Universo de HAPPY APOCALYPSE DAY y STRAY HÉROES

POV: Gunil

Supongo que Jise... Gaon ya les hablo sobre nuestro pasado. Ambos hemos hablado muchas veces sobre eso y decidimos dejarlo atrás y seguir adelante.

En realidad eso es lo que le hice creer. Después de que mi hermano quiso dañarlo y lo impedí, él siempre se quedó ahí a mi lado, me ayudó a superar esos momentos difíciles y cuando estuve fuera de peligro y tensión, él ya no parecía interesado en mi.

Y yo no quería que volviera a sufrir.

Formamos la banda junto con Jooyeon y Seungmin, pero en cuanto me nombraron a mi el líder entre en completo pánico.

Pasé toda una vida a la sombra de todo el mundo, sobre todo la de mi hermano. Cada vez que intento hacer algo nuevo escucho su voz en mi cabeza diciéndome que soy un idiota y un bueno para nada y a veces le hago caso.

Cada nombre que pensé para la banda terminaba justo en eso: "Es ridículo" "¿De verdad no se te ocurrió algo más original?" "No tienes imaginación para esto"

Es por eso que pasamos casi seis meses sin nombre.

De hecho, Bangchan se ofreció a ayudarme con eso pero no lo permitiría jamás. Era mi banda, no de él.

Cómo siempre, me encontraba armamdo la batería mientras esperaba a que los demás llegaran cuando Bangchan abrió la puerta.

—¿Quieres una paleta? –dijo alzando una paleta helada, lo miré esperando una broma o algún otro comentario, pero lucía imoasible y sonriente.

—Ya te dije que toques antes de entrar.

—Lo siento, es que nunca toco la puerta del garage, pero trataré de hacerlo por ti.

—Mas te vale

—¿Entonces? ¿La quieres? Sulky dijo que estás son tus favoritas –resoplo.

—Vete al carajo, estoy ocupado –abrí mis ojos al darme cuenta de cómo le había hablado, lo miré pero él solo sonrió y asintió.

—Bueno, la dejaré aquí –dejó el helado en una de las repisas de la pared y salió cerrando puerta.

Suspiré y fui a tomarla.

—Eres muy raro.

Un rato después, tocó y volvió a entrar en el garage y lo miré seriamente.

—Gunil, hay un chico en la puerta. Dice que vio un cartel de la banda y quiere audiocionar –me sorprendí, de verdad no pensé que la idea de Jooyeon fuera a funcionar.

Desde que le pedí a Seungmin que utilizará un sintetizador para crear nuevos sonidos para nuestras canciones, nos habíamos quedado sin tecladista por lo que Jooyoen tuvo la idea de hacer carteles de "Se Busca" al estilo One Piece para encontrar a nuestro tecladista predestinado.

Caminé con el palito de la paleta en la boca hacia el interior de la casa, Bangchan había desaparecido en las escaleras y yo fui directo a al entrada de la casa, pero me quedé perplejo al ver al chico frente a la puerta.

Era alto y de hombros amplios, tenía el cabello teñido de rubio, pero la raíz era oscura. Llevaba una funda de teclado en una mano y la otra descansaba en su abdomen, miraba los reconocimientos militares del padre de Bangchan sobre la pared con curiosidad y parpadeaba varias veces de forma rápida y seguida.

En cuanto me miró, el palito fue a dar al suelo haciéndome reaccionar. Era tan guapo y atractivo que no podía dejar de mirarlo. Entonces sonrió con nerviosismo y parpadeó. Sentí una cálida presión en el pecho.

—Hola ¿Tu eres Gunil? –carraspeé y avancé hacia él obligando me a reaccionar y controlarme.

—Si soy yo ¿Cuál es tu nombre?

—Me llamo Jungsu, yo am... Tocó el teclado y me gustaría audicionar...

Sonreí de lado y asentí.

—Sígueme –caminamos al interior de la casa con dirección al garage, se sorprendió al ver la decoración con pósters y otras cosas que Jiseok y Jooyeon habían colocado en las paredes –. Puedes instalarte dónde quieras, ya vuelvo –salí del garage y fui a la cocina a lavarme el rostro.

