Capítulo 5
Los días pasaron rápido para los gemelos entre clases y entrenamientos. Descubrieron el origen de sus poderes, las explicaciones de Ororo y los libros sobre biología y anatomía de los mutantes les ayudaron a entender que todo era parte de su genética y de la evolución.
Las clases que les impartían les ayudaban a entender de donde provenían exactamente sus dones. En el caso de Wanda todo provenía de su mente, ella era capaz de hacer cosas asombrosas con sólo pensarlo. Tomaba clases especiales con el profesor y este le explicaba lo más claro posible, le enseñó a comunicarse con otras personas mentalmente, aunque estas estuvieran a kilómetros de distancia, le enseñó a entrar en las mentes y poder usar el cuerpo de las otras personas como si fuera el de ella. Al entra en la mente de alguien podía usar sus ojos para ver lo que esa persona veía, usaba sus oídos para escuchar, le enseñó a tener más control sobre su energía escarlata que aún seguían investigando, ya que era gracias a su telepatía y poder mental que lo poseía pero había algo más, algo que aún no descubrían.
En el caso de Pietro todo era gracias a su metabolismo súper acelerado. Todo era más rápido en él. Su mente también trabajaba más rápido, ya que tenía más tiempo para procesar situaciones, así como era muy rápido analizando y ejecutando sus ideas. Podría decirse que era más inteligente pero simplemente pensaba más rápido que el promedio, pero al sentir y ver todo a una lentitud mayor a su alrededor lo volvía impaciente y desesperado en la mayor de las situaciones.
Ya que todo era más acelerado en él, también sanaba con mayor rapidez. Logan hablaba con él y le explicaba muchas cosas, ya que ambos tenían ese factor curativo acelerado. Le explicó que al procesar todo más rápido en su organismo debía comer con mayor frecuencia y en mayor cantidad debido a que gastaba muchas calorías a la hora de por algún modo decirlo "encender su súper metabolismo" como lo hacía al correr o pensar más rápidamente. Le mostró, cortándose el brazo, como era que funcionaba la curación, que aunque sanaba podría sentir el dolor por el fugaz momento en el que tardara en sanar por completo y que podría debilitarse si la pérdida de sangre era demasiada.
—¿Qué son exactamente los X-Men, Scott ? —Cuestionó Wanda a cíclope, quién los guiaba a ella y a Pietro a la sala de simulaciones donde comenzarían a entrenar sus poderes en un espacio especialmente diseñado para eso.
El mencionado giró al pasillo a su derecha y contestó a Wanda.
—Los X-Men son algo así como los vengadores. Somos un grupo de mutantes que peleamos por salvar al mundo y para defender a los que no se pueden defender de fuerzas más poderosas que ellos.
—¿Cómo soldados? —Preguntó Pietro.
—Podría decirse que sí. Pero al profesor no le gusta ese término. Él no nos tiene aquí para pelar, sino para aprender, aprender a ser buenos mutantes y servir en el mundo humano. —Su voz era neutra, muy tranquila y melodiosa, Wanda nunca lo había escuchado gritar o alterarse por algo, como ocurría todo el tiempo con Logan, quien siempre gritaba y tenía el ceño fruncido. Había descubierto que Scott era el líder, el segundo al mando cuando el profesor no estaba, era fiel a los suyos, los procuraba y los protegía. Era buen líder.
—¿Entonces por qué entrenan si no son soldados? —dijo Pietro curioso.
—No entrenamos para pelear si es a lo que te refieres —dijo Scott con una sonrisa amable—. Entrenamos para tener el control de nuestros poderes en el caso de que los llegáramos a usar en medio de una multitud de humanos, practicamos para no perder el control en una situación así, para saber qué hacer.
<<Y no causar un desastre>> Pensó Wanda para sus adentros, comprendiendo a lo que se refería.
—Y claro, también para defendernos en caso de un ataque. —Terminó Scott.
Llegaron a lo que parecía una bóveda, el lugar era un cuarto muy grande, con paredes enormes y de metal así como el suelo y el techo. En el centro del lugar estaban unos cuantos mutantes de ultimo grado, todos con un uniforme especial.
—¡Genial! — Exclamó Pietro. —¿En dónde está mi traje?
—Todos los trajes son hechos especialmente para cada uno, y sus poderes —explicó Hank que llevaba puesta una bata blanca de laboratorio y les entregó a ambos una bolsa negra —. Estos son los suyo, esperemos que funcionen y si quieren un cambio háganmelo saber.
