5. Inmortalidad pt. 3
Wampiros y licántropos
(XHxSKZ)
Una de las principales desventajas de ser inmortales es el hecho de no crecer físicamente.
Si bien, los vampiros tenían más de 100 años de vida, sus apariencias decían otra cosa y es por ello que no podían quedarse en un solo lugar durante demasiado tiempo pues los habitantes de los pueblos o ciudades comenzaban a sospechar de ellos puesto que no "crecían".
Gunil había sido mordido a la edad de 20 años. Jungsu a los 18. Seungmin y Hyeongjun a los 17. Jiseok a los 16 y Jooyeon a los 15. No en ese orden, pero aún se venían de esas edades.
Es por ello que, aunque sus habilidades como vampiros les ayudaban a parecer mayores, las sopechas eran inevitables y por ello debían mudarse constantemente.
Después del éxito de la banda virtual, comenzó a ser extraño que no envejecieran y los fans comenzaron a hacer preguntas por lo que tuvieron que dejar de publicar videos gradualmente hasta que el mundo se olvidó de ellos.
No obstante, Jiseok seguía curando la "alergia" al sol de sus hermanos y lo hizo así durante 30 años.
Regresaban de la universidad a casa, pero al sentarse en sillón, Jiseok inmediatamente se quedó dormido y todos se miraron extrañados. Los vampiros no duermen.
—¿Jiseok? –de inmediato se despertó y parpadeo –¿Estás bien?
—Si, lo estoy.
—¿Seguro? –preguntó Gunil evidentemente preocupado. Jiseok asintió sobándose el rostro –Hyeongjun, dale una copa de sangre.
—No, no nos toca hasta el próximo mes. Estoy bien –dijo levantándose para dirigirse hacia su estudio de grabación.
Los demás se miraron perturbados.
—Esto no está bien. Cada día luce más cansado –dijo Jooyeon.
—Hoy se durmió en clase –agregó Hyeongjun.
Gunil sacudió la cabeza.
—Lo escucho, escucho su cansancio... Me preocupa. Debemos hacer algo.
—Pero él no quiere –dijo Jungsu –. Quizá deberíamos dejarlo descansar. Está así porque todos los días tiene que curarnos a todos.
—Puede que solo necesite dormir –dijo Seungmin levantando unas pesas con total tranquilidad.
—Si, pero... Si somos vampiros y recuperamos la energía con sangre... O tendría que beber la sangre de varios humanos o dormir por mucho tiempo –dijo Hyeongjun con expresión pensativa.
—56 humanos –todos miraron a Jiseok que suspiraba recargado en el marco de la puerta –. Hice el cálculo hace unos días... Y no estoy dispuesto a consumir esa cantidad de sangre pero tampoco quiero pasarlos durmiendo.
—Pero Jiseok, lo necesitas. Además no sabemos que pueda pasar si no lo haces... Probablemente termines atacando a esos 56 humanos –el de pelo de colores desvío la mirada pero luego bostezó. Gunil lo tomó de los hombros –. Jiseok, nos has curado por tantos años. Nos diste la oportunidad de volver a ver la luz del sol sin temer a quemarnos y ha sido suficiente para nosotros. Mereces descansar.
Jiseok bajó la mirada.
—Pero... No quiero dejarlos... Ustedes son mi familia y se que si elijo dormirme no los veré por mucho tiempo.
—Oye, nosotros no te vamos a dejar –dijo Jungsu acariciando sus hombros.
—Por favor, Jiseok. Estamos muy preocupados por ti –dijo Seungmin –. Y si no lo haces, nosotros vamos a traerte esos 56 humanos. Sabes que a Jooyeon y a mi no nos importa –el de cabello largo negó con la cabeza. Jiseok rio.
—De acuerdo... Voy a dormir. Pero, por favor no me dejen solo.
—Jamas lo haríamos, no tienes de qué preocuparte. Después de todo somos inmortales –todos rieron.
