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Una producción de

Director: respaldoRS
Productor ejecutivo: respaldoRS

Protagonizado por X-316 y Ayeka
Antagonizado por...

Previamente en "X-316 and Ayeka":

—Encontré datos sobre un contacto especial de los demás duques —informa Kadraris.

—¿De quién se trata? —se interesa Ayeka y la duquesa Kadraris proyecta un holograma en la mesa que muestra al sujeto, un alienígena de piel gris, pelo negro y ojos oscuros.

—Neil... —dice X-316.

—Vayan por este Neil, infiltren a Awico, y si no tiene nada que nos sirva, infiltrarán a los demás hasta que mis sospechas cesen —ordena Limball.

— — — — — — — — — —

La duquesa Limball entra en su habitación y al cerrar la puerta, ve que detrás de ella estaba Ulap.

—Tu... ¿Vienes a terminar tu misión? —pregunta limball.

—Solo vine a advertirle duquesa... Está en más peligro de lo que cree, no solo mi cliente tiene algo en su contra —saca un frasco con algo diminuto dentro—. Un dron espía del imperio del Fénix, este palacio está infestado de ellos y pronto lo estará todo el planeta.

La duquesa Limball despierta sumamente asustada en su habitación, dónde Narket se acerca rápidamente.

—Tranquila duquesa, está a salvo, solo la aturdieron.

—¿Ellos... Escaparon? —Narket asiente, por lo que la duquesa se para con intención de ir a la sala de reuniones.

—¡Duquesa! —detiene Luos agarrándola suavemente de los hombros—. Tiene que seguir acostada hasta que recupere todas sus fuerzas.

—Estoy bien —evita la duquesa, se suelta y se va.

Al entrar, seguida por su sirviente y la líder de su guardia real, luego, trata de contactar a X-316 y Ayeka, pero estos no contestan.

—Deben de estar en la velocidad suprema —calma Narket.

—Espero que sea así...

—Duquesa... ¿Qué le dijeron sus atacantes? —consulta Luos.

—No quiero hablar sobre eso.

—Majestad, tiene que decirnos para así poder ayudarla si lo requiere.

—¿Por qué todo el mundo me dice eso?

—¿Eso? —duda Narket.

—Que puede ayudarme, ¿Por qué necesitaría ayuda? Estoy bien. Si, estoy triste, furiosa y puede que un poco irritable, pero nada que no pueda manejar por mi misma, solo... Solo déjenme en paz.

Antes de que Luos y Narket puedan decir algo más varias voces de empiezan a escuchar fuera del palacio, la duquesa mira por la ventana de esa sala y ve a ciudadanos demandando a los guardias su presencia, por lo que Limball se arregla el cabello para salir.

—¡Duquesa! —se alarma Narket y se para en la salida deteniendo a su majestad—. Yo no se lo recomendaría.

—¿Por qué?

—Esto es más serio de lo que creímos, no son sólo manifestaciones, es un movimiento en su contra.

—¿Movimiento? ¿Y no me lo dijeron! —la mira con enojo e igual a Luos.

—No queríamos alarmarla más —justifica el sirviente y la duquesa hace un gesto de enojo para luego en contra de los deseos de Narket, salir igualmente.

—¡Majestad, por favor!

La duquesa sale hacia donde los guardias están reteniendo a los ciudadanos y estos al verla se quedan en silencio.

—Ciudadanos de Cilap —inicia la duquesa—, es evidente que en mi última aparición pública mis objetivos no quedaron claros, agradezco la preocupación que tienen por esta ciudad, es inspirador, pero sí han leído el libro regitario sabrán entonces que yo no puedo renunciar así como así, la última vez que el pueblo gobernó una ciudad o todo el planeta nuestra especie se vio forzada a cambiar su régimen autoritario dando lugar a mis antecesores, los duques y duquesas, mis padres, abuelos, bisabuelos, etcétera... El punto es que no creo que si entregase del poder las cosas serían diferentes a como fueron en esos tiempos, sin embargo, estoy dispuesta a escuchar sus sugerencias si es que de verdad quieren ayudar.

La ola de ciudadanos se descontrola y empieza a hablar cosas diferentes agobiando así a Limball, en eso, Narket, quien se encontraba cerca de la duquesa ve como uno de los ciudadanos saca un arma con intención de disparar a Limball, por lo que corre hacia la duquesa y salta hacia ella logrando que el disparo no le dé y por suerte, a ella misma tampoco le afecte.

