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Los 7 [Parte 1] (Tierra 12)


Una montaña, cuya imponente forma la hacía verse inamovible ante cualquier elemento, tenía un fuerte viento azotando con innecesaria violencia y nieve cayendo como si la tormenta del lugar nunca acabaría. La nieve se alzaba impasible, ante los grados del lugar que descendían como polos opuestos frente a los bosques tropicales. El monte dormía, se mantenía igual que siempre, esto hasta que una gran nave salió con rapidez y fuerza de un portal para estacionarse. Fue tan rápida, que la nieve de la zona se sacudió del sitio.

-¿Están bien?- preguntó cierto hombre con piel grisácea y con una "S" invertida. Preguntaba para el resto de tripulantes de aquella peculiar nave ante su brusco aterrizaje.

-Sí, aunque Neena no parece que tuvo mejor suerte- dijo un hombre llamado Logan, mejor conocido bajo la identidad de Wolverine, que tenía su cinturón puesto.

La chica de "buena suerte" había caído al suelo, no había tenido suerte de tener el cinturón puesto justo en el momento del freno.

-Es la primera vez que te veo caer de manera tan torpe- dijo Logan, mientras le miraba con fisura socarrona.

-Eso no es natural con tus poderes- le dijo la hechicera suprema, Wanda Maximoff, quitándose el cinturón para bajarse con gracia.

-Bueno...- dijo Neena, tosiendo fuerte. En sus manos tenía una bolsa de patatas.

-¿Eh, te pasa algo?- preguntó Wanda, parándose para ayudarle a ella.

En eso, pudo observar un trozo de papa con saliva en el suelo, a unos centímetros de ella.

-Sí que tengo suerte- dijo Neena, limpiandose con su antebrazo- Me estaba atorando con mis aperitivos cuando choqué contra el suelo y expulse lo que me ahogaba por el impacto-

- Suena tan enrevesado- dijo el lobezno, mientras se ponía de pie. Se estiró un poco- En fin, en esta ocasión tardamos mucho más en llegar a otro universo. Yo pensé que tardaríamos menos-

-Limitaciones de viajar entre mundos, algunas veces es instantáneo y otras veces no- le respondió Wanda, abriendo la compuerta de la nave para así salir.

- No deberías hacer eso, nunca se sabe si está "tierra" esta hecha de los mismos compuestos químicos que las otras- le dijo Bizarro, haciendo que la capa de su espalda salga volando y agarrase a la hechicera del hombro. Pero ya era muy tarde para advertencias.

- No te preocupes, apenas llegué pude darme cuenta que estamos en un planeta habitable-

-¿Usaste Magia?- preguntó Neena, algo interesada mientras cruzaba sus piernas y brazos como una niña que escucha sobre fantasías.

-No, la humedad- señaló afuera, donde la nieve se alza majestuosa- Aunque no es una prueba contundente, la próxima vez no me dejaré llevar demasiado-

Wanda, Domino y Wolverine salieron de la nave para tomar aire fresco. Aparecieron en la cima de un gran monte, desde en el cual, podían ver toda una sierra de montañas y bosques.

- Estamos en Europa, no es Estados Unidos. Esa sierra es la "sierra ibérica" de la península ibérica- señaló Wanda, explicando la localización correctamente.

- No necesitamos ir al país del tío Sam siempre que llegamos a otro mundo. Total, Estados Unidos no es el centro del mundo- dijo Wolverine, mientras sacaba un cigarro- Hace tiempo que no prendía uno-

- Es tu culpa por creer que no puedes fumar cerca mío solo porque "yo sea una niña"- dijo usando sus dos manos para hacer señas con sus dedos.

- Eres una niña, sobre todo para mí. Eso no es malo, de hecho, la juventud y la adolescencia es la mayor virtud. Deja de intentar crecer y mejor disfruta de lo que te queda- Wolverine exhaló su cigarro, para luego botarlo en la cima del monte- y no uses esta mierda, mata el alma y la envenena-

-¿Y por qué no lo dejas si es así?-

- Ya es muy tarde para mí en muchas cosas, nena- por un segundo, suspiró con pesar- muchas cosas-

Bizarro bajó de la nave, siendo seguido de Blonsky, con una herramienta en su mano, que se asemejaba a una pantalla táctil. Al mismo tiempo, Wanda usaba sus poderes, la magia se manifestaba en sus manos como un juego de festival de colores.

