Capítulo 37
Mon
Cuando Maléfica insiste, no hay nada que puedas hacer para evitar que su tentación llegue a ti. A pesar de que en un principio no quería, termine escribiéndola bajo la supervisión de la reina del mal. Creí que iba a ser fácil escribir una carta de despedida en donde le deseaba todo lo mejor, supongo que fue esa gran presión al sentirme observada que no me dejó escribir libremente.
Después de un día entero, bueno tal vez esté exagerando en el tiempo, pero la verdad es que así se sintió al tener esa mirada sobre tu mano que sujetaba el esfero mientras escribías las ideas que se te venían. Pero como siempre todo tiene un final, también lo tuvo mi sufrimiento.
Sin embargo, aprendí algo muy importante que de seguro aplicaré para el resto de mi vida, "no hay que hacer caso a Maléfica", mi queridísima amiga Dalila no da muy buenos consejos.
— ¿Ansiosa? —todavía se atreve a preguntar ese ser maligno que se escapó del infierno.
— Con ganas de matarte y huir —mi respuesta no hace que se borre su sonrisa, solo rueda los ojos como si hubiera esperado la respuesta, aunque viéndolo de ese modo creo que me conoce muy bien.
— No es el fin del mundo aún —me toma del brazo haciéndome caminar a su lado—lo será cuando lo lea.
Me zafo de su agarre y la muy hija del diablo... esperen esa soy yo, mejor hermana del diablo se empieza a reír como si la situación lo ameritara.
— Quiero abandonar el plan, me acabo de dar cuenta que sólo buscas que el mal triunfe.
— Debes tomarte un descanso en la actuación —su mano va a parar en mi hombro izquierdo cuando lo dice para meterle más dramatismo a la situación.
Ella a pesar de que no le gusta la actuación, ama el drama en las historias que se la pasa leyendo en wattpad como en la vida real.
— Si algo malo pasa, será tu culpa —la señalo con el índice, ella levanta sus manos como si se rindiera.
— Ya le entregaron, ahora vamos a comer —dice y me sujeta del brazo y me empieza a arrastrar, veo como Lukas le mira.
Al llegar a la cafetería ella se va a formar en la fila para obtener su preciada comida, ¡me abandonó por comida!
Veo que las otras quieren mirar como muero porque sino no comprendo la razón de sentarse cerca de ellos.
— Mónica —levanta sus brazos para que la vea como si yo fuera tan ciega. Pero es muy evidente que lo hace a propósito.
— ¿Y Dal? —pregunta Nadia cuando me siento.
— Fue por comida —señalo la fila, ella nos ve y nos saluda.
— Espero que traiga palomitas —dice Jade viendo hacia mis espaldas.
Tengo esa pequeña tentación de voltearme, pero no quiero ser demasiado obvia, sin embargo, la sonrisa que lleva Jade no me ayuda a disminuir mi curiosidad.
— Está leyendo —Nadia se compadece de mí diciéndome, pero ahora creo que estoy peor.
Leyendo cuando él odia hacerlo.
¿Será mi carta?
— Giovanni —brinco del susto al escuchar algo en mi oído, Dalila se ríe antes de volver a acercarse a mi oreja— Giovanni está leyendo tu carta, reconocí la firma.
— Está sonriendo, creo que le ha gustado —habla Nadia después de que se haya separado Dal de mí.
David
Sabía lo que tenía que hacer, pero a decir verdad no estoy muy seguro de que sea algo fácil, ya que, parece que no deja ni un segundo su celular sobre la mesa. Lo cuida como si fuera un tesoro, eso no me ayuda. Ha sido imposible conseguir su número y eso que preguntamos a Carisa pensando que nos lo daría, pero era verdad lo que decía, ya que, a mí luego me mostró que no la tenía agendada. Se me hizo raro porque pensé que eran buenas amigas y hablaban por mensaje también.
Los minutos transcurren indicándome que cada vez me queda menos tiempo. Mi celular vibra en el bolsillo delantero, lo saco y como si el destino avisara a Axel que todavía no he hecho mi parte del plan, recibo un mensaje por parte de él.
"¿Ya lo hiciste?"
Le contesto con un "ya mismo". Vuelvo a guardar el celular, pero ahora en el bolsillo del mandil blanco que llevo puesto para la clase.
Veo que ha dejado su celular en la mesa mientras se levanta y va hacia el profesor, sin que ningunos de mis compañeros de trabajo se de cuenta, agarro el teléfono y empiezo a revisarlo. Como era de esperarse se encuentra bloqueado, pongo el pin que Iván había visto poner a ella en clases.
1210 es el pin, se desbloquea su celular y me dirijo a WhatsApp para poder encontrar más rápido lo que necesitamos.
¿Hija del diablo?
¿Qué le habrá hecho esa chica para que le ponga ese apodo?
+18
Modo activado
Lectoras *caritas pervertidas*
Familia Stone
Mik
Definitivamente no sirvo para hacer esto, me distraigo muy fácil. Dejo de ver las conversaciones que tiene y me voy a ajustes, doy clic en la parte superior a lado de su foto de perfil, sobre su estado y su seudónimo.
"No sé qué mismo pasa"
Me siento identificado con su estado, es como si ella también estuviera pasando lo mismo, pero sé que no es así.
Otra vez me desconcentre, niego con la cabeza algo rápido.
— ¿Estás bien? ¿No quieres ir al médico? —me pregunta la chica de al frente.
Debo parecer raro para que me diga alguien eso. Sólo sonrío y niego, me vuelvo a concentrar en buscar el número.
Lo encuentro después de mil años hubiera pensado Axel y de seguro diría millones de años. Saco mi celular y le tomo una foto a la pantalla.
Escucho como la puerta es abierta, ya que, el sonido que produce es irritante, daña mis delicados oídos con ese chillido. Veo como ella entra al laboratorio, lo bueno es que parece que salió del aula y con una excelente suerte llega después de haber concluido con mi trabajo.
Dejo el celular más o menos en el lugar que lo encontré porque ya no me acuerdo dónde diablos lo cogí. Sólo espero que no se de cuenta.
~~~
¿Creen que le haya gustado la carta a Giovanni?
¿Qué cosa le han hecho hacer a una amiga y que después se haya arrepentido? Yo le convencí de escribir una carta, si lees esto ya sabes que no me debes hacer caso.
¿De quién creen que sería el celular?
¿Qué creen pasará en el siguiente capítulo?
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