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Capítulo 3

Wanda Maximoff se encontraba en su habitación en la base de los vengadores; estaba acostada boca arriba en su cama viendo fijamente el techo, recordando ese desastroso día, recordando la bomba de Crossbones y como este planeaba suicidarse, arrastrando consigo al capitán.

Si tan sólo hubiera tenido más control sobre sus poderes, si se hubieran concentrado más, no se hubieran perdido tantas vidas inocentes, esas pobres personas en Lagos seguirían aún con vida.

Ella era una vengadora, su vida consistía en salvar la vida de los demás.

Y había fallado. Era una vergüenza para el equipo. No merecía ser parte de ellos. Los vengadores habían hecho tanto por ella y los había defraudado.

Después de lo ocurrido en Sokovia con Ultron, ella estaba destrozada por la muerte de su gemelo, pero Tony Stark; el hombre que tanto odio, lo salvó.

Su hermano había muerto pero regresó, ella de algún modo lo trajo de vuelta, su lazo era demasiado fuerte para romperse. Además su metabolismo súper acelerado había sanado sus heridas y Stark junto con Helen Chong lo sanaron por completo con su maquina que creaba tejido.

Ellos salvaron a su hermano, los perdonaron, les dieron una nueva oportunidad y los reclutaron para que formaran parte de los nuevos vengadores.

Ellos se esforzaron por ser dignos de estar en ese equipo. Pietro era todo un héroe, siempre salvando a las personas sin fallar.

Mientras que ella había provocado una masacre, como consecuencia los humanos los querían lejos y el gobierno había creado un acta de registro, ningún súper humano estará a salvo de nuevo. Y todo fue su culpa. 

Unos golpecitos en la puerta la hicieron incorporarse.

—Adelante —su voz sonó débil, pero sabia que quien estaba del otro lado la escuchó perfectamente.

—¿Estás bien, hermanita? —Preguntó Pietro asomando su blanca cabellera por la puerta.

—Si, estoy bien Pietro. No te preocupes —ella le sonrió.

—Estás triste. Lo se, te siento.

Era imposible mentirle, desde que había vuelto, su lazo se hizo más fuerte. Cuando uno no lograba controlar sus emociones, el otro los sentía.

Wanda sentía cuando él estaba feliz o enojado y él sentía cuando ella estaba triste o preocupada y ambos sabían cuando el otro estaba en peligro o herido.

—Pietro, todo lo que esta ocurriendo es mi culpa.

Él se sentó en la cama al lado de ella y la abrazo fuertemente.

—No, fue un accidente, pudo ocurrirle a cualquiera.

—Tú sabes que no es verdad. Ahora todos están en riesgo por mi culpa. Las personas me quieren en una celda y no los culpo yo maté a todas esas personas.

—Escúchame —él tomó su rostro con ambas manos y la obligó a verlo a los ojos—. No dejare que eso pase, siempre te voy a proteger. Lo prometo.

—Gracias.

Los hermanos se siguieron abrazando hasta que unos golpes en la puerta los hizo separarse.

Pietro se levanto de la cama y antes de que los golpes terminaran él ya la había abierto.

Del otro lado de la puerta estaba Steve Rogers con el ceño fruncido hasta que vio al muchacho.

—Qué bueno que los dos están aquí. Unas personas los están buscando —dijo el súper soldado.

—¿A los dos? ¿Son del gobierno? —preguntó Pietro preocupado.

—Sí, a los dos y no, no son del gobierno, es un profesor y otras personas extrañas.

—¿Qué es lo que quieren?

—No lo se,  pero será mejor que bajen.

—Yo iré primero —dijo el joven antes de correr y dejar un destello azulado detrás de él.

—Vamos, Wanda —le dijo Steve a la muchacha ofreciéndole su mano.

—¿Vienen por mí? —le preguntó ella asustada.

—Tranquila, no dejare que eso pase. Estoy haciendo todo lo posible por que no te lleven a ningún sitio, ni para que aprueben esa ley de registro.

—Gracias Steve.

Ella tomó su mano y ambos bajaron. Desde que él les dio una segunda oportunidad en Sokovia, se había sentido de cierta forma atraída hacia él, era muy noble y gentil. En los entrenamientos llego a conocerlo un poco más.

Steve también se había sentido atraído hacia la joven pero era demasiado reservado para la dar el siguiente paso.

