01x06
Una producción de
Director: respaldoRS
Productor ejecutivo: respaldoRS
Protagonizado por X-316 y Ayeka
Antagonizado por...
Previamente en "X-316 and Ayeka":
—Kadraris, duquesa de Luhum —se presenta a sí misma.
—Gracias por apoyarme en mis peticiones a última hora —agradece Limball.
—Que no se haga costumbre... —responde Kadraris y ambas duquesas ríen para luego separarse.
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—¿Y si luego de esto nos retiramos? —pregunta X-316.
—¿Retirarnos? —duda Ayeka.
—¡Claro! Tal vez es lo mejor que podemos hacer.
—No podemos...
—¿Por qué?
—Si no encuentro una solución para esto tendremos que seguir buscándome huéspedes —X-316 mira hacia el suelo.
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—¿Cómo los conociste? —pregunta Kadraris.
—Fueron los únicos que aceptaron mi oferta de trabajo —responde Limball.
—¿Tienes algún sospechoso?
—Awico parece estar bastante inquieto con el tema... Necesito toda la información que puedas darme.
—¿No creerás que fueron ellos o si?
—Tú cree lo que quieras...
—Lo creeré... Cuando lo vea.
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—¿Crees que ella pueda hacerlo? —inicia X-316 mientras recorre el lugar con el centro de su palma izquierda emitiendo una luz.
—Es la bruja madre del aquelarre, sabrá qué hacer —calma Ayeka —ven la sala principal del aquelarre completamente destruida—. ¡No! —corre al ver un cuerpo, pero en eso, cae tosiendo junto a X-316—. Perdón...
—¿Perdón por qué?
—Al usar mi poder para combatir a la Ejecutora se te transfirió parte del daño que sufro yo por haber hecho ese hechizo... ¡La bruja madre es la única que puede ayudarnos! Si los restos resultan ser de ella la única forma de que uno logre curarse es si el otro fallece.
Habiendo terminado el día anterior y pasado la noche, X-316 y Ayeka entran hacia la sala de reuniones del palacio de la duquesa Limball, dónde esta se encuentra junto a Luos, y Narket, además de la duquesa Kadraris y el líder de su guardia real.
—Buen día —saluda X-316 y Luos le pasa su casco.
—Está cómo nuevo —avisa Luos.
—Gracias —se lo coloca rápidamente.
—Nos avisaron que había nueva información, ¿Cuál nueva información sería? —pregunta Ayeka.
—Encontré datos sobre un contacto... Especial de los demás duques, alguien que tiene acceso directo aquí cuando quiera y que no es un Wardall —responde la duquesa Kadraris.
—¿De qué nos sirve que no sea un Wardall? —consulta X-316.
—De absolutamente nada, pero es todo lo que pude conseguir, si conseguimos su apoyo, podríamos tener un espía donde queramos, el problema sería ubicarlo
—De acuerdo... ¿De quién se trata? —se interesa Ayeka y la duquesa Kadraris proyecta un holograma en la mesa que muestra al sujeto, un alienígena de piel gris, pelo negro y ojos oscuros.
—Su nombre es...
—Neil... —interrumpe X-316.
—¿Lo conocen? —duda Limball.
—Pertenecía a nuestro escuadrón... —responde Ayeka mirando el holograma y luego voltea hacia su compañero—. ¿Qué fue lo último que supimos de él?
—Los enviamos al Senado a cazar a una de las princesas Swifter... Asumo que lo atraparon y está aprisionado.
—¿Entonces? —irrumpe la duquesa Limball—. ¿Siendo perseguidos por el imperio del Fénix se arriesgarán a qué el Senado los ubique y persiga también?
—¿Tenemos otra opción? —cuestiona X-316.
—De hecho, si —responde Narket apoyada en una pared y mira a Ayeka—. Tu debes cambiar de cuerpo, podrías tomar el de un guardia normal para entrar en algún palacio de un duque importante, podría ser Awico, y luego tomar el cuerpo de uno de sus guardias reales.
—Mi tiara se ve si o si, no es opción, me descubrirán —rechaza Ayeka.
—Entonces olvídelo...
—Otra opción sería sobornar a algún guardia para que se infiltre en los archivos y nos los transfiera.
—Estamos buscando evidencia que pueda probar, si es que es cierto, que los ataques contra la duquesa fueron orquestados por los demás duques, son muchos así que tal vez no hallemos nada con Awico —razona X-316.
