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Una producción de
Director: respaldoRS
Productor ejecutivo: respaldoRS
Protagonizado por X-316 y Ayeka
Antagonizado por...
Previamente en "X-316 and Ayeka":
Ayeka se materializa en una especie de templo de paredes marrones con signos en ellas, el lugar tiene mucho polvo, por lo que supone que fue abandonado.
La bruja avanza por un largo pasillo marrón con agua en el suelo, evidenciando más el deterioro del lugar, llega a una puerta gris, la abre y contempla una biblioteca con estanterías rotas, algunas recostadas en el suelo, libros mojados en algunas zonas del piso y un techo con agujeros, aparte de una especie de vitrina en la que se ven dos brazaletes flotando.
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—¿Cuánto crees que tarde? —pregunta X-316 desde un techo a Ayeka a través de un comunicador.
—Mientras la duquesa no se quede sin palabras, no me importa mucho.
—En segundo lugar, quiero... —se escucha un disparo que al hacer contacto con la duquesa, esta desaparece dejando una estela morada que se desvanece al cabo de unos segundos.
—¿Narket! ¡Estate alerta! —grita X-316.
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Ulap presiona un botón en su muñeca izquierda, lo que hace que de las nubes salga su nave a toda velocidad, una nave de pintura azul marino, con una cabina de solo un asiento a la que se accede a través del vidrio movedizo.
—¡No hay que dejar que escape! —responde X-316 y Ayeka ve su nave volando detrás de la de Ulap—. Teletranspórtate.
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—¿Cuál se supone que es su plan? —pregunta Ayeka, el detector de naves alerta que una enorme nave está saliendo de velocidad suprema frente a ellos y más pronto que tarde, una enorme nave de colores oscuros y dorado se detiene.
—¿Nos tendió una trampa? —varias naves pequeñas salen de la nave grande, pero estas pasan de Ulap y empiezan a disparar a nuestros protagonistas.
—Nos tendió una trampa —confirma X-316.
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Ayeka apunta su brazo izquierdo hacia la izquierda de la nave, generando en el exterior un campo de fuerza que evita que el proyectil impacte directamente contra la nave, sin embargo, la explosión logra empujarlos y desestabilizarlos, además de, por si no fuera suficiente, el proyectil faltante impacta la parte trasera de la nave, derribándola y haciendo que se estrelle a gran velocidad y con mucha fuerza en las ruinas.
X-316 agarra la tiara de Ayeka, devolviéndole su consciencia a la huésped, pero luego le dispara a esta. Nuestro protagonista incrusta la tiara de su compañera en el pecho de su armadura obteniendo sus poderes, con ellos intenta combatir a la Ejecutora, pero al no poder, se teletransporta a la cima de la torre más alta de esas ruinas, donde es rápidamente alcanzado por sus enemigos.
—Estas en la mira, o te rindes o te mostraré porque soy la Ejecutora.
—Es una oferta tentadora el rendirme, pero... —señala moviendo la cabeza hacia la nave, por lo que la Ejecutora al notar que la nave no está siendo perseguida, ordena gritando que la derriben—, creo que volaré hacia más futuro.
Antes de que la Ejecutora o los soldados puedan hacer algo, X-316 junta sus brazos hacia adelante y los separa hacia su respectivo lado, acabando con la estabilidad de esa enorme ruina, agrietándola y haciendo que todos empiecen a caer.
En el aire X-316 es recogido por una nave que luego de cerrar la compuerta activa el motor de velocidad suprema logrando escapar del lugar mientras que dentro, X-316 sin importarle quién lo rescató abraza la tiara de Ayeka.
La compuerta hacia la cabina se abre y de ella sale una Ward de vestido rojo con rosado, la cual se sorprende al ver a X-316 ya que, al estar su casco dañado, no lo trae puesto y, por tanto, queda en evidencia que es un Skan.
—¿X-316? —comienza la mujer, quién luce así:
—En persona.
—Yo... Tenía entendido que serían dos.
—Lo somos —mueve la tiara de Ayeka en su mano derecha, pero la mujer no entiende y en vez de explicarle, decide mejor cambiar de tema—. ¿Y usted es?
—Kadraris, duquesa de Luhum —se presenta a sí misma algo inquieta.
—¿Pasa algo?
—No... No, solo... No pensé que tendría que rescatar a un Skan.
—Tranquila, ataqué el planeta Skan.
—Desconozco el por qué eso tendría que calmarme —X-316 pone una cara de "Tiene razón".