—Gracias.
Después de cambiarse y comprobar que todo estaba bien con los trajes, regresaron a la sala de simulaciones y se colocaron con los demás mutantes.
—Bien. Esto es simple —comenzó hablando Logan quien dio unos pasos al frente—. Usaran sus poderes para enfrentar las situaciones que les pondremos, tendrán que hacerlo rápido, sin víctimas ni desastres. ¿Quedó claro?
—Sí. —Respondieron todos.
Logan, Scott, Hank, Ororo, Coloso y Alex se retiraron hasta el fondo de la habitación para observarlos, todos usaban el mismo traje negro con una X amarilla en el hombro derecho, eran igual salvo por las modificaciones que cada uno requería debido a sus propias habilidades.
En el centro de la habitación se encontraban, Bobby, Johnny, Kurt, Warren, Pietro, Kitty, Wanda, Rogue, y Negasonic. Todos con un traje especial, no eran iguales como los trajes que usaban los profesores, todos eran de diferente color, en el caso de Pietro su traje era negro a excepción de la camisa que era azul eléctrico, y su pantalón tenía unos rayos blancos a ambos lados de sus piernas, era muy elástico lo que le daba una mayor resistencia y flexibilidad a la hora de correr. El traje de Wanda era muy parecido al que usaba con los vengadores, todo negro con una chaqueta escarlata.
—¿Hacemos un plan o que hacemos? —Cuestionó Pietro a los demás mutantes.
—Luchar. —Dijo Johnny.
—Incapacitar a los malos. —Dijo Kurt.
—Proteger a los civiles. —Dijo Bobby.
—Cuidarte la espalda. —Dijo Kitty.
—Si te mueres... Pierdes. —Dijo Negasonic.
—Ustedes sí que son de mucha ayuda. —Pietro rodó los ojos y bufó—. ¿Saben qué? Su juego apesta.
—Comencemos —habló Scott—. Tendrán tres situaciones diferentes, si logran pasar las tres con éxito, se enfrentaran a nosotros —se señaló a sí mismo y a los mutantes detrás de él. Los jóvenes estudiantes sólo se voltearon a ver entre sí, nunca habían peleado con sus profesores y sinceramente no se sentían preparados para eso, ellos tenían más experiencia y más control, sin mencionar que todo lo que sabían era gracias a ellos y nadie conocía mejor sus capacidades y debilidades que sus maestros—. Pueden comenzar.
La habitación cambio rápidamente en cuanto Scott dejó de hablar. Ya no era una bóveda de metal, ahora era un bosque cubierto de nieve. Todo a su alrededor era blanco, las montañas a lo lejos estaban cubiertas de nieve y soplaba un viento helado acompañado de un fuerte rugido que calaba en los huesos.
Los profesores no se divisaban por ninguna parte pero observaban todo con absoluta atención.
De entre los arboles cubiertos de nieve, los jóvenes estudiantes lograron observar como cientos de soldados camuflados de blanco se acercaban a ellos. Completamente de blanco se lograban perder perfectamente entra las gruesas capas de nieve. Portaban armas de luz violeta que comenzaron a disparar en contra de ellos. Algunos autos blancos aparecieron portando más armamento y lo que parecían bombas.
—¡Derríbenlos y aseguren las bombas! —Gritó Bobby por encima del soplido del viento.
Los soldados disparaban esos extraños rayos violetas que podían derribar a un árbol con facilidad. Warren desplegó sus alas y comenzó a volar analizando el territorio desde los aires. Johnny y Bobby luchaban con los soldados usando sus poderes, Bobby para congelarlos y crear escudos que lo protegieran y Johnny usando su fuego para derretir el hielo bajo los pies de sus enemigos y así poder sumergirlos. Kurt tomó a Kitty y a Rogue y se teletransportó con ellas hacia donde estaban las bombas, Kitty se volvió intangible para que los rayos la atravesaran sin causarle daño, mientras Roge y Negasonic peleaban cuerpo a cuerpo con los soldados alrededor de la bomba. Pietro corrió derribando a los soldados a su alrededor y Wanda lanzaba sus rayos escarlatas para tener el mismo resultado.
