[6] Adiós amor - Final-.
YoonGi sentía que perdía un pedazo de su vida al saber que internado se encontraba su amado, había estado aproximadamente una hora y media en la sala de espera totalmente angustiado, los médicos que transitaban por la zona le decían lo mismo; "El diagnostico de Jeon JungKook aún es reservado, se paciente, ya pronto obtendrás mejores noticias." Tic- tac el reloj avanza y el rapero se sentía como una mierda por así decirlo, tantas vueltas le daba a la situación en su cabeza, ¿y si jamás le hubiese dejado ir solo? ¿Y si jamás hubiesen comenzado la discusión? ¿Y si? ¿Y si? Muchas posibilidades cruzaban, sin embargo llegaba al mismo punto; todo debía pasar.
Agotado cerro sus ojos, quizás una relajada siesta lo haría sentar la cabeza y alejar todos los nervios.
— Familiares del paciente Jeon— Una voz causo que el mayor abriese los ojos apresuradamente y se levantase de un brinco de la silla, dirigiéndose al corpulento medico quien sostenía una especie de planilla entre sus manos.
— Soy su pareja— hablo precipitadamente, el medico observo de arriba y abajo al más bajo.
— Por ahora el joven está completamente estable, tuvimos un poco de complicaciones pero por ahora está fuera de algún peligro, es un milagro que él se haya salvado puesto que los golpes y el choque pudieron haber acabado su vida— Explico brevemente mientras leía la planilla cual cargaba.
— ¿Golpes? — Cuestiono confundido.
— Si, al parecer Jeon tuvo un enfrentamiento bueno, lo deducimos por los hematomas que presento en las diversas partes de su cuerpo, ahora si me permite seguiré con mi trabajo— Cerro la planilla, y seguidamente paso por un lado de Min.
•••
Los días transcurrieron y la salud del menor evoluciono ahora ya no estaba postrado en la cama, con la ayuda de su novio este podía movilizarse con facilidad gracias a la silla de ruedas.
Tanto como el rapero y su pareja disfrutaban de la tarde soleada en los jardines del hospital, conversaban sobre su futuro como pareja entre risas y cursilerías.
— Quiero casarme contigo cuando todos nuestros sueños se hayan cumplido— Dijo el mayor mientras enfocaba su mirada en el cielo azul, Jeon observaba a su chico con admiración y en su mirada reflejaba tanto amor.
Aquel día fue el más memorable para los dos, puesto que aquella tarde al menor le dieron de alta, Min se ofreció a llevarlo a su departamento y Jeon gustosamente acepto. La noche cayo, YoonGi se quedó ya que Kook le rogo que no lo dejase solo, ¿Cómo podía negarse a las palabras de su chico?
La luna y las estrellas fueron cómplices de como dos amantes se entregaban, se desvestían en la oscuridad profesando amor eterno, entre gemidos y suspiros se dijeron cuanto se amaban.
Los meses pasaron en un abrir y cerrar de ojos, desde aquel día que se unieron en una sola persona las cosas entre ellos mejoraron, YoonGi dejo en un segundo plano las drogas que antes consumía ya que su novio erase la medicina y la única droga que necesitaba en su vida.
Veinte de Noviembre de dos mil dieciocho (horas antes del accidente.)
YoonGi había perdido la poca cordura que tenía andaba como un loco botando las cosas al suelo, Jungkook miraba desde una esquina la escena, se encontraba aterrado, un grito de frustración por parte del mayor alerto a Jeon el cual inmediato se lanzó a abrazarlo, ¿Cómo habían llegado a tan lejos? ¿Cómo su armonía se vino abajo en un abrir y cerrar de ojos? Aquellas eras las vagas preguntas que se hacía inmediato el menor, pero solo había una respuesta exacta para eso; TaeHyung.
TaeHyung era un amigo del pequeño Jeon desde que estaban en preparatoria, el regreso hace poco a corea y lo primero que hizo fue contactarse con Kook. En las últimas semanas ambos chicos estuvieron saliendo, los celos e inseguridades de Min se hicieron presentes aunque el menor le reprochaba que solo erasen amigos el rapero no lo veía de esa manera, tenía la ligera sospecha que ese payaso de circo (ese fue el apodo que le coloco a tae) se encontraba profundamente enamorado de su chico. Las semanas transcurrieron y Min a notar las muestras cariñosas de dichos chicos estallo, enojado e eufórico demostró la rabia que contenía, en su interior, Kook estaba presente puesto que el rapero lo había llamado para que fuera a zona de confort.
