptó su personalidad oscura y polémica.

Tocó en un grupo, flirteó con el satanismo por diversión, tomó todo tipo de drogas, le detuvieron varias veces por desorden público, acceso de velocidad, conducir ebrio, por agresión, por violación, por robo, vandalismo... Pero en todas aquellas ocasiones los abogados de la familia le sacaban del calabozo sin cargos.

Sus escándalos llenaban las revistas y eso a él le encantaba.

Aprendió el oficio de su padre. Helmer siempre diría que era el mensajero de la muerte; viajaba con él en las zonas bélicas, armaba a los rebeldes, los talibanes, los jihaidistas, los palestinos, los judíos... Quitaban y ponían dictadores en África a conveniencia. Lo que le gustaba a Helmer de todo aquello era el poder, esa sensación caprichosa que ansiaba más que cualquiera de las mejores drogas o mujeres.

Nunca nadie podía decirle que no, ni en los negocios, ni en la vida, ni en el amor. Cogía lo que quería cuando quería.

❝Ich mach die Augen zu
Cierro los ojos
Wir sind allein
Estamos solos
Ich halt sie fest
La sostengo fuertemente
Und keiner sieht sie weinen
y nadie la ve llorando
Sie macht die Augen zu
Ella cierra los ojos
Sie wehrt sich nicht
no se resiste.
Liebe ist für alle da,
El amor es para todos,
auch für mich.❞
también para mi.

Su pasión por el sexo aumentó. Probó todo tipo de roles, se adentró en el mundo del sadomasoquismo hasta los límites más peligrosos. Y fue en una fiesta de las que la Reina de Inglaterra se escandalizaría que conoció a Evalyn Cranston.

Evalyn era una mujer atractiva y seductora. Era distinguida, no como la mayoría de vulgares mujeres con las que se acostaba. Tenía personalidad, carisma y era inteligente, cosa que le recordó a su madre. Su relación empezó siendo puramente sexual aunque el apellido de ella era algo que le había cautivado de inmediato; eran muchas las leyendas urbanas que se contaban sobre aquella familia.

Ella en seguida quedó enganchada a él. No solo porqué fuera mayor, sexualmente experto y tuviera un gran imperio a sus espaldas, si no porqué era el individuo idóneo para cabrear a los padres. O al menos eso creyó Helmer a primera instancia pues siendo una oveja negra todas las niñas se sentían atraídas por ese lado perverso del que tanto orgulloso estaba.

Cuando Evalyn le contó la maldición familiar y que el diablo realmente existía, vivía en su casa y llevaba delantal, no pudo evitar la curiosidad ante todo aquello que primero no creyó en absoluto. Y por eso le pidió matrimonio y adoptó el apellido maldito pasándose a llamar Helmer Cranston-Vaughan.

Fue en su misma noche de bodas que el Diablo le maldijo.

Sus labios recorrieron toda la delicada piel que tanto le gustaba dañar. La dulzura del sabor de ella le embriagaba. Todo parecía como cualquiera otra vez salvó por un detalle: por mucho que lo hacían una vez tras otra, por mucho que no paraba de eyacular, no sé sentía saciado; no quedaba satisfecho, quería más. Lo mismo le pasó con la comida, con la bebida, con las anfetaminas, con cualquier sentimiento que albergara.

Por mucho que odiara, sus ganas de hacer daño no apaciguaban. Por mucho que organizara orgías, su anhelo de placer no disminuía. Por mucho que fuera un hombre poderoso, no le bastaba las muertes que provocaba.

Aquella sensación era horrible y le causaba una locura extrema. Se volvió más sádico, más apático y a la vez más temperamental.

Cuando nacieron los mellizos su felicidad no tenía límites aunque en breve se hartó de ellos. A medida que crecían cada uno hacía su vida igual que él y su mujer. Tenía temporadas que era un gran padre e intentaba pasar el tiempo junto a ellos: llevaba a Kay a los conciertos y se emborrachaba con él, iban a ver a jugar el Chelsea en el palco, le compró una moto, le conseguía todo aquello que quería. Aunque la niña de sus ojos siempre fue Rowenna. De pequeña le gustaba malcriarla y de mayor le encantaba porqué se encerraba en su habitación la mayor parte del tiempo y no tocaba los cojones a nadie.

Tenía épocas que les aborrecía a todos igual que su apellido e intentaba huir y pedir el divorcio, pero el Diablo no se lo permitía y le castigó sin poder salir de Cransroof durante el verano. En esos meses sus adicciones se agravaban. Normalmente se lo hacía pagar a Evalyn en sus juegos sexuales más rudos de lo habitual.

Su relación con el Mayordomo era extraña: le gustaba retarle, tener dialécticas profundas con él y temerle. Pero cuando este se atrevió a tocar a su mujer y preñarla, su cabreo fue únicamente con Evalyn, por haberle engañado.

Le dio la única y primera paliza de su vida para que abortara de manera natural pero parecía que esa sanguijuela no iba a soltarse de la matriz. Evalyn estuvo tiempo evitándole pero no pudo esconderse la noche que dio a luz. Entre todos dieron muerte a Gretta aunque a Helmer le gustaba decirle a Evalyn que ella exclusivamente había sido la culpable.

Cuando la hija del Diablo regresó del infierno, su malhumor se acentuó; no soportaba ver la prueba física de la traición de su mujer. Sin embargo, con el tiempo y la belleza de Gretta, su comportamiento cambió. La deseaba y no se escondía de ello, pues era su manera de hacerle pagar a Evalyn lo sucedido.

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Cada una de las fiestas y de sus malos actos se reflejan en su rostro castigado por los pecados. Sobrevive como puede en el exceso y actualmente es conocido por sus obras de arte dónde refleja su obsesión por las formas fálicas.

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𝙽𝚘𝚝𝚊 𝚍𝚎 𝚕𝚊 𝚊𝚞𝚝𝚘𝚛𝚊

Creo que Helmer es el único
familiar Cranston que
merece estar maldito
y entiendo que leyendo su ficha
alguien pueda escandalizarse (?).
Sin embargo
separemos pj de user:

✓ A favor de consensuar roles
✓ Si alguien se siente ofendido
o molesto (lo que sea), por el
comportamiento de Helmer,
mi DM está abierto igual que
en público (No Drama).
✓ No estoy dispuesta al sexrol;
prefiero insinuar antes que mostrar.

En fin, que soy una buena tipa
y no vengo a traumar a nadie
Hahahahaha

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Ｉｎｔｅｒｅｓａｄｏｓ ‧₊˚

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Elendil_Osore
Eleuthero-mania
Celia_Kai_
EtherealXBeing
SayHelloToTheWitch
s-scema
Imperterrito
HPSeriousFanBoy
Memory__Queen
syonafox