Estaban por llegar cuando ella sintió el enojo de Pietro, rápidamente lo busco con la mirada y lo encontró con el ceño fruncido y la mirada fija en su mano con la del capitán. Rápido, ella se soltó de Steve y fingió que se acomodaba el cabello.

—¿Quiénes son las personas que nos buscan? — le preguntó con una sonrisa.

—Hill me dijo que es un profesor de una escuela para jóvenes con talentos —le respondió Pietro pasando su mirada de Wanda a Steve y viceversa.

Steve se acerco a la puerta y la abrió para conocer a sus visitantes.



Del otro lado de la puerta, Charles estaba ansioso por conocer a los gemelos. Esperaba que el capitán Rogers regresara con ellos para poder explicarles su origen y el origen sus asombrosos dones.

A su derecha como siempre, estaba Wolverine, quien ponía muy nervioso al hombre que tenía las flechas en sus manos, listo para usarlas en caso de que intentaran acercarse a los gemelos con intenciones hostiles.

A su izquierda, estaba Pyro, jugando con su encendedor, quien ponía nerviosa a la espía rusa, que ya le había dicho en varias ocasiones que guardara su encendedor o podría provocar un incendio; él la había ignorado olímpicamente haciéndola enfadar, ella ya se imaginaba pegándole un tiro en la cabeza por su insolencia. 

Por último, atrás de ellos estaban Iceman y Colossus observando todos los aparatos modernos que tenían en el lugar.

Todos usaban sus ropas de civiles, habían decidido no usar sus trajes de x-men para no alterar a nadie.

Charles percibió nuevos pensamientos y supo que los gemelos se acercaban. El primero en aparecer fue el capitán américa, detrás de él estaba Quicksilver, que no era para nada un niño, era todo un hombre, tan alto como Logan y tan musculoso como Colossus, su cabello y cejas eran de color blanco y sus ojos eran azules, de un azul eléctrico que parecía neón. Charles había visto fotos de Erik cuando era más joven y este muchacho era una replica exacta de Erik en su juventud.

Detrás de él se asomaba una pequeña cabellera color caoba. La chica se aferraba al brazo de su hermano y trataba de ocultarse tras él. Tal escena conmovió de ternura a Charles y a Logan. Su hermano pasó un brazo alrededor de sus hombros y la acerco más a él.

Charles quedó impactado por la belleza de la hija de Erik. Era una joven muy hermosa.  Pequeña, pero su aura mostraba un gran poder. Un asombroso poder.

Al acercarse más se dio cuenta del color de sus ojos. Eran de un verde grisáceo. Iguales a los de Erik.  Ahora no tenía dudas. Eran sus hijos. No fue el único en darse cuenta del parecido que tenían los gemelos con Magneto. Logan los veía con mucho asombro, incluso dio unos pasos adelante para poder verlos mejor, pues no creía que fueran hijos del temible mutante.

No salían de su ensimismamiento así que Nick Fury; que estaba presente, tuvo que hacer las presentaciones.

—Vengadores. Ellos son los X-MEN —dijo Fury para romper la tención.

—¿Los X-MEN? ¿Qué clase de ridículo nombre es ese? ¿Son algún grupo de rock? —Preguntó Tony Stark que acababa de llegar, con su impecable traje color gris y unas gafas de sol.

—¿Los vengadores? ¿Qué clase de ridículo nombre es ese? ¿Son algún grupo de motociclistas? —Preguntó Pyro usando el mismo tono burlón que usó Tony.

—Tú actitud me gusta chico —dijo Stark riendo y acercadose a él —. ¿Cuál es tu nombre?

—Pyro.

—¿Qué clase de nombre es ese? ¿Eres un psicópata? 

—No tienes idea —dijo Colossus por lo bajo.

—¿Y tú quien eres? —Preguntó Tony al grandulón.

—Colossus.

—¿También eres un psicópata?

—No, sólo es un gigante aguafiestas —dijo de nuevo Pyro.

—Basta. No vinimos aquí para eso —dijo Iceman.

Charles y Logan no decían ni una sola palabra, aún  no salían de su estupor por ver a los gemelos.

—Bien. Entonces díganos. ¿Quiénes son? ¿Qué hacen aquí? ¿Por qué tienen nombres de psicópatas? ¿Qué es lo que quieren? —Cuestionó  Pietro irritado—. Ah y ¿Por qué ustedes dos no dejan de ver a mi hermana como si fuera un premio? —dijo señalando a Charles y a Logan.

