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❀Extra 2 YᴀɴɢYᴜᴇ: "Mᴀᴛʀɪᴍᴏɴɪᴏ"❀ ᴘᴀʀᴛᴇ Fɪɴᴀʟ

Desde el compromiso oficializado, la relación entre Jiang ChengMei y Lan JingLei se hizo conocer en todas partes. Los jóvenes que intentaron cortejar a la adolescente y fueron rechazados en el proceso, estaban enfrentado aquella situación llamada "derrota en contra en un oponente formidable".

Era bien sabido que jamás nadie había logrado conseguir la aceptación de la familia de la Joven Madam Lan para tener alguna oportunidad con ella, y que de un momento a otro haya aparecido alguien sí logró esa gran hazaña, sin duda alguna era impresionante.

Claro que Jiang ChengMei tuvo que pasar por la última prueba que le quedaba.

Conseguir la aprobación de Jin Ziyu.

El heredero de la Secta Jiang tuvo al fin su oportunidad para enfrentarse al mejor amigo de su amada. Nunca imaginó que enfrentarse a Ziyu sería tan aterrador. Obvio fue una exageración del mismo ChengMei, después de todo el Joven era para nada inofensivo. Aunque su charla fue justificada, al fin y al cabo refería a la seguridad misma de Lan JingLei.

—Están en una situación desfavorable para todos... —inició diciendo Jin Ziyu, dejando a ChengMei descolocado.

—Espera, ¿Qué..?

—No me interrumpas —lo detuvo el Jin fríamente, entonces él guardó absoluto silencio. Jin Ziyu continuó—...como te decía. Están en una situación desfavorable para todos; no hay salida alguna. La única opción que quedaría para A-Yue es utilizar el cultivo demoníaco, dime, ¿la apoyarías con eso o la detendrías? ¿velarías primero por su seguridad por la de los demás?

Jiang ChengMei se quedó sin palabras. Esas preguntas eran realmente un arma de doble filo. Él había entrenado durante años, siendo instruido bajo el juramento de "un líder siempre debe dar cara en batallas por su secta" "un líder siempre debe velar por el bienestar de los suyos"; entonces, que Jin Ziyu le esté poniendo las cartas sobre la mesa en ese asunto, es algo que lo dejó incapaz de escoger.

Sin embargo, bien sabe cuál es su respuesta. Siempre ha sido de esa manera, y bajo ninguna circunstancia debería cambiarla. Hizo un juramento después de todo.

Así que, sí. Él se guiará por sus principios.

Jiang ChengMei después de reacomodar sus palabras, respondió con determinación y firmeza. —La apoyaré. —dijo— y, por más que la ame, ella sabe que siempre un Líder tiene que mirar por los suyos.

ChengMei no esperaba la sonrisa que se formó en los labios de Jin Ziyu. Eso le envió tenebrosos escalofríos. —Muy bien, bastardo —pronunció con diversión—....tienes mi aprobación para casarte como mi pequeña flor.

El heredero Jiang parpadeó desconcertado. —¿...lo dices de verdad?

Jin Ziyu asintió. —Por supuesto.

—Pero, ¿por qué? —él no lo comprendía.

El Joven Jin volteó los ojos. —Tu respuesta, es algo que mi Xiaoyue diría. —enfatizó como si fuese algo obvio—..puede que Lan JingLei te ame. Pero ella siempre velará por la seguridad de los demás que la suya propia. Es algo que heredó de Wei WuXian, y no hay mal que se lo pueda quitar —encogió sus hombros— ...es su forma de ser, así que estás calificado para estar junto a ella, de lo contrario, A-Yue te enviaría a volar si prefieres salvar su vida por sobre la de los demás.

Jiang ChengMei quedó boquiabierto. Y esa era una razón más para sentirse afortunado de poder tener a alguien como Lan JingLei en su vida.

Él había presenciado una vez ya, cómo su amaba utilizaba ese tipo de cultivo. Si bien al principio estaba impactado por el hecho de que una miembro del Clan más recto de todos, usara el cultivo demoníaco, también estaba encantado.

La segunda vez que Lan JingLei lo usó, fue durante una cacería nocturna con los discípulos invitados como entrenamiento.

Ese día Wei WuXian le había insistido a Lan JingLei utilizar el nuevo conjunto que había enviado a fabricar para ella; era una extraña túnica roja de mangas a medio brazo. Más se asimilaba a prendas de dos piezas, que a la cadera llevaba atada un cinturón negro, y en la cintura una seda blanca con diseños que se asemejaban a escamas bordadas. En ambos hombros unos adorno que tenía la forma de un demonio. También, llevaba manguillas negras en ambas manos que cubrían hasta su antebrazo.

