Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

12. Introvertido, no tímido

(JunhanXOde)

Un capítulo muy INTJ
hecho por una INTJ

La gente siempre suele pensar y decir que los introvertidos somos tímidos. Que nos da pena hablar con los demás, nos da vergüenza alzar la mano o solamente la timidez es tal que no podemos acercarnos a la persona que nos gusta.

Pero eso no es cierto. Y cualquiera que lo piense es un imbécil extrovertido.

Si queremos hablar de bandos y timidez, los extrovertidos resultan ser más tímidos que nosotros los introvertidos.

Los introvertidos analizamos el panorama, la situación, el momento, el comportamiento de las personas que nos rodean y pensamos en todas las consecuencias posibles a cualquiera de nuestras acciones. Por eso estamos todo el tiempo callados y quietos.

Solemos estructurar cada paso para saber cómo reaccionar a cada pregunta, cuestión, tema o simplemente un saludo espontáneo.

Y eso no tiene nada que ver con la timidez.

Muchas veces he podido acercarme a cualquier persona en la calle a preguntar la hora, una dirección o lo que sea sin sentir pena o timidez. No cómo cierto mejor amigo que tengo quién se proclama extrovertido y cuando tiene que preguntar alguna dirección entra en pánico y se esconde detrás de mi.

—Hyeongjun ¿me estás escuchando?

—Si, Jooyeon. Ya te había dicho que puedes tomar mi libreta para copiar la tarea. Te dejé la libreta justo aquí –señalé el banco y Jooyeon bajó la mirada.

—Oh... Si, lo siento. Me distraje.

—Si, ya me acostumbré a tus distracciones –Jooyeon se rio como si no lo hubiera insultado y abrió mi cuaderno mientras yo recargaba mi mano en la barbilla y dirigía mi mirada al salón.

Justo en ese momento entró él: Oh Seung Min. Mi corazón comenzó a latir con fuerza al verlo, la sensación fue tal que me ergui un poco y bajé mis manos a mi regazo sin dejar de verlo de reojo. Entró entre risas y bromas junto con sus amigos populares y miembros del equipo de Basketball. Siempre iban juntos y aunque él no fuera la estrella del equipo, para mí lo era.

No existía persona más amable en esta mierda de escuela más que él. Y eso es lo que me encantaba de él. Era diferente a todos los populares engreídos que lo rodeaban, él era simplemente: Seungmin.

—Oye, Hyeongjun ¿Tienes la tarea de artes?

—Si, Jooyeon. Eran las partituras que hicimos el otro día –respondí sin dejar de mirar en dirección a Seungmin que iba a sentarse a otro lado del salón.

—¿Y las trajiste? –me giré para verlo ofendido –Está bien, lo siento. Solo estoy algo ansioso por la clase de artes.

—Si bueno, tranquilo. Yo me encargo. Además, si nos pide interpretarlo, no tendremos problemas. Es una de mis canciones –Jooyeon sonrió aliviado y se enderezó en su lugar en cuanto el maestro entró y la clase comenzó.

Entregamos las tareas y Jooyeon por fin pudo relajarse, pero mientras el maestro revisaba, él se puso a conversar con nuestros compañeros alrededor de él ¿Cómo podia iniciar una plática con extraños y mantenerla sin entrar en caos? Yo tengo que preguntar cosas que sé que los harán entrar en diálogo, pero Jooyeon lo hace natural.

Lo malo, es que termina hablando de cualquier cosa menos de lo que quería preguntar o lo que necesitaba saber. Y es lo que detesto de los extrovertidos.

Trató de incluirme en la conversación pero solo respondí una pregunta y continué escribiendo en mi libreta. De pronto, divisé una presencia a mi lado y alcé la mirada, pero me quedé petrificado al verlo.

—Hola, tu eres Hyeongjun ¿Cierto?

1,2,3,4,5...

—Si, soy yo –me sonrió y mi corazón pareció detenerse por un segundo.

—Genial, un amigo mío dice que eres bueno en matemáticas ¿Crees que puedas pasarme la tarea?  –preguntó un poco nervioso.