El peli- menta al sentir el agarre de su pareja bruscamente estampo contra la pared al muchacho, este se quedó algo abatido por el repentino "ataque", observo por un momento a Min antes de estamparle un fuerte puño con sus nudillos al rostro del mayor, generando que este cayera al suelo, Jungkook en un rápido movimiento lo tomo por sus prendas levantándolo, se miraron fijamente por unos cuantos minutos, no obstante el peli-menta también tomo por las ropas a su chico y con fuerza lo tiro hacia un sillón, causando que este se golpeara duro en la parte de sus costillas, se quejó, levanto su mirada quedando aterrado al ver como su novio tomaba una silla y la estrellaba contra el espejo de la habitación.
— ¿P-por qué? —Tartamudeo, sus ojos picaban eso quería decir que las lágrimas amenazaban en salir.
— Estoy harto como le prestas atención a otro chico, estoy hasta las pelotas de presenciar cómo son cariñosos enfrente de mis narices, ah, verdad TaeHyung y tu sería la mejor pareja del año en vez de un tu y yo— Escupió con odio, las venas en el cuello de YoonGi se remarcaban, dio media vuelta y sin rechistar nada más se marchó.
Jungkook lloro, se sentía tan culpable por lo sucedido, lloro como si de un crio este se tratara, estuvo casi toda la tarde en ese estado antes de regresar a su casa. Al volver a su hogar fue directo a su habitación, donde se encerró para así continuar su llanto abrazando su almohada.
Por otro Min YoonGi se reunió con amigos, así calmaría su dolor aparentemente, el rapero ese mismo día tenía una presentación para unos premios. En la camioneta en la cual se transportaban tenía la musica alta, entre bromas y risas empezaron a mezclar tragos, uno que otro narcótico.
Hoseok, NamJoon estaban un poco pasados ya de tragos y lo único que hablaban eran cosas sin sentidos, sin embargo Jin aun permanecía completamente sobrio cuidando a sus nenes. En un descuido Min consumió una gran cantidad de Xanax, pasados unos cuantos minutos el chico comento balbuceando que tenía un poco de sueño, no le prestaron atención, solo dejaron que este tomara su habitual siesta.
— YoonGo, hemos llegado despierta—Sacudió Jin al nombrado después de una hora, pero este no se inmutaba a su llamado, lo movió con más fuerza, pero nada— Joder, mocoso esto no es divertido.
Cuatro minutos fue lo que tardo en reaccionar Jin, algo estaba mal, alarmado llamo a sus compañeros, estos no tardaron en marcar a una ambulancia.
Veintiocho de noviembre (actualidad- funeral.)
— Ame, ame, ame tanto aquel chico de Daegu que termine perdiéndolo, duele demasiado, mi último recuerdo que tengo a su lado es doloroso— hipeo débilmente— Sin embargo estoy feliz de haberme cruzado con Min en mi vida, gracias a el vencí mis demonios, los miedos que me carcomían, ahora él tiene que emprender quizás un viaje astral, y yo aquí continuare nuestra historia. Las personas realmente mueren cuando se olvida, les ruego, no lo olviden. Estoy orgulloso de haber amado a Min YoonGi, quizás fue mi perdición pero sin duda él fue mi gran salvación, perdóname amor mío— Fue lo último que dijo antes de romper en un inconsolable llanto.
Ese fue el día que Jungkook presencio como en aquel ataúd enterraban su más grande amor y consigo su corazón.
Ese fue el día que JungKook murió en vida.
•••
Un año paso desde aquel accidente ahora Jeon es el director ejecutivo de la disquera que antes trabaja su difunta pareja, como es habitual el menor se encuentra el cementerio con claveles blancos, hoy se celebraba el cumpleaños de Min YoonGi.
— Te extraño, he trabajado muy duro ¿eh? Hace poco escuche una de las canciones que tenías post- producidas, me dijeron que la habías escrito cuando yo me había acercado más a TaeHyung, fui un estúpido, Seesaw fue un éxito rotundo entre los seguidores de tu música, cuando la escuche llore así sentías la relación, yo la descuide, te amo siempre lo hare porque desde que nos unimos soy totalmente tuyo— derramo una que otra lagrima, pero en aquel preciso momento el viento soplo.
— Vaya, aun estas presente aquí, después de todo sigues acompañándome en la brisa— murmullo Kook con un tono más calmado, dejo los claveles en la lápida, quedo allí de pie unos segundos antes de marcharse.
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