Su casa tenía solo una habitación con cama, ya que no solían tener la necesidad de dormir, la usaban solo para pasar el rato mirando películas. Jungsu y Gunil se encargaron de acondicionar la habitación para que Jiseok pudiera dormir tranquilo. Hyeongjun le preparó una comida especial a base de su reserva de sangre. Seungmin, le compró un oso de peluche gigante para dormir más cómodo y Jooyeon le regaló una pijama de patitos.
Sentado en la cama los miró enternecido.
—De verdad son los mejores, chicos... Los quiero mucho.
—Y nosotros a ti, Jiseok. Am... ¿Cuando fue la última vez que dormiste? –preguntó Gunil.
—La noche antes de que Jooyeon me mordiera.
—¿Qué hacías para dormir?
—Bueno, mi mamá me arropaba y me daba un beso de buenas noches, pero ustedes no ...
—Ya oyeron, chicos –Gunil se inclinó hacia él.
—No, no ¡No! –pero Gunil ya le había dado un beso en la cabeza, por lo que se resignó.
Jungsu le digo un beso en la frente. Seungmin le besó la mejilla. Hyeongjun tomó su mano para besarla y Jooyeon le dio un beso en los labios.
—Estaremos aquí cuando despiertes –aseguró Gunil y Jiseok sonrió con cansancio.
—Buenas noches, Jiseok.
—Descansa.
—Que tengas dulces sueños.
Se acomodó en la cama y sonrió cerrando sus ojos. Tan pronto como lo hizo, se quedó profundamente dormido.
Gunil suspiró acariciándole el cabello.
—Bueno, dejémoslo descansar –dijo Hyeongjun encaminando se hacia la puerta.
—Me quedaré un rato aquí con él –todos miraron a Gunil –. Llevo más tiempo que todos ustedes siendo vampiro y nunca habia visto esto. Nunca creí que llegaríamos a tener que dormir para reponer energía por lo que me parece algo extraño que aún tengo que procesarlo.
—Él estará bien –aseguró Jooyeon –. No hay de que preocuparse. Te esperamos allá afuera.
Gunil le sonrió y después de asentir todos salieron. Miró a Jiseok un largo rato escuchando el palpitar en su interior a un ritmo constante pero un poco lento. Esa era la certeza de que aún estaba vivo y solo necesitaba saber eso.
Jiseok necesitaba ese descanso, necesitaba dormir. Sabía que era necesario para recuperar su energía, para superarse y sobre todo... Para ser aún más fuerte.
Respiró profundo antes de abrir sus ojos mientras parpadeaba constantemente. En cuando su mirada de adaptó a la tenue luz de la habitación suspiró y miró el techo. No lo reconocía, tampoco las paredes por lo que entró en pánico pero no pudo moverse, su cuerpo aún estaba entumecido. Trató de moverse poco a poco hasta que se incorporó en la cama.
No reconocía la habitación donde estaba. Esa no era la única habitación con cama de su casa entonces ¿Dónde estaba?
—¿Gunil? –susurró, sabía que dónde quiera que estuviera Gunil lo escucharía a la perfección, pero no esperaba escuchar su voz emocionada al otro lado de la puerta sonara en toda la habitación.
—¡Jiseok despertó!
De pronto, los 5 entraron y se abalanzaron sobre él haciendolo reír.
—¡Despertaste al fin! –dijo Jooyeon abrazándolo con fuerza.
—Nos alegra tanto volver a verte despierto, Jiseok –dijo Seungmin fingiendo llorar.
—Te extrañamos mucho –dijo Jungsu mientras frotaba su cabeza en su pecho como si de un enorme gato se tratara.
Jiseok rio.
—Pues para mí fue como si me acabara de dormir –Gunil lo miró mal –¿Dónde estamos? Dijiste que no se mudarian mientras yo estuviera dormido.
—Si, lo dije pero después de varios años de no crecer y que no volvieras a salir los vecinos comenzaron a sospechar y tuvimos que mudarnos.
—Pero tranquilo, no te dejamos solo en ningún momento –aclaró Seungmin.
