Axel

Hace un mes

Mi familia y yo nos encontrábamos en una reunión con unos viejos amigos de nuestros padres.

Mi hermano menor, de 11 años, estaba en el piso de arriba con el hijo de los dueños de la casa, mi hermana, también menor pero sólo por un año, se encontraba a mi lado viendo sus redes sociales.

Estaba aburrido. Mi celular se había quedado sin batería. Y no había llevado el cargador.

— Kari, ¿tienes tu cargador aquí? — me inclino un poco hacia ella para que me escuche mejor.

— No lo traje — lo dice sin despegar su vista del celular.

Me quedo mirando su celular, ya que, no tengo nada que hacer.

Da clic para ver una historia, me quedo en shock al ver quiénes son, al observar quien es esa "pareja" que está en esa foto, no me lo creo. Mi corazón se niega a creerlo.

— ¿Me dejas ver quién era el chico de una historia?

— Ten, ¿para qué quieres saber quién es? — me entrega su celular.

— Simple curiosidad — empiezo a ver las historias de nuevo hasta que por fin encuentro la que buscaba.

Estoy en shock al ver a ella junto a él, voy al perfil del chico y empiezo a stalkearlo.

×××××

— Creo que estás exagerando con todo eso — dice David mientras se sienta en mi cama.

— Eres demasiado celoso — ahora habla Thiago quien está sentado en la silla del escritorio.

— Mira quién dice — me empiezo a reír por el último comentario y la persona que lo dijo.

— Yo siquiera intenté hablar con ella —se defiende.

— Te recuerdo que gracias a eso no están juntos —digo, me siento a lado de David.

— Touch — sonríe pero creo que me pasé.

— Y ahora ¿qué vas a hacer? — pregunta David.

— Hacerle algo parecido.

— Eres un exagerado — Thiago empieza a revisar los cajones — ¿las sigues teniendo?

— Awww, mi pequeño Axel las guarda — se burla David.

— Ya sé que haré — sonrío y me acerco dónde está Thiago con las cartas.

— No hablo telepáticamente, ya dinos —dice David mientras se empieza a acercar.

— Espero que luego no te arrepientas de lo que sea que estés planeando, sabes que también la considero mi mejor amiga y no me gustaría verla mal por tus estúpidos celos — así que eso era lo que le preocupaba a Thiago, olvidé que empezaron a llevarse más en el último mes de clases.

— Creo que con la misma moneda se paga — le contesto.

—Los celos destruyen relaciones — Thiago me mira directamente a los ojos cuando lo dice.

— Ella también es celosa, recuerda lo que pasó con mi vecina.

— ¿Qué le vas hacer?— termina rindiéndose, sabe que cuando me propongo algo, lo termino haciendo de igual forma.

— Las cartas me van a ser de mucha ayuda.

— Tengo una duda —Thiago y yo volteamos a ver a David— ¿por qué las guardabas?

— Mmm... no lo sé, o sea, creo que porque tal vez alguna de ellas me iba a revelar algo de la chica —agarro una de ellas.

"16 de marzo

Esas rosas...

¿Por qué la confirmación duele tanto?

Todos lo rumoreaban, pero no quise creerlo. Mi corazón quería seguir teniendo un poco, aunque sea un grano, de esperanza. Ese pequeño grano se fue a la mierda al ver como le entregabas esas rosas.

Te quiero, aunque no sepas nada de mí, yo sé mucho de ti.

Tal vez me deba acostumbrar a ser nadie en tu vida.

Tal vez debería dejar esto.

Tal vez debería aceptar que no me amas, que no me miras, que no conoces de mi existencia.

Att: X"

No dejó de mandarme cartas a pesar de que sabía que no le correspondía. Se siguió enamorando de mí y cada semana lo demostraba dejando en mi casillero una de ellas.

Lástima, yo sólo amo a una chica, y no me gusta la idea que otro pueda enamorarla, me da miedo perderla.

Pero aún así quiero que ella sienta lo que yo sentí cuando vi esa historia. Qué mejor manera que haciéndola creer que tengo una admiradora secreta.

— Hey, Axel, despierta — Thiago chasquea sus dedos en frente de mis ojos.

— Como que te fuiste al planeta xlandia — dice David guardando las cartas mientras que se empiezan a reír — ¿Seguro que no te está empezando a gustar la misteriosa X?

— No te puede llegar a gustar alguien invisible — dice Thiago como siempre con la idea que no existe esa tal X.

— No me gusta y nunca lo hará —declaro.

— Nunca estés tan seguro, el corazón te puede llegar a traicionar, tu corazón se puede enamorar de ella a pesar de que quieras lo contrario— a David siempre le ha gustado que X me envíe cartas, ya que, nunca se hizo a la idea de que estuviera vacilando con Rox y eso sin contar que es el más romántico de los tres.

×××××

Último día de vacaciones

— Voy por helado, ¿quieres algo más? —pregunto cuando estoy en la puerta de mi cuarto a Rox

— No, sólo helado está bien —va al escritorio, justo dónde están las cartas muy mal escondidas para que las encuentre más fácil.

Mientras voy bajando, escucho que suena el timbre, Carl, mi hermano, va a abrir la puerta.

— ¿Qué te ha dicho papá? —le gritó antes de que abra.

— ¿Sobre qué? — me mira frunciendo su frente.

— Sobre no abrir antes de preguntar quién es —voy hacia él.

—Ah eso —sonríe mostrando sus dientes que están sucios con chocolate

Vuelve a sonar el timbre.

— ¿Quién es? — pregunto por el intercomunicador.

— Hola Axel —esa voz— Soy Raizel

—Hola — abro la puerta de afuera y la de adentro, mi hermano se ha quedado a verla también, en sus manos lleva un recipiente.

— Hola chicos, mi madre hizo pastel y me pidió que les traiga unos pedazos — me extiende el recipiente.

— Oh pastel, ¿de qué es? — mi hermano me quita el recipiente y le quita su tapa — Mmm chocolate, ¡¡¡mi favorita!!!

—Gracias, espera pongo en otro plato para que te lleves el recipiente — me hago a un lado y con un ademán le indicó que pase.

— Claro —pasa y me sigue hasta la cocina.

Observa atentamente todos mis movimientos y eso me pone un poco incómodo tanto así que se me cae el plato y se hace añicos.

— ¿Por qué lo hiciste caer? — pregunta Carl

— Creía que se iba a ver mejor en el suelo —le sonrío y luego volteo mis ojos hacia un lado.

Veo que Raizel cogió una escoba y está limpiando todos esos trozos de vidrio, todo con una sonrisa como si intentara retener una risa. Le ayudo con el recogedor.

Me sorprende que Rox no haya bajado a ver qué demonios pasa. Pero de inmediato recuerdo que ya debió encontrar esas cartas, puede que esté leyendo algunas, por no decir todas.

Una vez acabado, colocó las porciones de pasteles que quedan en un plato. Le entrego el recipiente a ella.

— ¿Estás con Roxanne? — pregunta cuando recibe el recipiente. Su pregunta me deja sorprendido, aunque no dudo de contestar sin saber muy bien en que sentido lo decía.

— Si —contesto recordando lo que estoy haciendo con Rox.

— Ya son novios por fin — su sonrisa no llega a sus ojos marrones, se nota a kilómetros que su sonrisa es por compromiso y no lo entiendo por qué.

No sé por cuánto tiempo nos quedamos viendo, pero no fue incómodo, era como si me inspeccionara el rostro, como si intentara ver más allá de mis ojos, lo cual se me hacía curioso.

— ¿De verdad la amas? — rompe el silencio, pero no el contacto visual.

— Sí, ¿a qué viene esa pregunta? — mis ojos intentan captar algo, no sé qué, pero algo debe demostrar.

— ¿No hay otra chica? — cuando lo dice me acuerdo de X.

— Si, la hay — sus ojos por un corto momento tuvieron un brillo especial y eso me confundió más que sus preguntas.

— Ya me tengo que ir, adiós Axel —se va así sin más, dejándome anonadado por esta conversación.

— Adiós — veo que ya está por la puerta.

Empiezo a subir las gradas cuando recuerdo que no estoy solo, ¿sigue leyendo las cartas?

Entro a mi recámara, pero no la veo.

¿Se fue?

¿Cuándo?

¿Me vería con Raizel?

Quería que me reclamara para así sacarle en cara lo del chico, pero veo que se fue, lo cual me sorprende un montón porque ella es demasiado celosa y estoy segura que ella hubiera sido capaz de iniciar la tercera guerra mundial contra mí.

Dal

Tiempo presente

—Necesito que me ayudes con algo.

— ¿Con qué cosa? — frunzo mi ceño aunque sé que ella no me puede ver, ya que, no está aquí.

— Con Ryan, quiero que me ayudes con su regalo — me dice Nad, puedo sentirla feliz.

— Okay, dime qué le quieres hacer — me acuesto en mi cama para poder estar más cómoda.

— Aún no lo sé, por eso te necesito, necesito que, por aunque sea una vez en tu vida, uses a tus neuronas que invernan y pienses en cuál podría ser su regalo de este año.

— Mis neuronas no invernan, están trabajando duro.

— ¿En qué? — escucho su risa ya no escandalosa.

— En el colegio y en el entrenamiento.

— Te faltó en él — puedo sentir su sonrisa — todavía tienes esperanza.

— Un poco de esperanza, sin embargo sigue con ella, eso no ha cambiado.

— Bueno cambiando de tema, hoy hable con un amigo de Ryan — lo dice pero en voz un poco baja casi como si no fueran palabras dirigidas a mí sino susurros como si no hubieran sido pronunciadas para ser escuchadas.

— ¿Qué amigo?

— Se llama Chay, es algo tranquilo, pero cuando habla, habla hasta más no poder, es el mejor amigo de Ryan, sabe muchas cosas de él, así que Chay nos puede decir más o menos que le gusta y todo eso — sigue susurrando.

— O sea en otras palabras, lo vas a utilizar.

—Si lo dices así, suena horrible, no lo voy a utilizar, se ve buena gente y podríamos ser grandes amigos.

— Okay, amigos pero con beneficios de una parte —me empiezo a reír.

— Sin beneficios — suspira demasiado duro, ya que, hasta acá se escuchó— puede que nazca una amistad sincera.

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¿Qué os ha parecido?

¿Qué opinan de Axel?

¿Qué habrá pasado con Thiago?

¿Quién fue Raizel en la vida de él? ¿Será que le quiere a Axel?

¿Creen que Chay y Nad podrán tener una bonita amistad?

<A.C.>