No lo podía creer, Seungmin no solo me había hablado, sino que también sabía mi nombre y que soy bueno en matemáticas. En realidad no soy bueno, soy responsable y porque si no paso esa materia reprobaría y mi vida se iría al carajo. Pero tenía la tarea ahí frente a mi lista para la siguiente clase.

Bajé la mirada y tomé los folios para dárselos, pero al volver a mirarlo a la cara lucía preocupado lo cual me extrañó.

—Aquí tienes –vaciló y la tomó.

—Te prometo que te la regresaré en dos minutos –me limité a asentir y se alejó hacia su banco.

Sentí como Jooyeon me estiraba del hombro.

—Oye ¿Qué te sucede? ¿Ahora que te hizo Seungmin? No dijiste que te... Tu sabes...

—¿De qué hablas? –lo miré confundido.

—Hyeongjun, le hablaste como si fuera la peor escoria del mundo ¿Estás bien?

Lo miré confundido. No entendía a qué se refería, yo estaba sumamente nervioso mientras me hablaba.

—Hyeongjun, tienes que relajarte.

—Pero...

El maestro continuó con la clase durante un rato y en cuanto terminó, Seungmin volvió a acercarse a mi.

—Aquí tienes, gracias –dejó el folio en mis manos y se alejó rápidamente.

No lo entiendo ¿Qué hice mal?

Conocí a Seungmin en la primaria, me ayudó a  recoger los libros que se habían caído de mi mochila porque uno de los mayores me había jugado una broma. Me sonrió con calidez y eso me encantó. Seguimos juntos en la secundaria, dónde mi sentimiento se hizo más fuerte y ahora en la preparatoria simplemente era en lo único en que podía pensar, pero hasta este momento creo que él no recordaba mi existencia

Estaba perdidamente enamorado de él y el único que lo sabía era Jooyeon.

Jooyeon y yo teníamos una banda junto con un chico de dos grados mayor llamado Gunil, pero solamente tocamos para nosotros, no teníamos fans ni mucho menos ganas de revelar nuestro más profundo talento ante la escuela. Para ellos, solo éramos los nerds de las clases y prácticamente invisibles. Nuestra banda era nuestro medio de escape y eso era bueno, no había necesidad de cambiar eso.

Al final del día caminábamos de vuelta a casa de Jooyeon dónde, al llegar, me acosté en las mantas que tenía en el suelo en un rincón.

—¿Vamos a hablar de lo que pasó? Creí que Seungmin te gustaba ¿Por qué lo tratas como si fuera un ente desagradable?

—No sé de qué hablas. Le hablo como  le hablo a todo el mundo.

—No, eso no es cierto. La mirada que le diste solo te había visto hacerla cuando ese pervertido se nos acercó en la fiesta del hermano de Gunil.

Hice una mueca.

—¿Qué es lo que pasa por tu mente cuando hablas con él?

—Muchas cosas, pero solo puedo pensar en lo maravilloso y amable qué es. Solo quiero decirle cuánto me encanta y abrazarlo... No puedo creer que todo esté tiempo este viéndome como si lo odiara.

—Por eso los populares no nos hablan y por culpa de tu maldita cara de gato amargado –lo mire mal y me señaló –¡Justo esa cara! ¿Es tan difícil solo decirle que te gusta?

—No lo entiendes. No puedo hacerlo.

—Entonces el problema es tu timidez.

—No soy tímido ¿Cuántas veces tengo que decírtelo? Ser introvertido no es lo mismo que ser tímido. Yo no siento pena de decir lo que pienso o lo que siento, no me avergüenza estar enamorado de Seungmin, pero leo el ambiente. Las veces en que he hablado con él, por alguna situación cosa o persona no puedo decirle... –suspiré con frustración –Es más fácil solo esperar a que las cosas se den de una forma u otra y aunque no lo creas he pensado muchas veces en qué pasaría si le dijera y siempre termino en él sintiéndose incómodo.

—Si, pero esos son tus pensamientos. Solo tienes que hacerlos a un lado y decirle.

