https://youtu.be/yL0RzgUpGjk

Ya en la base de XCOM, el teniente Shaojie se dirige a dar su informe, mientras camina hacia la sala comienza a sentir que su cuerpo le pesa, su vista se coloca nublada, el cansancio de la batalla sumado a la herida le están pasando la cuenta, se apoya en una pared para no desmayarse, un sudor frio se desliza por su frente hasta su nariz, mientras respira hondo puede ver como el techo se está moviendo.

— Ei, você está bem? —le dice una voz grave.

Shaojie nota que un recluta se le aproxima, es bastante grande, a tal punto que el teniente no le pasa del hombro al recluta.

— você tem que ir para a enfermaria —le dice mientras lo sostiene de un brazo.

El teniente le hace una señal para que le ayude a sentarse en el suelo— Obrigado —dice una vez sentado.

— você tem que ir para a enfermaria —le repite el recluta.

Shaojie no sabe cómo explicarle que debe rendir su informe, mira a todos lados buscando a otra persona que pueda hacerlo explicárselo pero no ve a nadie.

— Tu —señala al recluta— yo —se señala— ir allá —indica el cuarto en que se encuentra el jefe de guerra— informe —se coloca la punta de los dedos en la frente, como si estuviese haciendo el saludo militar.

El gesto del recluta parece indicar que entendió pero que no le agrada la idea, de todos modos le ayuda a llegar a la sala.

— ¿Que ha pasado? —pregunta extrañado el jefe centra al ver a Shaojie ingresando con ayuda.

— Ele me disse para trazê-lo —dice el soldado algo asustado.

— Yo lo ordene jefe central —Shaojie se coloca de pie por su cuenta y hace el saludo.

— Tome asiento Teniente —mira a algunos miembros del personal— ustedes dos, busquen a un enfermero para que lo atienda acá.

El recluta brasileño sigue de pie sin saber qué hacer.

— Recluta Rivera —le llama por su nombre— obrigado por trazê-lo, volte ao seu negócio.

Shaojie mira al recluta retirarse— Así que también sabe portugués, es una caja de sorpresas.

— Al igual que usted teniente —el hombre le da una mirada de reojo a la herida, tiene mal aspecto pero no parece profunda— y pensar que un informe es más importante que su vida.

— La información es crucial para ganar la guerra —dice recostándose en la silla.

— Si, pero también lo son los soldados, especialmente alguien como usted teniente —busca una botella de agua y se la entrega— su muerte causaría gran impacto en nuestras filas.

— Agradezco el cumplido —dice antes de tomar un trago de la botella.

— Entonces, acabemos esto pronto para que pueda descansar.

— La nave era más grande que la anterior, nos encontramos con unos monstruos que solo tienen la mitad de su cuerpo, el resto vuela por un sistema de propulsión, el Collins capturo uno antes de morir.

— Lamento mucho la muerte de su amigo, si sacrificio no será en vano.

— Estoy seguro de ello, solicito una petición, señor.

— Te escucho.

— Quiero pedirle que ascienda a Sam, lo nombre Sargento.

— ¿Quiero colocar ese título en la lápida?

Shaojie niega con la cabeza— No es eso, Sam tenía una esposa y una hija, la razón por la que se enlisto al proyecto es por la paga.

— La pensión de un sargento es mejor que la de un recluta —al parecer el jefe central comprende hacia dónde quiere ir.

— Así es, su familia lo necesitara, si desea pueden descontarlo de la mía.

El hombre a cargo de todo el proyecto le da la espalda al teniente— Si no lo conociera teniente, pensaría que todo fue una maniobra para cobrar un seguro, pero lo conozco.

— Entonces ¿Debo decir que el Sargento Sam Collins murió en acción?

— Asegúrese de que su familia reciba mis condolencias por la pérdida y mi agradecimiento por su sacrificio.

Tres enfermeros ingresan a la sala con una camilla.

— Ahora vaya a recuperarse —le dice mientras observa el holograma del globo terráqueo— aún tenemos una guerra que pelear.


Mientras Shaojie se dirija a dar el informe, Sheng se encuentra sentado en su camilla, observando a  Binta que permanece inconsciente "He tenido suerte" se dice el soldado "el teniente nos ha salvado"

La puerta se abre y Ludmilla ingresa, su rostro denota preocupación, mira a la soldada Binta, no parece que las cosas fueron muy bien.

Sheng no la quiere ver a los ojos, pero siente como se acerca— Regrese —dice desanimado.

— Y veo que estas en una pieza —dice en tono animoso— sabía que lo podrías conseguir.

— ¿Conseguir? No conseguí nada, me paralize en la batalla.

Ludmilla se sienta a su lado y le sostiene la mano— Estas progresando de a poco, antes ni siquiera deseabas estar alli.

Sheng separa su mano— Abandone al teniente, permití que entrase a la nave enemiga por su propia cuenta.

— ¿Te dijo algo al respecto? —se denota cierta molestia en su pregunta.

— Al contrario, considero que tome la decisión correcta.

— Si él lo dice, es porque así debió ser.

— Quizá no sirvo para esto —se toma la cabeza lamentándose— Sam era increíble, debí ser yo, no él.

Ludmilla le toma el rostro suavemente y lo gira para mirarlo a los ojos— no digas eso.

Sheng puede ver como los ojos de ella están vidriosos, está conteniendo sus lágrimas. Lentamente ambos acercan sus rostros, pueden sentir la respiración del otro, pero son interrumpidos por una camilla que trae a Shaojie encima, ambos se separan de golpe.

Ludmilla se coloca de pie— Te... tengo que... —antes de acabar la oración se retira de la enfermería.

Sheng se queda allí mirando la entrada, repitiendo el momento, estuvo tan cerca, pudo sentir la respiración de ella.

— Lo lamento —dice Shaojie— arruine el momento.

Sheng se recuesta en la cama— Está bien.

El teniente hace lo mismo— Sera mejor que descansemos.

— Teniente —Sheng sonríe— Después de lo que paso allá afuera ¿es egoísta alegrarme por sobrevivir un día más?

— Es lo mínimo que puedes hacer, asegúrate de vivir por cada uno de los caídos, no es un consejo, es una orden.

Sheng cierra sus ojos sonriente— Entendido, señor.