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ᴅᴇsᴘᴇᴅɪᴅᴀ ᴛᴇᴍᴘᴏʀᴀʟ

|𝟷𝟾| ᴛᴀʀᴀ

No sé cuánto tiempo estuve dormida cerca del cuerpo en descanso de Jungkook. Sé que fue lo suficiente como para que el sol empezara a asomarse por las ventanas de su habitación, atravesando las cortinas negras que cubrían el claro. Lo había escuchado quejarse algunas veces durante las horas que estuve aquí, también sudaba frío y estaba segura de que en algún punto le había dado fiebre, yo me sentía cansada mentalmente que fui incapaz de ayudarle, pues las dudas que habitaban mi cabeza en lugar de cesar se hacían más grandes, es decir mi presencia junto a él había sido inútil, solo estaba junto a él preguntándome como es que habíamos llegado hasta este punto.

Cuando abrí los ojos el aún seguía dormido, ver su aspecto reflejado con la luz del día era más aterrador. Tenía heridas con moretones por toda su cara, la sangre que derramaban ya se había coagulado y le daba un aspecto aún más terrible que la primera vez que vi su rostro. Temí por él, por mí y por toda la aldea. Por primera vez todas las palabras que me había dicho cuando caminaba sola por el bosque tenían sentido en mi cabeza. Fui necia al no escuchar las veces que me pidió dejar de visitar el bosque a solas, hacerlo de noche o salir en luna de sangre. El solo quería protegerme y yo no lo había visto de esa manera.

Dado que él seguía dormido aproveche para pasar mi mano sobre su cara y rozar apenas sus heridas. Sentí más dolor al hacerlo porque una parte de mi sabía que esto volvería a pasar pronto, que por ahora él estaba en casa pero que después no se sabía. Seguí acariciando su rostro hasta que despertó.

- Si me tocas de esa manera me duele, Tara. – deje de tocar su rostro y acomode mi postura para verlo mejor. Le sonreí cuando sus ojos se encontraron con los míos – Recuerdo haberte dicho que debías irte.

- Solo tú piensas que te iba a dejar así. Te ves mejor, sin embargo. Ayer pensé que tendría que arreglar tu funeral – dije bromeando - ¿debo llamar a tu madre o te sientes bien?

- Creo que te falta mucho tiempo como para que te deshagas de mí. Y no, no necesito a mi madre, pero si estas en modo complaciente puedes ayudarme con el vendaje.

Lo mire insegura pues no sabía que tan mal iba a estar la herida de su pecho. El me miro animándome a que primero le ayudara a sentarse. El hizo el amago de levantarse, entonces de prisa use mis manos para que pudiera estar como o que al menos no se lastimara intentando solo. Soltó un gruñido de dolor e hizo una mueca cuando se acomodó derecho.

- Creo que deberíamos llamar a tu mama, ella seguro puede hacerlo mejor que yo – insistí aun insegura de saber que hacer – no me gustaría lastimarte.

- Y yo creo que mi mama una vez dijo que tú eres su mejor alumna. Ella enseñó este tipo de cosas en clases, Tara.

- Si te lastimo por algún motivo te juro que será tu culpa.

Rodé los ojos y busque el nudo de la venda que cubría casi todo su pecho. La tela que alguna vez fue blanca ahora era de dolor rojo oscuro producto de toda la sangre seca que la había manchado. Jungkook me miraba fijamente mientras desenrollaba el vendaje con cuidado de no lastimarlo. Incluso con todas las feas heridas que tenía en su rostro seguía siendo condenadamente guapo, tenía un poder en mí, uno demasiado peligroso del cual él no debía enterarse, Jungkook era tan importante para mí que no me importo dejar a mi papa para venir a verlo. Si él se enteraba de lo mucho que significaba para mi seguramente yo estaría perdida.

- Si me miras así pensare que hay algo malo en mi – Jungkook interrumpió mis pensamientos con respecto a el – No me digas que te da miedo la sangre porque jamás te lo voy a creer.

