Capitulo 3: Pecados del Padre
MANSIÓN X
Bestia continuó balanceándose y saltando alrededor de su laboratorio mientras Adrian estaba parado en medio de la habitación conectado a varias máquinas, con ventosas en su frente, hombros, pecho, brazos, piernas y otros lugares en los que Adrian no quería pensar en eso. Todavía vestía su camisa blanca sin mangas, jeans y unas Converse desgastadas. El pañuelo rojo estaba envuelto alrededor de su águila FOH y lo bajó más para ocultarlo todo, Bestia se acercó con un portapapeles. -¿Te sientes cómodo, Adrián?-.
-Me siento como si estuviera en un episodio de Star Trek, ¿cómo consiguieron toda esta tecnología?- Adrián preguntó mirando alrededor del laboratorio de Bestia.
Bestia tarareaba mientras presionaba un botón en una máquina. -La fortuna del profesor Xavier era realmente enorme, pero muchos de los dispositivos que ves aquí son parte de mi propia creación-.
-¿Y qué? ¿Uno de tus poderes mutantes es la súper inteligencia?- Adrián le preguntó.
Bestia se río disimuladamente. -El verdadero signo de la inteligencia no es el conocimiento sino la imaginación. Albert Einstein- dijo Bestia mientras las máquinas comenzaban a escanear el cuerpo de Adrián: -Mi poder mutante era una gran velocidad y agilidad, pero también en mi mente era un atleta estrella dado mi tamaño y destreza antes de que el Profesor Xavier me encontrara y tuviera mi... incidente-.
-¿Incidente?- Adrián le preguntó.
-Una historia fascinante para otro momento. Ahora, por favor, estamos tratando de deducir la fuente de tu mutación única. Adrian, ¿por favor indica tu nombre y edad para que conste?- Pregunto Bestia cuando apareció una luz roja en una de las máquinas indicando que estaba grabando.
Adrián tragó saliva. -Um, Adrián Raphael Luca, diecisiete años-.
-El sujeto es...- Bestia miró un botón. -Seis pies, 195 libras con una constitución atlética por observación, tus poderes se basan en esta Materia Sombra, ¿puedes producir un ejemplo para que la máquina lo analice?- Pregunto Bestia.
Adrián se miró las manos y cerró los ojos concentrándose, trató de pensar en el nudo que sentiría en su estómago cuando invocara el poder cuando fuera atacado por Hyde o cuando huyera de los X-Men.
Abrió los ojos y nada, suspirando Adrián dejó caer las manos. -Hmm, no sé lo que es tener un poder como el tuyo, ¿tal vez deberíamos contactar a Jubilee? Aunque es su cumpleaños-.
Y no le compré ningún regalo- murmuró Adrián.
Magneto entró en la habitación. -Adrián, Bestia, ¿cómo van las pruebas?-.
-Estamos teniendo... una falta de éxito Magneto, parece que Adrián todavía está luchando por invocar sus poderes más excéntricos- dijo Bestia.
Adrián parecía desconcertado. -¿Qué, tengo más?- Adrián preguntó.
Bestia asintió -De hecho, mira aquí- Bestia abrió una pantalla que mostraba el diseño del cuerpo de Adrián escaneado por las máquinas. -Tus poderes son más que estas explosiones de materia de sombra o hojas de éter como las describió Magneto. Tu densidad ósea, tu fuerza muscular, todo se ha mejorado no muy diferente de mis propias mutaciones genéticas podrían ser quizás dos o diez veces más fuertes que el hombre promedio, tendremos que, como diría Wolverine, 'ir al gimnasio' para descubrirlo- Bestia dijo riendo.
Magneto se cruzó de brazos. -La destreza física es importante, pero no tan importante como aprender a dominar esto, ¿cómo lo llamaste Bestia?- Preguntó Magneto.
-Materia de Sombra, no se parece a nada que haya visto- dijo Bestia mientras sacaba a relucir las grabaciones de Adrián en la sala de peligro desde su despertar y su teletransportación. -¿Quizás si probáramos esta capacidad de teletransportación de corto alcance?- Preguntó Bestia.
-Es exactamente lo que pienso, por eso he traído a un experto- Magneto explicó abriendo la puerta del laboratorio y entró una criatura de piel y cabello azul con un leotardo negro con hombreras rojas que caía sobre su traje negro en forma de V, tenía una cola en forma de lanza con extremidades largas y delgadas, tres dedos en cada mano, sus orejas puntiagudas y sus brillantes ojos amarillos hicieron que Adrián saltara.
-¡Qué diablos!- Adrián retrocedió.
-Guten Morgen, me disculpo por asustarte, Junger Mann, sé que mi apariencia puede asustar a algunos- le dijo la criatura, más demonio que hombre pero hablaba con un marcado acento alemán.
La tensión de Adrián disminuyó al escucharlo hablar.
-Mi nombre es Kurt Wagner, ¿cuál es el tuyo?- Extendió su mano de tres dedos enguantada de blanco.