Continuaron peleando así por varios minutos hasta que por fin terminaron con los soldados y aseguraron las bombas. Una vez derribado el último soldado, la simulación a su alrededor cambió. Todos se observaron entre si, algo les decía que esta vez sería más complicado. Tomaron aire y se prepararon para lo siguiente que vendría.
Terminaron la tercera y última simulación, todos exhaustos con algunos moretones y rasguños. La habitación volvió a ser la misma cabina de metal y los X-Men aparecieron de nuevo.
—Muy bien —felicitó Scott—. Ahora pelearan con nosotros y no se contengan porque nosotros no lo haremos.
—¿Podrían darnos cinco minutos? —Preguntó Johnny quien jadeaba, completamente sudoroso al igual que los demás—. Estamos cansados, y sudando como cerdos, ustedes no han movido ni un cabello eso no es justo.
—Tienen que llevar su cuerpo al límite, sólo en el límite se obtiene el completo y absoluto control —sentenció Scott quien caminaba hacia ellos.
Wolverine sacó sus garras dispuesto a atacarlos cuando la puerta de la habitación se abrió. Logan volvió a ocultar sus garras.
—Lamento interrumpir la clase, pero me temó que tenemos un inconveniente —dijo Charles entrando en la habitación.
—¿Qué ocurre profesor? —Le preguntó Hank.
—El secretario de estado ha solicitado la presencia de los gemelos en la sede de los vengadores dentro de una hora.
—¿Qué es lo que quiere? —Pietro se acercó a su hermana en un segundo y le tomó la mano—. Creí que estando aquí mi hermana estaría a salvo.
—Sólo quiere hablar del incidente en Lagos. Le dije que irían siempre y cuando algunos de nosotros los acompañáramos. Tranquilo, será mejor ir por voluntad propia, de lo contrario los obligaran a ir.
—De acuerdo —dijo Wanda al profesor y observó a su hermano—. Está bien Pietro.
—Scott y Logan —llamó el profesor a los mutantes—. Me gustaría que vinieran con nosotros.
—Claro —dijo Scott—. Ororo te quedas a cargo. —La morena asintió y dio indicaciones a los demás mutantes para que estos se fueran.
—¿De verdad cree que sólo quiera hablar? —Preguntó Wanda.
—Creo que tiene una solución —dijo charles a los gemelos—. Una solución que no nos lleve a un conflicto más grande.
SEDE DE LOS VENGADORES.
Wanda escuchaba hablar al secretario acerca de algo de golf. La verdad no le importaba, estaba absorta en sus pensamientos. Sentada entre su hermano y visión, el androide de piel morada, esperaba ansiosa la supuesta solución de los humanos. Observaba a Stark al fondo de la sala, sentado en una silla, apartado de ellos, no tenía que leer su mente para saber que él ya conocía la situación.
—La deuda del mundo a los vengadores nunca podrá pagarse. Ustedes han peleado por nosotros, nos han protegido y arriesgado sus vidas —Wanda prestó atención a lo que decía el secretario—. Pero si bien, un gran número de personas los consideran héroes, hay otros más que prefieren llamarlos, vigilantes.
—¿Y cómo nos llamaría usted señor secretario? —Preguntó Natasha con su apacible voz.
—Los llamo peligrosos. —Tomó una pausa—. ¿Cómo llamarían, a un grupo de individuos alterados, cuya base está aquí, e ignoran continuamente las fronteras e imponen su voluntad donde les place y a quienes con franqueza no les importa el caos que van dejando a su paso? —. Hizo una seña a su acompañante y este proyecto unas imágenes frente a ellos.
—Nueva York. —El video mostraba el ataque de los Chitauri y los edificios derrumbados. Rhodes agachó la mirada al ver a Hulk destrozar todo y volteó su vista al capitán con reproche.
—Washington Dc. —Los helicarrier caían después de lo ocurrido con el soldado del invierno. Sam también agachó la mirada con culpa.
—Sokovia. —Wanda veía atenta las imágenes. Pietro se tensó al ver su ciudad caer en pedazos, apretó con fuerza los antebrazos de la silla hasta romperlos.
—Lagos. —Las imágenes cambiaron de nuevo mostrando los desastres de la bomba de Crossbones y a las personas heridas. Wanda desvió la mirada, no soportaba verlo.
—Ok. Con eso basta. —Dijo Steve al ver la reacción de la chica.
