Scrooge
—No estoy muy seguro de hacer esto —murmuró el tricolor de piel canela, desenredando y extendiendo unos diez metros de luces navideñas por entre las manijas y cajones del enrome armario de tres puertas.
Su hermano, Yami, solo se quedó callado, sacando más cadenetas esponjosas de tonos verdes y azueles de la enorme bolsa que habían llevado consigo.
—Oh, vamos ¿te estás arrepintiendo ahora, alteza? —rio Bakura, revisando que los adornos que emitían la cancioncilla de Feliz Navidad A Todos funcionaran, y estuvieran repartidos de modo que se escuchara perfectamente en cada centímetro de la habitación.
— ¿A qué le tienes miedo rayitos? ¿Al mal humor del dragoncete o qué? —también se burló Akefia de Atemu, colocando una extensión de enchufes múltiples para poder encender todas las luces que estaban colocando por TODA la amplia habitación. Por el rabillo del ojo miró a su hermano menor teniendo que evadir un par de puñetazos que le propinó Yami.
— ¿Podría alguien recordarme por qué estamos haciendo esto en vez de ayudar a los demás, abajo, a decorar para la cena navideña? —se quejó sereno el tricolor de piel clara.
—Porque ese Scrooge necesita una pequeña broma navideña con urgencia —contestó Akefia, dando un par de pasos hacia atrás para observar cómo iba quedando su obra. Asintió para sí mismo en aprobación.
—Lo ha estado pidiendo a gritos —lo apoyó Bakura, riendo — ¿recuerdas la cara que puso tu enano cuando, al principio, Seto se negó a celebrar la navidad todos juntos? —apeló el albino, con una sonrisa malévola.
Atemu suspiró al ver a Yami tensar las puños —pero al final Rose y Dany lo convencieron —aludió.
—Bien, no sirve de nada que te pongas de moralista ahora que ya montamos todo esto —el oji-lila se sacudió las manos —está listo, volvamos abajo.
Bakura asintió, revisando por última vez la cámara que tenían puesta sobre un escritorio de Seto y que las cortinas no permitieran que las luces coloridas se entrevieran.
Atemu y Yami se miraron entre sí, encogiéndose de hombros y siguiendo a los otros dos.
Abajo, en el gran salón de la mansión, se escuchaban alegres voces cantando Jingle Bells y el olor a comida caliente salía del horno.
Continua en el siguiente :3
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