-Um... Adrián-.
-Nightcrawler ha hecho el largo viaje desde Alemania por invitación mía para ayudarte a controlar tus poderes, ya que él es el único otro que Charles conoció con habilidades de teletransportación, su conocimiento será de gran valor- dijo Magneto.
Kurt o Nightcrawler miraron de Magneto a Adrián. -¿Empezamos? Pero tal vez en lugares menos confinados, un pájaro no puede extender sus alas en una jaula, ¿no?" Kurt les preguntó.
El resto de los mutantes se miraron entre sí-
-Si tú lo dices- dijo Magneto.
Más tarde, Adrián, Magneto, Beast y Kurt estaban afuera de la Mansión en el patio trasero al lado de la cancha de baloncesto.
-Entonces, ¿qué hago? ¿Empiezo a hacer saltos?- Adrián preguntó.
Kurt, ladeó la cabeza. -¿Hampelmänner? Nine, nine. Nunca le he enseñado a otro a usar sus poderes, pero por mi propia experiencia fue algo natural para mí como respirar el aire que respiramos ahora mismo-Nightcrawler dijo que el exterior de la mansión tenía grandes acres de terreno, una cancha de baloncesto, una piscina, una cancha de tenis y otras instalaciones recreativas. Pero los cuatro estaban parados en una parte de campo abierto de la mansión. -Pero veo que eres nuevo en estos poderes, ¿cómo usaste tus otros poderes antes?-.
Adrián miró a Magneto. -Los poderes de Adrián eran solo sus atributos físicos. Creo que el estrés elevado de los Amigos de la Humanidad al descubrir que era un agente mío podría haber provocado esta mutación acelerada-.
Bestia se rascó la barbilla. -Fascinante, ¿es una teoría razonable ya que la mayoría de los poderes ocurren durante la adolescencia aunque tengas diecisiete años?- Bestia dijo en voz alta. Parpadeó mientras todos lo miraban esperando el comentario. -Disculpe, estoy pensando en voz alta-.
-¿Todos ustedes parecen hacer eso mucho por aquí?- Adrián preguntó.
-Lass uns gehen- Nightcrawler juntó sus seis dedos en una palmada: -Mírame- dijo Nightcrawler antes de desaparecer en una nube de humo azul negruzco con un...
*BAMF*
Y escucharon un silbido, Nightcrawler se había puesto detrás de ellos.
-¿Cómo... cómo hago eso?- Adrián preguntó.
-Eso es lo que estamos aquí para descubrir- dijo Magneto: -Ahora inténtalo-.
Adrián miró a Nightcrawler, quien dijo: -Mira a dónde quieres ir y piensa en ti mismo allí-. Nightcrawler levantó dos largos pulgares y Bestia observó con su libreta cómo Magneto permanecía allí de pie con severidad.
Tomando un respiro, Adrián se concentró, miró a Nightcrawler y pensó en sí mismo parado a su lado, se concentró en el trozo de hierba justo al lado del mutante, Adrián cerró los ojos y abrió los ojos, eso ayudaría pero... nada.
Suspirando, Adrián dejó caer los brazos. -Nada-.
-Hmm, ¿tal vez ayudaría una necesidad más seria de teletransportarse?- Magneto levantó su mano hacia la cancha de baloncesto y arrancó el poste de metal y el tablero del aro de baloncesto del pavimento y se los arrojó a Adrián.
-¡GUAU...!-.
-¡Mein Gott!- Gritó Nightcrawler antes de que Adrián desapareciera en un vapor de humo antes de que la portería de baloncesto pudiera golpearlo, Adrián reapareció junto a Nightcrawler jadeando.
-¡Estás loco!- Grito el chico.
Magneto solo sonrió. -Funcionó, ¿no?-.
Adrián miró a su izquierda para ver a Nightcrawler y sus ojos se abrieron.
-Es difícil discutir resultados como ese, pero ¿quizás el método?- Preguntó Bestia.
-¿Intentamos otra vez?- Dijo Magneto, Adrián miró la portería de baloncesto que ahora yacía de lado en el césped, concentrándose en la sensación de terror y la descarga de adrenalina. Adrián simplemente se quedó allí.
-¡NOOO!- Gritó una fuerte voz cajún.
Los cuatro miraron por encima del hombro para ver que Gambito había salido de la mansión con pantalones cortos negros de gimnasia, un top corto con el cabello largo recogido en un pañuelo rojo y una pelota de baloncesto naranja bajo el brazo.
-¿Cómo diablos se supone que Gambito pueda practicar su juego, con este desorden?- Gambito ladró.
Magneto refunfuñó: -¿Quizás deberías pasar este tiempo libre en la sala de peligro, Gambito?-.
-Lo haría si pudiera- le lanzó a Magneto una mirada asesina y el maestro del magnetismo le devolvió el disparo antes de usar sus poderes magnéticos para golpear el poste de la portería contra el suelo de la cancha, aunque un poco torcido. -¡Esto no es mejor!- Gambito ladró.
