Los cristales
Cuando la puerta se abrió Diego quedo muy impresionado, esperaba un túnel muy amplio y profundo que requeriría decenas de focos para iluminarse pero se equivocaba en eso ultimo dentro de aquel lugar se encontraba una zona muy amplia que no requería de electricidad ni de bombillas para tener luz ya que casi todo el lugar estaba repleto de unos enormes cristales de múltiples colores la mayoría de color azul, morados y algunos de color verde, estos salían del techo, del piso y de las paredes.
Diego quedo de verdad muy impresionado y ahora si entendía porque tanta seguridad en aquel sitio, y era más que evidente que las muestras que iban a recoger eran esos cristales, había escuchado de minas de cristal antes pero nunca los había visto algo similar ni si quiera en las aventuras que tuvo con Wilden.
Sin pensarlo el chico dio varios pasos hacia enfrente sin bajar la vista observando cada centímetro mientras caminaba, era una sensación muy impresionante de verdad ameritaba una foto en aquel lugar, pero algo le decía que la agencia no se lo permitiría.
-¿ya viste dónde estás parado?-preguntó Alicia
Diego bajo la mirada hacia el piso descubriendo que había estado caminando sobre un puente hecho de uno de esos cristales.
-tranquilo son resistentes, créeme aguantan mucho peso, pero no venimos por eso- le informó mientras que avanzaba por el puente hecho de cristal como si fuera algo cotidiano para ella, lo que provoco que Diego no pudiera evitar preguntarle-¿cada cuento vienes?-
-una vez al mes- respondió mientras que lo alcanzaba del otro lado puente- no te emociones no podemos tomar cualquier pedazos de estás piedras, ya he agarrado muchos-
-¿entonces de que tomaremos muestras?-le pregunto mientras que descienden por el puente
-de los cristales que tiene la punta partida, son los que contienen las muestras que requerimos, ya sabes las propiedades mágicas-
En eso Diego se quedó pensando recordando los canalizadores que potencian a los báculos mágicos y que esos cristales que estaban por recoger podrían ser los que les da luz a ese lugar.
-oye y no será que lo que venimos a recoger, bueno si lo extraemos este lugar no desaparecería o algo así-
-claro que no, cada cristal de estos- señalo los cristales de mayos tamaño- tiene un su núcleo un cristal más pequeño que es lo que lo hace brillar, cuando el cristal nuevo emerge este lo expulsa para la creación de un nuevo cristal, y eso ocurre una vez cada mes, yo solo me llevo tres muestras esos cristales sueltan cerca de cincuenta nuevos así que no hay problema-
Al llegar al otro lado del puente dieron la vuelta por una borde caminando con mucho cuidado para no caerse.
-porque no usamos magia para bajar, digo el hechizo de puente de confianza nos facilitaría el trabajo- propuso el chico cuando iban a medio camino de esa zona angosta.
-buena idea pero aquí rebosa mucha magia, y por los tantos cristales con propiedades mágicas que están aquí pueden potenciar la magia al punto de descontrolarla, incluso la magia de mis reloj podría ser peligrosa-
Ese último comentario provoco que Diego perdiera la confianza en que sería una misión fácil, bueno sonaba sencillo pero no quería decir que sería fácil.
Siguieron avanzando por aquel estrello camino hasta que llegaron a una parte más amplia, varios metros más debajo de la entrada, Diego no quería pensar en que tendrían que volver a subir por aquel lugar de nuevo.
-bien ya paso la parte más difícil-
Ambos caminaron por un corredor más amplia, conforme avanzaban Diego sentía como el calor aumentaba a cada segundo ahora entendía porque los mineros se quitaban la ropa después de mucho tiempo trabajando.
-ya casi estamos-
-¿Cómo sabes cual vamos a recoger?-preguntó el chico
-simple esos- señalo hacia el centro de la zona a la que llegaron, se podían ver lo que parecían ser volcanes hechos de cristales abriéndose dónde de su centro emanaba una luz blanca y en ellos se asomaban pequeños cristales pequeños- son los que más rápido se reproducen y crecen- explicó Alicia.
Caminaron hacia ellos, Alicia abrió el maletín para sacar los materiales para extraerlos, Diego sin pensarlo atraído por esa luces extendió la mano, esperando que esos cristales estuvieran fríos pero al momento de tocarlos sintió como si hubiera tocado una superficie muy caliente así que retiro su manos.
-¿esperabas que estuvieran fríos?-pregunto mientras que sacaba un estuche y unas pinzas con las que agarro el pequeño cristal para retirarlo de la punta de ese cristal de color morado y lo deposito en la caja, al momento de retirarlo la punta de aquel volcán se cristal se cerró.
-ayúdame retirando, ese otro cristal mientras que yo retiro ese otro, necesitamos uno de cada color-
-ah si-
Diego agarro otro de los estuches que estaban dentro del maletín y fue hacia el volcán de cristal de color azul, abrió del estuche unas pequeñas pinzas, esperando no volver a tocar esos cristales tan calientes, estiró la mano con las pinzas, cuando estas tocaron los cristales el chico dio un leve jalón y retiro el cristal del volcán y lo colocó un pequeño espacio dentro del estuche y lo coloco dentro de él antes de cerrar el estuche.