—¿Todo bien? –miré a Bangchan y al ver la sombra de su sonrisa resople.

—¿No deberías estar estudiando o algo? –soltó una risa.

—Hoy no. Ayudaré a un amigo con algo que necesita, llegará en cualquier momento ¿Tendrán ensayo más tarde?

—¿Porqué? –se encogió de hombros.

—Curiosidad.

—Si, lo tendremos así que no bajes a molestar.

—De acuerdo –escuché el timbre de la puerta y se encaminó a abrir, escuché algunas voces pero decidí volver a bajar a mi lugar seguro.

Jungsu estaba mirando el mural que habíamos hecho. En un acto de rebeldía, le tiré un cubo de pintura negra a la pared y aunque mi mamá me regañó, el ahora esposo de mi madre era un tipo igual que Bangchan: agradable. Quería hacerlo enojar, pero solo se dio la vuelta y de unas cajas extrajo otros tres cubos de pinturas de otros colores y me dijo que podía usarlos.

Jiseok obligó a Hyeongjun a pintar nuestros instrumentos y colocamos nuestros nombres y nuestras manos en ello. Jungsu sonreía mirándolo hasta que su vista se posó en mi.

—Am... ¿Cómo supiste de la banda? –extrajo de su bolsillo el cartel doblado de color crema.

—Un chico le dio esto a mi hermana el otro día que paseábamos por el centro y ella me lo dio a mi.

—Déjame adivinar ¿Tenía el cabello largo y un mechón rubio teñido en el frente?

—No, tiene el cabello corto y un lunar en el párpado –me sorprendí. Jooyeon había dicho que fue él quien entregó todos los carteles pero al final lo hizo Hyeongjun.

—Bueno, lo importante es que lo recibiste. Pero honestamente me sorprende que te lo hayas tomado en serio, digo ... –tomé un cartel y lo alcé –¿Quién iba a pensar que era algo serio con estos diseños? –solto una risa y se cubrió un poco la boca.

—Mi hermana. Ella no entendió la referencia y me obligó a venir y bueno, no tengo nada que perder con intentarlo –dijo encogiéndose de hombros y yo también sonreí acercándome a él.

—De acuerdo, en ese caso eres libre de tocar lo que tú quieras. Los demás no están, pero yo les comentaré de ti. Adelante.

—Claro.

Jungsu suspiró, ladeo la cabeza haciendo sonar el cuello, echó los hombros hacia atrás y sacudió las manos antes de colocarlas en el teclado. Fue una preparación musical, un acto rutinario, todos los músicos lo tenemos y cada uno es diferente pero en él se vio extremadamente elegante y atractivo.

No era tecladista, era pianista. O al menos lo había sido en algún momento de su vida.

Comenzó a tocar, no reconocí la melodía ni los acordes. Su expresión cambió, fruncía levemente el ceño pero no era porque fuera complicado, era porque estaba sintiendo la música y la transmitía. Lo observé, era todo un profesional en su instrumento, una persona profunda y apasionada, alguien centrado que disfrutaba de lo que hacía y trataba de mejorar. Eso era justo lo que necesitábamos en la banda.

Pero aún así, quería conocerlo mejor. Lo hizo increíble pero mi impulso fue más fuerte y le dije que tendría que hacerle otras dos audiciones más con la pobre excusa de que tenía que evaluarlo bien, cosa que estoy seguro que no se creyó (me lo dijo hace poco, solo me siguió el juego).

No sé en qué momento me enamoré de Jungsu pero era diferente de Jiseok. Jungsu era alguien sumamente misterioso y serio, pero su personalidad encajaba a la perfeccion con la mía. Mientras yo era un poco más rudo él era más calmado.

Yo era impulsivo, él era estratégico. Sabía usar a la perfección mi impulsividad para superar los obstáculos y eso fue lo que me encantó de él.

Con el podía pasarme horas hablando sobre cualquier tema. La química entre nosotros iba más allá de lo romántico y sexual, teníamos una química perfecta en cada aspecto y por eso me gustaba estar con él.

Cuando el apocalipsis comenzó, nuestra química solo se hizo más fuerte, y todos lo sabían pero yo tenía mis dudas...