—Es...difícil de explicar...
—Ok... ¿Gusta ir a la cabina?
—Claro —ambos pasan al lugar indicado y X-316 se asombra al ver que la duquesa vino sola.
—Me sorprende que no tenga mínimo a siete soldados siguiéndola a todas partes —se sienta en el asiento del copiloto.
—¿Me harás daño?
—No, pero...
—Exacto, además, estando la mayoría del tiempo en velocidad suprema ni modo que puedan dañarme.
—Bueno, nos atacaron estando en medio del cosmos.
—Es diferente.
—Si usted lo dice... —mira la pantalla que proyecta la trayectoria de la nave—. Y... ¿A dónde vamos?
—Un desvió para que crean que no vamos a Ward —responde la duquesa y detiene la nave—. Y ahora sí vamos —vuelve a activar la velocidad suprema.
—Tardaremos en llegar y no iremos directamente a Cilap, duerme un rato si puedes, nos alejamos mucho por precaución.
—No gracias —rechaza el Skan y mira la trayectoria.
—No confías en mí —comprende Kadraris.
—Estoy algo tenso por casi morir.
—De acuerdo... Entonces explícame eso que dijiste era difícil de explicar —propone la duquesa y X-316 luego de pensarlo por unos segundos, accede.
Mientras tanto en Cilap
La duquesa Limball mira nostálgica el jardín del palacio, aquel lugar donde su pequeño hijo solía jugar alrededor de las flores, ahora se encuentra destruido por culpa de los disparos de la nave de Ulap.
En la mente de la duquesa, sus recuerdos se empiezan a entrelazar con la realidad, tanto así que por instantes, ve a su hijo revolotear por las flores mientras canta una canción en la lengua Wardall, por lo que con los ojos llorosos, echa una sonrisa débil, pero una sonrisa a la final.
—¿Pasa algo, majestad? —irrumpe Narket al ver a Limball llorar.
—Ollie...
—¿Su hijo?
—Veo a mi hijo, Narket, ahí está... está jugando —su voz demuestra alegría y esperanza, cosa que entristece a la líder de la guardia real de la duquesa ya que sabe que el pequeño Ollie no está ahí.
—Majestad... Su hijo no está ahí...
—Pero ahí está, yo... —la realidad se empieza a intercambiar con los recuerdos a modo de parpadeo de la duquesa—. No, no, no, no —los ojos le empiezan a lagrimear más y empieza a respirar por la boca notoriamente—. ¡No te vayas! —avanza hacia el jardín, pero sus recuerdos dejan de entrelazarse, haciendo que ella vea solo la realidad, el jardín quemado y con escombros, cosa que la rompe en lágrimas cayendo de rodillas al suelo.
Narket se acerca y abraza por la espalda a la duquesa mientras ésta rompe en llanto. Otro soldado de la guardia real irrumpe dando pequeños toques a una puerta cerca.
—¿Duquesa?
—Iraj, no es un buen momento —dice Narket.
—No, está bien —detiene la duquesa mientras se seca las lágrimas y se para—. ¿Qué ocurre?
—La duquesa Kadraris se está aproximando al punto de encuentro.
—Preparen mi nave
—Ya está lista.
—Perfecto, voy en breves —el guardia hace una reverencia y se retira, al quedar solas, Limball mira con pena a Narket—. Tienes razón... Mi hijo no está ahí.
La nave de la duquesa Kadraris aterriza junto a varias otras naves, al lado de una especie de cantina en medio de la zona seca del planeta Ward, dónde predomina la arena roja, pero no sé nota mucho debido a la oscuridad de la joven noche.
—¿Esto qué es? —pregunta X-316 mientras sigue a la duquesa hacia fuera de la nave.
—Una especie de bar.
—¿Por qué una duquesa iría a un bar?
—Porque no es un bar —se coloca una capucha—. Te recomiendo cubrirte con algo, un Skan en Ward definitivamente sería primicia.
Al oír eso, X-316 se coloca el casco, por muy dañado que esté por la parte superior derecha.
Al entrar en el rojizo establecimiento, se encuentran con un lugar lleno de Wardalls tomando toda clase de licores del planeta, mientras otros definitivamente más sobrios sirven los tragos.
La duquesa se acerca a los baños y le susurra unas palabras al guardia que estaba cerca, luego siendo seguida por X-316, entra a una tercera puerta al lado de los baños, dónde hay unas duchas.
—Esto... —no entiende X-316.
—Solo pasa —pide la duquesa y X-316 obedece—. Una de estas debe ser —jala hacia abajo dos regaderas, pero ninguna hace nada, al jalar hacia abajo la tercera, el suelo se empieza a mover hacia dicha dirección.
—Vaya, vaya —dice X-316 al bajar en dicha plataforma, dónde ve una zona con muchos aparatos electrónicos que son usados por soldados aparentemente de Kadraris.
—Lo usamos como medida de precaución.
—¿Usamos quienes?
—Solo yo y mis guardias.
—¿Con el objetivo de? —la plataforma se detiene.
—Monitorear el crimen, el tráfico que se da en el campo seco —ambos empiezan a avanzar.
Todos los presentes hacen una reverencia al acercarse la duquesa.
—Sigo opinando que sus tácticas no son seguras —recrimina un guardia a Drakaris.
—Cumplí la misión.
—Una misión que pudo haber hecho cualquiera de nosotros.
—Suficiente, de todos modos saben que no muy lejos siempre van algunos de ustedes en caso de que yo necesite ayuda —concluye la duquesa y unos guardias se acercan sujetando a alguien.
—La atrapamos.
—Oh, genial, justo necesitábamos una huésped viva —se alegra X-316.
—¿No te importa quién es? —duda Kadraris
—Su antigua huésped era una líder criminal y, según parece, esta no es diferente.
—¿Qué me van a hacer! ¡Respondan! —demanda la mujer Wardall de pelo castaño corto.
—Cálmate —pide Kadraris mientras los soldados sujetan a la mujer y X-316 agarra la tiara de Ayeka colgada en su cinturón—. Esto no te dolerá... Bueno, la verdad no lo sé.
—¡Aleja esa cosa de mi! ¡Detente! —X-316 le coloca la tiara y los ojos de la chica brillan morados mientras su cuerpo se transforma en el de Ayeka.
—Ya te habías tardado... —susurra Ayeka y abraza a X-316.
—Increíble... —murmura la duquesa y X-316 la mira mientras abraza a Ayeka.
—¿Qué cosa es increíble?
—Una Ward y un Skan... Nunca imaginé una pareja así...
—Somos inusuales, lo sé —afirma Ayeka.
—Vienen de mundos opuestos... Ahora que lo sé, estoy ansiosa por conocer su dinámica.
Dicha conversación se ve irrumpida por la plataforma en la que entraron X-316 y Kadraris, al no saber quién es, los soldados apuntan mientras el mecanismo baja, en este se encuentran la duquesa Limball y Narket.
—Bajen las armas y saluden a la duquesa Limball —ordena Kadraris y los soldados obedecen haciendo una reverencia.
—¿Cómo están? —pregunta Limball al parar el mecanismo y camina hacia nuestros protagonistas.
—Por suerte con vida —responde X-316.
—Eso veo —voltea hacia Kadraris y la abraza sonriente—. Gracias por apoyarme en mis peticiones a última hora.
—Que no se haga costumbre... —responde Kadraris y ambas duquesas ríen para luego separarse.
Luego de unos minutos, X-316 y Ayeka se sientan en una esquina para hablar de sus temas.
—¿Qué harás con ello? —inicia X-316 refiriéndose a la grieta en la tiara de Ayeka.
—Volveré a tratar con la bruja madre.
—¿Y si no funciona? Ya sea porque no quiere ayudar o porque no hay una solución —Ayeka no responde por varios segundos, por lo que X-316 baja la mirada.
—Tiene que haber una solución... —X-316 guarda silencio por unos segundos.
—¿Y si luego de esto nos retiramos?
—¿Retirarnos?
—¡Claro! Tal vez es lo mejor que podemos hacer, medio universo nos busca.
—No podemos...
—¿Por qué no podemos?
—Si no encuentro una solución para esto... —suspira—. Tendremos que seguir buscándome huéspedes, además... Lo acabas de decir... Nos busca medio universo... —X-316 mira hacia el suelo.
—Lo lamento...
—No tienes que lamentar nada.
—Pero, si hubiese tenido más cuidado aquella vez, el capitán no habría dado a la granada y no te habrías tenido que sacrificar para que yo sobreviviera...
—No fue culpa tuya —calma Ayeka y le quita el casco—. Tampoco de ellos y menos mía, no fue culpa de nadie —le acaricia el rostro—. Las cosas pasan.
—Pero... Te perdí...
—No me perdiste —se apega a él—. Estoy aquí —le sonríe.
X-316 le devuelve la sonrisa y ambos se besan, mientras que desde el otro lado de la sala, la duquesa Limball los mira con nostalgia ya que les recuerda a ella y su difunto esposo. Kadraris nota esto y dice:
—Lo que le pasa a ella podría matarla a corto plazo.
—Eso es lo que me apena más...
—¿Cómo los conociste?
—Fueron los únicos que aceptaron mi oferta de trabajo.
—Y... ¿Tienes algún sospechoso?
—Pues Awico parece estar bastante inquieto con el tema... Necesito toda la información que puedas darme.
—¿No creerás que fueron ellos o si? —cuestiona la duquesa Kadraris..
—Tú cree lo que quieras...
—Lo creeré... Cuando lo vea.
Luego de unos minutos en los que tanto nuestros protagonistas como las duquesas estuvieron atendiendo sus respectivos asuntos mientras Narket simplemente miraba mal a los guardias de Kadraris; Limball hace unas señas a Ayeka indicando que es hora de irse y tanto ella como X-316 se ponen de pie, pero este último es detenido por Kadraris.
—¿Pasa algo? —pregunta X-316.
—X-316, ya había oído muchas cosas sobre ti —mira a Ayeka—. No todas cosas buenas, pero al conocerte concluí con que eres alguien capaz... Para bien o para mal —X-316 no sabe a dónde se dirigen esas palabras—. Te preguntaré algo... —señala a Ayeka—. Si eso volviera a suceder... ¿Reaccionarias de la misma manera?
—¿La misma manera?
—Cuando ocurrió acabaste negociando con el Fénix y fallándole. Si volviera a ocurrir... Si la volvieras a perder, ¿Qué serías capaz de hacer? ¿Traicionar a Limball por algún motivo? —X-316 no responde, solo mira perdido hacia una pared—. Te pido que lo pienses.
Nuestro protagonista asiente y se coloca su dañado casco para luego seguir a Ayeka, Narket y la duquesa.
Al llegar a la ciudad de Cilap, la duquesa Limball, X-316, Ayeka y Narket bajan de la nave siendo recibidos por Luos.
—Majestad que bueno que llega —se alivia Luos misteriosamente.
—Esto... ¿Pasa algo? —pregunta la duquesa mostrándose confundida.
—Tenemos visitas inesperadas —al oír eso, Narket mira de reojo a X-316 y Ayeka, por lo que esta última agarra de la muñeca a su compañera y desaparecen de ahí con un chasquido.
La duquesa avanza junto a Narket y Luos, al entrar a la sala de reuniones, se encuentran con el Duque Awico y su consejero Minut.
—No... esperaba tener que recibirlos —inicia Limball y se sienta para luego lanzar una sonrisa.
—¿Dónde se encontraba? —pregunta el duque sin siquiera saludar.
—¿Por... qué el interés?
—Ya hubo reportes de que saliste de aquí sin aviso y otra vez lo hiciste al parecer.
—Fui a ver a mi esposo e hijo en sus tumbas en la montaña —miente Limball apelando a la lastima del duque.
—Alteza, ¿Cuál sería la necesidad de ir en nave hasta ahí? —irrumpe el consejero.
—Como dije... Es una montaña, las montañas son altas.
—Si, pero la pista de aterrizaje más cercana a sus respectivos monumentos está más lejos que el estacionamiento de transporte terrestre más cercano.
—Quería ir en nave y ya.
—Limball, no voy a decir que te entiendo ya que mis... Seres queridos siguen con vida —Limball lo mira mal—, pero créeme cuando digo que puedo ayudarte —dice Awico
—¿Ayudarme en qué? Estoy bien. No necesito tu compasión —mira a Minut—. No necesito tu desprecio ni tus aires de superioridad... ¡No necesito nada de ustedes ni de los demás duques! —un silencio sepulcral invade la sala por unos segundos.
—Limball, yo... —dice Awico matando el silencio y es interrumpido por la duquesa.
—Váyanse... —dice la duquesa con la voz rota mientras apunta a la puerta—. Ahora —los ojos le lagrimean—. Por favor —Awico y Minut se paran y empiezan a caminar hacia la salida, pero el duque se detiene al pasar al lado de Limball.
—Traté de advertirte Limball, si los demás se enteran... Habrá consecuencias para ti.
—Ninguna consecuencia sería tan grande como la que ya pagué... —le susurra la duquesa.
Awico asiente y se retira junto a Minut, que solamente analiza a Limball con la mirada.
Mientras tanto con X-316 y Ayeka
Nuestros protagonistas caminan por los oscuros y descuidados pasillos del templo del gran aquelarre al que pertenecía Ayeka.
—¿Crees que ella pueda hacerlo? —inicia X-316 mientras recorre el lugar con el centro de su palma izquierda emitiendo una luz.
—Es la bruja madre del aquelarre, sabrá qué hacer —calma Ayeka.
—Si tu lo dices... —mientras avanzan, se dan cuenta de que varias de las decoraciones ya no tienen polvo.
—Parece que se puso a limpiar... Ya era hora.
—¿Y por qué el olor a quemado?
—¿Quema...? —huele igual—. Tal vez práctica piroquinesis —siguen avanzando con cautela y al llegar a la sala central, la ven más destrozada que antes, con disparos de láser recientes y sectores con fuego aún viva, además, los artefactos mágicos, todos, ya no están.
—¿Cómo morían las brujas? —pregunta X-316 preocupado.
—Los más crueles las queman... —responde Ayeka angustiada y procede a correr por la sala—. ¡Bruja madre! ¿Dónde está! —usa su magia para levantar escombros y apagar el fuego con una ventisca morada, pero no encuentra nada, al menos nada hasta que mira al centro de la enorme sala, dónde ve cenizas y aparentemente huesos—. ¡No! —corre hacia los restos, pero en eso, una visión la hace tropezar, a modo de parpadeo, Ayeka observa una sala de pisos plateados con detalles blancos reflejantes y paredes burdeo rotas, partes de ellas en el suelo, vuelve a ver el lugar en donde se encuentra realmente, sin embargo, la visión regresa y la hace toser mientras nota que en medio del lugar misterioso, hay un cuerpo sin vida aparentemente femenino.
—¡Ayeka! —se sorprende X-316 al ver a su amada caer y corre a ayudarla, pero en eso, sus ojos brillan morado y cae al suelo igualmente tosiendo.
—¿X! —pregunta Ayeka al escuchar toser al Skan.
—¡Estoy bien! —calma X-316, pero sigue tosiendo.
—¡Ya voy! —tose todavía más y no se logra poner de pie.
X-316 logra resistir ese extraño dolor y se acerca a Ayeka.
—¿Estás bien? —Al X-316 tocar su hombro, Ayeka grita de dolor y por instantes, lo ve a él cuando usó el poder de la tiara, su poder para combatir a la Ejecutora—. ¡Perdón! —se aleja y Ayeka se calma mientras respira lento, luego de unos segundos, la Wardall mira con lágrimas en los ojos a su amado—. ¿Qué ocurre? —se acerca lentamente.
—Perdón... —susurra Ayeka.
—¿Perdón por qué? ¿Qué pasa? —con cuidado le toma una mano y la ayuda a levantarse.
—Al usar mi poder para combatir a la Ejecutora... Se te transfirió parte del daño que sufro yo por haber hecho ese hechizo...
—Bueno... Ya es menos lo que sufres, ¿no?
—Poco... —lagrimea y dice con la voz quebrada—. ¡La bruja madre es la única que puede ayudarnos! Si los restos resultan ser de ella... —guarda silencio por unos segundos mientras llora.
—¿Si resulta ser ella qué...?
—Si resulta ser ella, la única forma de que uno se salve... La única forma de que uno logre curarse —lagrimea—. La única forma es... Si el otro fallece... —al escuchar eso, X-316 guarda silencio durante varios segundos.
—Pero no lo sabes con certeza, tanto lo que dices cómo la identidad de los restos.
Ayeka sin decir nada se aleja y camina hacia las cenizas y huesos pronunciando unas palabras en voz baja mientras mueve sus manos, en las cuales se genera un hilo morado que las une.
Dicho hilo se hace cada vez más pequeño hasta que acaba en la mano derecha de Ayeka, la cual cierra y luego abre la mano hacia los restos, instantes después, escucha una voz que le dice un nombre y seguido de eso, "Más conocida como la bruja madre de Ward", por lo que llora más y al ver sus lágrimas, el Skan comprende.
X-316 mira algunas cosas de esa sala y ve que tiene agujeros de disparos láser.
—Alguien la mató sin duda.
—Si... No creo que se quemase a ella misma...
—¿Entonces qué haremos...?
—Pues... Habrá que decirle a Limball... Tal vez pueda ayudar.
—Un momento... Si mandaron a matar a la bruja... significa que alguien sabía que viniste... ¿Le dijiste a alguien?
—No... ¿Tu si?
—Por aburrimiento le expliqué a la duquesa Kadraris nuestra... Situación, pero esto es menos reciente.
—Tuvo que ser alguien del palacio... ¿Luos?
—Tal vez, no podemos asegurarlo aún.
—Será mejor irnos, quizá esto es una distracción para atacar a Limball —teoriza Ayeka y al dar unos pasos se detiene de golpe.
—¿Ayeka?
—Algo más falta aquí... —mira la sala por unos segundos—. Se llevaron los artefactos.
—¿Artefactos mágicos? Tal vez fueron consumidos por el fuego.
—Había unos que eran indestructibles... —analiza la sala por más segundos—. Bueno... Sea lo que sea supongo que lo descubriremos en algún momento... Vamos —se va siendo seguida por X-316.
Palacio de Cilap
Limball mira por el ventanal de su habitación mira su pueblo, luego, Narket entra en la habitación.
—Disculpe, majestad.
—¿Qué ocurre?
—Hay algunas... insurgencias de parte de los ciudadanos.
—¿Insurgencias?
—Si, Luos los está atendiendo... Demandan que se le releve de su autoridad mientras esté en su estado... Actual.
—¿Estado actual?
—Su duelo, majestad.
—No lo entiendo... Que yo sepa he estado igual que siempre, no ha cambiado mi forma de ejercer.
—Duquesa... Si ha cambiado.
—¿Cómo ha cambiado...?
—Usted antes era... cercana con ellos, los escuchaba, salía a conversar casi todos los días, ya llevamos varios y ha salido solo para servir de cebo para Ulap... Y ni siquiera eso ya que aquello era una ilusión.
—Se sienten abandonados... Saldré a apaciguar las cosas.
—No sé si sea buena idea.
—¿Por qué no lo sería?
—Con su teoría de los duques... puede que alguien más trate de asesinarla.
—¿Información de X-316 y Ayeka?
—Nada por ahora.
—De acuerdo... Saldré en cuanto lleguen entonces.
Créditos
X-316
Ayeka
Limball
Narket
Criminal Ward
Criminal de raza desconocida
Ejecutora
Awico
Minut
Iraj
Guardia de Kadraris x2
Soldado de la ejecutora
Criminal Swifter
Nave comando de la Ejecutora
—¿Eso es todo? —pregunta la Ejecutora a alguien frente a ella, pero antes de que su pregunta sea respondida, una pequeña alarma suena en su brazalete derecho, el cual aprieta y contesta—. ¿Si?
—Ejecutora, lamento molestar, pero hablo para informar que el minidron ya se dividió y está espiando a nuestros objetivos y sus contactos —informa el soldado al mando de la investigación sobre X-316.
—Excelente, mándame cada cosa que digan o hagan.
—Si... Ejecutora —corta.
—En cuanto a ti —dice la Ejecutora y saca su espada de la funda en su espalda y la apunta hacia con quién estaba hablando—. ¿Estás segura de que eso es todo lo que sabes?
—¡Si! ¡Es todo lo que sé! —responde la criminal Swifter que fue huésped de Ayeka por un tiempo, revelando que el disparo de X-316 no la mató.
La Ejecutora acerca su espada a su rostro para provocarle miedo y revele si hay algo que aún no ha dicho, pero la chica solo está aterrada, más no revela nada.
—Bien —aleja y guarda su espada—. Hemos terminado —se da la vuelta hacia la salida.
—Entonces... ¿Me dejarán ir?
—Oh... Respecto a eso —se abre la compuerta y entran dos soldados armados.
—No... ¡Por favor no! —suplica la chica amarrada a un asiento—. ¡Se lo suplico! ¡Le daré lo que quie... —recibe un disparo que la asesina al instante.
La Ejecutora solo sonríe al ver la escena y se retira.
Producción
Director: respaldoRS
Productor ejecutivo: respaldoRS
Director de efectos visuales,
diseñador de portada, banner
y de los personajes: respaldoRS
Inicio de pre-producción
(Idear el capítulo):
31 de Enero de 2023
Final de pre-producción
del capítulo:
2 de Febrero de 2023
Inicio de producción
(Escritura):
31 de Enero de 2023
Final de producción:
3 de Febrero de 2023
Inicio de post-producción
(Edición):
1 de Marzo de 2023
Final de post-producción:
3 de Abril de 2023
Presenta
Una serie original de Wattpad
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