—De hecho, Jooyeon te tomó una foto muy graciosa –en un parpadeó Hyeongjun ya estaba sosteniendo un álbum de fotos en la mano.
No obstante, Jooyeon saltó hacia él tratando inútilmente de quitárselo para que Jiseok no lo viera.
—¿Foto? ¿Cómo que una foto?
—Bueno, ya que teníamos que recorrer un tramo largo para llegar aquí, te conseguimos tu propio ataúd de Drácula –mientras Seungmin retenía a Jooyeon, Hyeongjun le enseñó la foto.
—No puede ser.
En la foto, Jiseok estaba acostado dentro del ataúd de color negro, pero tenía las manos en cruz encima del pecho simulando la pose de Drácula. Había una segunda foto en dónde Jooyeon alzaba su pulgar mientras sonreía. Para sorpresa de todos, Jiseok comenzó a a reírse.
—Están locos –siguió mirando las imágenes y riéndose de los momentos épicos en que estuvo dormido –. Gracias por cuidarme pero... ¿Han estado bien ustedes? ¿Qué paso con el sol?
—Bueno, fue difícil. Tuvimos que volver a cubrirnos con la ropa hasta que nos mudamos aquí –dijo Jungsu –. Te va a encantar, es un bosque enorme repleto de árboles.
—Son tantos árboles que apenas y se ve la luz del sol –agregó Jooyeon sentandose a su lado en la cama.
—Genial, me alegra que estén bien.
—¿Tienes hambre? Voy a prepárate algo de comer –de pronto Hyeongjun desapareció.
Jiseok se levantó de la cama mientras se estiraba. Se sentía mejor que nunca, incluso mejor que la vez en que se convirtió por primera vez. Los chicos lo dejaron para que pudiera ducharse y cambiarse de ropa. Al salir, lo estaban esperando en el comedor.
La cabaña era más amplia que todas las demás en las que habían vivido. Era de dos pisos, tenía tres habitaciones y un sótano lleno de su reserva de sangre. El había estado dormido en la habitación del segundo piso. Tenía una cocina equipada completamente, dos baños y un comedor para seis personas.
Comió mientras los demás le habían contado todo lo que había pasado los últimos años. Las personas que había conocido o ayudado y eso le recordó algo importante.
—Oigan... ¿Qué pasó con Hwanwoong?
—Oh, está en un asilo para personas con demencia en la ciudad –se extrañó –. Sus hijos lo dejaron ahí porque comenzó a delirar diciendo que sus amigos eran vampiros inmortales que iban cada semana a verlo.
—¿Y si van a verlo cada semana?
—Todos juntos si, Jooyeon va más seguido –el de cabello largo se encogió de hombros.
—¿Quieres ir a verlo? Podemos llevarte.
—Por favor.
El atardecer se alzaba en el bosque en cuanto Jiseok salió de la cabaña. El bosque era espeso, tal y como le habían informado pero no tenía idea de que los rayos naranjas del sol apenas lograban distinguirse debido a los frondosos árboles. Respiró profundo llenando sus pulmones del increíble aroma a naturaleza y sonrió.
—Al llegar a la ciudad, tomaremos el metro subterráneo para llegar al asilo, ya debería estar oscuro cuando lleguemos –informó Jungsu.
Comenzaron a caminar por el sendero mientras conversaban y reían, cuando de repente un extraño olor lo hizo detenerse olfateando a su alrededor.
—¿Porqué huele a perro mojado? –dijo con disgusto. Gunil soltó una carcajada pero 4 figuras apareció de entre los árboles. Jiseok frunció aún más el ceño.
—Oh si, olvidamos mencionarlo... Tenemos vecinos.
—¿Vecinos?
—Ah, los muertos vivientes volvieron a salir de su cueva –dijo uno de ellos que tenía el cabello rubio, pero luego pensó mejor sus palabras.
—Idiota, nosotros vivimos en la cueva –otro de cabello negro le dio un golpe en la nuca.
—¿Por qué siempre tiene que aparecer cuando salimos? –dijo Jooyeon mandando a rodar los ojos.