Rodé los ojos sin contestar y termine por quitar la venda, dejando al descubierto el terrible moretón que tenía en su torso. Era peor de lo que pensaba y aún no había visto la herida...

La parte más lastimada estaba cubierta con algún tipo de hoja medicinal que alguna vez la señora Jeon nos la había introducido como "una planta que quita el dolor". Quite las hojas. Sentí temblores por todo mi cuerpo cuando vi el tamaño de la herida y lo fea que estaba. Lleve mis manos para cubrir mi boca que estaba abierta a causa de la impresión que me había causado ver cuán lastimado estaba y que de hecho pudo morir. Solo un poco más y su corazón hubiera sido víctima fatal. Me arrodille frente a él y le mire fijamente a los ojos.

- Lo siento tanto... - pronuncie con dificultad – Tu herida es terrible.

- No te preocupes, sanara pronto. Mi especie tiene la habilidad de regenerar las fibras del cuerpo más rápido que cualquier otro. No es nada...

- Es increíble que sigas pensando que no es nada, casi mueres.

Me miró fijamente otra vez sin decir nada más, sus ojos eran más expresivos de lo que podía asimilar. Esta vez no intimidaban, había miedo en ellos, preocupación extra también.

- Tara quiero que sepas que volveré a pasar por esto si eso significa que puedo mantenerte a salvo, a ti y a toda tu familia. De hecho haría esto por toda la aldea – dijo con sinceridad. Sabía que no jugaba, que su papel protector estaba claro.

Negué con la cabeza dándome por vencida pues no había manera de hablar de sus dotes protectores. Me puse de pie y fui en busca de un paño húmedo para limpiar el área que aun tenia sangre. Salí de la habitación y camine por el pasillo que me llevaba al área central de la casa, siguiendo las voces de la señora Jeon, su esposo y alguien más. Me detuve detrás de una estantería, para escuchar secretamente, estaba mal hacerlo pero de igual forma sentí la necesidad de hacerlo.

- ¡Jungkook debe enterarse de esto! – la señora Jeon alzo la voz – Si se lo decimos puedo que esto pare de una vez.

- Cariño, sé que te preocupa porque es tu hijo pero tiene que enterarse por su cuenta – esa era la voz calmada del padre de Jungkook – lo que Namjoon está diciendo son solo especulaciones de su parte.

No quería seguir escuchando porque la conversación era demasiado personal, o según mi perspectiva era un asunto familiar. A pesar de que estaba mal seguir escuchando a escondidas, no me moví. Escuchaba sollozos por parte de la señora Jeon, era obvio que estaba llorando. ¿Por qué?

- Nos ahorraríamos problemas si persuadimos a la muchacha para que también colabore – algo dentro de mi corroboro que yo era la "muchacha" de la que estaban hablando – Sea cierto o no, puede ayudarnos.

- Si resulta no ser así eso destrozaría a Jungkook además de que puede matarla en el intento. – esa tenía que ser la voz de Namjoon. ¿Cómo podía Jungkook matarme y por qué? – Mejor debemos esperar un poco más.

La conversación ya había terminado y yo sabía que era momento de hacerme notar. Retrocedí un poco y después volví a avanzar pisando fuerte el piso de madera para que pudieran escucharme. Llegue a donde estaban ellos y todos me miraron, la señora Jeon se limpió las lágrimas que tenía en el rostro fingiendo que todo estaba bien.

- Mmm. Jungkook ha despertado – dije. Todos aun me miraban hasta que el momento se volvió incomodo – Voy por paños para limpiar su herida.

- Sí, sí... Namjoon puede ayudar – la señora Jeon se movió nerviosa por la sala. Mire por última vez al señor Jeon y al doctor Kim para después seguir a la madre de Jungkook.