—O tal vez si —dice Limball.
—¿Pero por qué estamos tan desconfiados de los duques? —consulta Ayeka.
—¿Quién más podría ser si no ellos?
—¿Pero por qué serían ellos?
—Yo también me pregunto eso —dice X-316—. Aquí hay un soplón.
—¿Cómo? —duda Limball.
—La bruja madre fue asesinada y fuera de este palacio nadie conoce nuestra situación, alguien le informó a otra persona y esa envió sujetos para que la mataran.
Limball se queda callada sin saber a quién mirar, mientras X-316 y Ayeka voltean hacia Luos.
—¿Yo? —pregunta y nadie responde—. Ok... Entiendo que me haya comportado algo hostil cuando llegaron, pero llevo años sirviendo a la duquesa Limball, ¿Por qué querría que la mataran?
—No lo sé, tu dinos —contesta el Skan.
—Suficiente, lo único que conseguiremos con esto es dividirnos y no es lo que necesitamos ahora —calma la duquesa Limball—. Vayan por este... Neil, infiltren a Awico, y si no tiene nada que nos sirva, infiltrarán a los demás hasta que mis sospechas cesen —Nuestros protagonistas asienten.
—Esto le saldrá más caro de lo que acordamos en un inicio —menciona X-316 y junto a Ayeka se dirige a la salida.
—Se me ocurrirá algo, buena suerte, no olviden reportarse —pie Limball.
—Si, señora —obedece Ayeka e intenta cerrar la puerta.
—Duquesa, sé que dijo que fue suficiente, pero... ¿Puedo protestar algo? —consulta Narket, por lo que nuestros protagonistas se detienen antes de acabar de cerrar la puerta y Limball mira con duda a la líder de su guardia.
—¿Adelante? —autoriza Limball.
—¿Por qué deberíamos creer que no son ellos los soplones?
—¿Por qué creerías eso? —pregunta Ayeka y entra junto con X-316.
—El es un Skan —señala a X-316—. Yo estuve ahí —Todos la miran con duda—. Yo estuve en la guerra Ward-Skan defendiendo este planeta, yo combatí contra sus ejércitos, y vi cómo los Skan asesinaban a sangre fría a muchos de los nuestros incluyendo mi familia... Por lo que me llama la atención que él esté trabajando con tanta naturalidad para alguien de la raza que una vez fue enemiga de la suya.
X-316 al escuchar esto no responde, solo procede a irse siendo seguido por Ayeka.
Nuestros protagonistas bajan por unas escaleras que los llevan al hangar mientras son seguidos rápidamente por Luos.
—Creo que necesitarán una nave —menciona este.
—¿Te parece? —pregunta X-316 sarcásticamente.
—Escuche... —pide Luos mientras se acerca y X-316 voltea violentamente asustando al Wardall—. Y-Yo n-no se en que se basa p-para... Acusarme de ser un espía, pero le juro que no tengo nada que ver con dichas acusaciones.
—¿Cuál nave llevaremos? —pregunta X-316 ignorando lo que el sirviente acaba de decir.
—Tienen dos opciones —apreta un botón de un interruptor en su bolsillo y unas compuertas se abren mostrando una nave plateada reflejante—. Es un modelo diplomático estándar universal, les servirá para entrar sin que les apunten por algún posible ataque aéreo.
—Aja...
—Lo malo es que no tiene armas
—El imperio del Fénix nos está pisando los talones, necesitaremos defendernos, estúpido —regaña el Skan y Luos traga saliva sintiendo que en cualquier momento el mercenario le disparará.
—Tranquilo... —calma Ayeka poniendo una mano en el hombro derecho de X-316—. ¿Y la segunda opción?
—Esa de ahí —responde Luos y señala al fondo del hangar, dónde hay una nave marrón bastante descuidada.
—¿Eso vuela aún? —cuestiona X-316.
—La probamos mientras la duquesa viajaba al planeta Rowell por ayuda, tiene implantados paneles de camuflaje e incluso de proyección.
—¿Proyección? —duda Ayeka.
—Pueden hacer ver como si fuera otro modelo de nave.
—¿Y tiene armas?
—Afirmativo.
—Hubieras comenzado por esta entonces, idiota —concluye X-316 y camina a la nave siendo seguido por Ayeka.
Al subir y sentarse en la cabina, Ayeka le recrimina a X-316 mientras se enciende la nave.
—No era necesario ser tan duro con Luos.
—Pudo haber sido él.