En el cuello, una banda de seda blanca atada en la zona posterior, dejando ambos tirantes colgando. Su cabello yacía atado en una coleta alta adornada con las cintas blancas de la secta, y una horquilla con forma de alas de fénix. Su cinta de la frente también cambió al rojo de las túnicas, combinando con su nueva apariencia. [A]

Se veía realmente hermosa.

Volviendo a la caería, sin darse cuenta fueron arrastrados a la guarida de un Xiao demoníaco. La energía resentida de la bestia era demasiado opresiva, y la ira reprimida podría colapsar en cualquier momento, llevando a la criatura a devorar a los discípulos.

Como se dio cuenta que los ataques de los discípulos no estaban haciendo efecto, además de los suyos propios como los de sus hermanos, Lan JingLei tuvo que sacar a Liyue.

Una melodía siniestra y a la vez llamativa fue entonada por medio del dizi. Aquellos ojos ambarinos se tornaron carmesí como la misma sangre. Una bruma oscura la rodeó, acompañando a la tétrica presencia de la cultivadora demoníaca.

Y a pesar de ello para ChengMei seguía viéndose preciosa.

Nuevamente gracias a Lan JingLei, nadie salió herido. Esta vez, ella no se desmayó, ya que se había preparado de antemano para cualquier tipo de suceso. JingLei meditó una hora antes de salir, se alimentó bien por la insistencia de sus padres, e incluso recibió un par de talismanes de purificación de Wei WuXian.

En resumen, estababien equipada.





 









Como cada mañana, Lan JingLei inicia su rutina diaria preparándose para un nuevo día de clases para los discípulos. Ella salió del Yunshi caminando con tranquilidad, con la idea de ir directamente hacia el comedor para reunirse con su amigo. Es algo normal desde tiempos inmemorables, que Jin Ziyu la espere para unirse a ella durante el desayuno.

Claro que, JingLei no esperaba que de la nada un precioso lirio blanco apareciera en su campo de visión. Ella se detuvo abruptamente ante aquello, mirando la flor parpadeante, antes de alzar la mirada. —Una hermosa flor para una belleza elegante. —ofreció el dueño de aquel obsequio.

Inconscientemente una sonrisa se formó en sus labios, mientras tomaba el presente con ambas manos, de la manera más delicada posible. Lan JingLei tenía un ligero rubor en sus mejillas. —Gracias. —dijo con suavidad, sintiéndose tímida ante la demostración de afecto viniendo de su prometido.

Prometido.

Lan JingLei todavía le costaba creer que ya tenía un prometido. O sea, una persona en su corazón con quien compartirá el resto de su vida. Y esa persona, es alguien tan maravilloso. JingLei estaba sorprendida por lo romántico que puede llegar a ser ChengMei. Tanto dándole obsequios como cartas, e incluso palabras tan lindas que siempre termina dejándola sin habla. Ella no puede hacer más que ruborizarse.

Jiang ChengMei le sonrió ofreciéndole su mano, la cual ella no dudó ni dos segundos en tomar. Él entrelazó sus dedos con los suyos, y pronto comenzaron a caminar juntos en dirección al comedor. —¿Cómo estuvo su noche?

Lan JingLei se contuvo de jadear por la pena. Jiang ChengMei siempre la ha tratado con respeto, y eso la hace sentir tan especial. —Pacífica. Estuve practicando unas partituras con el guqin. Es una canción que padre me ha estado ayudando a componer. —ella le dio un vistazo—....¿y la suya?

Él le devolvió una sonrisa mucho más amplia. —Pensando en la flor más hermosa de Gusu.

La Joven Madam Lan mordió su labio inferior, sintiendo la vergüenza haciendo de las suyas. —A-Yang... —JingLei murmuró, deseando hallar algún lugar para esconder su rostro por el calor que la estaba cubriendo. Ella solo escuchó la risa de su prometido, antes de sentir aquel beso fugaz en su mejilla.

Lan JingLei quedó petrificada en su lugar un largo tiempo, antes de tirar de Jiang ChengMei caminando lo más rápido que se le permite dentro del Receso de las Nubes.

Quería hundir sus mejillas en las aguas de la primavera fría.

