— Aló— Respondió el morocho con su voz ronca y soñolienta.

— ¿Usted es el joven Jeon? —  indagaron en la otra línea.

El muchacho contesto con un vago "mmm" tratando de dar entender que era él. Se reincorporó lentamente apoyando la espalda contra el respaldar, luchando con el sueño que lo abochornaba pues, era poco inusual recibir llamadas pasadas la medianoche y haber tenido una jornada pesada en el trabajo no era de gran ayuda. 

Murmullos se escucharon en la otra línea, voces mezcladas de angustia y preocupación.

— No soy quién para darle esta noticia, sin embargo, es necesario que usted la sepa cuanto antes, o bueno, por lo menos antes que los internautas — la parsimoniosa voz del desconocido movió fibras en el joven como si un instinto de alerta se hubiese disparado en todas las direcciones.

Se obligo así mismo en levantarse de la cómoda cama y se paseó por la habitación de un extremo al otro. No obstante, se detuvo frente a la mesita de noche quedando con la mirada perdida en una fotografía que yacía allí enmarcada.

Dum, dum, dum.

Los pálpitos frenéticos de su corazón le estaban advirtiendo de un mal presagio por lo que ladeo la cabeza, tratando de deshacer los maliciosos pensamientos que lo empezaron agobiar. 

— ¿Qué sucede? — Fue lo único que articulo causa de los nervios.

— Nosotros sabemos cuál fue su relación tan íntima que tiene o mejor dicho tuvo con el rapero Min YoonGi— pausó— por su seguridad esperamos que se encuentre en un sitio reconfortante.

— Escúpelo— espectó impaciente.

— Al señor Min lo hemos descubierto muerto aparentemente la causa del deceso fue por un exceso de sobresdos-..

Jungkook dejo de escuchar lo que le decían porque cayo de rodillas y de su mano el teléfono se resbalo. Un quejido salió de sus labios, aunque atisbaba aun aquella fotografía (tomada los primeros meses de noviazgo) fueron las lágrimas que le nublaron la vision impidiendo que pudiera apreciarla.

Sabía que YoonGi estaba destinado ser una corta pero maravillosa vida a pesar de que anhelo prolongar esa la estadía en el mundo de los vivos falló. Prometieron un para siempre, sin embargo, él siempre se esfumo como la colilla de un cigarro. El menor estaba consiente que, el perecimiento de quien amaba era su rotunda culpa, tal vez, ese hecho jamás se lo perdonaría ¿cómo podría? fue causante del daño.

El exitoso rapero Min YoonGi o más conocido bajo su sobrenombre "suga" ha fallecido debido a una sobredosis de narcóticos en su sistema. Llego esta madrugada sin signos vitales al hospital de Seúl, estipulan que todo esto fue debido a su depresión sumando a su ansiedad lo cual lo afectaban un tiempo atrás. El mundo de la música hoy está de luto una vez más, nuestros más sentidos pésame tanto a su familia como a los seguidores del cantante.

Fue lo último que escucho Jeon antes de apagar la televisión. La mayoría de los canales de noticias detuvieron la programación pues, estaban encubriendo la primicia número uno. El rostro del menor se hallaba desaliñado, sus ojos andaban tan hinchados, nariz rojiza como si hubiese estornudado múltiples de veces, cabellos desordenados y pañuelos rodeándolo. Debia asistir a la funeraria a pesar de que desistía hacer acto presencia tenía que, no estaba preparado, pero ¿quién lo estaría? tendría susurrarle el ultimo adiós. 

— Sabía que serías un problema en mi vida, sabía que me ibas ocasionar dolores de cabeza...sobre todo sabía que me dolerías, pero jamás pensé que fuera tan fuerte este sufrimiento— murmullaba entre sollozos mientras observaba entre lágrimas la fotografía de él y su chico, abrazados sonriendo en grande demostrando que ellos podían contra los demás.

La historia entre aquellos amantes prófugos de los internautas, tal vez, sea de las más caóticas, románticas y dolorosa.

Ahora solo quedan los recuerdos de lo que alguna vez fueron, de lo que alguna vez entregaron por amor y de lo que perdieron por error. Los segundos que le quedaban de vida a Min fueron los más valiosos, los cuales Kook no pudo disfrutar a su lado.

¡Pobre muchachito! a una edad tan temprana se veía envuelto en el calvario de la tenebrosidad.  Esconder su amor fue un trabajo sumamente complicado además de tormentoso para el momento, no obstante, despedirse, perderlo de la manera más cruel que alguien puede perder era como caer al barranco de la locura. Una pesadumbre envolvente en el desespero, dulce, cruel, y pero que la muerte.