—Exacto, pudo, es un tal vez, no lo sabemos, no es algo seguro —X-316 se quita el casco.
—¿Perdón ok? Sé que estoy siendo impulsivo, solo...
—Tienes miedo —X-316 asiente—. Está bien tenerlo.
—Todo sería tan fácil si tan solo me dijeran, "apuntale a Awico, haz que escupa la verdad".
—El antiguo tú habría hecho eso sin que se lo dijeran siquiera... ¿Qué te cambió? —por unos segundos, X-316 no responde.
—Tu... Ayeka... Fuiste tú —Ayeka no comprende—. Cuando te perdí... Mi primer impulso fue negociar con el Fénix y lo seguí, eso nos llevó a dónde estamos, si tan solo me hubiese ido tal vez no nos estarían persiguiendo.
—O tal vez sí, ya habíamos hecho un trato con ellos de todos modos.
—El punto es... He estado intentando controlar mis impulsos por miedo a que por culpa de uno de ellos vuelva a perderte, pero lo que me choca es que por evitar esos impulsos estamos así, sin saber nada, tal vez hasta la maldita Ejecutora sabe más sobre esto que nosotros... —Un silencio invade la cabina por unos segundos.
—¿Crees que...?
—No sé qué creer... Tengámoslo cómo opción, pero cómo última opción —se alista para despegar la nave.
—No hemos terminado aún.
—No tenemos tiempo para esto.
—No sigas el impulso de evadir el tema y despegar la nave —X-316 se detiene en seco al escuchar eso—. Entiendo que temas perderme, pero mientras estemos juntos, nada ni nadie nos hará daño, somos tú y yo, incluso cuando teníamos a los demás éramos tú y yo.
—Ayeka... Uno de los dos morirá por pues... eso, y si eres tú no sé qué haría... No resistiría, ya te perdí una vez yo...
—No me perdiste, estoy aquí, no me perdiste, no lo hiciste... —coloca sus manos en las mejillas de X-316 y se le quiebra la voz—. No lo hiciste y no lo harás... —choca sus frentes—. Estamos juntos en esto... Y saldremos juntos de esto.
—Somos tú y yo... —comprende X-316.
Ayeka besa a nuestro otro protagonista y se separa con intención de que esté último haga despegar la nave.
—Creo que ya tardamos demasiado —dice Ayeka y X-316 sonríe, pero en eso, reciben una llamada de Limball que es contestada por el Skan.
—¿Todo en orden? —pregunta la duquesa.
—Afirmativo —contesta X-316—. Solo discutimos para qué era cada botón.
—De acuerdo... Novedades, un crucero del Senado se detendrá en una estación espacial cercana a recoger y dejar pasajeros, creo que les ayudaría a pasar más desapercibidos, pero tendrán que ser rápidos o se les escapará.
—¿Cuánto tiempo tenemos? —pregunta X-316 y despega la nave.
—Aterrizará en unos quince minutos.
—Entendido —pilota la nave fuera del hangar.
—¿No necesitarán vestimenta formal?
—Nos las vamos a arreglar, cuídese duquesa, nos estaremos reportando.
—Mucha suerte —desea Limball y corta, luego a nuestros protagonistas se les transmite la ubicación de la estación espacial.
—En marcha —dice X-316 al salir del planeta, activa los motores de velocidad suprema hacia las coordenadas transmitidas.
Warris, ciudad gobernada por el duque Awico
Minut, consejero de Awico, entra en la sala de reuniones, dónde el duque se encuentra hablando con sus paralelos de otras ciudades.
—Solo estamos preocupados por la situación emocional de la duquesa Limball —menciona un duque.
—Ella está mal por el tema de su familia, está paranoica, se ha encerrado en su palacio por días, no quiere saber nada de nadie —informa el duque Awico.
—Comprendemos... ¿Pudo discutir algo acerca de las aglomeraciones de su gente con ella? —pregunta otro duque.
—Lamentablemente no quiso seguir hablando.
—Duque Awico... Lo solicitamos a usted en específico para hablar con ella porque sabemos lo cercanos que... Fueron en su momento, y nos preocupa que ella deje de lado al pueblo por demasiado tiempo, todos sabemos que el planeta lo sustentan todas las ciudades, no solo unas cuantas —explica un tercer duque.
—La economía no se va a caer solo porque ella no esté atenta un par de semanas —calma Awico.