Al caer, los demás miembros de la guardia real empiezan a controlar a los ciudadanos con disparos adormecedores a la par que Narket adentra a la duquesa al palacio.

Mientras tanto, X-316 y Ayeka se encuentran recorriendo sigilosamente las luminosas calles de Norat, la ciudad capital del planeta Bil, sede principal del Senado Universal, una ciudad de altos edificios plateados con cristales celestes reflejantes y vegetación en cada espacio en el que pueda haber.

—¿Cómo es que la gente se ubica en esta ciudadela? —pregunta X-316 y se acerca a un balcón a nivel del suelo para observar los alrededores claramente perdido.

—Esto es... Muy pacífico —se asombra Ayeka.

—¿Te parece una zona adecuada para el retiro?

—No lo creo, tendría que estar usando mis poderes constantemente para alterar nuestras apariencias.

—Entonces será una luna alejada de todo, en medio de la nada —propone el Skan.

—Me agrada la idea —le sonríe y luego mira al crucero—. Si queremos irnos en el mismo hay que darnos prisa, se irá en ruta inversa en dos horas.

—Tiempo suficiente para que liberemos a este idiota, andando —avanza.

—¿No olvidas algo? —detiene Ayeka sin moverse un centímetro, X-316 voltea y la mira con duda—. No sabemos ni dónde estamos parados.

—... Es verdad... —se acerca—. Tal vez si preguntamos a un guardia...

—Claro, los guardias nos dirán así como así donde está la prisión de esta ciudad suponiendo que Neil esté en esta ciudad, si no lo está tendremos que irnos de otra forma.

—Nos las arreglaremos, el primer paso es ubicar una prisión ya que aparentemente la gente conoce perfectamente la ciudadela y por tanto no hay señales.

—Creo que eso de allá es una señal —señala con la mirada hacia una especie de letrero a la lejanía.

—Habría que acercarnos y ver, mi vista ya no es la misma que antes —Ayeka lo mira con incredulidad—. ¿Qué? Paso la mayoría del tiempo con un casco que tiene diferentes visores, dejé de ocupar la vista para hasta la más mínima cosa hace mucho, aparte, tu tampoco alcanzas a leerlo —un silencio invade la corta distancia entre los dos por unos segundos.

—Tienes razón, vamos —proceden a caminar—. ¿Te imaginas que diga algo como "prisión hacia allá"?

—Sería muy conveniente y hasta sospechoso.

—En eso estoy de acuerdo —luego de caminar por un minuto, finalmente Ayeka logra distinguir lo que dice la señal, quedando atónita al leerlo—... No me lo vas a creer.

—¿Si lo dice, verdad?

—Si...

—De acuerdo... Mejor no confiemos en las apariencias —empieza a disimular exageradamente silbando mientras finge tener un arma en su bolsillo.

—¿Qué estás haciendo? —nerviosa.

—Atraigo un guardia, claramente —responde igual de tenso y una guardia de piel rosada y uniforme blanco con celeste decide acercarse a ver qué ocurre, por lo que X-316 sale corriendo hacia un callejón.

—Señorita, disculpe, ¿La estaba molestando? —Ayeka piensa que responder.

—Si...¡Me estaba amenazando con un arma! —lagrimea—. ¡Por favor atrapelo!

—No se preocupe —calma la guardia—. Ese es un callejón sin salida —se acerca lentamente al callejón y activa un comunicador en su oreja—. Solicito refuerzos en la zona K-31 intersección X, sospechoso armado.

Ayeka al no saber que planea X-316 apunta suavemente sus manos hacia la guardia y esta es impulsada en dirección al callejón, dónde el Skan la agarra y azota contra una pared para luego rápidamente quitarle su arma de servicio y apuntarle con ella.

—¿Es real la dirección indicada por la señal!

—Lo es.

—¡Por qué debo creerte?

—Porque me estás apuntando con mi maldita arma, soy leal al Senado pero valoro mi vida... Aparte, a no ser que quieras ser arrestado, no lograrás entrar a la prisión.

—Ya lo veremos —le dispara y Ayeka se sorprende al ver eso.

—¿Te fijaste en qué modo estaba el arma!

—Son guardias no asesinos, siempre las tienen en modo aturdir.

—La próxima vez me explicas qué harás, ahora tenemos que irnos, llamó a refuerzos y... —comienza a toser y X-316 también cayendo ambos al suelo, pero la Wardall más debilitada que el Skan.