—No, eso no funciona y un claro ejemplo de ello eres tú. Siempre dices lo que piensas y luego terminas arrepintiendote de ello y yo tengo que soportar tus quejas todo el tiempo.

—Bueno, eso es cierto –dijo tomando el bajo dorado para comenzar a afinarlo.

Nos quedamos en silencio, algo muy extraño si hablamos de Jooyeon, pero al parecer estaba concentrado en su instrumento y yo aproveché para trazar un plan hasta que chasqueo los dedos.

—Tengo una idea... Todo este tiempo has esperado el momento perfecto para confesarte –asentí –¿Por qué no haces que el se confiese a ti?

—¿Te escuchas cuándo hablas? Para empezar no sabemos si le gustan los hombres, lo que dices no tiene sentido.

—Ya sé. Pero... Dices que no eres timido, eso significa que puedes buscar la forma de coquetear con él y de esa forma hacerlo que él se confiese a ti.

Frunció el ceño.

—¿Sabes qué? Olvidalo, en mi mente sonaba mejor. No me hagas caso.

Quizá no sepa explicarlo pero tiene sentido. Hasta este momento yo esperaba "que las cosas se dieran" sin tener que forzarlas, pero Jooyeon tenía razón... ¿Por qué no cambiar el juego? Me incorporé y lo miré.

—Jooyeon eres un genio. Creo que es hora de preparar nuestro debut –mi amigo me miró totalmente emocionado.

—¿Llamo a Gunil?

—Si. Tengo que ir de compras.

—¡Oh por Dios! Le diré que lo veremos en el centro comercial ¡YA PUEDO OLER NUESTRO DEBUT! –gritó emocionado y yo sonreí.

Todo el fin de semana estuvimos preparando nuestro debut. Yo había escrito algunas canciones pero decidimos empezar con covers para darnos a conocer. Habíamos ido de compras junto con nuestro amigo y baterista, Gunil. Grabamos el vídeo del cover y lo publicamos en internet el domingo en la noche.

Gunil creo una cuenta falsa para enviarlo como spam a toda la escuela y al día siguiente lo publicaríamos en nuestra cuenta oficial de Instagram.

El lunes por la mañana, en mi casa, Jooyeon y yo nos preparamos para irnos a la escuela. Nos colocamos la ropa que habíamos comprando, en colores oscuros y cuero negro y café.

Me coloqué unos jeans ajustados negros, una camisa de rayas negro y blanco, mi chaqueta negra. Por primera vez en mi vida escolar peine mi cabello hacia atrás dejando solo un mechón de lado izquierdo. Me maquillé levemente en color negro, mis uñas eran del mismo color y al estar listo miré a Jooyeon que se acomodaba la chaqueta de cuero café y alzaba su pulgar.

—Bien, hagámoslo.

Asentí y nos pusimos en marcha. Tomamos las fundas de nuestros instrumentos y nos encaminamos a la escuela.

Decir que estaba nervioso era quedarme corto. Estaba aterrado pero Jooyeon dijo que mi cara nerviosa era igual a la de un artista resentido y aburrido de su entorno lo cual me hizo sentir mejor porque era el concepto que quería lograr.

Al entrar, los murmullos comenzaron. Hablaban sobre nosotros y nuestro vídeo pero en cuanto sus miradas caían sobre nosotros, guardaban silencio y nos miraban perplejos. Sonreí levemente, orgulloso de lo que había logrado.

Llegamos a nuestros casilleros para dejar los instrumentos, Jooyeon me golpeó con el codo y señaló al final del pasillo donde Seungmin revisaba su teléfono. Mi corazón se detuvo antes de comenzar a latir con fuerza, pero era ahora o nunca.

Cerré el casillero y caminé directamente hacia él. Su casillero estaba abierto y estaba tan conectado en su teléfono que no se dio cuenta que su libro de matemáticas se había caído al suelo por lo que lo levanté y se lo di.

—Oh, gracias yo... –sus ojos se abrieron con sorpresa al verme –¿Hyeongjun? –sonreí de lado.

—Deberías tener más cuidado, aunque no me molestaría prestarte el mío –parpadeo perplejo.