—Nosotros les íbamos a preguntar exactamente lo mismo –refunfuñó el más alto cruzándose de brazos.
Jiseok los miró a consciencia, todos eran grandes, musculosos. Llevaban el cabello largo, al menos la mayoría de ellos. Lucían imponentes pero al mismo tiempo juguetones. Ladeó la cabeza pero su mirada se cruzó con la del de pelo negro, que era el más musculoso de los 4.
—¿Y este quién es? ¿Es nuevo? Ayer no estaba con ustedes.
—Él es Jiseok, estuvo dormido un tiempo –explicó Gunil con total calma –. Ahora está de vuelta. Jiseok, ellos son nuestros vecinos.
—Licantropos.
—¿Qué tono es ese? ¿Tienes algún problema? –nuevamente el de cabello negro dio un paso hacia él tratando de intimidarlo pero Jiseok frunció el ceño –Eres tan delgadito que podría aplastarte en este momento –se rio pero el vampiro alzó su mano y la giró lentamente agudizando la mirada sobre él.
—Changbin cálmate –dijo el más alto –¿Changbin?
Jiseok giraba lentamente su mano al mismo tiempo en que el chico se retorcía cada vez más hacia el suelo y jadeaba con dolor. Gunil miró Jiseok quien sonreía levemente al verlo restorcese de esa forma.
—Jiseok.
Al instante, el vampiro reaccionó y bajó inmediatamente su mano. El chico comenzó a toser y a jalar el aire con fuerza hasta que se recuperó y lo miró a asustado.
—¿Qué diablos me hiciste?
—Nada relevante. Solo bloqueé tus habilidades de licántropo.
Los cuatro retrocedieron con miedo y se prepararon para atcar al sentir el peligro inminente emanando de ese chico delgadito, pero otro de ellos emergió del bosque.
—Chicos –al instante retrocedieron y el que parecía ser el Alfa avanzó –. Tu debes ser Kwak Ji Seok –el nombrado miró a Gunil quien se encogió de hombros –. Tal y como lo piensas, Gunil me habló de ti. Lamento si mis hermanos te molestaron de alguna forma, aún no están muy satisfechos con el tratado de paz.
—¿Tratado de paz?
—Si, llegamos a este bosque al mismo tiempo y por varios años peleamos por el territorio hasta hace unos meses en que Gunil y yo decidimos hacer una tregua –Jiseok miró al mayor de todos los presentes.
—¿Tu haciendo treguas con licántropos?
—Si, te lo explicaré cuando regresemos. Bangchan y yo hicimos una tregua así que no hay razón para que seamos enemigos.
Jiseok frunció el ceño y se limitó a asentir antes de continuar caminando. Gunil asintió hacia Bangchan quien solo sonrió y se llevó a sus hermanos.
Una vez que se adentraron en la ciudad y acordaron el metro Jiseok respiró profundo y los miró apenado.
—Oigan, chicos, lo lamento yo... No sé porque reaccioné así.
—Tranquilo, de hecho reaccionaste mejor de lo que esperábamos –miró a Jungsu extrañado –. Los vampiros y los licántropos siempre han sido enemigos naturales y de hecho lo fuimos una temporada.
—Si, pero aún así siento que pude haber arruinado tu tratado de paz.
—No en realidad. Bangchan sabía de ti, después de pelear meses por el territorio, fui yo quien decidió ceder una parte para ellos y así vivir tranquilamente.
—Pero, les ganamos en antigüedad ¿Eso no nos da derecho a tener mayor autoridad?
—Si, pero también nos da más madurez –Jiseok pareció entender.
—Fue muy maduro hacer a Changbin enfermar en lugar de atacarlo directamente –rio sonrojado y los demás comenzaron a molestarlo.
Finalmente llegaron al asilo, tal y cómo lo habían mencionado, ya casi oscurecía por completo por lo que caminaron en total tranquilidad por la calle hasta llegar al edificio.
