Un mundo nuevo
Jung Kook apretó con fuerza las sábanas de la cama. Su espalda estaba levemente curvada y su cabeza se hundía hacia abajo sobre la almohada. Su respiración agitada salia por medio de su boca. Sus labios abiertos dejaban escapar unos sonidos muy agudos que parecían los de un gato maullando.
Yoon Gi lo observaba curioso. Le parecía muy tierna la imagen tan inocente de su rostro. Tan sonrojado, reflejando parte de lo que estaba sintiendo. Lo volvía loco.
—¿Te duele?
El menor negó rápidamente, moviendo su cabeza a los lados. Después de tanto, las cosas se habían dado por fin. Ya que ese día era el cumpleaños número diecinueve del mayor, invitó a Kook a casa y pasaron gran parte del día viciados a la consola. Las horas pasaron y se hizo la noche. Después de planear ver una película, ésta quedó a la mitad. Yoon Gi estuvo esperando el momento adecuado para obtener el regalo que quería, y para demostrarle también que lo consideraba incluso más que un novio.
Aquella película de acción, llena de muerte y persecuciones, terminó por aburrirlos. El rubio, como estrategia, comenzó apoyando su cabeza en el hombro del menor; seguido, sus manos tocaron los muslos, apretandolos, luego todo desencadenó una serie de besos y caricias sobre el sillón de la sala hasta que la calentura fue demasiada. Ambos fueron hasta el cuarto y allí continuaron.
Era una sorpresa para Yoon Gi ver cómo su novato y tímido novio cedía a los toques más descarados. Los besos también fueron a más, profundos y dejando hilos de saliva de por medio. El calor era demasiado, la tensión que había entre ambos cuerpos debía romperse en algún momento.
Yoon Gi lo tenía bajo su cuerpo, intentando que sus dedos se hundieran más en esa estrecha entrada.
Todo era extraño para Kook, pero no por eso dejaba de disfrutar. No pensó que ese momento llegara tan pronto; tantas veces se había sentido avergonzado por esas cosas, que creyó que pasaría muchísimo tiempo antes de hacerlo.
Su cuerpo sentía cosas nuevas, cosas que le gustaban. Yoon Gi no es que fuera un experto o algo parecido pero lo hacia sentir genial, como si fuera un pro.
—¿Dónde aprendiste estas cosas?—Kook disfrutaba de cada movimiento, tapándose media cara por la vergüenza que de repente lo invadía.
—¿Por qué crees que lo saqué de algún lado? Todo es producto de mi creatividad, hago arte hasta en esto.
—Que estúpido eres.
Después de ser insultado, Yoon Gi sonrió maliciosamente e hizo un movimiento brusco. Kook chilló en silencio, pues porque no estaban solos.
—Maldita sea, si nos llegan a oír...
—Las aventuras son más divertidas si huelen a peligro —susurró en el oído del menor.
—¿De cual te fumas?
La escena era algo extraña. Yoon Gi nunca imaginó que Kook sería tan hablador en medio de lo que se suponía que debía ser romántico. Los cómics que Gina le prestó para instruirse no esque hubieran sido un fracaso, pero Yoon Gi prefería que se callara y actuara como su uke. Por eso, después de introducir sus dedos, tuvo una idea.
—Espera, quiero que hagamos una cosa.
—¿Eh?—Kook parpadeó, mareado por su estado de excitación no pudo reaccionar bien.
Yoon Gi y sus ideas extrañabas podían asustar al menor o quizás no. Lo que era seguro es que podía resultar más entretenido. Buscó en el cajón un collar y se lo mostró al otro.
—¿Quieres que juguemos?—le preguntó picarón, alzando las cejas.
—¿J-jugar...?¿A qué?
—Pues a que eres mi mascota, no sé. ¿No suena excitante?
El menor hizo una mueca y se sintió avergonzado. La verdad es que Yoon Gi era muy ratito. ¿Le gustaba la zoofilia o qué?
—Es extraño... No sé.
Los labios de Yoon Gi se curvaron hacia abajo. No le importaba si no quería, lo entendía. Quizás el chico nunca había visto nada por el estilo. Él había leído una novela para adultos donde el activo trataba a su pareja como su mascota y le exigía llamarlo por "amo". La cosa es que eso terminaba en puro sadomasoquismo y no quería ir tan lejos.
—Lo siento, debes creer que soy un rarito.
—Es que ya eras rarito antes...—Kook intentó mostrar una sonrisa a pesar de la situación —Quizás en otra ocasión. Ahora...¿podemos seguir?
Ambos estaban con las prendas a medio quitar. Yoon Gi retomó su tarea anterior hasta que sintió que era el momento. Kook era más virgen que el aceite de oliva, pero no importaba. Prefería que así fuera, su primera vez sería imnovidable.
Los cuerpos de ambos se ocultaron bajo las sábanas y sus gemidos fueron callados por besos. El aire faltó varias vece entre choques de labios y debido a la sensación de sentirse el uno al otro. Ese fue el mejor regalo de Yoon Gi hasta el momento. Pudo hacer que su inexperto novio sintiera cuanto lo deseaba y, al mismo tiempo, cuanto le importaba. Quien iba. decir que su crush online estaría gimiendo su nombre en silencio mientras se aferraba a él.
Cuando Kook tocó el mismo Cielo, abrió la puerta a un nuevo mundo. Miró a su novio a los ojos y, avergonzado, tapó su cara inmediatamente no pudiendo con ello. Yoon Gi sólo sonrió, apreciando ese gesto como algo muy valioso. Porque si, Kook era alguien muy valioso para él.
🎮
¿Quieren más limón hard?
👀
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