Magneto no respondió; en cambio, regresó a la mansión y dejó a los otros tres mutantes desconcertados, -Venid, practiquemos de nuevo pero sin situaciones que pongan en peligro nuestras vidas, ¿sí?- Les preguntó Nightcrawler.
A las cuatro de la siguiente hora, Adrián y Nightcrawler intentaron que se teletransportara nuevamente, pero sin la oleada de peligro o adrenalina, todo lo que Adrián hizo fue parecer como si estuviera a punto de defecar gravemente.
-... No puedo hacerlo- dijo Adrián, rindiéndose y se dejó caer en el césped. -No, a menos que tengan otro juego de porterías de baloncesto de repuesto que puedan lanzarme-.
-No te desanimes Adrián, ¿tal vez a todos nos vendría bien un descanso?- Sugirió Bestia.
-Vereinbart, mein Freund- Nightcrawler dijo mientras se sentaba junto a Adrián: -Entonces, Adrián, ¿de dónde eres?-.
Adrián lo miró confundido, pero Nightcrawler, a pesar de sus rasgos demoníacos, solo le sonrió, -um, Nueva York, el Bronx-.
-¿Debes extrañar tu hogar, tu familia?- Nightcrawler le preguntó, los ojos de Bestia se suavizaron al darse cuenta de que se había olvidado siquiera de considerar eso, la pregunta de Nightcrawler se dirigió a Adrián y su rostro se desplomó, ni siquiera sabía si su padre estaba vivo o muerto, incluso si lo estuviera, ¿qué pensaría de su propio hijo estando aquí, en el corazón del campamento enemigo, no, él era el enemigo ahora un mutante.
-...Sí-. dijo Adrián. pero no estaba seguro si era verdad.
Nightcrawler. -Me gustaría poder decir que entiendo tu dolor, mein freund, pero el dolor es algo con lo que todos debemos lidiar. Siento que llevas un gran dolor contigo, ¿no?-.
La cabeza de Adrián se giró hacia él. ¿Magneto le dijo a Nightcrawler que en realidad era parte de Amigos de la Humanidad, que nunca fue un espía?
-Estar rodeado de aquellos que te odian y temen, saber que cada día podría ser el último, es un carga pesada que sostener- Nightcrawler dijo que no es falso, sino todo lo contrario tanto para la perspectiva de Adrián como para Nightcrawler: -Pero aquí estás entre amigos, puedes dejar de lado este miedo- Nightcrawler se puso de pie -Déjalo...-
*BAMF*
Apareció en la valla de la cancha de baloncesto. -Desaparecer-.
Adrián no estaba seguro de si Nightcrawler tenía razón, pero se aferraba a algo de culpa, no pidió nada de esto, no quería nada de esto, solo quería hacer lo que Nightcrawler dijo y...
Adrián sintió que todo su cuerpo se movía, la suave hierba había desaparecido y aterrizó en algo estrecho y duro, con los ojos abiertos vio que estaba en lo alto de la cerca de la cancha de baloncesto con Nightcrawler. -Wunderbar-.
Adrián lo había hecho, sin correr peligro y... ¡ahora estaba cayendo! Perdió el equilibrio en la valla y cayó de bruces sobre el césped con un fuerte ruido sordo. -... ay-.
-La práctica hace la perfección-.
MÁS TARDE
Después de otro poder de teletransportación, Adrián había regresado a su habitación, pero no se dio cuenta de lo tenso que se sentía cuando se teletransportaba, era como si hubiera corrido medio maratón, se dirigió a la ducha de su habitación y abrió la puerta. El baño era bonito, muy bonito. Todo era suelo de baldosas blancas con una pared de cristal en la ducha, un espejo y una ventana que daba al frente de la mansión. Adrián entró en la ducha y comenzó a lavarse pensando en lo que Nightcrawler había dicho acerca de que sus poderes estaban unidos a su culpa.
¿Era verdad?
Se encontró pensando en su padre, en sus 'amigos' en FOH, si serían sus amigos si se volvían contra él tan rápidamente.
Y los X-Men lo habían recibido con los brazos abiertos, cegados pero acogedores al fin y al cabo.
Al salir de la ducha buscó un conjunto de ropa extra, su camisa blanca y jeans olían mal por la práctica, abrió un gabinete para ver un gran televisor con forma de cubo y gimió: -Así que hay un televisor aquí- Adrián dijo mientras miraba a través de la cómoda adjunta debajo y encontraba algo de ropa vieja, quienquiera que fuera Bobby, su guardarropa necesitaba una actualización seria. Finalmente encontró unos pantalones caqui viejos que le quedaban bien y una sudadera gris, pero cuando se miró en el espejo notó una gran X en la sudadera y manchó: -Es sólo hasta que consiga ropa nueva-.
Pensando en ello, probablemente podría regresar a su antiguo apartamento y agarrarlos, podría descubrir qué le pasó a su padre. Adrián miró sus zapatos y luego se teletransportó hacia ellos.