Desde que defendí a Jiseok de mi hermano, no he vuelto a ser el mismo Gunil permisivo y sumiso, aquel al que molestaban y pisoteaban. Ese Gunil ahora está muerto, pero jamás olvidaré mi pasado y lo que hice.

Casi mato a ese imbécil a golpes. Debía hacerlo, pero no tuve el valor y eso es lo que me atormenta... Que siga vivo allá afuera y algún día me encuentre.

No estoy preparado para volver a enfrentarlo

No tengo el valor de matar a alguien a sangre fría, no como Bangchan. Yo no puedo hacer eso. Yo soy protector, nadie le toca un cabello a los amigos. Yo puedo soportar los golpes, las humillaciones, las burlas, pero no soporto ver a mis amigos, mi novio o mi hermano pasen por eso.

Solo así pude hacer algo contra él.

Jiseok comenzó a llamarme "El Protector Letal" por qué siempre lo defendí después de darle esa paliza al que se hacía llamar mi hermano y así dejaron de molestarnos en la escuela.

Cuando conocí a Jungsu, toda la ira que había en mi interior se disipó, dando paso a otras emociones que había enterrado. La principal, el amor.

Y no solo un amor romántico, sino también el fraternal. Mi ira me impedía ver qué Bangchan es el hermano que siempre merecí tener y no lo entendí hasta que Jungsu me lo hizo saber.

Suspiré y alzó la vista hacia mi.

—¿Estás bien? –bajé la mirada a mi regazo.

En nuestro refugio en la estación de policía, por las noches en que me tocaba jacee guardia, Jungsu se quedaba despierto conmigo, le gustaba recostarse en mi regazo a escribir algo en una libreta. Llevaba diferentes plumas en los bolsillos de su chaleco y sus pantalones, siempre tenía q la mano algo para hacer notas sobre cualquier cosa que le pareciera interesante para poder investigarlo.

—Si, estoy bien. Solo estaba pensando.

—¿En qué?

—En el día en que te conocí –aoneio y cerró la libreta para levantarse y mirarme a los ojos.

—¿De verdad?

—¿Puedes creer que me gustaste desde ese momento? –sonrio y parpadeo – Estoy hablando enserio.

—Me cuesta creer que te gustó el Jungsu mentiroso y cobarde –feunci el ceño.

—No conozco a ese Jungsu. Yo solo conozco al apasionado e inteligente, atractivo y guapo –le a acaricie el rostro para atraerlo más a mi –. Al hermoso y adorable –suauere en sus labios y sonrió de lado. Lo besé.

Jungsu me respondió el beso. Por lo general, nuestros besos solían ser cortos y cariñosos pero está vez se estaba robando algo profundo y humedo, lo que comenzó a a excitarme, pero me aparte y lo miré a los ojos.

—Jungsu...

—¿Sabes que es necesario después de una horrible fiebre? –rei – Exacto, coger.

—Estoy de guardia.

—No tardaremos mucho –alzó un ceja y eso fue suficiente. Rei y lo tomé de la mano.

—Bien, vamos.

Jungsu habia sido mordió con tal de salvarnos a Seungmin y a mi de un zombie, pero no sabíamos que había sido sujeto de prueba para una de las curas del virus, lo cual lo había vuelto inmune.

Mi novio era inmune al virus ¿No lo hacia aun mas genial?

Lo malo es que, estuvo enfermo por dos días con fiebre muy alta pero a partir del tercer día, los síntomas se desvanecieron, lo cual significa que la cura funcionaba con rapidez.

En mis noches de guardia, había encontrado un pasadizo al edificio de junto al de estación de policía, era privado y silencioso, aislado por completo del resto del edifico y tenia la vista perfecta hcia la calle que solia praturllar. Nos dirigimos ahi sin preocuparnos por hacer ruido, de todos modos, no eramos los unicos que usaban esa habitacion para hacer tener sexo o simplemente masturbarse en privado.

Aun estabamos l aire libre cuando volvimos a besarnos con intensidad. No era la primera vez que teniamos sexo, lo habiamos hecho en la fortaleza, en el baño de neustra habitacion o en la ducha, por lo que no habia nada de pudor entre nosotros.

Quiza por eso me afecto un poco mas el hecho de que me ocultara que era un cientifico, no lo se.