Claro que primero buscó una vasija para poner el lirio que ChengMei le obsequió. La flor contenía, se dio cuenta, una cantidad modesta de energía espiritual para conservarla. Era realmente un gesto, tan, pero tan cálido viniendo del mayor. JingLei suele guardar las flores que él le ha obsequiado, algunas ha logrado mantenerlas en su pequeño jardín fuera del Yunshi, puesto a que cuentan con raíces fáciles de ayudar a brotas.

Otras que no han tenido esa suerte, las mantiene en sus libros como marcadores. Afortunadamente los pétalos no se han caído, ya que JingLei se encargó de prácticamente embalsamarlas para impedir aquello.

Espera que al precioso lirio logre crecerle una raíz con la ayuda de la energía espiritual, así tendrá más hermosas flores creciendo en su jardín.









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Las tardes luego de las clases, seguía su rutina. Lan JingLei se encontraría con sus padres en la biblioteca o Jingshi. A veces se quedaría en el pabellón leyendo, o escribiendo cosas con la compañía de sus hermanos, primo y amigo. Otras veces estaba incluso a solas con ChengMei, mientras el mayor se dedicaba a coquetear con ella, provocando que JingLei enrojezca hasta la cabeza.

—Me gusta cuando su rostro toma ese tono, Lan Yue —dijo Jiang ChengMei con una suave sonrisa, haciendo que el corazón de Lan JingLei quiera escapar de su lugar.

El asta que Lan JingLei sostenía cayó al escritorio. Ella miró a su prometido con ojos alarmados, y su cara enrojecida. Prácticamente balbuceó el nombre de "Jiang Yang" antes de que el mayor soltara una risa llena de satisfacción.

Realmente se sentía como una adolescente de secundaria, experimentando su primer amor. Después de todo, era de esa manera. JingLei nunca se había enamorado antes, y no sabía que estar la haría actuar de una forma tan tímida y vergonzosa. Aunque no se queja, ya que le gusta cómo la hace sentir ChengMei.

Unas manos sostenían sus mejillas con tanta delicadeza y devoción, que JingLei no creyó fuese real. —Te amo, A-Yue —fueron las palabras de Jiang ChengMei, antes de inclinarse y juntar sus labios.

Dulces, cálidos, tiernos y llenos de sentimientos; es la forma de describir los besos que ambos comparten. Lan JingLei jamás ha sentido mala intenciones viniendo de Jiang ChengMei, y, desde su primer beso ese presentimiento se hizo más intenso. Lo único que percibe, es tanto amor, que JingLei se ve sorprendida de ser la recepcionista de aquellos maravillosos sentimientos.

Te amo, A-Yang —murmuró con larespiración entrecortada, una vez que se hubiesen separado. Lan JingLei escuchóla falta de aire viniendo de su prometido, robándole una pequeña carcajada. Esla primera vez que ambos comparten esas declaraciones, por eso lo hace másespecial.




















El tiempo es algo que nadie puede controlar. Por eso, cuando los años pasaron y tanto JingLei como ChengMei se estaban vistiendo con las prendas nupciales, ambos temblaban incontrolablemente.

—¡Mi pequeña Yueyue, te ves tan preciosa! ¡Lan Zhan, ¿cómo es posible que haya crecido tan rápido?! —Wei WuXian sollozaba en los brazos de su marido, incrédulo que su pequeña hija ya estaba a punto de casarse.

Una Lan JingLei de dieciocho años, miraba con una suave sonrisa a sus adorados padres, a sus tíos, y hermanos que yacían dentro del salón ancestral. También le costaba creer que haya llegado el día. Demonios, pareciera que hubiese sido tan solo ayer cuando su papá los salvó de las garras de los Jins. Cuando él los adoptó como sus hijos y les dio su apellido. Cuando ella salvó a su padre y familia de la posible muerte. Cuando su papá y padre se casaron, dando inicio a una nueva vida. Cuando conoció a ese niño en las calles de Yueyang, y le dio una posibilidad de vida. Cuando se enamoró de ese mismo niño, y terminaron comprometiéndose de la manera más extraña.

Sin embargo, jamás se arrepiente de nada.

A-Niang, A-Die —los llamó, y ambos posaron su mirada de conejos entristecidos sobre ella; Lan JingLei no pudo evitar arrullar y pucherear por sus expresiones. Se acercó a los dos, y los abrazó con toda la fuerza que se le permitía ante su vestimenta—...todo estará bien. El hecho de que me vaya a casar, no significa que no los veré nunca más, deben saber que jamás se librarán de mí, ¿no es así?

Wei WuXian soltó una risa acuosa. —Así es Xiaoyue.