—No es solo la economía —irrumpe el duque anterior—. Nuestras defensas, sin alguien que tenga el respeto y la autoridad para dar órdenes que sean acatadas, Cilap podría ser un blanco fácil para cualquiera, pero sobre todo, para el imperio del Fénix, si cae una ciudad las demás quedan vulnerables.
—Veré que puedo hacer —dice Awico cabizbaja.
—Recuerden, todos tenemos el mismo rango y por tanto la misma autoridad, así lo acordaron nuestros antepasados hace siglos y en muchos de ellos no se tuvo que tomar cartas en contra de un duque o duquesa en específico... Creo que a todos nos apenaría mucho tener que reanudar eso con Limball —les recuerda una duquesa.
—Concuerdo —dice otro duque—. Duque Awico, siga manteniendo este ritmo de reportes, por favor.
Antes de que Awico se pueda despedir, la llamada finaliza.
—¿Te gustaría aconsejarme algo? —pregunta el duque a Minut.
—Estos últimos dos días se ha visto mucha actividad aérea desde el palacio de la duquesa.
—¿Crees que esté intentando averiguar quién la mandó a asesinar? ¿O quien asesinó a su familia?
—Es lo más probable, pero no podemos confirmarlo aún —Awico voltea hacia él—. Aunque si le puedo aconsejar algo es esto... Más que un consejo es una advertencia —el duque pone una expresión de duda—. Ella planea algo, alteza, eso podría perjudicarnos, ya sea a nosotros, a los demás duques o a todos... Es prioritario saber qué trama.
—Tienes razón... ¿Pero a quién podríamos enviar?
—Puedo ver en la lista de contactos "especiales".
—Te lo agradecería —concluye el duque Awico y Minut se va.
La duquesa Limball se encuentra en la sala de reuniones únicamente junto a Narket, pero en eso, Luos entra en escena:
—¿Me llamó?
—¿Es verdad? —inicia la duquesa.
—¿Qué cosa? —cierra la puerta.
—¿Es verdad que tú... estás enviando información de lo que pasa aquí a otras partes?
—No, le prometo que no es verdad.
—¿Por qué debería creerte? —Limball se da vuelta mostrando que estaba llorando.
—Duquesa... Le he servido a usted y le serví a su esposo por diez años, estuve ahí cuando dio a luz a su hijo... He estado a su lado incluso más tiempo que la señorita Narket, por ejemplo... ¿Por qué dejaría todo eso de lado?
—El duque al que serviste está muerto... y el niño al que viste nacer también... ¿Lo haces para acabar con mi sufrimiento? ¿Es eso lo que quieres?
—Duquesa, en todos estos años jamás le he siquiera levantado el tono de voz incluso en las pocas ocasiones que me ha regañado... ¿De verdad cree que yo la querría muerta? —la duquesa no responde—. Ese niño, su hijo, a pesar de que no era mío, tuve la oportunidad de contribuir en su crianza, al igual que como le pasó a usted, mi mundo se vino abajo aquel día... Y aquí estoy, manteniéndome fuerte porque sé que usted lo necesita, porque le prometí a su esposo en sus últimos momentos que no la dejaría sola. Y sé que usted realmente no cree que esto sea obra mía —La duquesa llora y avanza para abrazar a Luos, quien le corresponde—. Llore a sus seres queridos, alteza, no sé lo guarde o será peor.
—¿Puedo... llorarlos luego de hablar con el pueblo?
—¿Cree estar lista? —irrumpe Narket.
—No lo seguiré evadiendo o será peor.
—En ese caso... —dice Luos y se separa de la duquesa—. Prepararé el conferenciario —se dirige a la puerta.
—¡Luos! —exclama la duquesa y su sirviente se voltea hacia ella—. Perdón por desconfiar de ti.
—No se preocupe, duquesa —se retira.
—¿Algo que quieras decir, Narket?
—Odio decir "se lo dije", pero se lo dije, Luos no pudo haber sido.
—Me siento tan tonta al haber desconfiado de él.
—Todos tenemos momentos de debilidad, alteza... Vamos, tiene que prepararse para su conferencia frente al pueblo.
En algún lugar del cosmos
X-316 y Ayeka salen de velocidad suprema frente a una enorme y plateada estación espacial con estructuras de distintos tipos, además de múltiples plataformas de aterrizaje de naves pequeñas y tres plataformas de abordaje de naves grandes.
—¿Será que ya llegó? —pregunta Ayeka.
—Lo que me preocupa ahora es otra cosa —dice Ayeka.