—Ah, si si... Tienes razón... Esto, tu... Luces diferente –alcé una ceja y el carraspeó –. Te queda genial, de hecho estaba viendo el vídeo de tu banda.

—Oh vaya ¿Y que opinas? ¿Te gusta? –me recargue en los casilleros cerrados junto al suyo y lo ví tragar duro.

—Claro, son geniales... No sabía que eras músico... Tocas la guitarra y eso es impresionante.

Sonreí de lado y me coloque frente a él. Los chicos y chicas que pasaban por nuestro lado se detenían solo para verme hablar con él.

—Puedo invitarte a uno de nuestros ensayos, si quieres –se revolvió nervioso.

—Suena bien...

—Entonces, te veo luego –mi instinto reaccionó a tiempo para llevar mi mano a su barbilla y alzarla levemente, lo cual lo hizo sonrojarse y no solo a él, sino a las chicas que estaban frente a nosotros.

Me alejé, las miré y les guiñé un ojo lo cual las hizo gritar emocionadas nuevamente. Jooyeon me alcanzó y me dio mis libros.

—Tenías razón, tu no conoces que es la timidez –dijo riendo y le sonreí de vuelta –. Tu plan fue el mejor de todos aunque la idea haya sido mía.

—Gracias Jooyeon.

Algo que me fascina es cuando reconocen mi esfuerzo y las cosas que hago. Después del descanso, mi casillero y mi pupitre estaban llenos de notas dónde decían lo genial que soy con la guitarra y eso solo hacia mi ego crecer aún más.

Personas con las que jamas había hablado se acercaban a platicar con nosotros o a preguntarnos cuando subiríamos algún otro cover. Jooyeon respondía las preguntas mientras yo me dedicaba a deleitarme con las miradas.

A veces tener la atención sobre ti es confortante, sobre todo tener por fin la atención de esa persona que tanto te gusta. En cuanto mi mirada de cruzo con la de Seungmin, le guiñé el ojo y sonreír al verlo cubrirse el rostro sonrojado.

Definitivamente fue un día increíblemente diferente a todos mis aburridos días, había creado una revolución entera en la escuela y que todos supieran que era por mi, me hacía sentir increíble. Podría tener a toda la escuela a mis pies si así lo quisiera, pero me conformo con ver a Seungmin sonrojado.

Mientras guardabamos los libros en el casillero, Gunil, que también se había vestido con un estilo similar al de nosotros, se acercó con una hoja en la mano.

—Hola chicos. Causaron más revolución en este edificio que yo en el mío.

—Todo se lo debemos al ser supremo de esta pequeña banda, el poderoso Junhan –dijo Jooyeon señalandome y yo sonreí de lado.

—Que no se te suban los humos –dijo Gunil planeando mi hombro.

—Ah, no. Eso no le pasará, tu lo ves así de rudo pero en realidad es el ser más amable del mundo.

—Solo con quienes me agradan –aclaré y miré a Gunil –¿Qué es esa hoja?

—Ah, el show de talentos de este año. Nos inscribí, podemos presentar la canción que escribiste –tomé la hoja y la analicé. Siempre quise participar en el show de talentos pero nunca me animé.

—Suena bien ¿Tu que piensas, Jooyeon?

—Más puesto que un calcetín.

—Am... Disculpen la interrupción –los tres giramos hacia un grupo de chicas –Solo queremos decirles que son muy guapos y su banda es increíble.

—Gracias, linda –dijo Gunil y la chica se sonrojó –¿Cómo te llamas?

—Soy Samy ¿Ya tienen un club de fans? –los tres nos miramos y negamos con la cabeza –. En ese caso ¿Habría problema si iniciamos uno? Podríamos vernos después para el nombre.

—Suena bien... Nos veremos después –Gunil le acarició el cabello y la chica se sonrojó a más no poder para después despedirse y salir corriendo junto con sus amigas –. Vaya, estoy seguro de que solo nos siguen porque Hyeongjun es muy guapo.

—Eso no es cierto –dije cohibido.

—Tienes que admitir que tu estilo Rockstar no se lo esperaba nadie y les encantó.