Caminaron por los pasillos en total tranquilidad. Los ancianos estaban en los sillones, algunas sillas o simplemente en sus habitaciones descansando. Al final del pasillo, había una puerta de color rojo, Gunil tocó un par de veces y entró seguido de Jiseok. Hwanwoong estaba sentado en un sillón/mesedora junto a la ventana mirando hacia afuera. Se giró con una sonrisa cansada.
—Mis vampiros fav... ¿Jiseok? ¡Despertaste!
Jiseok sonrió y lo abrazó con cariño. En verdad tenía miedo de no volver a verlo con vida jamás y eso era lo que más odiaba de ser inmortal. Veía a todos sus seres queridos irse y él seguía ahí. Afortunadamente sus amigos siempre estaban con él y no podía desear más que eso.
Siguió visitando a Hwanwoong todas las noches hasta volverse una rutina. El bailarín le contaba todo lo que había vivido gracias a qué él le había dado una segunda oportunidad de seguir viviendo. Tenía muy buena salud, solamente estaba en ese lugar porque sus hijos creían que estaba loco pero al final del día, se sentía más cómodo en ese lugar que con su propia familia.
Después de adaptarse a la nueva época, Jiseok comenzó a explorar más el bosque. El olor de los licántropos inundaba la mitad del bosque y era difícil acostumbrarse a ellos. Caminaba tranquilamente respirando profundo cuando se encontró con el chico rubio. Estaba medio convertido mirando el sol, sus orejas se agitaban con el viento y movía la cola mientras sonreía hasta que lo miró, tenía un feo rasguño cerca del ojo. Jiseok no se movió solamente observó como la cola y las orejas desaparecían y se acercó a él.
—¿Tu eres el que estaba dormido? ¿Jiseok?
—Si.
—Ya veo. Me llamo Félix –dijo sonriendo –. Tus hermanos no dieron muchos detalles pero ¿Porqué estabas dormido? Pensé que los vampiros nunca dormían.
—No lo hacen... Solo yo porque lo necesito.
—¿Pero por qué?
—Mi habilidad lo requiere.
—Oh si. He oído que cada vampiro tiene poderes diferentes ¿Cuál es el tuyo? Sé que Gunil puede escucharlo todo porque una vez amenazó a Bangchan con que nos callaramos, pero era luna llena ¿Que quería que hicieramos? –Jiseok rio.
—Su oído es muy agudo, puede escuchar todo a más de 5,000 kilómetros.
—Eso es increíble, aún siendo lobos nuestro oido no es tan agudo ¿Y cuál es tu habilidad?
—¿Que te paso en el rostro? –Felix se llevó una mano a la herida y rio nervioso.
—Oh, estaba jugando con mi hermano Minho y por accidente me rasguñó, pero no es nada estoy...
Jiseok alzó su mano para tocar el rasguño y curarlo. Félix estaba sorprendió de que el dolor de pronto desapareciera y al tocarse, ya no podía sentir el rasguño.
—¿Me curaste?
—Esa es mi habilidad.
—¡No lo puedo creer! ¡Qué habilidad tan genial! Pero, espera... Si tu habilidad es curar ¿Cómo hiciste que mi hermano Changbin enfermara?
—Bueno, así como puedo desaparecer heridas o síntomas de dolor, también los puedo manifestar. Eso fue lo que hice con tu hermano.
—Increíble.
—Por cierto, no me pude disculpar apropiadamente con él por eso.
—No lo hagas, se lo merecía –Felix soltó una risa –. Changbin es como un Chihuahua, ladra y ladra pero cuando lo atacan sale corriendo.
—¿Cuántos hermanos son?
—Somos 8. 4 son los mayores y los otros 4 somos los menores... Escapamos de nuestro último refugio porque nos descubrieron en plena conversión de Luna Llena.
—Entiendo, esa es la parte más difícil de todo esto –avanzó unos pasos pero el sol le cubrió de costado, sintió el dolor pero al instante utilizo su habilidad para curarse.
Félix estaba totalmente sorprendido.