-Entra y sale antes de que alguien me vea- Adrián murmuró -Oh, genial, ahora lo estoy haciendo- Adrián se puso las zapatillas y se dirigió al pasillo bajando las escaleras, vio a Remy mirando televisión y miró a su alrededor, -Um, ¿dónde está Magneto?- Adrián preguntó.
-Cuarto de peligro... otra vez- refunfuño Gambito antes de que Adrián pusiera los ojos en blanco.
Salió de la mansión y se dirigió al garaje cercano, allí vio un conjunto de autos y vehículos, había una motocicleta morada y negra brillante, obviamente de Gambit, un lindo Rolls Royce negro, y al final un jeep descapotable color burdeos con un nota adjunta.
'Jubilee, no toques, conozco cada rasguño' - L
Adrián trató de pensar en un mutante que había conocido con una L y luego olió el interior de los asientos del jeep a "Wolverine". Arrugó la nariz y buscó las llaves, pero no estaban en la guantera, en los portavasos ni colgadas en un soporte de pared.
-Parece que es a la antigua usanza- Adrián abrió la parte del auto debajo de los volantes y comenzó a conectar el auto como le había enseñado su padre. El motor cobró vida con un rugido y Adrián subió al vehículo antes de partir.
Wolverine asomó la cabeza por la ventana de la cocina. -¿Por qué... ¡TODOS ROBAN MI JEEP!?-.
NUEVA YORK
Adrián condujo hacia el Bronx en el jeep y se detuvo frente a lo que parecía un edificio abandonado, al salir estacionó el auto, planeando entrar y salir. Mirando hacia el último piso, Adrian vio una escalera de incendios y respiró hondo, concentrándose como Nightcrawler le había mostrado, desapareció en una ciruela de éter negro y rojo y reapareció en la escalera de incendios, abrió la ventana y miró dentro a su antigua habitación. No era solo una cama, una cómoda con una mesa de noche, su padre nunca quiso que se sintiera demasiado cómodo como Soldado en Amigos de la Humanidad. Caminó hacia el armario y lo abrió, se le cayó una bolsa de lona y la recogió y comenzó a empacar su ropa vieja, ropa interior, calcetines, pantalones, su vieja camiseta de los Knicks, una gorra de béisbol de los Meets, cualquier cosa que pudiera caber en ella.
*Crack*
¿Alguien estaba afuera de la puerta? ¿Su papá?
Adrián corrió hacia la puerta y la abrió para ver a Stephen, de piel y cabello oscuro, el mismo chico con el que había estado cuando Hyde lo llevó a correr por la ciudad.
-¿Qué carajo?-. Stephen tenía una pistola de rayos en la mano y Adrián se movió rápidamente.
-¡¿Qué estás haciendo aquí?!- Adrián ladró, agarrando a Stephen y teletransportándolo a la pared más cercana estrellándolo contra ella.
-Vaya, vaya, Adrián, pensábamos que estabas muerto-.
-¿Fue eso antes o después de que todos ustedes me persiguieran por la ciudad? ¿Fue antes o después de que Hyde intentara matar a mi padre?- Espetó Adrián.
Stephen dejó caer la pistola de rayos. -Tranquilo, tranquilo, estoy bien, somos amigos, ¿verdad?- Stephen preguntó con miedo palpable en sus ojos.
-¿Por qué estás aquí?- No lo soltó pero aflojó su agarre.
Stephen tragó saliva. -Yo uh... me estaba escondiendo, después de lo que pasó-.
-Mi papá- Adrián apretó más fuerte.
-V-Vivo, está en el hospital bajo vigilancia, los policías lo arrestaron después de que esos muti-quiero decir, los X-Men destruyeron a ese Centinela vagabundo- Stephen se corrigió rápidamente.
-¿Cuál?- Adrián gruñó.
-Monitefiore, pero eso es todo lo que sé, Hyde dijo que ninguno de nosotros debíamos acercarnos siquiera?- Stephen dijo y eso planteó la pregunta.
-¿Qué pasa con Hyde?-.
Stephen se burló: -Ese cabeza rapada, se hizo cargo de FOH, pero ahora debería ser FOW, ha estado aterrorizando al vecindario, si no eres blanco o cristiano, es temporada abierta-.
Adrián soltó a Stephen y regresó a su habitación, metió la mano en su bolso de lona, sacó una sudadera con capucha gris con cremallera y miró a Stephen. -Adiós Stephen-.
-Oye, Adrián- lo llamo Stephen, levantándose, no había cogido la pistola de rayos y estaba mirando hacia otro lado. -Lo siento, no debería haber... no deberíamos haberte ahuyentado. Sólo quería proteger a la humanidad, pero después de Hyde... no estoy seguro que vale la pena salvarlo- Stephen dijo avergonzado.