—Siempre me visto así en los ensayos –Gunil rio.

—Te esperamos afuera –me extrañé pero Jooyeon miró detrás de mi y alzó las cejas.

Se fueron y yo tomé mi guitarra antes de girar hacia Seungmin quién, en cuanto nuestras miradas se cruzaron, dio un respingo y se escondió detrás de la puerta de su casillero, lo cual me hizo reír. Caminé hacia él y toqué un par de veces recargandome en los demás.

—Por si no lo notaste, somos los únicos en el pasillo –lo escuché suspirar y tomar algo del casillero antes de cerrarlo y mirarme.

—Si, lo sé. Me puse nervioso, es todo.

—¿Y eso por qué?

—Porque... Un día me miras como si me odiaras y al otro coqueteas conmigo –fruncí los labios.

—¿Qué te hace pensar que estoy coqueteando contigo? –abrió sus ojos con sorpresa pero yo resople –Pues tienes razón. Lamento si te hice pensar que te odiaba, no es así. Yo soy el que se pone nervioso al estar cerca de ti –ahora me miró incrédulo.

—Hyeongjun, jamás te creería eso. Siempre luces confiado y serio y ahora de pronto luces como una estrella de rock y te queda increíble el estilo... ¿Qué te hizo cambiar de repente?

Me giré hacia él y me acerque un poco a su oído.

—Tu lo hiciste. He pasado años de mi vida esperando a que notes mi presencia y no funcionó, así que decidí hacer algo al respecto de una vez por todos.

—Pero eres la persona más introvertida del mundo ¿Cómo puedes ser así ahora?

—Soy introvertido, no soy tímido. Pero, por lo que veo, el tímido es otro –sus mejillas se sonrojaron y yo rei, lucía tan lindo.

Honestamente quería estrujar sus mejillas y besarlo, pero no lo hice, tampoco quería asustarlo.

—Seungmin, si te parece bien ¿Podría invitarte a salir? –su rostro enrojeció aún más y se cubrió con los libros, trastabillo hacia atrás tropezando con sus propios pies, pero lo estiré del brazo y lo sostuve por la cintura –. Cuidado.

—Am yo ... Debo irme... T-tengo practica –me empujó y corrió por el pasillo.

—El gimnasio está por acá –señalé y el dio la vuelta totalmente apenado, pasó por mi lado y lo observé irse.

Celebré en mi interior. Lo que no esperaba era esa reacción tan nerviosa y apenada, lo cual me hizo sentir aún mejor. Me reuní con mis amigos y nos encaminamos a casa para el ensayo de la banda y contarles como el plan estaba funcionando.

A partir de ese día, nuestras vidas dieron un giro impresionante. Nos habíamos vuelto populares de cierta forma, nuestros covers resonaban en el pasillo, habían noticias en el periódico escolar. Hasta el director nos invitó a  presentarnos en el medio tiempo del juego al final de la temporada.

A pesar de la popularidad, seguíamos siendo nosotros. Yo no hablaba más que con Jooyeon y otras dos personas, Jooyeon seguía contando sus anécdotas en voz alta y aunque hubiera más gente dispuesta a escucharlo, eventualmente se quedaba conmigo.

Seungmin no me había dado una respuesta, pero se quedaba para conversar conmigo al final del día y antes de su práctica. Nos conocíamos poco a poco y eso me gustaba, era mejor de lo que había imaginado jamás. Esa tarde, una chica se acercó con algo en las manos.

—Hyeongjun... ¿Podría hablar contigo?

—Claro ¿Qué sucede? – me alejé de Seungmin un poco, la chica bajó la mirada y extendió la bolsita de regalo color blanco con un moño negro –¿Qué es esto?

—Yo... Me gustas mucho... Quería darte esto, sé que no hablamos ni nada pero soy tu fan y pienso que eres muy guapo. Solo me gustaría que lo recibieras –sonreí de lado y lo tomé, pero escuché la puerta del casillero cerrarse con fuerza y en cuanto alcé la mirada, Seungmin ya se había ido.