—Tambien puedes curarte a ti mismo, que genial... Espera... Por eso es que necesitas dormir ¿Te agota usar tu habilidad para curate de esa forma?
—Si, lo hice también con mis amigos durante 30 años hasta que no resistí más y era beber la sangre de 56 humanos o dormir.
—Vaya, nosotros hemos crecido con la idea de que los vampiros son seres malvados que solo piensan en matar humanos para beber su sangre pero... Ustedes no son así.
—No lo somos. Supongo que en algun punto de la historia así fue pero al menos yo no he pasado por eso.
—No llevas mucho tiempo de ser vampiro ¿Verdad?
—Casi 100 años... ¿Ustedes son inmortales?
Félix se mostró pensativo.
—Hm... La verdad no, somos longevos. A pesar de estar emparentados con los lobos y caninos, nuestros cuerpos tardan mucho tiempo en envejcer. Yo solo tengo 20 años, pero mi hermano Bangchan tiene casi 50.
—Increíble ¿Y que otras habilidades tienen además de convertirse y aullar como locos en Luna Llena? –Felix soltó una risa que sonó tal vez demasiado grave para su adorable rostro.
—Bueno, velocidad, oído agudo, superfuerza, buen olfato y considero que la repostería es mi mejor habilidad –Jiseok rio –¿Comen algo además de la sangre?
—Si, aunque no nos satisface mucho la comida humana. Pero Hyeongjun aprendió a prepar diferentes platillos a base de sangre que ayudan muchísimo.
Los dos continuaron conversando y conociéndose más a tal grado en que se volvieron amigos.
Un día, los vampiros bajaban de la montaña por la tarde de Luna Llena para visitar a su amigo en el asilo cuando los lobos aparecieron jugando entre ellos. Al detectar sus presencias se miraron con desprecio.
Excepto dos de ellos.
—¡Hola Jiseok! –saludó con la mano después de empujar a Changbin.
—Hola Félix –respondió el de cabello de colores alzando la mano.
—¿Te gustaron los Brownies que te dejé?
—Si, me gustó especialmente los que estaban rellenos de mermelada –todos los licántropos miraron a Félix que de inmediato se sonrojó –. Hyeongjun también les preparó algo –en un abrir y cerrar de ojos, el vampiro estaba sosteniendo una gran bolsa de papel con diferentes platos de comida emplatados.
Los lobos mayores lo miraron desconfiados, hasta que Félix los tomó.
—¡Gracias! Pero... No es carne de humano ¿Verdad? –Hyeongjun miró a Jiseok y por unos momentos los miraron seriamente, Félix palideció pero Jiseok comenzó a reírse.
—No, no es carne de humano. No estamos tan enfermos. Es de un ciervo que cazamos el otro día.
—¿Ustedes saben cazar? –dijo Changbin con sarcasmo –Eso quiero verlo.
—Descuida, la próxima vez te invitaremos –dijo Jooyeon con aire juguetón y Changbin sonrió de lado.
El ambiente se relajo un poco entre risas y bromas. Para jugar con los menores, Jungsu creo nieve con sus manos y de inmediato, los lobos comenzaron a jugar en ella. Gunil se acercó a Bangchan y Minho.
—Nos quedaremos en la ciudad está noche –dijo Gunil y Bangchan lo miró con curiosidad.
—¿Porqué? ¿Pasa algo?
—He escuchado rumores en la ciudad, hay una ligera sospecha de lobos merodeando por el bosque. Quizá deban tener cuidado, pero estaremos alerta de cualquier mención de ustedes y nuestro bosque. Enviaremos a Hyeongjun a avisarles en caso de peligro.
—¿Porqué hacen esto? –dijo Minho, uno de los lobos mayores. Su mirada era atemorizante –. Somos enemigos por naturaleza ¿Porque harías algo bueno por nosotros?
—Porque no somos vampiros malos como en las películas. Le prometimos a alguien muy especial que seríamos vampiros buenos.
—Pues no les creo –Minho se cruzó de brazos y Gunil rio.
—Está bien, lo respetamos. Hasta luego.
