Capítulo 16
Dedicado a: lovedog18 odiadax1000
Rox
Al abrir mi casillero una hoja cae de este, la recojo y la empiezo a leer.
"No sé cómo empezar, nunca había hecho algo así, pero contigo estoy dispuesto a hacer lo que sea con tal de recuperarte.
Te quiero de regreso en mi vida, por favor perdóname por ser un estúpido celoso y por creerte capaz de algo así, me olvidé por completo que no eres, ni nunca serás así.
Quiero recuperar el tiempo perdido causado por peleas innecesarias. ¿Estás dispuesta a comenzar desde cero?
Te amo no lo olvides."
Saco mis cuadernos de física y empiezo a caminar hacia el aula, estoy volviéndola a leer cuando me choco con alguien haciéndome caer los cuadernos que llevaba en la mano izquierda y la pequeña carta también se cae junto a unas hojas de la otra persona.
— Lo siento, no te vi —levanto mi cabeza para verla, ella todavía no me ve, sus ojos están puestos en la carta de Axel.
— Hola Dalila —la saludo.
— Hola, ¿y esa carta? —se muestra curiosa.
— Me la dio Axel —le digo mientras recojo mis cuadernos para luego tomar la carta— léela y dime lo que piensas
Ella lo hace, pero ya no tiene esa sonrisa, eso es un poco raro.
— ¿Terminaron? —sonrío por la conclusión que ha sacado.
— No hay como terminar algo que nunca empezó, sólo vacilábamos
— Dice que te ama —sonríe pero no llega hasta sus ojos, parece que lo hiciera por compromiso y eso me resulta raro, pienso que debió de tener un mal día.
— Si, pero a veces me confunde.
— Todos los hombres llegan confundir a más de una mujer
— ¿Te gusta alguien?
— Si, pero no es correspondido —me entrega la carta y se va.
No hay peor mal que un amor que no es correspondido, se nota que de verdad lo ama.
×××××
Dal
No puedo dejar de pensar en esa carta, todavía no lo olvido, sigo en proceso de hacerlo.
Después de haberla leído tuve unas ganas inmensas de llorar, pero no quise ser demasiado obvia, fui al casillero rápido para coger mis cosas de física, al entrar al aula la vi a ella otra vez, seguía con la carta, la miraba con una sonrisa. Algo en mi pecho se sacudió, era mi corazón que se entristecía al ver que alguien más ama a Axel.
Me fui a entrenar un poco más temprano, no quería estar en casa pensando en él. Al llegar me tocó esperar a que empezara mis clases; estaba escuchando música, no era triste, no era deprimente, no necesito llorar por él, es sólo amor, ya pasará.
La canción que sonaba, a pesar que no la entendía, pues me gusta escuchar canciones en otros idiomas como el ruso, me daba unas ganas inmensas de bailar un poco de shuffle, el baile alegra mi vida, mi música me pone feliz, así es como pasó el tiempo.
Después de dos horas de clase, aún no tengo ganas de irme, me quedo con la hija de la entrenadora bailando hasta que ya empieza a anochecer.
Voy caminando por primera vez sola por las calles a esta hora, cerca de aquí hay un parque, me dirijo hacia allá a paso tortuga. Hay algunas personas ahí, eso me hace sentir de alguna manera segura, voy a los columpios.
Lo que hago es cerrar mis ojos para retener esas lágrimas rebeldes, siento un pequeño ardor al hacerlo. Siento la brisa contra mi cara secando las pequeñas gotas saladas que han logrado salir de mis ojos.
— Hola —esa voz, ¿qué hace aquí?— no deberías estar aquí sola, te puede pasar algo.
— ¿Y vos? —abro mis ojos para observar a ese chico que no ha dejado de observarme en los recreos.
— Vaya, esto es un milagro —se ríe provocando que yo sonría por primera vez en este día— esto es oficial, se va a acabar el mundo
— Ojalá se acabe pronto
— ¿Sin ganas de vivir? —niega con la cabeza— se nota que necesitas divertirte un poco y dejar de ser una amargada
— ¿Amargada?