—Gracias ¿Irás al juego? Nos presentaremos en el medio tiempo.

—¡Ahí estaré! Mis amigas y yo estamos haciendo un cartel que podría gustarte –sonreí de lado.

—Estoy ansioso de verlo –la chica sonrió nerviosa y se despidió de mi para retirarse.

Mi curiosidad fue mayor así que abrí el regalo solo para encontrarme con un set de púas personalizadas con el nombre de los integrantes de la banda y de verdad me emocioné tanto que las repartí ese mismo día a mis amigos.

Ese fue el primer regalo, los siguientes días recibí más regalos y cartas de admiración, no solo de chicas sino también de chicos, que me hacían sentir un poco incómodo pero no tenía corazón para rechazarlos. Jooyeon también volvía a casa cargado de regalitos y una inmensa sonrisa en el rostro.

Seungmin no volvió a quedarse para platicar, lo cual me pareció extraño hasta dos días antes de su juego. Guardaba sus libros apurado, pero está vez yo fui más rápido y lo acorralé. Literalmente, por lo que me miró sorprendido.

—¿Por qué me estás evitando? ¿Pasó algo?

—¿Y lo preguntas? –se dio vuelta para sacar su mochila y cerrar la puerta antes de mirarme –Crei que seguías esperando a que te diera una respuesta, pero te pones a coquetear con las chicas –ladee la cabeza.

—Bueno, nunca lo hiciste así que no le ví nada de malo en hacerlo. Te lo dije, me cansé de esperarte Seungmin –se sorprendió y yo me alejé pero me tomó del brazo para girarme hacia él.

—Espera... Yo ... Lo siento, es que ... No lo había podido pensar bien debido al partido pero ... Si me gustaría tener una cita contigo –sonreí sin poder evitarlo.

—¿Enserio?

—Si, es en serio Hyeongjun...

—¿Te parece bien después del partido para que no tengas tanta presión? –resopló a modo de risa y asintió.

—Me parece mucho mejor... Pero... ¿Vas a seguir coqueteando con todos o solo conmigo?

—Tendré que pensarlo –me miró seriamente pero me rei y lo estiré de la mano para acariciar su barbilla lo cual lo hizo sonrojar –. Tu ganas, solo lo haré contigo.

—Pero tienes que dejar de aceptar regalitos –me rei.

—Lo siento, no puedo. No soy un fuckboy, en realidad me hace sentir mal no aceptarlos –me miró desconfiado –¿Alguna vez me has visto rechazando algún favor?

—Está bien te creo... Pero aún así me molesta.

—¿Porqué?

—Porqué yo no te he dado nada que puedas aceptar así... Estoy molesto conmigo mismo porque soy demasiado tímido como para hacerlo –rei y le estruje levemente la mejilla.

—Aceptaste salir conmigo, es el mejor obsequio que me podrías dar. Anda, llegarás tarde a la práctica.

—Te veré el día del juego. Quiero verte tocar en vivo.

—De acuerdo.

Sonrió y se fue. Corri hacia la salida solo para sarandear a Jooyeon por los hombros que comenzó a reírse.

—¿Al fin cayó?

—¡Si! Por fin, seis años de mi vida esperando este momento. Necesito planearlo bien, tienes que ayudarme.

—Tranquilo, te ayudaré pero primero tenemos que ensayar para el día del juego. Es la primera vez que nos presentamos en vivo y tiene que ser genial.

El día de juego llegó, toda la escuela era un completo caos. Una parte estaba emocionada por el partido y otra por nuestra presentación. No queríamos opacar al equipo, ya que era el orgullo del director y habían tenido una muy buena racha por lo que decidimos interpretar el cover que ya todos conocían.

El partido fue duro, la otra escuela era muy buena y les estaban dando una buena paliza. Noté a Seungmin revolverse el cabello algo estresado y en cuanto nuestras miradas se cruzaron lo saludé levemente con la mano, lo cual lo hizo sonreír y volvió a concentrarse en el juego. Lograron empatar antes del medio tiempo y todos suspiramos aliviados.