Bangchan detuvo a Gunil.
—Gracias, por todo y por la comida.
—No es nada. Cuídense.
Después de visistrar a Hwanwoong, los vampiros decidieron pasarse por la ciudad nocturna. Jiseok y Jooyeon jugaban y reían mientras Jungsu recorriera los puestos del mercado junto con Seungmin que compraba todo lo que le llamaba la atención.
La Luna Llena de alzaba en lo alto del cielo, Gunil se giró en dirección a la montaña. Escuchaba a lo lejos a los lobos, habían subido a lo más alto de la montaña para convertirse pero aún así lograba escuchaba con claridad. Hyeongjun lo miró.
—¿Los lobos? –Gunil asintió pero se concentró en un grupo de hombres que hablaban al final de la calle.
—Algo anda mal... Estaré atento ¿Puedes ir a la casa y revisar si todo está en orden?
Hyeongjun asintió y desapareció de su lado mientras Gunil se dirigió a buscar a los demás pero la conversación de los hombres lo hizo detenerse en seco, Jiseok lo miró preocupado.
—¿Gunil? ¿Pasa algo?
Hyeongjun apareció frente a ellos.
—Están subiendo la montaña. Van a buscarlos.
Los vampiros no tuvieron que mirarse, utilizaron sus habilidades para dirigirse lo más rápido que pudieron a su hogar. Era una ciudad pequeña, y muchos hombres que tenían granjas o ganado estaban preocupados por la seguridad de sus tierras. Habían escuchado los rumores de monstruos habitando las montañas pero nunca imaginaron que tomarían acción contra ellos.
Los licántropos estaban en plena conversión, y según lo que había dicho Félix, perdian todo su razocinio y podrían atacar a quien se les pusiera enfrente.
Si descubrían que los hombres lobos eran reales, no tardarían en descubrir que los vampiros también lo eran, y su cabaña estaba llena de frascos de sangre humana.
—¿Cuál es el plan?
—Evitar que lleguen a nuestros territorios. Hay que asustarlos. Jooyeon sube a la montaña, si algún humano llega hasta allá lo haces volver.
—Hecho.
—Jiseok, quédate en la entrada. Hazlos enfermar –asintió y se metió en el bosque –. Jungsu, que la helada sea gradual pero agresiva. Y ustedes dos, asustenlos y jueguen con ellos.
—¿Que harás tu?
—Porteger nuestras casas para que nadie se acerque a ellas. Vayan ya.
Los vampiros se colocaron en posiciones para defender su territorio y el de los licántropos. Los humanos cayeron en todas las trampas y solo uno pudo llegar a la montaña, pero Jooyeon lo hipnotizó con su voz para hacerlo volver a bajo inmediatamente.
Montaron guardia el resto de la noche y la madrugada hasta que el sol comenzó a salir y volvieron a casa para refugiarse de los rayos del sol.
Bangchan tocó un par de veces y Gunil abrió inmediatamente.
—Te escuché acercarte ¿Todos están bien?
—Si, supe lo que hicieron anoche. Defendieron también nuestro territorio. No tenían que hacerlo, por eso lo agradezco.
—Ambos somos monstruos para los humanos, sabemos que en cuanto lo descubran nos van a cazar y yo solo quiero vivir en paz con mis amigos. Imagino que tú querrás lo mismo.
—Desde luego, he pasado años tratando de protegerlos.
—Hyeongjum localizó una montaña más alejada hacia el norte. El bosque es grande y los humanos más cercanos es un pequeño pueblo de algunas casas ¿Quieren venir con nosotros?
—¿Hablas enserio?
—Si, es divertido compartir el terreno con los de nuestra clase. Además dudo que Félix quiera alejarse mucho de Jiseok –Bangchan asintió.
—Está bien. Hablaré con ellos ¿Cuando parten?
—Mañana por la noche. Los humanos no tardarán mucho en revisar la montaña y querramos estar lejos para que no puedan rastrearnos.
—De acuerdo, te buscaré más tarde. Nuevamente, gracias por protegernos.