Ella y yo nos encargamos de buscar los paños y de calentarlos con agua tibia, estuvimos en silencio todo el tiempo, apenas me miraba, estaba segura de que era porque tenía los ojos rojos producto de su llanto o porque sabía que había escuchado la conversación que ellos habían tenido. De todas formas ella no tenía por qué sentirse así, no había escuchado nada comprometedor o algo que pudiera poner en duda mi perspectiva sobre esta familia. Aun en silencio ambas nos movimos hacia la habitación de Jungkook.

El doctor Kim ya estaba dentro y conversaba con Jungkook. Ambos dejaron de hablar cuando la señora Jeon y yo entramos a la habitación. Tire los paños al suelo cuando me di cuenta de que Jungkook estaba desnudo. Me daba la espalda, sin nada puesto. Recogí lo que había tirado y se lo pase a la señora Jeon para darme la vuelta. Escuche a Jungkook reír.

- Deja de molestar, Jungkook.res un desvergonzado por quitarte la ropa si sabes que ella está por aquí – yo seguía dando la espalda y me negaba a verlo, incluso si quería.

Si. Ya lo había visto desnudo por completo y no precisamente había visto su espalda ancha y musculosa o su trasero perfecto. Yo había visto otra cosa...

- No es como si ella no me hubiera visto antes.

Sentí mi cara calentarse al instante, desee que hubiera un foso en el suelo para poder caer dentro.

- Bueno, si ese es el caso. Tara, querida, no tienes que estar avergonzada.

- No señora Jeon, prefiero estar así hasta que Jungkook este apropiadamente vestido.

- Déjala mama, solo está fingiendo ser tímida – rodé los ojos y mentalmente estaba preparando el asesinato de Jungkook una vez que se hubiera recuperado por completo – Ya puedes darte la vuelta.

Despacio volteé mi cuerpo. Ya tenía ropa puesta y su vendaje ya estaba puesto, no tenía sangre sobre su cuerpo y su cara ya estaba más presentable. Lo mire fijamente entrecerrando los ojos hacia él una vez que distinguí una sonrisa sucia sobre su rostro. Parecía divertirle incordiar mi vida.

- Creo que Namjoon y yo deberíamos irnos para que ustedes hablen de cualquier cosa de pareja que tengan en mente – la señora Jeon parecida complacida al mencionar que nosotros dos éramos una "pajera" – Les traeré algo de comer más tarde.

Ambos salieron de la habitación dándonos privacidad, aunque de todas formas no había nada "intimo" que hablar. Jungkook se recostó sobre su cama nuevamente y me invito a acomodarme junto a él haciendo espacio. Dudosa me acerque y me recosté igual que él, con miedo a lastimarlo.

- ¿Qué quieres que te diga primero? – pregunto. Paso su brazo derecho bajo mi cabeza y me pego más a su pecho.

- Talvez si me dices como es que mi papa resultó herido... eso podría funcionar.

- Buena elección... - suspiro y aclaro su garganta, listo para contar como es que habíamos llegado hasta este punto – Como sabes no puedo controlar lo que pasa cuando no soy esto que vez, especialmente si hay peligro cerca. Estaba dando una ronda para asegurarme de que no había intrusos, sabía que los soldados estaban fuera así que me aleje lo más que pude para no sentir tentación alguna...

Jungkook estuvo narrando lo que había pasado por al menos una hora, solo se detuvo cuando su madre nos llevó alimentos a la habitación. En efecto, Jungkook había herido a mi padre en un intento de salvarlo de las garras de otros lobos y lastimándose a él mismo en el proceso. Mi padre había herido a Jungkook con su espada, talvez tratando de matarlo y salir vivo pero sin Jungkook hubiera sido imposible cualquier intento de su parte. Para este punto supe que Jungkook era más fuerte de lo que pensaba.

- Gracias por salvar a mi padre – susurre bajo – De no ser por ti creo que justo ahora estaría en su funeral.

- Haría cualquier cosa por ti, más que nada porque sé que no tenerlo te dejaría a solas con tu madre.

- Y no olvidemos a mi hermana. Al parecer te odia – el rio bajo.