—Ya perdí la cuenta de cuántos avatares has tenido... —susurra X-326 y le quita la tiara a Ayeka, liberando a la criminal Wardall que Ayeka había poseído, pero esta no dura mucho despierta ya que el Skan con el arma de la guardia en modo letal le dispara, asesinado la fríamente, luego el mercenario le coloca la tiara al cuerpo inconsciente de la guardia y Ayeka despierta en él, para inmediatamente volver a hacer el hechizo de cambio de apariencia.

—¿Era realmente necesario? —pregunta Ayeka al ver el cadáver de la criminal.

—La Ejecutora nos relacionó con Ward por culpa de una de tus primeras avatares, dejarlas con vida ya no es opción... Ahora, ¿Qué hacemos con el cuerpo?

—He sepultado peores —apunta sus manos al suelo y lo fragmenta, luego hace levitar el cadáver, lo coloca en el suelo y acomoda lo que sacó encima—. Ahora vámonos —le toma la mano, chasquea los dedos y se desmaterializan.

Sala de reuniones, palacio de Cilap

La duquesa Limball se encuentra hablando con varios otros duques, entre los que están presentes la duquesa Kadraris y el duque Awico, quién luce el siguiente traje:

—Duques, comprendo su preocupación, yo... —intenta decir la duquesa, pero es interrumpido por uno de sus equivalentes.

—Disparó en contra de su pueblo, duquesa Limball.

—Fueron disparos aturdidores no letales, además fue en defensa mía y de hecho yo no di la orden.

—¿Quién fue entonces? —pregunta una duquesa, pero Limball no responde.

—Duquesa, por favor responda —pide otro duque.

—Fui yo —irrumpe Narket y se adentra en la proyección de Limball.

—¿Usted es la líder de la guardia real de Limball? —pregunta otra duquesa.

—Afirmativo.

—Entonces tendrá que...

—Ella no hizo nada malo, solo protegió a su duquesa asignada, hizo su trabajo —defiende un duque.

—Duque Last, disparó contra el pueblo, eso podría tener repercusiones en los nuestros —reclama un duque.

—Y estoy seguro de que la duquesa Limball lo resolverá.

—Se lo agradezco, Duque Last —gratifica Limball.

—Duquesa Limball, le encomendamos que investigue a estos insurgentes hasta dar con su líder, si no averigua algo pronto me temo que tendremos que tomar cartas en el asunto con medidas que tal vez no le gusten.

—N-no, por favor —calma Limball—. Eso no será n-necesario.

—Eso espero... Fin de la reunión —los duques y duquesas cortan la llamada dejando a Limball con Kadraris.

—Averigüé algo —inicia Kadraris.

—¿Ajá?

—La persona que asesinó a la bruja madre es la misma que estuvo cazando a las demás brujas del aquelarre cuando por abc motivo revelaron su ubicación.

—Es decir que el próximo objetivo es Ayeka...

—Es bastante probable...

—Da igual, tiene a X-316, se complementan bastante bien.

—Esa es la cosa, Limball... —nuestra duquesa la mira con duda—. A no ser que Ayeka se los haya llevado, esta persona, este cazador tiene artefactos mágicos en teoría indestructibles... Si logra dominar su poder tal vez nada en este planeta pueda detenerle.

—Les advertiré en cuanto contesten.

—Limball...

—¿Si?

—Por favor ten cuidado.

—Lo tendré —Kadraris asiente y corta, dejando a Limball junto a Narket, la duquesa echa un suspiro y se da vuelta hacia su guardia—. Aumenta la seguridad tanto en los alrededores del palacio como en las entradas de la ciudad, en lo posible da la orden de registrar a quién entre y salga.

—Entendido —obedece Narket y se retira.

Prisión central de Norat

En un pasillo de ásperas paredes grises camina un guardia del Senado Universal, quién es un alienígena de piel celeste y pelo rojo con cuatro ojos, este entra en una sala y ahí se encuentra de frente con Ayeka, quién rápidamente usa un hechizo mental para ponerlo bajo su control.

—¿Y eso es para? —duda X-316.

—Necesitamos a alguien que conozca las instalaciones, él las conoce —hace unos movimientos con las manos apuntándole al guardia y al Skan camuflado—. Imirelo figüracion —la ropa de X-316 cambia a un traje de guardia, luego la vestimenta de Ayeka cambia a una de prisionera—. Ustedes son guardias que me trasladan, llegaremos a la sala de registro de prisioneros, veremos si Neil está aquí y si es así, lo sacaremos.

