—¿Cómo que te irás? —La voz enojada de Greta surgió, Nael por su parte estrujó sus ojos en señal de estrés.

—Debo ir por mi mate, Greta.

—Tú no puedes irte, tú... ¿También me dejarás por tu mate? —Los ojos de ambos se encontraron, había algo que él temía admitir pero al parecer debía hacerlo.

—Greta, no quiero dañar nuestra amistad y sé bien lo que sientes y yo sé lo que pienso, somos amigos. Solo amigos y con algunas cosas no deberías excederte —Ella por su parte cruzó sus brazos encima de su pecho.

—No me avergüenza amarte, Nael.

—A mi tampoco me avergüenza decir que no te amaré de esa forma, somos prácticamente hermanos; nuestros padres pasaron tantas cosas juntos y eso nos convierte en familia.

—No, te estás equivocando. Yo no puedo ser de tu familia si tú solo me ves como tu hermana, ¿Sabes lo mucho que he luchado para que me mires? —No quería ser borde, no quería dañarla, pero...

—Yo siempre te he mirado, pero al verte solo siento amor de un hermano mayor a su hermana pequeña. Lo que sientes es incorrecto.

—¿Por qué es incorrecto? ¡No es siquiera incesto! Tu tío lo sintió por tu madre. —Se quejó molesta Greta, ¿Acaso deseaba obligar a aquel alfa a qué la amara?

—Gea Luna es mi madre, Jake Peace, mi tío, ellos son hermanos. Mi madre no es una santa y por eso te recomiendo que eso que has dicho no lo repitas frente a ella; eres hija de Gray, su mejor amigo, pero que tu cuerpo sangre a manos de ella, él no lo puede evitar. Gea en estas tierra es la supremacía, Greta. Cuida tu lengua.

No tenía nada que decir y no lo hizo, se había quedado sin palabras.

—Eres un completo hijo de puta. —Dijo mirándolo fijamente, él sonrió de lado levantándose.

Estando frente a ella, a pocos centímetros, eran tan cortos que inclusive podrían chocar sus labios dijo—: No cariño, soy tu rey.

• • •

—Hola —Saludó al chico frente a ella, él sonrió de igual manera. El corazón de ella se agitó mientras el de él se aceleraba.

—¿Hola? ¿Solo hola? —Ella bajó la cabeza, había un ligero sonrojo en sus mejillas.

—Mírame pequeña —Las manos frías de él acunaron el rostro de él en sus palmas.

—Ya basta de decirme así —Se quejó ella zafándose de sus encantos.

—¿Acaso quieres que te diga amor de mi vida? —Ella volteó a mirarlo nuevamente, pero esta vez ya estaba sentada en la silla de la mesa. Estaban en la biblioteca y estaban dispuestos a estudiar.

Que mentira.

—Xel, solo siéntate —Él sonrió haciendo lo que ella ordenó.

—¿Sigue en pie lo de no venir a la graduación? ¿Vendrás al baile? —Preguntó él.

—No tengo muchas ganas de esto, siento que algo pasará, también será de noche y nuestro pueblo está rodeado de bosques, temo que...

—Hey —Dijo bajito él dejando un beso sobre los labios de ella, seguido de ello chocó de forma juguetona las puntas de sus narices.

—A ti no te pasará nada mientras estemos juntos.

—¿Es una promesa? —Él besó la punta de su nariz asintiendo.

—Es una promesa, estoy atado a ti en cuerpo y alma, y si debes dejar de existir yo dejaré de hacerlo contigo.

—No seas tan literal —Ella sonrió de lado, él de igual forma —Esta será nuestra historia de amor, tú y yo por siempre.

—Aquí estabas —La voz de un chico llenó sus oídos, ella se apartó avergonzada tratando de ocultarse bajo su mata de cabello.

—Sí, estaba con mi novia Xia, búscate una ¿Quieres? —Ella escuchó como su novio hablaba.

—El noviazgo es una dictadura bro, se lo dejo a los que no quieren gozar su vida. —La forma de pensar de Vinnie hizo que las ganas de Xia voltear e insultarlo de forma educada crecieran.

—Ya veo —Susurró bajo ella. Se levantó de sus asiento tomado sus cosas, caminó en dirección a la salida chocando con alguien al momento.

—Fíjate —La voz de él, de Chase llenó sus sentidos haciéndola estremecer al momento.

—Lo siento Chase —Ella mantuvo la mirada baja, no quiso levantar la mirada porque sabría lo que se encontraría.