- No me extraña, ella parece ser del partido Lee – ambos reímos – deberíamos alejarnos por un tiempo – levante mi cabeza para verle el rostro de mejor manera, esperaba que estuviera bromeando.

- ¿Es por lo que paso? Si es así te prometo que dejare de meterme en problemas y que no seré una carga para ti – empecé a desesperarme – No podemos estar lejos el uno del otro.

- Yo sé que es difícil de entender pero creo que puedo mantenerte a salvo si no estás conmigo, es decir, tenemos a Taemin siguiendo nuestros pasos.

- ¿Qué quieres decir? – le mire extrañada pues no le había mencionado nada sobre él.

- Te ha estado siguiendo en secreto algunas veces, es por eso que siempre aparezco donde sea que estés, así puedo asegurar de que no te hará daño,

Analice con atención sus palabras, sintiendo una ola de miedo llegar a mí.

- Entonces todas las veces que me seguiste al lago fue porque él estaba siguiéndome... nunca fue porque querías verme – el alzo una ceja.

- Tara, claro que quería verte. Solo que no quería que pensaras que estaba molestándote de alguna manera, pero ver que él iba a por ti no dude en hacerme presente.

- ¡Carajo, también me vio desnuda!

- Lastimosamente sí, pero eso no importa ya – se acercó y me dio un beso sonoro en la frente – aléjate de mí hasta que pase la luna de sangre. Es todo lo que pido.

- Está bien – suspire y me pegue más a el – Sabes que aún me debes una conversación, ¿cierto?

- Lo sé, Tara. No se me olvida nada de lo que tengo pendiente contigo – ambos estábamos demasiado cerca, casi rozando nuestros labios – Creo que deberías irte tu familia puede estar preocupada.

- Eres único cortando los momentos interesantes... - hice amago de levantarme pero me lo impidió y con su mano empujo mi cabeza hasta que ambos conectamos nuestros labios.

No fue un beso que pudiera encender mi cuerpo, pero al menos sosegó mi corazón. Estuvimos con los labios presionados por unos segundos hasta que me aparto.

- Esta es la única manera en la que puedo besarte por ahora. Luego te explicare por qué.

- ¿Es por tus colmillos, lobito? – hice la pregunta con sarcasmo, pero su silencio me respondió.

- A menos que estés pensando en darme de cenar tu lengua yo estaré más que encantado en besarte como la última vez.

- Así está bien... por ahora.

Me puse de pie y arregle mi vestido dispuesta a salir de su casa. Lo mire por última vez y le dije adiós dentro de mí. Sin embargo, volveríamos a vernos en unos días.

Luna de sangre acaba pronto...

Cuando llegue a mi casa mi madre me esperaba con el rostro demasiado serio para mi gusto.

- Tenemos que hablar. Taemin ya me ha transmitido unas incomodidades con respecto a ti y a cierta compañía... basta, Tara. Estas arruinando todo.

- ¡Qué bueno madre! Ese es mi plan desde el primer día. ¿Cómo esta papa? – mi madre se puso de pie y se acercó a mí para tomarme del brazo fuertemente, mas furiosa de lo que la había visto algún día - ¡Auch!

- Mira, hija. Llevo planeando esto desde hace mucho y ni tu ni nadie va a arruinarlo – arrugue el rostro – espero y lo entiendas. Compórtate de una buena vez.

Me soltó rápidamente y me dejo a solas. No pude evitarlo y empecé a llorar. Recordé que con mi madre siempre seria de esa manera y que si lo que ella quería era casarme con ese imbécil, no se lo iba a poner fácil. De todas formas ya tenía algunas ideas...

Mi madre tampoco merece misericordia por miparte.


Holaaaaa! Perdón la tardanza. Resulta que cerré la sesión de wattpad un día de estos y no me acordaba la contraseña. Es decir casi se quedan sin historia... 😬
Encontré la contraseña en una vieja libreta de colegio. En fin, disfruten la lectura.
Gracias por leer💗
                                                    


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