—Perfecto, es simple, el único margen de error es tu tiara de bruja... ¿Segura que no puedes hacer nada con ello?

—Ya lo he intentado.

—Está bien, solo decía.

Dicho eso, nuestros protagonistas junto al guardia controlado comienzan a caminar por el pasillo hacia la sala de registro indicada por la mente del celestino, luego de voltear en varias puertas y entrar en otro pasillo, este de paredes blancas, Ayeka se detiene de golpe al ver a varios guardias caminar pacíficamente en dirección opuesta a ellos.

X-316 se preocupa al ver a Ayeka detenerse así, pero dada la presencia de los demás guardias decide seguir en papel y exigirle que avance.

—¡Cuidado! —advierte Ayeka y voltea rápidamente para crear un campo de fuerza que bloquea un disparo de un guardia que venía desde atrás hacia ellos.

X-316 mira hacia el otro lado y ve que los otros guardias les empiezan a disparar también, pero sus disparos son disipados por otro campo de fuerza de Ayeka, luego tanto el Skan cómo el guardia controlado comienzan a disparar a los demás guardias para por último entrar rápidamente por la primera puerta que ven.

—Algo está mal... —dice Ayeka.

—Nos descubrieron, ya había pasado —calma X-316 mientras espera a que abran la puerta para volver a disparar.

—No hablo de eso —aclara Ayeka y los devuelve a sus vestimentas de bruja y mercenario, dejando confundido a nuestro otro protagonista—. No tardaron en saber donde estábamos... Ellos saben quienes somos.

—¿Estás segura? ¿Cómo sería eso posible?

—No lo sé... —a X-316 le duele el pecho y dan ganas de toser, pero se aguanta para no alarmar más a Ayeka.

—Tranquila... Ellos no nos matarán, a lo más si llegan a darnos caeremos dormi... —los guardias logran abrir la puerta y disparan al guardia controlado por Ayeka, el cuál cae muerto al recibir el disparo.

La bruja crea un campo de fuerza frente a ella y X-316 para luego tomarlo de la muñeca y teletransportarse a cualquier lugar menos ese, apareciendo en el techo de la prisión.

—¿Decías? Claramente lo mataron.

—Se supone que ellos no hacen eso...

—Algo está mal aquí...

Desde las torres en las cuatro esquinas de esa plateada y sofisticada estructura empiezan a salir torretas pequeñas, pero por montones.

—Nuevo plan, haz un numerito, atrae tantos guardias cómo puedas, yo lo sacaré —propone el Skan.

—¿No temes que muera?

—Eres lista, se que no lo harás —pretende ponerse su casco, pero la Ward lo interrumpe y lo besa.

—Hazlo —dice luego de separarse y X-316 asiente para luego salir corriendo.

Ayeka se desmaterializa para luego aparecer en medio del patio de la prisión, donde hay varios convictos haciendo diferentes actividades, los analiza y no logra ver a Neil así que concluye que es seguro atacar, los presos se detienen al ver la misteriosa silueta en el cielo, lo que alerta a los guardias ya que nunca habían visto a los prisioneros tan atentos a algo.

Decenas de guardias salen al patio y le apuntan en formación con sus armas a Ayeka, quién susurra:

—Mültimagen —varias réplicas de sí misma empiezan a materializarse en el cielo, haciendo que los guardias rompan la formación y apunten a las otras brujas.

Una de ellas empieza a cargar una esfera de magia morada juntando sus manos, por lo que varios guardias empiezan a disparar hacia ella, pero al tocarla los disparos esta desaparece e inmediatamente las demás comienzan a disparar esferas pequeñas desde sus manos, una mano tras otra.

Varios guardias no logran moverse a tiempo y no les pasa nada mientras a otro le impacta la esfera y este si sale disparado por el aire.

Unos cuatro guardias logran identificar a la figura que lanzó el ataque real y le disparan, por lo que Ayeka crea un campo de fuerza frente a si que no disuelve los blancos disparos, sino que los detiene, los torna morados y se los devuelve, provocando cuatro fuertes explosiones que hacen temblar el lugar.

Ayeka deshace las ilusiones y aterriza fuertemente en el lugar, provocando una onda expansiva de humo morado al tocar el piso con ambos pies, derribando así a los guardias restantes.