—Ah, si... Olvidé que estos sujetos nos persiguen igual.
—¿Qué propones que hagamos?
—Con algún hechizo puedo cambiar levemente nuestra apariencia.
—Aun así, nos pedirán una identificación.
—Pues nos colamos.
—Me agrada la idea... Ya sé cómo —dicho eso, el Skan pilota por una zona poco concurrida de la estación—. ¿Podrías activar el camuflaje?
— Activando camuflaje —Ayeka presiona unos botones en los reposabrazos de su asiento de copiloto y desde fuera se ve como la nave activa unos paneles que levemente se iluminan rojo para luego proceder a camuflarse con el lugar—. Ya está.
—Ahora esperamos a que llegue el cruce... —una nave enorme sale de velocidad suprema y se detiene en las pistas de abordaje—. Olvídalo.
—¿Cómo abordaremos?
—Las salidas de emergencia, conectaremos la nuestra con una de las suyas, de preferencia arriba.
La nave camuflada vuela encima de la enorme y elegante nave blanca con vidrios oscuros.
—Ubicando salidas de emergencia superiores —dice Ayeka usando un visor que cuelga de los paneles superiores de la cabina, por el cual ve los pasillos de la nave—. ¿Qué te parece por la bodega?
—Suena cómo algo a lo que los civiles no tienen acceso por lo que solo tendríamos que preocuparnos de los guardias, me parece bien —El Skan pilota hacia la salida indicada por Ayeka y la conecta con la salida de emergencia de su nave, luego la apaga—. Hay que entrar, pero no por aquí, podrían tener registro de cuáles salidas de emergencia se abren.
—Me va a costar teletransportarnos ya que jamás he estado ahí adentro, pero trataré guiándome por lo que mostró el visor —Ayeka cierra los ojos y respira tranquilamente, después de un par de segundos, pronuncia unas palabras y agarra la mano de X-316 para luego teletransportarse a la bodega superior de la nave que infiltran—. Ok... Tardó menos de lo que creí.
—¿Qué hiciste? —pregunta X-316 al ver que el tono de piel de Ayeka y su vestimenta cambiaron, su piel ahora es de color arena y viste un elegante vestido plateado.
—¿No te has visto a ti? —X-316 se quita su máscara y ve que ahora su piel es de color porcelana—. Es para que no vean a un Skan en estos lugares, ni a una Wardall.
—Ok... ¿Y qué harás con mi vestimenta? —Ayeka mueve levemente su mano derecha alzándola hacia el Skan camuflado y su armadura se convierte en un traje negro elegante—. Me sirve, andando.
Al salir de la bodega, sigilosamente caminan sin ser vistos ya que en teoría ahí solo podía estar personal autorizado, al estar lo suficientemente lejos, se adentran en esa enorme y lujosa sala de paredes blancas con decoraciones plateadas reflejantes mientras ven a seres de distintas especies vistiendo ropas formales hablando entre sí a la par que beben tragos espaciales.
—Supongo que toca esperar a que esto parta —dice Ayeka y se sienta en una especie de barra.
—¿Vas a pedir algo? —pregunta X-316.
—Estamos en una misión, no necesitamos estar ebrios —un barman se acerca a ellos.
—Caballero, ¿Se le ofrece algo?
—Algo suave estaría bien —responde X-316 y le hace una mueca a Ayeka.
—Un Filpup entonces —mira a nuestra protagonista—. ¿Y para la dama? —Ayeka mira a X-316, quien con la mirada le hace burla ya que sabe que a ella no le gusta decir que no a esas cosas.
—Eeeeh... Lo mismo que a él.
—Dos entonces —se retira.
—¿Cuánto tardará esto? — Ayeka mira los alrededores.
—Probablemente veinte minutos más el abordaje y desabordaje de pasajeros y unos veinte a treinta el trayecto.
—¿Y cómo estás tan seguro?
—Por favor, Ayeka, con los demás íbamos de un lado a otro, las distancias no se olvidan.
—Tienes razón... Cuando lleguemos lo primero que hay que hacer es obtener un mapa, con algo de suerte, las prisiones estarán cerca.
—Esperemos que sea así.
Palacio de Cilap
La duquesa Limball entra en su habitación y al cerrar la puerta, ve que detrás de ella estaba Ulap, por lo que trata de gritar, pero alguien le tapa la boca, ella golpea y patalea, pero no logra liberarse, mientras que el mercenario la mira serio por unos segundos hasta que la Ward deja de forcejear.