El secretario asintió a su acompañante y este quitó las imágenes. —Los últimos cuatro años, han operado con un poder ilimitado y sin supervisión. Un arreglo que al final, los gobiernos del mundo, ya no desean tolerar. Pero quizá tengamos una solución —tomó lo que parecía un libro grande y blanco, y se lo entregó a Wanda—. Los acuerdos de Sokovia. Aprobados por ciento diecisiete países en los cuales manifiestan que los vengadores dejaran de ser una organización privada y desde ahora van a operar bajo la supervisión de un panel de las naciones unidas y sólo cuando y si ese panel lo considera necesario.
—El equipo se formó para que fuera más seguro el mundo y lo hemos hecho así. —Habló firmemente el capitán.
—Dígame capitán, ¿usted tiene idea de donde se encuentran Banner y Thor ahora? Si se me pierden dos bombas de treinta megatones, créame que habrá consecuencias. Compromiso, seguridad, así funciona el mundo —señaló los acuerdos que ahora veía Rhodes—. Créanme este es el punto medio.
—Entonces, hay contingencias... —Habló Rhodes.
—La ONU se va a reunir en Viena en tres días, y rectificaran los acuerdos —Habló de nuevo el secretario—. Discútanlo, —dijo por último y comenzó a caminar hacia la salida.
—¿Y si tomamos una decisión que no les agrade? —Preguntó Natasha.
—Entonces se retiran. —Dijo molesto el secretario dando por terminada la charla.
Natasha solo sonrió.
CLEVELAND
Magneto observaba a lo lejos a Zemo entrar en la casa de aquel ex miembro de Hydra. Encontrarlo fue sencillo y convencerlo lo fue aún más. Su plan era simple, nadie sospecharía de él mientras Zemo estuviera en la jugada.
Por eso los peones avanzaban primero en el tablero. Y Zemo era su mejor peon.
—El secretario Ross ganó la medalla de honor del congreso, que es una más de las que tú tienes —le decía Rhodes a Sam, quienes llevaban más de diez minutos discutiendo.
Stark yacía acostado boca arriba en uno de los sofás, tapando su rostro con una mano, cansado de toda la situación.
—Supongamos que aceptamos firmar, ¿en cuánto tiempo comenzaran a seguirnos el rastro como a un montón de criminales? — le dijo Sam.
—Quieren firmar ciento diecisiete naciones Sam, son ciento diecisietes, pero según tú aquí no pasa nada.
—¿Aún quieres servir a dos patrias? —preguntó Sam.
—Yo tengo una ecuación —dijo de pronto visión.
—¡Ah!, él nos dirá quien está bien.
Todos prestaron atención al androide.
—Ocho años después de que el señor Stark revelara al mundo ser Iron Man, el número de personas alteradas de pronto ha crecido exponencialmente, y durante el mismo periodo, el número de amenazas de destrucción del mundo creció de igual manera que esta.
—¿Dices que es nuestra culpa? —Preguntó Steve.
—Opino que tal vez haya otra salida. Nuestra fuerza origina el afán de retarnos y ese reto incita al conflicto y el conflicto produce catástrofes, ser vigilados quizá sea una idea que todos quisiéramos tomar en cuenta —expuso Visión.
—¡Oh! —exclamó Rhodes viendo a Sam.
—Tony —llamó Natasha—. Es poco usual que no nos honres con tu híper verbosidad.
—Ya decidió como va a votar —el capitán seguía leyendo los acuerdos.
—Me conoces muy bien. En realidad tengo una jaqueca electromagnética, —dijo caminando a la cocina—. Eso es lo que tengo cap, simple dolor, incomodida. ¿Quién pone restos de café en el triturador? ¿Esto les parece un hotel para pandilleros? —encendió su celular mostrando la fotografía de un chico.
—Ah, él es Charles Spencer por cierto, es un gran chico, estudio ingeniería y computación con promedio sobresaliente, quería un trabajo sencillo, pero primero decidió que quería vivir antes de encadenarse a un escritorio —se preparó un café y tomó unas píldoras—. Charlie no quiso ir a las vegas que es lo que yo hubiera hecho, no quiso ir a parís o Ámsterdam o algo divertido, decidió pasar todo su verano modificando casas para los pobres ¿Dónde creen?, Sokovia, tal vez quería hacer la diferencia, no lo sabremos le echamos un edificio encima con un estilo tan heroico.
—Él no fue la única víctima de tus errores en Sokovia —dijo Pietro viendo a la nada, recordando—. No te sientas mal por él, siéntete mal por todos y piensa bien lo que vas a decidir.