— Si, siempre estás seria, no hablas, hoy te vi cabizbaja, triste y con ganas de llorar
— Eso suena acosador —río, pero él no.
— Eres una chica que para mí no pasa desapercibida —lo dice serio.
— ¿Las demás si? —hablo en broma, pero en la manera que sonríe me hace pensar que él no entendió que sólo bromeaba.
— ¿Celosa, chica silenciosa?
— Para sentir celos hay que sentir algo por la otra persona y yo no siento nada por ti.
— Todavía —lo susurra, pero por primera vez mi oído capta lo que otra persona susurra.
— Ya no quiero ser una víctima de Cupido.
— Ahora entiendo porqué estás así, un mal amor —sonríe triste.
Saco mi móvil para ver la hora y miro que tengo tres llamadas perdidas de Teresa, vuelve a llamar, esta vez sí logro contestarle.
— ¡¿Por qué nunca contestas?! —grita furiosa.
— Te acabo de contestar —respondo tranquila, me gusta hacer enojar a mis amigos.
— Ay ya cállate, okay —se queda por unos segundos en silencio—primero ¿dónde diablos estás?, segundo ¿por qué me involucras en tus mentiras con tus padres?, tercero me debes un helado por salvarte
— Estoy en un parque, no pensé que llamarían, olvídate del helado, eso hacen las amigas
— ¿A esta hora?
— Todavía es temprano.
— Tienes móvil y ni siquiera puedes mirar la hora, son las 10 de la noche.
— ¿Has escuchado que el tiempo vuela?
— No me jodas, ¿en qué parque estás? —escucho bocinazos del otro lado, es obvio que está conduciendo y está viniendo por mí, esa es mi amiga.
— En el que está a unas cuadras de la Academia —sonrío porque no voy a tener que caminar, ni coger el metro para volver a casa, pero mi sonrisa se borra al darme cuenta que se atrevió a colgarme.
×××××
Thiago
La última nota que recibí de esa tal chica "Y" fue ayer que decía "lo que siento por ti no es broma", era como si supiera lo que pensaba, al menos que realmente me esté haciendo una broma porque los únicos que sabían eran mis mejores amigos y ellos no son los que gritan a los 4 vientos lo que le pasa a otro.
Así que aquí estoy esperando el momento perfecto para hablar con Elisa, una amiga de confianza que estoy 100% seguro que me va a ayudar a encontrar a la dichosa Y.
— Ya vuelvo chicos —me dirijo a la mesa de ellas porque ya no se sientan con nosotros después de lo que pasó con Axel y Rox.
Está sentada mirando su celular mientras habla con Abril y Sil quienes también se encuentran con los móviles, pero igualmente hablan. Las chicas son extrañas.
— Eli necesito hablar contigo —llego a su mesa, colocándome a un lado de ella, ella alza su mirada— ¿vamos?
— Okay —empezamos a caminar hacia la salida de la cafetería— ¿de qué quieres hablar?
Le empiezo a contar toda la historia de la chica que ha empezado a mandarme tarjetas azules con una Y al final de cada una. Ella sólo me mira.
— ¿Seguro que existe?
— ¿Piensas que es una broma?
— Es que es obvio que si
— ¿Por qué estás segura?
— Rox nos pidió que averigüemos quién es X, pero nunca encontramos nada —abro mis ojos al saber lo que hicieron— así que ahora aparece Y
— Tengo una pista, la chica que metió la primera tarjeta junto con los chocolates, no se fijó que se cayó su brazalete —saco de mi bolsillo el brazalete para que lo vea— necesito que preguntes a las chicas si es suyo, así de sencillo
— Si Y existe, también X
~~~~~
¿Creen que Rox sospeche algo sobre Dal?
¿Qué les dicen si no contestan el celular?
¿Creen que encuentren a Y? No se olviden que Dalila fue quien dejó la trajera y chocolates. ¿Pensarán que es Dalila si dan con ella?
<A.C.>
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