-misión cumplida-dijo
-te lo dije, sabes no necesitaba compañero pero por protocolo debo estar acompañada, pese a que es un lugar muy bien resguardado-
Se escuchó un sonido fue un gemido de dolor, Diego volteó a ver a Alicia que continuaba hablando sobre el protocolo y no pareció darse cuenta de aquel sonido que volvió a escucharse del otro lado de aquella zona.
Diego fue hacia dónde estaba Alicia y colocó el estuche dentro del maletín, se escuchó de nuevo, Alicia no pareció escucharlo, pero el elfo se puso en guardia sosteniendo encima su báculo y comenzó a caminar hacia el fondo de la zona directo a una corredor que parecía descender más hasta un agujero sin iluminación, el gemido paso a ser un grito de una joven mujer.
-te dije que nada de magia-le regaño Alicia cuando se dio cuenta de que Diego no la escuchaba.
-¿no escuchaste eso?-le pregunto Diego a la joven mientras que está se ponía de pie.
-escuchar que-
-el grito-
-cual...- no término de hablar ya que en seguida se escuchó un grito más fuerte que el anterior, la chica también lo escuchó-de dónde proviene-
-del túnel de ahí abajo- señalo Diego hacia el interior.
Alicia se dirigió a ver la entrada de ese túnel al verlo pareció muy impresionada, era como si le hubieran dado una sorpresa no esperada.
-no puede ser, ese túnel no estaba ahí, entonces significa que...
-¿Qué significa?-
-que alguien que no es de la agencia sabe de esta mina y querrá aprovechar los cristales-
Sonaba a malas noticias, había muchos de esos pequeños cristales y si alguien logró robar uno ya podría ser algo malo.
-supongo que habrá que hacer un informe-
Antes de que Diego terminara de hablar Alicia dio un paso hacia enfrente y comenzó a adentrarse en el túnel.
-¿Qué haces?-
-si voy a dar un informe que sea completo vemos a que nos enfrentamos- dijo adentrándose más-
Diego sin pensarlo miro hacia atrás, en verdad hubiera querido no haber escuchado ese horrible grito, así que sin pensarlo se adentró en aquel lugar siguiendo a Alicia.
La entrada no era tan estrecha de hecho estaba seguro que podían caber dos o hasta más personas juntas, Diego siguió avanzando, no estaba tan oscuro como parecía pero si se veía tentado a usar magia lo malo era que la advertencia de Alicia sobre esos cristales.
Llego a la salida del túnel, ahí se encontraba en una mina muy parecida a la otra solo que está estaba rodeada de cristales de color rojos y morados mucho más pequeños y no habían tantos en abundancia como en el otro lugar.
Tan pronto dio unos pasos vio a Alicia recargada contra la pared, y ahí estaba Alicia que le indico que guardara silencio poniendo su dedo en su boca y con señas le dijo que se acercara a ella junto a la pared.
Diego se dirigió hacia ella y se colocó contra la pared mientras que comenzaban a escucharse voces.
-¿de verdad crees que este plan funcione?-preguntó una voz femenina
-nuestro maestro depositó toda su fe en nuestras habilidades y conocimientos no podemos decepcionarlo ahora- dijo una voz masculina- además tenemos por fin todos los elementos que necesitamos para traerlo de vuelta, y todo gracias a la ACM-
Eso puso a Diego en alerta, era gente que sabía de la ACM y que habían llegado a ese lugar gracias a ellos y que estaba por ejecutar su horrible plan esa misma noche.
El chico volteó a ver a Alicia que parecía estar preparando su reloj lista para intervenir.
-Amanda no debes tener dudas es el fundamento que nuestro maestro nos enseñó-
-muy bien Carlo, bueno si pude torturar mentalmente a esos idiotas de la agencia hasta morir quizás si pueda con esto-
Diego reconoció los nombres enseguida eran Carlo y Amanda, ambos estaban ahí, lo que significaba que debían huir y pedir refuerzos de forma inmediata, no enfrentarlos, si los enfrentaban sus hechizos serían demasiado para ellos, debía decírselo a Alicia pero tan pronto volteó a ver a la joven la joven ya no estaba, Diego volteó de un lado a otro, hasta que armándose de valor, se asomó por detrás de la pared dónde estaba apoyado, vio que Alicia los estaba siguiendo, cuando sus voces terminaron de alejarse al punto en que ya no se podían escuchar Alicia salió al pasillo de dónde habían venido, Diego temiendo lo peor fue a seguirla para convencerla de que debían sacarla de ahí.
Llego al camino, volteó hacia el otro lado por si venían pero no había señal de ellos, así que siguió por el pasillo siguiendo a Alicia que ya se había alejado bastante, no se atrevía a correr por si sus pasos hacían eco, pero si a caminar rápido, cuando el joven llego a una zona sin salida vio a Alicia frente a una jaula dentro estaba la joven centauro y para sorpresa de Diego estaba otra jaula con el capitán dentro e inconsciente.
Diego olvido la palabra sutileza y comenzó a correr hacia la jaula buscando la forma de como abrirla, pero Alicia lo interrumpió.
-hechizo rúnico hasta yo tendré problemas para abrirlo-
-crees que podamos sacarlo de ahí-
-déjame intentarlo pero creo que nos llevaremos a ambos, después llamaremos refuerzos por radio-
Alicia levanto su muñeca izquierda con el reloj el cual comenzaba a manipular con su mano derecha provocando que salieran las cadenas de números que eran las ondas psionicas las cuales comenzaron a rodear el candado de la jaula, tras unos segundos el candado terminó rompiéndose antes de que la jaula se abriera.
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