Adrián lo miró y vio que tenía una cicatriz en el brazo donde había estado su tatuaje FOH, probablemente un intento de quitárselo. Adrián no dijo nada, agarró su bolso de lona y se teletransportó fuera de la habitación de regreso al Jeep, Adrián condujo por la carretera hasta el hospital y se detuvo en un callejón cercano al Centro Médico Montefiore, el edificio estaba hecho de ladrillo sólido de color marrón con antigua arquitectura del siglo XIX. Vio un coche de policía estacionado afuera y tomando otro respiro miró hacia una ventana abierta cercana, al prepararse notó que estaba en el cuarto piso, lo que significaba que tenía que ser rápido. Adrián se teletransportó agarrándose de la cornisa y entrando. Jadeando, se puso de pie y vio que tenía suerte de estar en una habitación vacía, Adrián se subió la capucha y salió al pasillo, pasando por algunas puertas. Adrián miró hacia el pasillo y llegó a un escritorio donde una mujer fornida estaba sentada detrás del escritorio medio dormida porque era muy tarde.
-Um, ¿hay un comandante Luca aquí?- Adrián preguntó.
La mujer parpadeó un par de veces desesperadamente necesitada de café, miró su portapapeles. -Um, sí, habitación 514, pero los policías están... Oye, ¿adónde fuiste? Se acabaron las horas de visita- Miró a su alrededor y ya no vio a Adrián.
Él ya estaba subiendo las escaleras y asomó la cabeza para ver si no había moros en la costa. Siguiendo los números de la habitación vio que la 514 estaba custodiada por un oficial de policía.
Se metió en otra habitación desocupada y salió a la ventana, mirando hacia atrás estaba en la habitación 510, eso significaba cuatro ventanas de distancia. Adrián se teletransportó a la ventana de su padre y colgó los pies antes de subir, contento de que su padre le hiciera hacer muchas dominadas mientras crecía. Se deslizó hacia la habitación donde escuchó el pitido constante de un monitor cardíaco y controló la respiración desde un alcoholímetro asistido. Tragándose su miedo, Adrián se giró y vio a un hombre corpulento acostado en la cama vestido con una bata de hospital y esposado en la barandilla de la cama. El hombre fue momificado envuelto en vendas y con el rostro oculto.
-Oh Dios- Adrián dijo en un susurro.
Se acercó a la cama mirando silenciosamente la puerta, Adrián tomó la mano de su padre y jadeó, el brazo izquierdo de su padre estaba destrozado sin su dedo rosado, anular y medio. Ya sea tomado en la explosión o removido mediante cirugía para salvar el brazo, apretándolo, Adrián presionó su frente sobre él.
-Oh papá, lo siento mucho... todo esto es mi culpa, solo hubiera sido más rápido, si hubiera...-.
-Hnnn- el padre de Adrián ahogó un gemido y su corazón se aceleró.
-¿Papá?- Susurró Adrián, sólo uno de sus ojos marrones estaba abierto y miró para verlo.
-... Adrián...- dijo con un grito ahogado, su alcoholímetro se empañaba.
Adrián se puso de pie -Estoy aquí, papá, estoy aquí...-.
Su padre levantó su mano libre y Adrián sonrió. -Me dijeron.... lo qué pasó...- dijo su padre cuando Adrián sintió los dedos de su padre rozar la mejilla de Adrián.
-Hyde, nos traicionó, él es...- se intento explicar, pero... -¿Papá?- Adrián sintió la mano destrozada de su padre envolver el cuello de su hijo, y trató de asfixiarlo.
-Tú... mutante... monstruo...-. el padre de Adrián gruñó.
-Papá, no, sono io, sei figlio, Adrián- dijo Adrián en italiano, tratando de comunicarse con él en el idioma antiguo, pero su padre no lo soltó, Adrián le quitó la mano a su padre y retrocedió, golpeando la pared con un fuerte golpe.
-¡Oye, ¿quién está ahí?!- gritó el policía afuera de la puerta, Adrián miró a su padre, el monitor de frecuencia cardíaca se disparó mientras su padre le arrancaba la máscara respiratoria -¡MONSTRUO MUTANTE!-.
Fue lo último que escuchó Adrián antes de teletransportarse fuera de la habitación del hospital.
MÁS TARDE.
La Iglesia de Nuestra Señora del Monte Carmelo.
Una iglesia parroquial católica romana bajo la autoridad de la Arquidiócesis Católica Romana de Nueva York, ubicada a tres cuadras al sur de la Universidad de Fordham en la esquina de Belmont Avenue y 627 East 187th Street, Fordham. La iglesia en sí estaba hecha de ladrillo con losas de piedra blancas. Colocado como soporte para combinar con la arquitectura de inspiración italiana, Adrián había estacionado el jeep afuera de la iglesia y se teletransportó al interior, bajo las tenues luces de los espejos de vidrieras. Adrián estaba sentado en uno de los largos bancos mirando a los santos y ángeles en el altar.
-¿Por qué...? ¿Por qué me hiciste esto?- Adrián le preguntó a Dios.
Pero no hubo respuesta.
-¿Por qué, Dios, por qué?- Adrián suplicó.