- Este es un mundo muy normal, más normal que el nuestro por lo que veo...pero no deja de tener dosis de héroes. Parece ser que tienen varios grupos "Los defensores del globo", "Superamigos" y entre los más populares "Los 7". Muchos de ellos están en Estados Unidos-

-Mierda, ¿enserio? ¿Cuándo será el día en que Canada tenga un grupo de héroes destacados?- dijo algo bromista el lobezno, mientras se quitaba el sombrero- en fin...¿algo que llame la atención?¿en particular?-

- Hay muy poca magia, de hecho, no es nada comparada a la de otros mundos- dijo la hechicera suprema, mientras alzaba sus brazos al unísono al aire- Por suerte, poseo mucha energía acumulada para casos especiales. No habrá problemas, espero-

- ¿Entonces qué?- preguntó Emil al grupo, uniéndose a la conversación- Nada importante, otro universo sin pista-

- Tendríamos que hurgar más a fondo, contactar con los líderes del planeta, o su organización más destacada. También podríamos buscar por el vasto universo, pero esto último no sería eficiente hacerlo en cada mundo- explicó Bizarro, caminando cerca de Blonsky. Este último le ignoró, pasando alado suyo sin hacerle mucho caso.

- Yo diría que debemos centrarnos únicamente en la tierra, queramos o no, sin sonar egocentristas, nuestro mundo siempre ha sido y será un lugar de gran resonancia entre los mundos. Cuando no lo sea, será hora de cambiar al plan B:"Viajar por un universo entero"-

- Mientras rasguemos algo de la superficie, estoy contento- le dijo Wolverine, sin sonar impaciente- ¿y cómo va el ritmo del tiempo acá?-

-Un año acá son 3 meses en el universo de ustedes. No habrá problemas respecto a ello- le contestó el clon.

- Muy bien, entonces hagamos esto: iremos yo, Bizarro y Neena a ver a estas parodias porno del escuadrón supremo; Wanda y Emil se quedan en la nave-

-No, voy yo- les dijo Emil, dando un paso al frente- La niña se queda en todo caso, un hombre es quien va a tener que pelear-

-¡¡Eso es machista!!- le espetó Neena.

- Lo sé, y lo repito- respondió sin titubear, manteniendo su mirada seria en todo momento.

-Nadie dijo que peleariamos...- le dijo Bizarro, mientras Emil se inclinaba mirando la pantalla que sostenía en sus brazos.

- Siento un mal presagio sobre estos, créanme cuando les digo que estos hombres tienen algo muy oscuro dentro de ellos-

-Nene, hasta yo tengo instinto para estas cosas, pero ¿cómo puedes sentirlo con una imagen?- le dijo Logan, mientras Emil alzaba la vista.

- Créeme, no sabes cuantas veces he visto imágenes de objetivos en mi lista negra, ni cuantas fotos de políticos he tenido que ver antes de proteger a unas malditas ratas- contestó, haciendo suspirar al mutante quien solo se subió en la nave.

- En fin, suficiente aire fresco, movámonos a Estados Unidos-

La nave entró en modo invisible, para después empezar a sobrevolar el océano y los terrenos de tierra tan deprisa que en poco tiempo habían llegado ya al continente Americano. La diferencia con sus tierras de origen era enorme. Las ciudades de Estados Unidos de aquel sitio se mantenían intactas, impasibles, sin fisuras ni lugares desolados como en todos los demás universos que han visitado. Era la definición más pura de tranquilidad, normalidad y esperanza. No había rastros ni de gran destrucción ni de haber combatido a grandes adversarios galácticos de otros mundos o sujetos que querían destruirlo todo. Sin embargo, las constantes imágenes de superhéroes del equipo de "Los 7" en todas partes de la ciudad eran algo que llamó poderosamente la atención al viejo lobezno, que empezaba a entender las palabras de Emil. Un olor a chisme quemado, a egocentrismo diría más bien, era remarcada en cada esquina. De hecho, veía que estaban incluso en diversos productos que nada tenían que ver con ellos.