—Voy a decirle que la suelte, pero si grita, las personas que están venerando los momentos de su esposo e hijo mueren —presiona un botón de su brazo izquierdo y este proyecta una imagen en vivo de alguien apuntando hacia los monumentos, la duquesa al ver esto se rinde y cierra los ojos. A los segundos es soltada y cae al suelo.
—Tu... ¿Vienes a... A terminar tu misión?
—No la pienso terminar, no puedo.
—¿De qué estás hablando? Mataste a un niño... ¿Por qué no puedes matarme a mí! —el ayudante de Ulap apunta a Limball por levantar la voz.
—Tranquilo... —calma Ulap.
—Respóndeme... ¿Por qué no me matas y ya? ¿Quién es tu cliente?
—Eso último no se lo puedo responder.
—¿Por qué matar a mi hijo?
—Me contrataron para matarla a usted, su esposo e hijo, pero me negué a matar al pequeño, yo no fui.
—¿Entonces quién fue?
—Uno de mis hombres lo hizo, masacré a unos soldados para conversar con el, intentar curarlo y reprenderlo por lo que hizo.
—¿Lo hizo a propósito?
—No, el disparo era para usted, pero antes de poder disparar, un soldado le disparó en el pecho desviando el arma y con ello su disparo hacia la posición donde tristemente, estaba su pequeño.
—¿Fue... fue un disparo letal?
—No sufrió —la duquesa llora—. Al acabar con los soldados me encontré con que mi compañero ya había muerto... Me ofrecieron una gran paga por los tres, me negué a matar al niño, dije que si lo querían muerto también pues que contrataran a alguien más, así que acordé la paga por usted y su esposo, no voy a cobrar ninguna.
—¿Y qué? ¿Esperas que te pague por dejarme vivir? ¿Pagarte por matar a mi esposo?
—Solo vine a advertirle duquesa... Está en más peligro de lo que cree, no solo mi cliente tiene algo en su contra.
—¿Quién más?
—La Ejecutora del Fénix.
—¿Por qué?
—Usted está relacionada con X-316 y Ayeka, si no los captura pronto... podría usarla a usted y su pueblo para lograrlo.
—No me estás diciendo nada que no sepa con eso.
—Pues esto si le servirá —saca una especie de frasco de un compartimiento en su torso, luego, su compañero con una especie de lupa apunta al frasco.
—¿Q-qué es eso?
—Un dron espía del imperio del Fénix, este palacio está infestado de ellos y pronto lo estará todo el planeta.
—¿Qué! No, eso es imposible, ¿Cómo puede ser?
—Me temo que ya nos tenemos que ir —su ayudante le dispara en la espalda a la duquesa y esta cae dormida, luego, Ulap deja un papel en una pequeña mesa y junto a su compañero se dirige al balcón de la habitación.
Creditos
X-316
Ayeka
Limball
Narket
Luos
Awico
Minut
Duque x3
Duquesa
Barman
Ulap
Neil
Planeta sede principal del Senado Universal
En la prisión de máxima seguridad del planeta, varios transportes aterrizan con soldados vestidos de blanco y gris, quienes se colocan en posición esperando algo, mientras tanto, en una celda, un alienígena de piel gris, pelo rubio y vestimenta roja de prisionero se acerca al láser vertical que le impide salir al ver tanto movimiento de guardias frente a él.
—¿Qué está pasando? —pregunta el prisionero en la lengua del senado a unos guardias, pero estos lo ignoran y siguen avanzando, mientras que otro presiona un botón en el panel de su celda y el láser se desactiva, pero en su lugar, una compuerta metálica se cierra, dejándolo sin poder ver qué pasa—. ¡Abran! ¿Qué está pasando! ¿Por qué tanto movimiento? ¡Respondan! —golpea la compuerta.
Producción
Director: respaldoRS
Productor ejecutivo: respaldoRS
Director de efectos visuales,
diseñador de portada, banner
y de los personajes: respaldoRS
Inicio de pre-producción
(Idear el capítulo):
4 de Febrero de 2023
Final de pre-producción:
5 de Febrero de 2023
Inicio de producción
(Escritura):
5 de Febrero de 2023
Final de producción:
9 de Febrero de 2023
Inicio de post-producción
(Edición):
1 de marzo de 2023
Final de post-producción:
4 de Abril de 2023
Presenta
Una serie original de Wattpad
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