—¿No vas a mirarme? —Una de las manos de él acarició la suya haciendo que se estremeciera sin quererlo. Los recuerdos llegaron a ella de forma rápida, las caricias, los besos, los... y las... —¿Y como está "Xel"?

Ella lo miró a los ojos.

 —Chase ya basta de esto. —Ella esquivó el cuerpo de él haciendo que este se recostara un poco más a la pared.

—¡Yo soy tu único deseo Xia! —Ella volteó. —Eso te lo he tatuado en la piel.

Los ojos de ella se abrieron como platos, Xel por su parte escuchaba todo desde su asiento. Aquel humano llamado Chase había sido todo para Xia y cuando él llegó revolucionó toda su vida, él lo sabía, lo sentía y lo afirmaba.

Nunca se olvida a quien fue dueño de tus primeras veces, por eso nunca trató de presionarla respecto a él, si ella estaba en una relación con él no tendría de que tener una inseguridad, ahora bien, el problema sería cuando ella quisiera alejarse. Eso sí sería un problema.

—Amigo —El toque de Vinnie hizo que saliera de sus pensamientos, este se sentó frente a él.

—¿Que pasa? Te he dicho que no hagas ese tipo de comentarios frente a ella. —Había un poco de enojo en sus palabras.

—Tú no eres el mejor hombre sobre la tierra.

—No, nunca he querido ser el mejor, eso es tener muy poca avaricia. Vin, fui llamado a ser el único, si dices mejor quieres decir que tras de mi hay más que pueden superarme y eso nunca pasará.

—No entiendo qué te ve, es enserio. —Xel sonrió ladino.

—La trató bien, Vinnie, y la quiero solo para mí.

—¿Qué carajos le ves?

—Problemas —Él sonrió mirando un libro que se encontraba en un estante, su vista se agudizó y pudo ver el título: Tú, mi destino —Muchos problemas.

El tiempo había pasado rápido para ella, solo faltaban pocos días y se graduaría, no tenia ni idea de que pondría en el discurso y mucho menos tenia idea de cual vestido usaría, si, sabia el color ¿pero cual seria la forma? 

Por eso actualmente se encontraba en una tienda de segunda mano buscando la vestimenta perfecta, se encontraba en un local de segunda mano donde había ido varias veces con su madre; nunca sola, nunca andaba sola, pero ese día se había escapado de la mira de su madre.

Vio un vestido con escote V  que llamó toda su atención.

¿Cuánta autoestima me falta para ponerme esto?

—Creo que te quedaría hermoso.—La voz de un hombre a su lado la saco de sus pensamientos, que carecían de amor propio a ella misma.

—¿Disculpe? —Dijo dudosa, su vista fue hacia el. 

—El vestido, no lo dejes. Es perfecto para ti. —Ella sonrió mirándolo en silencio, el de igual forma lo hacia, el labio inferior de ella fue mordido por sus dientes, tratando de reprimir una sonrisa que era obvia.

—Algunos chicos pensarían que soy una zorra por supuestamente venderme de esta forma.

—Si te dijera no soy todos los chicos, ¿me creerías?  —Ella lo miro con, ganando toda su atención.

 —¿Acaso piensas diferente? —El empezó a caminar, tocando de forma delicada cada vestido. Ella lo siguió, hipnotizada.  —¿Qué opinas de que una mujer use escote pronunciado? ¿Qué opinas de que una mujer use lo que desee? 

El sonrió ladino.

—Creo en el empoderamiento femenino, las mujeres son libres de usar las ropas que se les pase por la cabeza y eso incluye un escote, si una mujer se siente cómoda y confiada con una ropa; siente que puede comerse al mundo, solo con una prenda, lo es todo para mi. —El volteo y ella, freno de golpe cerca de su pecho, sus ojos se encontraron. —Y imagínate lo que puede hacer sin ella.

—¿Cómo te...?

—¿Te puedo decir reina? —Ella se quedo en silencio un momento pero después de todo asintió.—Creo que te verías increíble con ese vestido, mi reina.

Insertar/Dangerous Woman, Ariana Grande.

Un silencio se formo entre ambos, pero no era para nada incomodo, él se acerco a ella con lentitud, ya que, para ese entonces la cercanía que había segundos atrás había dejado de existir.

—¡Xia! —La voz de su madre rompió el momento, pero sus ojos aun estaban en los suyos, hablándose mientras existía silencio.

—¿Com-o te llamas? 

—Nael. Nael Peace.

***

Gracias por leer.❤