Ademas de Jiseok, alguna vez tuve sexo con chicas y otros chicos, pero solamente han sido dos personas con las que he disfrutado en todo su esplendor: Jiseok y Jungsu.

Jungsu conocia  ala perfeccion le cuerpo humano, sabai tocar en los puntos correctos para general mayor placer y yo solo podia disfrutarlo. Como en ese preciso momento.

—Ah... Jungsu... -alzó la vista de mi cuello y sonrió de lado.

—Si, ya sé que te gusta que haga eso.

—Me fascina -continuo besando mi cuello mientras yo le acariciaba la cintura por debajo de la camiseta.

Se alejo solo un momento y aproveche para atrapar sus labios y besarlo nuevamente mientras comenzábamos a desvestirnos. Metio su mano en mis panatlones para comenzar a masturbarme y no me quede atras, hice lo mismo y sonrei al escucharlo gemir. Jungsu no era alguien que gimiera facilmente, era mas dominante de lo que parecia y es por eso que me encantaba estar con el. Me miro a los ojos con intensidad.

—¿Me dejas entrar? -sonrei de lado y asenti brazandolo por el cuello.

—Por favor hazlo.

Sonrió y continuamos besandonos. Jungsu era más alto que yo y si no fuera por mi entrenamiento, sería más fuerte y eso me fascinaba.

Me tomo por la cintura mientras yo le acariciaba el cabello de la nuca. El beso se humedecía cada vez más y comenzamos a movernos generando fricción entre ambos, no podía ocultar mis gemidos y tampoco quería hacerlo. Sabía que Jungsu no me haría daño, no me preocupaba mostrarme vulnerable con él.

Después de frotarnos durante unos momentos, extrajo de mi bolsillo un condón, lo abrió y se lo colocó mientras yo me giraba para apoyarme en la pared. Me dijo un beso en el cuello y al sentir el cosquilleo eche la cabeza hacia atrás por lo que termine recargado en su hombro.

—¿Listo?

—Si, adelante.

Se lubrico bien y me sostuvo con firmeza por la cintura con una de sus manos, su miembro entro en mi y al sentirlo jade retorciendome un poco pero eventualmente me acostumbre y asentí para que comenzará a moverse dentro de mi. La sensación era increíble y me encantaba, Jungsu no dejaba de susurrarle cosas al oído, cosas que él sabía que yo jamás había escuchado.

—Eres fuerte, eres valiente, eres protector...

En más de una ocasión me había hecho llorar al decirme esas cosas, las que necesitaba haber escuchado durante muchos años.

Me deje llevar mientras Jungsu me acariciaba con delicadeza hasta que se corrió dentro de mi. Se recargó en mi hombro mientras nivelaba su respiración y jadeaba, me hire para mirarlo a los ojos y sonrió de lado.

Está vez, yo lo cargué. Su espalda estaba apoyada en la pared pero aún así me colocó el condón y sonrió mientras me miraba a los ojos. Acomodo mi pene en sue nyrada y bajo lentamente mientras suspiraba con placer, en cuanto se acostumbro a mi comencé a entrar y salir. Echaba la cabeza hacia atrás y yo lo veía maravillado.

Amo a Jungsu. Lo amo con todo mi ser. No sé qué sería de mi si algo le pasa. No soporte estar lejos de les esas semanas en que estuvo en el laboratorio. Lo penetre durante un rato más hasta que llegue al orgasmo, pero me sorprendió que él también lo tuviera por segunda vez, se recargó en mi y sonreí satisfecho, pero lo abracé y así me quedé durante unos segundos.

Solamente sintiéndolo ahí conmigo. Jungsu me acarició la espalda y sentí un beso en mi hombro, respire profundo ese adorable aroma a vainilla y me aparte para tomarlo de las mejillas y besar sus labios.

—Te amo, Jungsu –alzo las cejas pero luego sonrió y también me besó.

—Yo también te amo mucho, Gunil.

Definitivamente, conocer a Jungsu es lo mejor que me ha pasado en la vida.

Ahora ya saben que habíamos en nuestro tiempo libre mientras estábamos en el refugio de la estación de policía.

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Segundo especial desde la perspectiva de Gunil jiji
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