—¿Por qué más va a ser carrerin? Tu hermana es un bomboncito —dijo Stark como si fuera lo más obvio del mundo.

Pietro lo vio con ojos asesinos y dio un paso amenazador. Antes de que algo pasara Steve se interpuso.

—Stark, trátala con más respeto. Es tu compañera y una dama.

—Vengadores ya basta —intervino Nick Fury—. Ellos están aquí por un motivo muy importante.

—Mi nombre es Charles Xavier. Soy profesor en la escuela para jóvenes dotados —intervinó Charles.

—No nos interesa ninguna beca, muchas gracias —dijo Stark de nuevo.

—¿Qué nunca te callas? —le preguntó Pyro irritado.

—Solo cuando estoy comiendo o dormido, pero no siempre es así, a veces hablo dormido.

—¿Tiene algún botón de apagado? —le preguntó Iceman al capitán.

Este simplemente negó avergonzado.

—¡Suficiente! Estamos aquí por un motivo muy importante. La guerra esta en puerta y a ustedes solo se les ocurre bromear —dijo Logan que se había mantenido al margen de la situación, pero ya había perdido su poca paciencia.

—¡Por el amor hermoso! —exclamó Tony mientras se bajaba las gafas de sol para mirar a Logan—. Si habla y todo... O más bien, gruñe.

Charles decidió que ya era demasiado. Con sus poderes calmó la tención entre todos los presentes e hizo que Tony Stark no volviera a abrir la boca.

—Quisiéramos hablar con los gemelos Maximoff en privado —dijo Charles.

—Cualquier cosa que quiera hablar con ellos lo puede hacer delante de nosotros —dijo Clint Barton.

—De acuerdo. Nos han preguntado quienes somos. Pues... Nos han llamado inhumanos, milagros, mejorados, alterados, pero la verdad es que somos... mutantes.

—¿Mutantes? ¿Qué es eso?—habló por primera vez Wanda.

—Somos humanos evolucionados. La evolución en la humanidad es asombrosa, los humanos evolucionan  muy lentamente pero a veces la evolución se brinca generaciones. Esa evolución afecta un gen X en nuestro ADN, lo afecta con mutaciones en nuestro organismo —explicó el profesor—. Cada organismo es diferente por eso no todos tienen las mismas mutaciones, y no todos los humanos presentan mutaciones. La mutación se presenta en la adolescencia con el cambio hormonal o en la infancia en periodos de gran tensión emocional.

—¿Qué tipo de mutaciones? —Preguntó Natasha Romanoff.

—Habilidades únicas. O como ustedes los conocen;  poderes.

—Tenemos poderes que dejarían a los suyos a la altura del betún —dijo Pyro con arrogancia.

—Bueno, gracias por la clase de biología profesor. Pero dígame. ¿Cómo podemos creerle? —Habló de nuevo Stark—. Hemos visto a muchos mejorados y lamento decirle, que aunque todo lo que dijo suena impresionante, no es verdad. Experimentaron con todos ellos. Incluso con los gemelos, Hydra les dio esos poderes.

—¿Es cierto? —Preguntó Charles a los gemelos —. ¿O ya tenían esos poderes desde antes? Tal vez surgieron a sus diez años, cuando su edificio se derrumbo y quedaron dos días atrapados entre los escombros. Ese episodio traumático debió ser muy fuerte, y pudo despertar sus poderes mutantes.

—¿Cómo sabes eso? —le preguntó Wanda asombrada y todos los vengadores prestaron atención.

—Se muchas cosas. Pero contesten —dijo Charles.

Los gemelos intercambiaron una mirada preocupada.  Wanda asintió como si comprendiera lo que su hermano iba a decir. Charles comprendió que tenían un lazo entre ellos.

—Es verdad —dijo Pietro—. Después de que nuestro edificio se derrumbara cuando éramos niños, comenzamos a tener nuestras habilidades. Mi cabello empezó a cambiar de color, ya no era castaño si no blanco, veía todo como si estuviera en cámara lenta, creía que todos eran demasiado lentos hasta que Wanda me dijo que yo era demaciado rápido, cuando me herían, a los minutos ya no tenia nada. Cuando Wanda se enojaba las cosas que estaba a su alrededor flotaban y sus ojos cambiaban de color, también escuchaba voces, aún cuando las personas tenían la boca cerrada.