—Y ahora, como presentación de medio tiempo tenemos a nuestra nueva banda interna: Xdinary Heroes.

Todo el estadio aplaudió mientras las luces bajaban y el reflector iluminaba el escenario enmedio de la cancha. Estábamos detrás de una cortina afinando los instrumentos cuando sentí que alguien me tomó del brazo.

—Hyeongjun –sonreí al verlo.

—Lo hiciste genial, lograron empatar y eso está bien. Irás por el desempate en la siguiente fase –se revolvió el cabello sudado y asintió.

—Si, lo haré. Es solo que estaba pensando a dónde te llevaré en nuestra cita –me rei y le aparté el cabello de los ojos

—Deja de pensar en eso, concéntrate en el partido. Además, yo ya lo planee.

—Chicos, deben salir ahora.

Le sonreí y quise encaminarme al escenario pero Seungmin me detuvo y me dio un beso en la mejilla lo cual me paralizó.

—Suerte, te estaré viendo desde la banca –y se fue. Jooyeon rio con fuerza mientras Gunil me empujaba hacia la cancha por lo que tuve que obligarme a reaccionar.

Nuestra presentación inició. Todo el gimnasio estaba emocionado gritando y cantando la canción. Un enorme cartel con nuestro nombre y decorado se alzó en lo más alto de las gradas y entonces llegó el momento de mi solo. Avancé unos pasos sin dejar de tocar y escuché los gritos emocionados, al alzar la mirada Seungmin estaba gritando mi nombre junto con los demás chicos del equipo.

Al finalizar la presentación, Gunil se acercó al micrófono.

—Gracias por venir a apoyar al equipo, nosotros solo estamos aquí para relajar el ambiente. Esperamos que nuestra música les de suerte –muchos rieron y nos despedimos para que el partido pudiera continuar. Al pasar frente a ellos, les deseamos suerte y fuimos a sentarnos.

El partido continuó y como si realmente hubiéramos hecho algún hechizo, nuestro equipo se destacó mejor, pero casi al final, volvíamos a estar empatados.

Seungmin tenía el balón, quedaban solo 10 segundos. No tendría tiempo de hacer una jugada, tendría que arriesgarse. Me miró y yo asentí expectante entonces dio un par de pasos pero de inmediato lo bloquearon, no había manera tenía que arrojar a la canasta. Lo ví suspirar y lanzó el balón.

Seguimos la trayectoria, aún estaba en el aire cuando el marcador sonó indicando el final del partido, entonces el balón rebotó en el aro, todo en la circunferencia y finalmente... Cayó dentro de la canasta.

Todo el gimnasio estallo en gritos, tales que tuve que cubrir mis oidos. Jooyeon y Gunil tambien se habían levantado alzando las manos mientras gritaban, mi mejor amigo me tomo de los hombros para sarandearme mientras yo reía. El equipo y otros aficionados alzaban a Seungmin y la copa que habían ganado gracias a esa última canasta de 3 puntos, pero él buscaba a alguien con la mirada.

En cuanto su vista se cruzó con la mía se revolvió para que lo bajaran y corrió hacia mi. Subió un par de escalones y me levanté para estar a su altura. Lo tomé de las mejillas.

—¡Lo hiciste! ¡Y fue increíble!

—Hyeongjun no he podido dejar de pensar en esto todo el maldito partido –lo miré atentamente –¡Te amo! ¡Te amo! –gritó y de inmediato me sonrojé, pero sin dejarme reaccionar me tomó de las mejillas para besarme y solo pude responderle el beso mientras escuchaba más gritos a nuestro alrededor.

El equipo ganó la temporada y nosotros ganamos el show de talentos. Y Seungmin y yo comenzamos a salir oficialmente.

Ser introvertido no es lo mismo que ser tímido. Esa palabra no existe en mi vocabulario y ahora toda mi escuela lo sabe perfectamente.

~~~~~~~~~~~~~~~~~
Así que ya saben, no todos los introvertidos nos tímidos👀

Alguien quería algo sobre la transformación de Junhan así que aquí está 🤭
Espero que les haya gustado

Gracias por leer
🌸🦖

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro