Dal

Al llegar al casillero observo que Nadia está ahí apoyada contra el mío mientras ve algo en su celular. Después de haber entregado la dichosa carta de despedida se le nota más fresca, ha dejado de estar pendiente de lo que hace, tiene más tiempo para sus amigas, parece otra chica, sonríe de una manera distinta. Cerrar el ciclo le hizo bien, creo que a mí me va mucho mejor que el año anterior por lo tanto no hay necesidad de cerrarlo cuando todavía hay una oportunidad de enamorarlo.

— Oye, estorbas —levanta su vista para dirigirle a la hermosa persona que interrumpió su soledad.

— Cuanto amor, me doy una idea de qué le escribes a él —ruedo los ojos— pero deja de estar roja que no eres tierna.

Al oír sus palabras llevo rápidamente mis manos a mis mejillas, no las siento tan calientes como las imaginaba. Ella empieza a reírse, doy por sentado que me ha tomado el pelo.

— Pareces un amor de persona así —me toma de los cachetes apretándolos bien.

— Las apariencias engañan —le sonrió, ella se hace a un lado y se apoya al otro lado.

— Con una cartuchera eres la más peligrosa —empezamos a reír al recordar cómo le golpeé sin querer a un chico.

Abro el casillero dos papeles están encima de los pocos cuadernos que tengo ahí, pensando que son pruebas o algo parecido les meto en un cuaderno que al final sostiene Nad y empieza a mirar la cantidad de hojas dobladas en él. Acomodo un poco las cosas para que entre mi mochila.

— Estas no son pruebas de biolo —me entrega los dos papeles, miro su rostro, hay cierta diversión en él, una sonrisa amplia que deja ver sus brackets.

Leo la mitad de la primera línea de la más larga.

"Aunque esa persona no valore lo que haces por ella"

¿Valore?

Mis ojos se abren al saber la posibilidad que hay, reviso si está firmada, para mi grandísima suerte no hay nada. Pero un nombre que ha captado mis ojos al recorrer el papel con la mirada me llama la atención.

"Axel"

Mi corazón empieza a latir demasiado rápido, siento que se va a salir y que moriré de una forma muy peculiar. Respiro hondo, intento no pensar en aquello. Es imposible que alguien sepa eso, siempre fui cuidadosa.

Leo toda la última línea.

"hubo alguien interesado en ti y tampoco lo apreciaste igual como lo hizo Axel contigo."

Ahora si puedo morir y no en paz.

— Dios mío, estás demasiado pálida, ¿viste a un fantasma o qué onda? —se divierte de verme así.

— ¿No leíste? —le enseño el papel que estaba leyendo. Ella asiente.

— Llegué hasta noches —su sonrisa sigue ahí mientras frunzo el ceño al no recordar esa palabra.

《Tonta, no la leíste toda.》Gracias conciencia por recordarme que no la leí.

Empiezo a leerla, esta vez siguiendo un orden y no jugando a Rayuela o siendo de esos lectores que leen el final para no sufrir en la historia. Aunque aquí yo sufrí desde el final, se podría decir que casi me mata.

"Aunque esa persona no valore lo que haces por ella, te pido que cuando te vuelvas a enamorar o te guste otra persona, no tengas miedo de volver a ser rechazada. Si Axel no valoró aquellas cartas que le mandabas sin falta cada semana del año anterior, habrá otro que las guardé en un cajón y las lea en las noches."

Hasta aquí leyó.

Continuo con la lectura.

"También hay otra cosa que te quería decir: aprecia lo que la vida te da. No sé si sabes a lo que me refiero, pero también hubo alguien interesado en ti y tampoco lo apreciaste igual como lo hizo Axel contigo."

— No le encuentro la gracia —ella niega con la cabeza.

— ¿No recuerdas lo que dijo Mon? —miro hacia el techo en busca de mi memoria.— Olvidé que eres familiar de Dory. La pequeña venganza que sigue pendiente.

— Pero yo que iba a saber que se encontraban atrás mío —me empiezo a quejar como lo he venido haciendo hace 4 días.

— Con tu mala suerte deberías cuidar lo que dices, ya sabes las paredes tienen oídos —se encoge de hombros.

— Pero se pasó al hacerme creer que alguien sabía quién era, a parte que pidió a alguien que le dieran escribiendo porque esta no es su letra —se ríe, creo que de poco a poco Mon le ha ido contagiando a ella. Pobre alma.

— ¿Y qué dice la otra?

Casi la había olvidado, esta aparte de estar escrita menos, la hoja también es más pequeña. Me encojo de hombros antes de empezarla a leer.

"Así que eras tú.

Has hecho un gran trabajo para que no demos contigo,"

¿En serio? Otra más.

"pero algún día lo íbamos a saber. Sin embargo, ahora tengo más preguntas al conocer una respuesta.

Att: una personita"

La primera no hay firma y en la segunda sí.

Ambas están escritas a mano. Las letras son completamente diferentes

¿Mon sería capaz de pedir a dos personas que escribieran algo así?

Por venganza puede ser, pero de todos modos cuidaré lo que hago.

Axel

Después de mucho tiempo me encuentro en la casa de mi idiota favorita, al entrar en ella veo que todo sigue igual. El primero en recibirme a parte de su madre es su pequeño perrito blanco mientras que la estúpida sigue recostada en uno de los sofás de la sala viendo algo en la tele.

— Mira quién está afuera, es Giovanni —despega su vista del televisor y se sienta como una persona normal en el sofá. Veo su rostro y al parecer no le hizo ninguna gracia lo que dije, con el celular en la mano entro rápidamente a cámara para captar su rostro para un meme o sólo para tener algo con lo que hacer chantaje.

Por la pantalla veo en sus manos su arma, esto con unos segundos de retraso. Compruebo que ha mejorado su puntería, su cartuchera que gracias a Dios no tenía la calculadora impacta mi cabeza.

Susurra algo que no alcanzó a distinguir ni una sola palabra, pero de seguro me mandó a la mierda.

— No me hables de él —me acerco hacia donde ella se encuentra, me siento a lado, la miro algo confundido y extrañado sobre lo que dijo.

— ¿Qué pasó? —una de mis debilidades es el querer saber algo, soy curioso y sé disimularlo o al menos eso lo dicen, por eso pocos notan mis ganas de conocer algo. Es por aquello que mi voz sale normal.

— Me dijo que no le gusto.

— ¿Cómo así te lo dijo?

— Pues verás, yo le había mandado una carta...—la interrumpo.

— ¿Una carta?

— Si, una carta anónima y no me cortes, pendejo —confirma mi pregunta y al terminar de amenazarme me apunta con su dedo índice.—una carta que fue enviada hace ya ocho semanas...

— ¡Ocho semanas! —me sorprendo ante la cantidad de tiempo que lo hizo y que no me había enterado. Su rostro no luce contento, agarra la botella de agua que llevaba en sus piernas desde no sé cuando y me da un golpe con esa.

— Deja de interrumpir —otro golpe más, pero con mayor fuerza, ¿siempre fue así de violenta?— Si, imbécil, ocho semanas que no sabían quién era hasta que para mi desgraciada suerte ellos escucharon una conversación que tuve con ella...

— ¿Quién es ella? ¿Después de eso se acerco a ti y te dijo que no eres su tipo?

— ¿Me vas a dejar contar o no? —pregunta algo irritada.

— Si, si, pero no te enojes que sólo quiero entender mejor —alzo mis manos en señal de rendición, ella sonríe e intenta golpearme otra vez, pero por suerte la detengo sujetando la botella y bajándola.

— Al día siguiente, él quiso hablar conmigo y me dijo que a pesar de que le gustó la carta, no está interesado en mí.

×××

Después de haber terminado con el trabajo que teníamos que hacer para una exposición, nos dedicamos a ver "mujeres asesinas", ella en cada propaganda se ponía a hacer algo en su celular en vez de hablar conmigo. Pensé que había perdido su amistad, pero me alegro que no haya sido así y ahora quiero contarle como antes todo lo que me sucede; sin embargo, algo me detiene, puede que ella sepa la identidad de X.

Le arrebato el celular de las manos y me pongo a leer lo que está en la pantalla. Me fijo en esas letras que están en esa imagen al principio de la pantalla.

"34 - Nueva oportunidad"

Antes de que continúe leyendo ella me lo quita y bloquea su celular. La miro con el ceño fruncido, pero con una sonrisa.

— ¿Qué era eso?

— No seas metido.

~~~

¿Las cartas serán una venganza de Mon?

¿Qué puede ser lo que Axel le iba a decirle a Mon?

¿Por qué se detuvo al pensar que puede que sepa la identidad de X?

A.C.