—Teníamos miedo de usar nuestros poderes —dijo Wanda con nostalgia—. No sabíamos por que nos pasaba eso, teníamos miedo de que la gente nos lastimara por ser diferentes. Con el tiempo logramos ocultarlos, no los usábamos. Teníamos miedo de nosotros mismos. Después Hydra llegó a Sokovia y reclutó voluntarios para sus experimentos, creímos que ellos nos ayudarían a controlarlos.  Estúpidamente ellos pensaron que podían ser Dios, que nuestros poderes eran fruto de sus experimentos. Pero no fue así.

—¿Por que nunca nos mencionaron esto? —Preguntó Barton.

—Ustedes vieron lo que Hydra tenia en sus expedientes sobre nosotros, no preguntaron nada y dejamos que creyeran lo que quisieran. —Dijo Pietro.

—¿Qué experimentos les hacía Hydra para creer que les dieron poderes? —pregunto Steve.

—No lo sabemos. Solo nos inyectaban cosas —dijo Wanda.

—Tenemos un enemigo llamado Striker, ahora forma parte de Hydra. Él experimentaba con mutantes, le enseño a Hydra a extraer los genes mutantes y colocarlos en personas normales, así como llevar a los humanos a grandes periodos de tensión para que desarrollaran su mutación —explicó Charles—. Pero las personas normales no toleran los genes mutantes, su organismo rechaza los genes y mueren en pocos días. Las personas que sobreviven al procedimiento, ustedes los conocen como mejorados o alterados, pero la realidad es que desarrollan su mutación oculta, algunos desarrollan una fuerza sobre natural, no sienten dolor o cambian su aspecto.

—¿Por qué nunca oímos hablar sobre los mutantes? —Preguntó Sam Wilson.

—Por seguridad de los mutantes. En el pasado como en la actualidad nos han perseguido, quieren usar nuestros dones como armas, experimentar con nosotros para extraer la fuente de nuestros poderes y crear soldados que ganen sus guerras.

—De hecho... el suero del súper soldado fue creado con genes mutantes que después mejoraron y te suministraron a ti —le dijo Colossus a Steve.

—Oh, no es verdad —dijo el capitán sorprendido.

—Oh, claro que si —dijo Pyro—. Todo comenzó con un proyecto llamado el arma X, donde mi buen amigo Logan, aquí presente —señalo a Logan—, participó. Pero al ver que no obtuvieron los resultados que deseaban decidieron cancelarlo y crear el suero del súper soldado.

—Ellos no están listos para saber nada de esto y no necesitan saberlo —dijo Logan molesto de que hubieran revelado información confidencial.

Todos analizaban la resiente información, era demasiada para procesarla en un día. Sobre todo los gemelos, que nunca conocieron el origen de sus poderes.

—Ustedes —dijo Charles señalando a los Maximoff—. Tienen que venir conmigo a mi escuela para que puedan desarrollar y conocer bien sus poderes.

—Ellos no irán a ningún lado —exclamó rápidamente el capitán—. Son vengadores. Su lugar es aquí, en la base.

—Sí, pero antes que nada ellos son mutantes —rebatió Logan.

—El gobierno esta apunto de aprobar la ley para el acta de registro de súper humanos. Si Wanda salé de esta base la atraparan —dijo Clint.

—Estarán más seguros en la escuela —dijo Logan —, el profesor a hablado con el presidente y este accedió a dejarla tranquila si permanece en la escuela  y aprende a controlar sus poderes.

Todos se quedaron en silencio.

—Y ahora nos dirás que tomas el té con el presidente de los estados unidos todas las tardes —le dijo Stark a Charles.

—El presidente no toma té, prefiere el café descafeinado —dijo Charles con naturalidad.

Tony abrió la boca pero se quedo sin nada que decir ante eso.

De nuevo todos comenzaron a discutir la situación sobre que era mejor para los gemelos.  Los mutantes alegaban que estarían mejor en la escuela y los vengadores que estarían mejor en la base.

Wanda dejó de prestarles atención y se concentró en leer la mente del profesor Xavier, quería averiguar si todo lo que les dijo era verdad o solo un engaño para sacarlos de la base de los vengadores, pero al intentarlo, se topó con una barrera imposible de penetrar.

Intentó pero no pudo leer nada, era cómo si no tuviera sus poderes.
Intentó de nuevo, esta vez con más concentración, intentó llegar a su mente, a sus recuerdos, pero no logró ver nada, lo único que lograba percibir era una densa neblina que le impedía ver sus recuerdos.

Es de mala educación leer los pensamientos de las personas sin su consentimiento — Wanda escuchó una voz de hombre es su cabeza.

Pero qué... —pensó Wanda y abrió mucho los ojos, sumamente sorprendida, observandó fijamente al profesor.

¿Creías que eras la única que podía hacerlo? —Le preguntó Charles mentalmente.

Sí, creía que sólo yo podía hacerlo.

Wanda se maravillo de poder hablar con el profesor a través de su telepatía, nunca antes lo había hecho, nunca había conocido a alguien como ella. Era asombroso poder comunicarse de esa manera. Mentalmente.

No eres la única Wanda, hay muchos mutantes telepatas en el mundo. Unos más poderosos que otros.

¿Tú también puedes leer y manipular la mente de las personas? ¿Cómo yo?

Leerla, manipularla, moldearla y más.

¿Entonces es verdad lo que nos dijiste? —preguntó cautelosa.

Absolutamente todo es verdad —Charles le permitió a Wanda leer su mente, le mostró su platica con el presidente y le mostró imágenes de varios mutantes y sus dones, le mostró su escuela y como en ella había mutantes libres y felices demostrarse tal cual eran, sin temor a represalias.

¿Tú puedes ayudarme a controlar mis poderes? —Preguntó esperanzada. Quería tener el control absoluto de sus dones.

Sí. Yo puedo ayudarte, pero necesito que vengas conmigo, sólo en mi escuela podrás hacer uso total de tus dones.

—No iré a ningún sitio sin mi hermano —Wanda escuchó una leve risa en su mente.

Descuida. Los dos tienen que venir, si te sientes más cómoda puedes llevar a algún vengador o ellos pueden visitarlos cuando quieran. Sólo se quedaran por una temporada, hasta que aprendan todo lo que necesiten saber.

Wanda  lo meditó por un momento. ¿Realmente era buena idea ir con él? No debía fiarse de nadie, pero el profesor le daba confianza y si él podía enseñarle a controlar su poder tal vez fuera buena idea. El profesor ayudaba a los mutantes, les enseñaba a controlar sus poderes, su interés y preocupación eran genuinos. Parecía una persona de fiar, bastante amigable, joven y muy guapo.

Gracias —le dijo el profesor y le sonrió ampliamente.

Wanda se sonrojó al darse cuenta de que bajó sus defensas y él pudo leer sus pensamientos.

—¿Wanda? —la voz de Pietro le hizo prestar atención a lo que sucedía a su alrededor —. ¿Tú que opinas?

Todos dejaron de hablar y le prestaron atención.

—Debemos ir con el profesor —dijo firme.

—¡¿Qué?! —preguntaron Clint y Steve al mismo tiempo.

—Él me permitió leer su mente y pude ver que todo lo que dijo que es verdad.

—¿Él te permitió? —le preguntó Pietro.

—Sí. Es como yo, es telépata, puede enseñarnos a usar nuestros poderes.

—¿Estas segura de que es verdad?

—Sí.

—Entonces iremos —dijo Pietro.

Los gemelos decidieron y nadie pudo contradecirlos, era su decisión, Steve y Clint los acompañarían para asegurarse de que todo era correcto y de que estarían a salvo.

Tony Stark y Natasha Romanoff se quedarían en la sede para estar al tanto de las decisiones del gobierno y el acta de registro.



A lo lejos, Magneto observaba todo con cautela, le dijo a Charles  que no interfiriera y lo hizo. A pesar de todo, sabia que sus hijos estarían a salvo en la mansión, por lo menos el tiempo suficiente para que el pudiera actuar; Charles intentaría convencerlos con su estúpida mentalidad de paz, pero él los convencería de que debían actuar, eran sus hijos y entenderían.

Algo que olvidaron fue que dejaron a Tony Stark a cargo de la situación del acta de registro, era un hombre muy susceptible y fácil de manipular, además el arrepentimiento de su pasados actos lo obligarían moralmente, a aceptar la ley.
El gobierno avanzaba, pero él también, ya tenía un as bajo la manga, le costo trabajo encontrarlo pero lo consiguió, ahora él iba un paso adelante de todos. Él ganaría esta guerra.





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