- ¿Son defensores o empresarios capitalistas?- se preguntó Logan, acostándose en su sitio con la silla inclinada.

Un gran edificio fue lo que hizo saber al grupo que estaban en la ciudad sede de este equipo de héroes. Parecía un palacio de un rey egocéntrico, alzándose sobre las altitudes como si fuesen Dioses.

.................

........

En unas calles de aquel lugar, un "villano" era lanzado con fuerza contra una pared, con tanta insistencia que agrietó esta para luego caer al suelo, con algunos huesos fracturados y su cráneo con alguna fisura. Pese a ello, la gente cercana se regocijaba ante la presencia del hombre que le había azotado con una fuerza innecesaria, alabandole al ser tan famoso y conocido en la ciudad y el mundo entero. El sujeto era el líder del equipo de héroes de los 7: Homelander. El rubio de traje azul y capa estadounidense estiró su brazo, en donde tenía un bolso azul con decoración de flores, para dárselo a una señora mayor.

-Aquí tiene mi venerada anciana, Dios le bendiga- le dijo con su mejor sonrisa.

-Gracias jovencito, Dios le bendiga por sus actos- la anciana se estiró para alcanzar su bolso, con algunos movimientos torpes ya que se hallaba con un bastón para caminar. Tardó un tiempo ante la mirada de sonrisa extendida de Homelander, que tuvo que mantener su dentadura blanca y bien sometida a dentista hasta que la señora agarró bien el bolso.

- Fue un placer- dijo, casi escapandosele cierto tono de fastidio por alguna razón- Hasta luego, queridos ciudadanos americanos- se despidió, para salir volando del lugar en el cielo- ...y negros- chisto en el aire, ya a una gran altitud- Menuda puta vieja de mierda chupa penes, ¿es que nació sin putas manos?. Parecía que tenía un vibrador entre las piernas por tanto que temblaba-

Homelander surcaba los cielos con imponencia, volando como pasaba todos los días en los que no había ninguna misión encomendada por su agencia. Él era el viento y la fuerza del mismo, retirando lo que veía molesto y azotando con la misma potencia que había entre un amo con un esclavo.

- Nah, ya me aburrí de volar, es hora de follar- bajó volando hasta donde debía de estar cierta compañera suya.

Su compañera de equipo con una armadura tal cual amazona, estaba durmiendo hasta muy tarde tras haber bebido varias copas de vino el día previo. La reseca del día anterior le seguía consternado y alterando la cabeza, haciendo que permanezca en cama tendida como una gata.

-¡¡Quiero una mamada!!- dijo Homelander al llegar a su hogar desde el balcón, despertando e irrumpiendo para el mal gusto y el descontento de ella- Cariño~ Ven con tus lindos labios-

- "Mierda, mierda, mierda..."- se repitió para sí, erguidiendose y despertándose por los nervios- "No quería verlo tan pronto, ¡Maldita sea!¡Lárgate!"-

- ¡Cariño!- gritó al llegar a los pies de su cama, ante la mujer que intentaba mantener una mirada apacible para no molestar su verdadera emoción de puro asco y odio.

- No es necesario que me digas "cariño" - dijo, sonando neutral por tanto como pudiera, sin sonar odiosa ni tampoco suave- Ahora mismo estoy despertando de una resaca, ¿qué ocurre?-

- Verás, vengo volando toda la mañana salvando vidas, cosas que tú deberías hacer, pero en vez de eso estás en la cama, y vine a verte, aparte, quiero sexo oral, quiero decir, amor de tus labios-

- "Maldito pedazo de mierda"- pensó la mujer, apretando las sábanas- No estoy de humor para ello, ¿puedes irte o...?-

- Oh, ¿qué ocurre..?- Homelander dio unos pasos para caminar hasta quedar cerca de ella, parado alado de donde yacía recostada, para agarrarla del hombro y susurrarle- ¿...acaso no me quieres bebé?-

Ella tragó saliva, con sus manos un tanto temblorosas por las seriedad y el tono brusco articulados en sus palabras, agitando sus emociones. El asco y odio que emitía su mente no era tanto como su vulnerabilidad y miedo ante el hombre meramente intenso que tenía agarrando su hombro. Homelander era casi una deidad para su equipo o para Estados Unidos, mostrándose como el símbolo de poder más grande hasta ahora hecho presencia. Él era un viento imponente, que azotaba todo aquello con lo cual se viese interesado. Así que, inclinando su cabeza en resignación, procedió a bajarle el pantalón con repudio e introducir su fétido miembro en su boca.