—A-Yue —murmuró Lan Wangji, mucho más suave de lo usual. Y JingLei conociendo a su padre, pudo percibir ese ligero temblor en su voz, como si estuviese a punto de romperse a llorar.

—Oh, A-Die —JingLei tragó el nudo en su garganta—....los amo tanto, tanto. Siempre seré su pequeña bebé, no importa los años que pasen.

Sus padres la liberaron, mirándola afectuosamente. Lan Wangji acunó su rostro entre sus manos, y besó su frente cariñosamente. —Sé feliz. Lo mereces.

Lan JingLei pensó que no lloraría. Vamos, han sido años desde la última vez que lloró. De hecho, ella no se acuerda cuando fue esa vez. Pero, ese momento era tan emotivo, y las palabras de su padre tan llenas de emociones que no pudo contenerlo, y se echó a llorar.

—Oh dioses, A-Yue —su Wen Qing-gugu se acercó a ella, limpiando las lágrimas evitando arruinar más el maquillaje. Ella junto a YanLi-gugu la habían preparado con mucho esfuerzo, y se sintió mal en devastar ese esfuerzo.

—Ya, está bien, calma meimei —ella no se había dado cuenta de en qué momento Lan SiZhui ya estaba parado a su lado, acariciando su espalda en pequeños círculos.

Fue suficiente para que las emociones se calmaran, y dieran inicio a los rituales nupciales. Lan JingLei hizo las reverencias a sus padres y antepasados, como símbolo de agradecimiento y despedida.

Ella debía esperar que el novio viniera en su búsqueda para llevarla a su nuevo hogar, en donde se llevaría a cabo la ceremonia. Es decir, en Muelle de Loto.

Vestía un hanfu rojo con bordados dorados de lirios. Su cabello yacía atado en un bollo alborotado, y su flequillo cubriendo su frente. Tenía una corona con un pequeño palacio del fénix chapado en oro, con cadenillas cayendo a los lados.

El maquillaje no era tan extravagante, pero JingLei se sintió realmente hermosa al mirarse en el espejo. Sus tías sí que tenían experiencia en ese tipo de cosas, se veía irreconocible. [B]










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Cuando el novio llegó para llevarse a la novia, la Joven Madam Lan estaba temblando de los nervios y felicidad. Ella tenía puesto el velo rojo que su YanLi-gugu le obsequió, fabricado por sí misma. Lan JingLei, quien era guiada por Jiang ChengMei hacia el sedán tomados de las manos, se dio cuenta de que no era la única que estaba al borde del colapso.

No pudo evitar sentirse divertida por ello; no importa los años que hayan pasado, todavía tiembla cuando ChengMei toma su mano, cuando la abraza, cuando la besa o le dice hermosas palabras. Casi similar con su prometido, él es como un niño tímido que todavía de vez en cuando tiende a pedirle permiso para tomar su mano o abrazarla. Es algo realmente reconfortante, JingLei se siente dichosa por poder experimentar con esa intensidad el amor, y recibir de la misma manera el sentimiento.









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Cuando las reverencias ya fueron hechas, Lan JingLei se enfrentó a su familia hecha lágrimas. Pudo hasta vislumbrar los ojos llorosos de su Jiang-shushu, oh, ahora su suegro incluso. Vio también a sus lindos primos sonriéndole cariñosamente.

Jin Ling pegado a SiZhui, que no hace mucho iniciaron su cortejo. Ella estaba sorprendida por eso, a diferencia de JingYi y ZiZhen, ellos hace mucho demostraban su interés por el otro, que todos ya estaban al borde de obligarlos a confesarse. Lo bueno es que se dieron cuenta antes de que eso ocurriera.

Vio a Jin Ruiqin que hace una semana cumplió los once años junto a Jin Long su hermanito de casi tres, Nie Qiqiang de trece, y Nie Fangfen, su hermanita menor de ya seis años. Todos y cada uno de ellos le demostraban su apoyo con sonrisitas cómplices, y gestos llenos de picardía. JingLei se preguntaba de dónde habían sacado eso. Luego recordó que Nie HuaiSang es su tío, y Jin Ruiqin es demasiado apegada a Jin Ziyu. El joven más coqueto -aparte de su papá- que ha conocido.

Hablando de su amigo, él estaba parado junto a Nie Ziyuan, su primo. Ziyu le contó que con el tiempo su relación se hizo más estrecha con el otro chico. Para ella fue un gran alivio. Su querido amigo merecía todo el amor del mundo mundial. Incluso, gracias a Nie Ziyuan conoció tal vez el amor.