Todavía no llegó respuesta.
Cuando la paz de la Iglesia no funcionó, comenzó a recordar que esto no era su culpa, era culpa de Hyde, Hyde había puesto la bomba, Hyde había traído el Centinela, Hyde inició el motín.
Y Adrián lo sabía...
Exactamente.
Dónde.
Él estaba.
Adrián se levantó y corrió hacia la puerta, se teletransportó a través de ella y corrió calle abajo olvidándose del jeep cuando regresó a un lugar que una vez pensó que era su hogar. El antiguo Escondite de los Amigos de la Humanidad ahora era diferente. Miró hacia la entrada y vio que no estaba custodiada por hombres vestidos con chalecos antibalas de camuflaje verde y boinas, sino por dos motociclistas grandes, corpulentos y bien afeitados, con brazaletes rojos y uno de ellos con un sombrero confederado en la cabeza. Adrián sabía que esta no era la única manera de entrar, había al menos otras tres entradas para escapar en caso de una redada de la policía o los X-Men.
Dirigiéndose por el callejón más cercano al almacén, Adrián movió un contenedor de basura que normalmente requeriría tres hombres para empujar, pero pudo hacerlo solo él mismo. Su extraño poder mutante que lo hacía más fuerte y más rápido estaba resultando útil. Empujándolo para sacarlo de un pequeño agujero, Adrián subió al interior y atravesó el edificio de al lado hasta el almacén. La pancarta de FOH había desaparecido y también la mayoría de los miembros que Adrián había conocido, en su lugar estaba lleno de hombres y mujeres principalmente blancos, con cabezas rapadas o piercings, vestidos con chaquetas de cuero y colgando donde debería haber estado una bandera estadounidense había una bandera roja brillante. Con un círculo blanco y una esvástica al lado había una bandera roja con una X azul con estrellas blancas, una bandera nazi y una bandera de los Estados Confederados de América.
-¡Tenían razón todo el tiempo!- Gritó una voz familiar, de pie en un escenario vestido con una chaqueta de cuero negro con pantalones de camuflaje, con la cabeza afeitada y brillando impecablemente, estaba el monstruo, Hyde. se paró frente a un podio con dos sables de caballería y una esvástica nazi en un sello confederado. -Intentaron deshacerse de ellos en la guerra y ¿qué hicieron los mutantes? Enviaron a las otras naciones para evitar que los Verdaderos Amigos de la Humanidad nos salvaran de su ira y ahora mírennos, mimando a los mutantes, dejando que un terrorista como Magneto corre libre-.
La multitud rugió en acuerdo, aplaudiendo y vitoreando con las manos levantadas en un saludo seig granizo.
A Adrián le hirvió la sangre, esto no era lo que se suponía que fuera FOH, pero... siempre fue así. Sólo odio desenfrenado hacia aquellos que eran diferentes, aquellos como él ahora, se sentía tan estúpido por haber sido parte de algo así.
Adrián se mezcló con la multitud encapuchada, nadie iba a pestañear ante un niño blanco entre una multitud de neonazis. -Es hora de recuperar este país, este mundo para los verdaderos hijos de la humanidad, deshacernos de todos los mutantes, y no sólo de los monstruos con poderes, los que tienen diferente piel, narices, ojos, todos , ¡YO DIGO QUE HAY QUE MATARLOS A TODOS!- Grito Hyde con pasión mientras Adrián se acercaba al escenario.
Ya casi estaba allí, sólo un poco más cerca y...
-Oye, detente ahí- Un cabeza rapada agarró a Adrián y, por instinto, Adrián se teletransportó al escenario.
-Joder...- Hyde interrumpió su discurso al verlo.
-¡HYDE!- Adrián lo agarró y lo teletransportó fuera del escenario a tres metros sobre el aire. Todos se apresuraron a apartarse del camino cuando Adrián y Hyde se estrellaron contra el suelo.
-¡Es un mutante, es un mutante!- Una persona gritó.
-¡Tú hiciste esto! Todo esto es tu culpa, bastardo nazi!- Adrián gritó, golpeando a Hyde con tanta fuerza que escuchó dientes y huesos romperse contra su puño, pudo golpear a Hyde dos veces más antes de que la multitud se abalanzara sobre él.
-¡Mata al monstruo!- Adrián escuchó a alguien gritar antes de que una docena de botas de cuero lo pisotearan, lo patearan y lo golpearan, Adrián miró a su alrededor y se teletransportó fuera del camino. -¿A dónde fue?-.
-¡Allá!- Vieron que Adrián se había dejado caer al lado de una caja y se puso de pie. Adrián estaba sangrando y le zumbaban los oídos.
-¡Dispárales, dispárales!- Una persona levantó un arma antes de que Adrián extendiera sus manos. El éter oscuro disparó desde sus manos la materia de sombra que envió a la gente a volar por el aire. Levantó la otra mano para enviar otra, pero cayó de rodillas exhausto no solo por la paliza, sino por todo el teletransporte que había realizado. Estaba agotado.