......

....

..

Un velocista corría detrás de un camión a gran velocidad, llegando a dar algunos tropezones supuestamente por el terreno tan irregular donde corría. Estaba el camión conduciendo en medio del Central Park, haciéndose paso a través de la maleza, arbustos y si era posible, algunos árboles pequeños. El velocista era miembro de "Los 7", los famosos héroes del país, y a diferencia de otras veces, no alcanzaba a sus objetivos pese a ir solo en un vehículo.

-¡Te dije que sería buena idea ir por el pasto, ese bastardo no puede correr bien!¡Ja!- exclamó uno de los atacantes, cuya apariencia se asemejaba a una latina. Pero el caso era todo lo contrario. El velocista de tez negra tenía sus ojos rojos, había estado drogándose cuando le llamaron desde su comunicador. Se intentaba concentrar para no perder al camión de su punto de vista, pero cada vez más los efectos aumentaban ante la adrenalina y la dopamina que recorrían sus venas con la misma velocidad e insistencia que un parpadeo. Tenía mala suerte, quería todo menos que lidiar con un maldito crimen en estos días, no estaba de humor.

Al final, ante la necesidad de correr, llegó a alcanzar tanta confusión que le hizo tropezarse y caer en el suelo, dándose de narices con el pasto.

- Malditos mexicanos de mierda...- se levantó para seguir persiguiéndole. Lo más vergonzoso de la situación, era que arriba en el cielo era grabado por unas cámaras.

- ¡¡Parece que tiene dificultades, pero tranquilos, nuestro héroe siempre se levanta!!- decía una animadora a unas cámaras que enfocaban la persecución, para ganarse las esperanzas de un público cada vez más defraudado y dudoso de cómo el héroe iba en su rumbo.

El "héroe" se alzó para posicionarse como todo un corredor y salir disparado tal cual bala de francotirador. Visualizaba cuanto le era posible con su mirada consumida por las hierbas. Estaba siendo sometido a un terrible estrés, si no los alcanzaba, sería la burla del equipo ante un robo simple. Necesitaba atraparlos para no quedar en ridículo, o a menos...

-Deténgase-

...que no huyeran.

Una mano agarró desde la parte de atrás al camión, con la suficiente capacidad para frenar sus llantas y sus toneladas sin alguna pizca de problemas. Los atracadores, que iban en aquel camión de joyas, tenían cierto temor de saber quién era la persona detrás de todo ello. No obstante, al girarse hacia atrás, solo hallaron a un hombre de piel gris con una capaz totalmente distinta a la de Homelander. Bizarro había llegado para ayudar.

- Maldito imbecil...- dijo Emil Blonsky desde una azotea, acompañado del lobezno, que miraban al héroe de tierra 15 detener un robo- No estamos aquí para ayudar por una pendejada así-

- Tal vez, pero en cierto sentido, me recuerda mucho a un viejo amigo...- dijo Logan- Aparte, creo que deberías fijarte bien a quién ayudó. ¿conoces las cordialidades? Pues es hora de aplicarlas-

Los ladrones pararon y se entregaron voluntariamente ante un sujeto que parecía una copia de Homelander. A-train, quien no hacía más que estar confundido bajo el efecto de las drogas, creyó estar viendo algo que no había o que su mente estaba empezando a cambiar colores.

- Disculpa compañero, ¿estás bien?- preguntó Bizarro en un claro gesto de amabilidad, extendiendo su mano. A lo cual, A-train respondió estrechandosela.

-Burg...- al parar, y evitar que la adrenalina lo sobrecargase, se detuvo para vomitar en el suelo ante el héroe de ropa azul que se sentía extrañado ante aquella escena. Un viento nuevo surcaba en el aire, y en vez de destruir, cruzaba amablemente entre los montes y edificios.

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