Nuestra bruja protagonista avanza por el humo y fuego que dejaron las explosiones hasta que escucha a varios guardias avanzar mientras piden refuerzos y se ordenan entre ellos activar la visión de humo, por lo que susurra:

—Internum Lumen... —al decir eso, sus ojos brillan morados por unos instantes y comienza a ver las moradas siluetas de los guardias a través del humo.

Volvemos al techo de las instalaciones, donde hay una entrada de ventilación rota, nos adentramos a ella y salimos en un pasillo blanco, lo recorremos y nos encontramos con X-316, quién se apega a una pared al lado de una puerta abierta esperando que un grupo de seis guardias salgan corriendo, al pasar estos, entra por la puerta y toma por sorpresa al único guardia que quedó tapando su boca.

—¿Dónde está la sala de registro de prisioneros? —le destapa la boca y coloca un arma en el pecho del guardia.

—El prisionero que buscas... ¿Cómo sabes que no lo mató tu amiga?

—Seguro los miró antes de atacar, ahora responde.

—Tendrás que matarme,

—Que así sea, pero sufrirás —procede a adentrar su brazo robótico en el costado derecho del torso del guardia, haciéndolo gritar de dolor.

Habitación de Limball

Narket entra a la habitación mientras sentada en un sitial se encuentra la duquesa Limball.

—¿Duquesa? —inicia Narket.

—¿Qué ocurre, Narket?

—Tal vez una solución para las manifestaciones sería solicitar un reemplazo temporal para usted a los duques.

—Espero que solo sea una sugerencia.

—Por supuesto que lo es, al fin y al cabo, quién toma las decisiones es usted.

—Dime... ¿Por qué crees que eso sería lo mejor?

—Nunca dije que sería lo mejor.

—Lo sugeriste, normalmente no sugieres cosas que no crees del todo.

—Perdón, duquesa, solo... Temo que pueda acabar muerta —Limball no comprende—. La iban a matar, majestad... De no haber intervenido usted no estaría aquí ahora.

—Estoy segura, te tengo a ti —Narket mira al suelo.

—¿No se da cuenta?

—¿De que? —Narket trata de decirle algo, pero se tapa la boca inmediatamente, como si se lo estuviera impidiendo a ella misma, cosa que no nota la duquesa debido a que no está mirando a su guardia. Luego, Narket decide responder:

—Lamento lo que le voy a decir, pero... Está arruinada.

—No estoy arruinada —la mira—. No lo estaré ni aunque sea derrotada —Narket baja la mirada y la duquesa se coloca de pie—. Saldremos de esta, tu estarás a mi lado, Luos y Kadraris también y solucionaremos esto... ¿De acuerdo? —Narket la mira y asiente, cosa que Limball responde con una sonrisa.

Ayeka sin ánimos de entrar a la prisión se la lleva bloqueando y devolviendo disparos mientras llegan cada vez más guardias, al ser al menos cuatro docenas empiezan a lloverle demasiados disparos, por lo que se eleva junto a su campo de fuerza y moldea su magia de modo que la empiece a rodear como si fuera un tornado, al girar lo suficientemente rápido alza sus manos hacia adelante y el ataque tornado se expande por todo el patio de la prisión, haciendo volar peligrosamente a varios guardias y lanzando rayos morados por doquier.

X-316 tiene un rastro de cadáveres en un pasillo blanco con el suelo manchado de sangre de diferentes especies de los guardias.

El Skan le rompe el brazo derecho a un guardia, le patea el costado izquierdo de su pierna igualmente izquierda quebrándola también y antes de que empiece a caer le golpea el rostro con su brazo de metal.

—¿Dónde está la sala de registro! —grita X-316.

—T-tendrás q-que acab-bar de... de mat-tarm-me —se niega el guardia claramente adolorido.

—No... Mejor te dejo morir así —se retira por una puerta que da a otro pasillo y activa su comunicador—. ¿Estás ahí?

Ayeka al escucharlo crea una onda expansiva que empuja a los guardias restantes a las paredes y de paso disuelve su tornado, luego pacíficamente aterriza y responde mientras carga magia en su mano derecha:

—¿Qué ocurre?

—Todos prefieren morir a decirme dónde está.

Dos guardias salen de la prisión dispuestos a disparar hacia la bruja, pero esta mueve sus manos hacia ellos provocando que uno se golpee a sí mismo con su arma y lanzando al otro por donde vino haciendo que se golpee la cabeza con el techo.