—No fue nada.
El licántropo se retiró y Gunil miró a sus amigos.
—Se siente extraño volverse amigo de los lobos. Mi mentor estaría muy decepcionado de mi.
—¿Hablas de quién te convirtió en vampiro?
—Sip. Pero bueno, no importa ¿Cómo van con sus cosas? Debemos dejar la casa como si estuviera abandonada desde hace años.
—Eso no es problema –dijo Seungmin pegándole un puñetazo a la pared para destruirla un poco.
—Gunil... ¿Porque te convirtió? ¿Tu lo decidiste? –todos miraron sorprendidos a Jiseok y el mayor de todos suspiró.
—Yo se lo pedí... Eran épocas muy difíciles en todos los aspectos, nadie era libre de absolutamente nada. El mundo estaba en total guerra y bueno... Se hacía lo que se podía para sobrevivir. Mi mamá enfermó y yo escuchaba todos los murmullos de los vecinos y la gente a nuestro al rededor, podía escuchar su desprecio hacia nosotros por ser pobres y escuchaba también sus burlas. Algunos hasta parecían aliviados... En cuanto ella murió, yo escape de casa y me encontré con él, iba a matarme pero le rogué que no lo hiciera y me convirtiera... Solo así pude vengar la muerte de mi madre.
—Él te permitió hacerlo –Gunil asintió.
—Por mucho tiempo viví bajo sus enseñanzas, sé malo, odia, mata, come, caza humanos, desprecia a las demás criaturas, pero... Era muy solitario. Unos años después, un grupo de jóvenes lo mataron, le enterraron una estaca en el corazón y en ese momento se tinque me había quitado un peso de encima... Semanas ví a un chico ser arrollado por un auto, sus piernas quedaron gravemente lastimadas y me pidió ayuda...
—No dudo ni un segundo en ayudarme –dijo Hyeongjun y todos lo miraron impresionados.
—Nunca hice cosas malas porque quería, siempre lo hice porque él me lo decía. Así que decidí cambiar el significado de ser vampiros, pero no estaba en mis planes encontrarnos con los licántropos.
—Es algo natural ¿No?
—Lo es pero... Hace 50 años, cuando Jiseok aún no tomaba su siesta, me encontré con una manada de licántropos, estaban malheridos y bastante asustados, al verme se pusieron a la defensiva trata do de proteger a sus cachorros, dos pequeños... Bangchan y Minho –nuevente todos se impresionaron –. Yo no tenía intenciones de lastimar los por lo que solo les dije a dónde podían dirigirse para esconderse ya que los humanos los estaban cazando, me lo agradecieron y un tiempo después me pidieron que en cuanto volviera a encontrarlos, ayudaría a sus hijos... Siendo un vampiro al principio me negué pero ... Son criaturas temidas, igual que nosotros... Somos de cierta forma iguales ante los humanos y debemos trabajar juntos, no pelear... Chicos, les agradezco seguirme todo este tiempo, agradezco que confíen en mí, de verdad pero son libres de hacer lo que les plazca, no tenemos que ir juntos a todos lados.
—¿De qué estás hablando? Somos una familia, mi mamá nos hizo una familia –dijo Jiseok –. Quiza no seamos hermanos como ellos pero hemos estado juntos todo este tiempo como tales ... Yo los amo, chicos. No habría dormido 30 años si no lo hiciera –todos rieron y fueron a abrazarse.
—¿Creen que en algún momento nos acepten por ser vampiros? –preguntó Jooyeon.
—No lo sé, no lo creo... Pero sería genial si así fuera.
—Bueno, tenemos toda nuestra inmortalidad para descubrirlo –dijo Jungsu
—Si, así es.
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Honestamente no es lo que esperaba escribir de este capítulo, tenía buenas ideas pero me bloque y no supe cómo desarrollarlas bien pero ya ni modo
Espero no les haya parecido demasiado aburrido, si tienen más ideas para este universo deje las por aquí 👀
Gracias por leer
🦖🌸
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