-Ya te tengo, monstruo mutante- Adrián levantó la vista y vio a Hyde, con la cara sangrando y sin dientes sosteniendo un revólver. Adrián miró directamente hacia el cañón de la bala en la recámara antes de que Hyde apretara el gatillo.
BLAM
La bala salió volando del arma, pasando a poco centímetros de la cara de Adrián.
-Dios santo- jadeo Adrián.
-¿Dios?- Una voz fuerte preguntó mientras arrancaban el techo del edificio: -Dios no está en un lugar como este-.
Todos miraron hacia arriba para ver sus pistolas, cuchillos, bates de metal y armas flotando en el aire mientras Magneto descendía del cielo nocturno y, de repente, Adrián estaba en la pasarela. Vio a Nightcrawler abrazándolo con una sonrisa que había teletransportado mientras todos estaban distraídos en la entrada de Magneto para salvarlo.
En ese momento, Adrián escuchó que alguien aterrizaba junto a él.
-Bub, si rayaras mi jeep, yo... oh hermano- Wolverine se había dejado caer junto a Adrián y Nightcrawler, mirando a la multitud de neonazis. Wolverine olfateó el aire y gruñó. -Y aquí pensé que esta noche iba a ser un metalero aburrido- dijo Wolverine, sacando sus garras de adamantium y sonriendo.
-Aunque no era mi intención encontrar a esta escoria, sería negligente si los dejáramos ir tan fácilmente- Magneto dijo aplastando las armas.
-Vereinbart- Nightcrawler se teletransportó al podio desenvainando las espadas de metal y luego se teletransportó de regreso. -Ah, qué vergüenza-.
Magneto levantó su mano convocando más metal a su alrededor. -Prometí ser mejor para las Naciones Unidas y la memoria de Charles Xavier, así que no los mates... si puedes evitarlo-.
Wolverine sonrió mientras él y Nightcrawler saltaban a la multitud de Neo Nazi.
-Sin promesas- Wolverine gritó antes de que Adrián cayera inconsciente.
MANSIÓN X
Oscuridad
-Eso fue imprudente, irresponsable y francamente estúpido- Magneto estaba en su oficina, que solía ser la oficina de Charles Xavier y hay una foto del hombre calvo, vestido con un traje verde y un artilugio de metal que parecía sacado de Star Trek. Adrian volvió a mirar a Magneto, tanto Wolverine como Nightcrawler estaban en la oficina.
Wolverine tenía una sonrisa en su rostro. -Yo me divertí-.
-Igualmente- Nightcrawler dijo sosteniendo uno de los sables sin filo y había sido golpeado por tantos cabeza rapada que estaba torcido y doblado.
-No se te permitió salir de la escuela y, sin embargo, robas el vehículo de uno de tus compañeros de equipo y te vas de paseo a la derecha de vuelta a la guarida de los leones- Magneto le dijo al joven.
Adrián apretó los dientes y apretó los puños, todavía estaba vestido con la cremallera.
"Hyde, ese bastardo él...- Adrián se interrumpió, no podía revelarse a Wolverine y Nightcrawler. -Estaba aterrorizando al vecindario, tenía que ser interrumpido-.
-Entonces deberías haber llamado a la policía, o al menos haber venido a vernos- dijo Magneto.
Adrián se burló. -¿Qué diablos sabes al respecto? Todos ustedes están escondidos aquí en un maldito palacio-.
Magneto entrecerró los ojos y levantó el brazo izquierdo cubierto por el largo guante morado que hacía juego con el resto de su túnica, lentamente se lo quitó y caminó -Lo sé mejor de lo que puedas imaginar- dijo Magento.
Adrián retrocedió esperando que Magneto lo golpeara, pero en lugar de eso levantó su antebrazo izquierdo y Adrián miró, grabados en su piel estaban los números 24005. La tinta era negra, hundida en la piel hecha de manera tosca, no con tatuajes modernos. Esto era como una cuchilla que había sido cortada en la piel.
-Eso es...-.
-Cortado en mi piel, el día que me arrancaron del brazo de mis padres- Magneto dijo mientras se ponía el guante, Adrián parecía aturdido y se sentía como un idiota.
-Magneto yo...-.
-Vete- dijo Magneto.
Adrián caminó hacia la puerta, la abrió agarrándose la nuca y caminó por el pasillo.
-Estúpido, arrogante, muy idiota- Adrián murmuró para sí mismo.
Más tarde, Adrián estaba en el techo de la mansión, el sol se había hundido bajo el océano y Adrián nunca se había sentido más perdido, fue rechazado por su padre, el FOH se había convertido en neonazi antes de que los X-Men los derrotaran y él había insultado en la cara a un superviviente del holocausto. Adrián miró hacia el cielo, esperando preguntarse si Dios podría siquiera oírlo.
*BAMF*
-¿Estás bien, mi Freund?- Nightcrawler se dejó caer a su lado, los dos tenían los pies colgando sobre el borde de la mansión.