—Internum Lumen —dice Ayeka y lanza una esfera morada hacia dentro de las instalaciones, la cual dobla en los pasillos y sube escaleras como si fuera a un lugar en específico—. Ya sabrás donde está.

—¿Y cuándo sería eso? —ve la esfera dirigirse a él, por lo que se asusta y se cubre, pero al esta tocarlo no le hace nada, solo le marca en morado una zona—. ¿No puedes hacerlo con la ubicación exacta de Neil? —comienza a correr hacia el lugar.

—El guardia que controlé no poseía esa información.

—Da igual, aquí la tengo —dispara al panel de una puerta y esta se abre, pero en vez de entrar y disparar a lo loco, agarra una granada de su cinturón y la lanza dentro, al cabo de unos segundos entra y ve a los nueve guardias de la sala dormidos—. Nueve y ninguno atinó a correr hacia afuera...

—Te dije, algo extraño ocurre —X-316 husmea en los archivos y busca el nombre Neil, dando con su información y con ello, su celda.

—Lo tengo —busca la celda en las cámaras y ve que hay otras decenas de guardias en los alrededores y más aparentemente dirigiéndose al lugar—. Esto es malo...

—Adivino, los guardias que no veo por ningún lugar están allá.

—Precisamente.

—¿Entonces qué? Si hago hechizos muy potentes gastaré mucha energía y por tanto tal vez deba volver a cambiar de cuerpo.

—Un momento...

—¿Qué ocurre? —mira a su alrededor.

—Están como formando un camino...

—¿Camino?

—Van a transportarlo... No encuentro la cámara que da al lugar donde acaba el pasillo que están asegurando.

—Hay que movernos, te veo en el pasillo central —avanza.

Unos guardias derriban la pared trasera de la celda del prisionero para dar con el pasillo por donde lo transportarán y comienzan a trasladarlo, mientras otros veinte guardias se quedan ahí alertas a la llegada de nuestros protagonistas, saben que llegarán, tienen esa certeza, pero no saben cómo y eso les come la cabeza, los llena de nervios.

Una enorme tensión se comienza a sentir en el ambiente, tensión que aumenta por cada segundo que pasa, los guardias sudan por los nervios, por el miedo, quieren irse, pero más allá de las órdenes de quedarse y evitar que los enemigos lleguen a su objetivo, una fuerza superior, algo más poderoso que sus voluntades les impide romper su formación aunque sea por un centímetro.

De pronto, en el pasillo se empiezan a escuchar disparos seguidos por gritos de dolor y muerte, se escuchan huesos romperse y paredes ser atravesadas o golpeadas por algo, el miedo de los guardias se convierte en adrenalina y se aseguran de que sus armas están cargadas, luego de unos segundos ya no se escucha nada en el pasillo, por lo que uno de los guardias rompe el silencio y pregunta por un comunicador:

—¿Fueron eliminados?

De la nada, un destello morado materializa en medio de la celda a X-316 y Ayeka, provocando a su vez una onda expansiva que empuja a los guardias hacia las paredes, el Skan intenta disparar a matar a los guardias, pero Ayeka lo detiene, provocando duda a nuestro otro protagonista.

—Algo les pasa a sus mentes... Por favor solo duérmelos —a pesar de no entender qué ocurre, X-316 cambia sus armas a modo noquear.

Los guardias se recomponen y empiezan a disparar hacia el duo, pero Ayeka crea un poderoso campo de fuerza que la rodea a ella y X-316, disolviendo disparos y permitiendo al Skan disparar sin peligro, durmiendo a los guardias en tiempo record ya que estos no tenían dónde cubrirse.

X-316 pasa por el agujero de la pared dispuesto a seguir a los guardias que trasladan a Neil, pero se detiene al ver a Ayeka arrodillada frente a uno de los guardias.

—¿Qué haces? ¡Hay que irnos!

—Ya te alcanzo, tengo que averiguar qué está mal aquí.

X-316 duda por unos segundos, pero por la presión de obtener a Neil procede a irse sin decir nada.

Más adelante, los quince guardias que trasladan a Neil corren junto a este hacia el final de ese enorme pasillo blanco, en medio del camino uno de ellos trata de comunicarse con los guardias que estaban en la celda, pero no recibe respuesta, por lo que los dos guardias que estaban más atrás se detienen y miran, donde aparece X-316, quien con su arma en su mano derecha golpea en el costado izquierdo de su rostro al guardia de la derecha, luego repentinamente se mueve hacia atrás esquivando un golpe del segundo guardia, quién trata de dispararle, pero con su mano puño derecho el Skan le golpea el brazo haciéndolo soltar el arma para por último con su brazo izquierdo, o sea el robótico, dispararle letalmente en el rostro.