—No necesito tiempo para decidir —le dijo Tony, enfrentándose a la mirada furiosa del gemelo—. Necesitamos que nos controlen, sin importar lo que haga falta yo acepto. Si no aceptamos limitaciones no habrá control, y seremos iguales que los malos.
—Tony si muere alguien a tu cargo no te rindes jamás —Steve sonaba seguro pero preocupado.
—¿Quién se dio por vencido?
—Lo hacemos si no nos responsabilizamos de nuestros actos, y este documento —levantó el libro que sostenía—, sólo transfiere la culpa.
—Perdón Steve, pero eso es peligrosamente arrogante. Hablamos de las naciones unidas, no del concejo de seguridad mundial ni de Shield, ni de Hydra...
—No, pero tienen motivaciones personales que en ocasiones se alteran.
—Y eso es bueno. Eso me trajo aquí cuando entendí lo que mis armas eran capaces hacer en manos erróneas, deje de hacerlas, cerramos la producción —dijo Stark.
—Tony, tú fuiste quien eligió hacerlo —Steve comenzaba a elevar su voz—. Firmar esto es conceder nuestro derecho a elegir —suspiró frustrado—. ¿Y si nos envían a un lugar al que no queremos ir, o si tenemos que ir a un lugar y ellos no nos dejan? No somos perfectos, pero aún están más seguros con nosotros.
—Si decimos que no ahora, nos obligaran a hacerlo después, eso es un hecho y se pondrá peor.
—Dices que vendrán por mí —afirmó Wanda.
—Podemos protegerte —le aseguró visión.
—Tal vez Tony tenga razón —dijo Nat observando a Steve—. Si tenemos una mano en el volante aún podemos girar, si la retiramos...
—Disculpa —la interrumpió Sam—. ¿No eres la mujer que le dijo al gobierno que le besara el trasero hace algunos años?
—Nada más exploro el terreno. Cometimos errores demasiado públicos, hay que recuperar su confianza.
—Haber espera —se acercó Tony—. Perdón, ¿escuche mal o estás de acuerdo conmigo?
—Ay, me quiero retractar.
—No nada de retractarse, gracias —dijo Tony al ver que ya nadie discutía—. Ok caso cerrado, ganéc.
—Ya me tengo que ir —dijo Steve observando su celular y dejando los acuerdos sobre la mesa. Se puso en pie y caminó a la salida.
Wanda sentía los pensamientos alterados del capitán, sentía su tristeza y dolor.
—Ahora vuelvo —le susurró a su hermano antes de ponerse en pie y seguir al capitán.
Siguió sus pensamientos y lo encontró en las escaleras de emergencia. Se aferraba con una mano a la barandilla de las escaleras y con la otra mano cubría su rostro.
Wanda se acercó a él lentamente y con cuidado colocó su mano sobre el hombro de Steve.
El capitán levanto el rostro y observó a la chica con ojos enrojecidos resplandecientes de lágrimas.
—Peggy... Ella... —susurraba con voz entrecortada.
—Lo sé —se acercó por completo a él y lo abrazó. Un abrazo cálido que él correspondió.
—Murió mientras dormía.
—Shh, está bien Steve, no sintió dolor, ella no sufrió —lo consolaba acariciando su nuca—. Debes ir. Tienes que despedirte.
Se apartó de ella para observarla. —Gracias, Wanda.
—Anda ve, no te preocupes por nada. Todos estaremos bien —le dio un beso en la mejilla y se apartó. Steve le dedico una sonrisa y se alejó.
Wanda no se movió hasta que lo vio salir, entonces regresó a la sala donde ya la esperaba el profesor Charles para regresar a la mansión.
Nota de autora.
[]
Antes que nada una enorme disculpa por la demora a la hora de actualizar, pues hice varios cambios ya que quiero que todo tenga relación con la película y algunas otras cosas que agregaré que esperó les guste, pronto comenzara la acción ya que ahora los mutantes y vengadores irán a Viena y tendrán que liar con la bomba.
Bueno eso es todo y enserio muchas, muchísimas gracias a los que leen esto pues no tenía muchas ganas de seguir con la historia pero al ver los comentarios y la aceptación que tenia me anime a continuarla.
De nuevo muchas gracia por leer. Un saludo de donde quiera que me lean. Gracias 😘😘💞💖
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