Adrián suspiró. -Ni siquiera cerca-.
-Te embarcaste en una gran aventura, incluso Wolverine tuvo problemas para rastrearte a ti, su jeep, ¿y estabas en una iglesia?" Le preguntó Nightcrawler.
Adrián levantó su rodilla y se apoyó en ella. -Hmph, sí, estaba... buscando respuestas, la única respuesta que obtuve fue lo tonto que era- Adrián respondió.
Nightcrawler se sentó y observó cómo el cielo se convertía en estrellas: -Por lo tanto, no nos desanimamos. Aunque exteriormente nos estamos consumiendo, interiormente nos renovamos día a día. Porque nuestra luz y nuestros problemas momentáneos nos están logrando una gloria eterna que Los supera con creces a todos. Así que no fijamos nuestros ojos en lo que se ve...-
-Sino en lo que no se ve, ya que lo que se ve es temporal, pero lo que no se ve es eterno- Adrián terminó la escritura y Nightcrawler sonrió.
-Segunda Corintios 4:16-18- dijo Nightcrawler.
-Mi papá solía llevarme a la escuela dominical todas las semanas, llevaba consigo una Biblia cuando estaba en la guerra y la leía todas las noches- Adrián dijo mientras Nightcrawler respondía:
-Crecí en un monasterio donde cuando estaba solo, la luz del señor era un consuelo-.
Adrián ahora se sentía como un verdadero imbécil por lo malo que había sido con Nightcrawler antes. -Debe haber sido difícil ver a esa gente así después de lo que su adoración le hizo a tu país-.
-Sí, mucha gente se olvida de mí, Freund, el primer país que invadieron los nazis fue el suyo-. Nightcrawler dijo: -Pero yo no soy ellos, y tú no eres ellos, debemos ser mejores-.
Adrián se miró las manos y convocó la materia de las sombras. -Yo simplemente... nunca pensé que esto me pasaría a mí, sin ofender-.
Nightcrawler siguió sonriendo. -El Señor obra de maneras misteriosas, ¿no?- Preguntó.
-¿No es esa la verdad?- Adrián suspiró.
-Quizás deberías dejar de pensar que esto es una maldición, ¿sino un regalo?- Sugirió Kurt de repente.
-¿Cómo?- Adrián preguntó.
Nightcrawler se cruzó de brazos. -¿No le dio el señor la gran fuerza a Sansón para defender a su pueblo?- Nightcrawler flexionó sus delgados y delgados brazos como si estuviera flexionando, estaba en gran forma pero más bien con un físico de acróbata. -O David, su coraje para enfrentar a Goliat- levantó la cola y la agitó como si fuera una honda. -Y la sabiduría de Joseph para comprender sus Träumes- Adrián se río mientras Nightcrawler movía sus seis dedos para actuar como si estuviera interpretando sueños. -Mein freund, si el señor se siente consolado, no trates de entender su voluntad, acepta que él tiene un plan para ti-.
Nightcrawler rodeó a Adrián con su mano y la levantó, la materia de sombra se formó en sus manos.
-Sin este regalo, ¿podrías haberte enfrentado a esos Fotzens nazis?- Adrián miró a Nightcrawler y no sabía mucho alemán, pero esa palabra no sonaba buena.
Adrián sintió que Nightcrawler lo soltaba. -No, supongo que no- admitió.
-Dein vater era un soldado, un hombre que quería proteger a su país, ¿nein?- Le preguntó Nightcrawler.
Adrián pensó en su padre, en cómo lo había llamado monstruo mutante y bajó el brazo.
-Si- dijo Adrián.
-Entonces haz lo que él haría y protege a otros que no pueden protegerse a sí mismos- Nightcrawler le dijo: -Y elige un nombre en clave genial, algo como Nightwalker- dijo el diablillo mientras levantaba las manos.
-No, gracias- dijo Adrián sonriendo, el alemán de cara azul se encogió de hombros.
-Einen versuch wert- dijo en alemán antes de desaparecer dejando a Adrián solo con sus pensamientos.
-Bueno, supongo que ahora estoy en casa-.
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N/T: Hasta aquí el capitulo 3. Ya estoy al día con la actualización del autor.
Lamento la demora. Quería sacarlo el Domingo, pero llovió durante tres días en Santiago y había gotera justo encima del computador, así que no pude. También me toco la universidad, que estoy cerca de los examenes.
Hablando del capítulo, este me gusto. Adrián se va adaptando mejor a sus poderes y Kurt muestra ser una influencia positiva para él. Espero ver más de estos dos juntos.
El capítulo sucede en el capítulo 4 de X-Men 97, así que el siguiente estaría ubicado en el capítulo 5, o tal vez el autor haga algo antes de ese capítulo, para presentar Adrián en batalla y unirlo a los X-Men como nuevo miembro y verlo en acción.
Sin nada más que decir me despido. Visiten y comenten el resto de mis historias por favor. CHAO.
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