Otros dos guardias empiezan a disparar a X-316, por lo que este se ve forzado a cubrirse con su brazo de metal mientras avanza rápidamente hacia ellos. Al estar frente al primero le lanza su arma al segundo en la frente y con su brazo robótico golpea el arma del guardia hacia la izquierda y con su brazo derecho lo golpea fuerte en el rostro noqueando al instante.

Dos guardias más se separan del grupo mientras X-316 corre amenazadoramente hacia ellos, por lo que se miran entre sí y uno procede a correr hacia el mercenario mientras el otro le dispara, orillándolo a cubrirse con su brazo de metal.

X-316 trata de golpear al guardia que corrió hacia él, pero este lo esquiva y logra atinarle un golpe en el rostro, por lo que nuestro protagonista enojado lo agarra del brazo derecho y gira sobre su eje hacia la izquierda para azotar a su enemigo contra la pared e intentar golpearlo, pero en eso, recibe un disparo en el costado izquierdo de su torso en una zona sin protección de su armadura, por lo cual se retuerce de dolor y esto es aprovechado por el guardia que está junto a él para exitosamente darle un golpe y luego una patada en los pies, logrando derribarlo.

Ayeka entra en la mente de uno de los dormidos guardias intentando hallar lo que está mal en su mente, mira sus recuerdos y todo se encuentra en blanco desde un día en el que todo pasó normalmente en su rutina de guardia.

Luego de indagar un rato, Ayeka percibe lo que siente el guardia, miedo, incertidumbre y dolor, mucho dolor, pero no físico, sino mental, algo muy poderoso les está provocando ese dolor, alguien muy poderoso los está controlando a ellos, a los guardias, civiles y Senadores, a todos los que habitan ese planeta desde un día en específico.

Ayeka empieza a sentir el mismo miedo que los guardias, solo una persona, una criatura, un ser en el universo tiene el poder suficiente cómo para controlar todo un planeta de una forma tan limpia.

—No... —susurra Ayeka e intenta salir de la mente del guardia, pero al abrir los ojos, se encuentra con el planeta en llamas, con los guardias, civiles y senadores muertos, lo que acelera su respiración y la asusta haciendo que dé pasos hacia atrás, pero choca con algo que se mueve un poco al tocarla, nuestra protagonista se da la vuelta bruscamente y ve a quién temía estuviese detrás de eso, ve al mayor tirano de todo el universo, ve al Fénix.

Creditos

X-316
Ayeka
Limball
Narket
Luos
Kadraris
Guardia del Senado x5
Mujer misteriosa
Sirvienta Wardall

Lugar desconocido, planeta Ward

En una torre en medio de un desierto rojizo repleto de niebla, una Wardall contesta a un comunicador que ha estado vibrando desde hace unos segundos.

—Disculpe señora, traté de detenerlos cómo me fue posible, pero no quisieron escucharme... —inicia la Wardall claramente asustada.

—No te preocupes —responde una voz femenina cuyo cuerpo luego vemos proyectado en el pequeño dispositivo, revelando a una mujer delgada con casco que viste colores marrones y negros—. En cuanto llegue castigaré a los culpables, no quería atacar así a Limball tan pronto y en lo posible quiero mantenerla viva para usarla contra los demás duques... ¿Cómo vas con lo que te asigné?

—Los brazaletes están listos para que los use.

—Bien, de ese modo el margen de derrota ante Ayeka disminuye bastante, buen trabajo, espero verte al llegar —corta la llamada y con ello, esta escena.

Producción

Director: respaldoRS
Productor ejecutivo: respaldoRS
Director de efectos visuales,
diseñador de portada, banners
y de los personajes: respaldoRS
Inicio de pre-producción:
(Idear el capítulo):
10 de Febrero de 2023
Final de pre-producción:
24 de Febrero de 2023
Inicio de producción
(Escritura):
10  de Febrero de 2023
Final de producción:
27 de Febrero de 2023
Inicio de post-producción
(Edición):
10 de Marzo de 2023
Final de post-producción:
4 de Abril de 2023

Presenta

Una historia original de Wattpad

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