Su nombre es Nie Yanhao, discípulo de QingheNie. JingLei lo ha visto un par de veces, y ha notado las miradas que le lanza a Ziyu con ojos de corazones. Tal vez muy pronto tenga un cuñado a quien intimidar.

Por otro lado, la impactante noticia del matrimonio de Madam Jin celebrada hace un par de meses los agitó a todos; especial a su amigo, Ziyu.

Resulta que de alguna manera Mo AiMi y Madam Jin, mejor dicho, Liu Mingzhu. Se hicieron, muy, demasiado cercanas con los años. La madre de Ziyu con su ser celestial de un ángel caído del cielo, tan cariñosa como un esponjoso conejo, pudo dominar el temperamento feroz de Liu Mingzhu. Lan JingLei no esperaba ese giro de los acontecimientos.

Al menos ellas también tuvieron su final feliz. Incluso Jin ZiXuan estaba contento por ello, ganó dos madres y ambas son increíbles.

Sus padres fueron los primeros en acercarse para darle sus felicitaciones, junto a su shuzu y bobo, además de Ning-shushu. A-Niang estaba llorando dramáticamente, nuevamente diciendo lo orgulloso que estaba de ella. —Mi bebé, ahora es toda una mujer —hipó— ¡Lan Zhan, debemos encontrar una manera de volver a A-Yue una niña otra vez!

—Wei Ying... —Lan Wangji suspiró con cansancio por el dramatismo de su marido—....tendremos que buscar en la biblioteca un conjuro para eso.

Lan JingLei jadeó. —¡A-Die!

Entonces la risa de A-Niang iluminó por completo el lugar, y Lan JingLei pensó que no necesitaba nada más.

Los novios fueron despedidos hacia la cámara nupcial para consumar el matrimonio, y llevar a cabo el ritual. Años esperando por ese momento, y al fin había llegado el día. Pero no significaba que no estuviesen nerviosos, ambos.

Apenas estuvieron a solas, los dos, en la habitación a puertas cerradas. JingLei sintió su corazón a punto de estallar, su respiración estaba más agitada de lo usual y los nervios amenazaban con devorarla cuando ChengMei le quitó el velo.

Entonces un par de manos sostuvieron sus hombros con firmeza, y se obligó a alzar la mirada para encarar al dueño de esas manos. Aquel par de orbes cobrizos la observaban con una intensidad indescriptible, pero también percibió la timidez característica de ChengMei, al igual que ese cariño tan profundo hacia ella que no dudó en levantar su mano y posarla en su mejilla.

El pecho de Jiang ChengMei subía y bajaba a una velocidad increíble. Lan JingLei tragó en seco, mientras su mano descendía por el cuello hasta el pecho de su esposo.

Ese pensamiento la hizo sacudirse de pies a cabeza, totalmente maravillada.

Él, era ahora su esposo, suyo.

Una sonrisa tiró de la comisura de su labio, con la encanto gorgoteando en su pecho.

—Lan Yue —pronunció su marido en un susurro ronco.

—Jiang Yang —respondió de vuelta con suavidad.

Y no se necesitó de más para que Jiang ChengMei reclamara sus labios en un beso demandante. Pronto sus prendas fueron desapareciendo al igual que los adornos que llevaban puestos. La distancia y restricciones se hicieron nada, estaban piel con piel acariciándose con delicadeza. La timidez nunca se fue, pero aun así se dieron la valentía de explorarse por completo con simples y sutiles toques.

Lan JingLei fue puesta en la cama con elegancia, Jiang ChengMei se cernió sobre el cuerpo de su esposa, sin dejar todo el peso en ella; besando, acariciando y alabando cada rincón de su cuerpo. Sonidos nuevos para ellos no tardaron en oírse, envolviendo el candente ambiente de la pareja recién casada.

Sus corazones latiendo al mismo son del amor, tomando un solo ritmo.









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Bajo las rojas sábanas de seda, dormía una agotada Lan JingLei, mientras su esposo llevando una simple bata para cubrirlo, salió de la cámara nupcial con dos cosas en manos.

Se presentó frente a sus padres y suegros. Les mostró aquel lienzo marcado con la esencia de su amada, como muestra de su pureza. Y junto a ello, el último trozo del Hierro Yin que emanaba una fuerte luz azulada.

Lan Wangji fue quien lo recibió, dándole un asentimiento de cabeza. Wei WuXian con una sonrisa palmeó su hombro. —Buen trabajo, Yang-Er.

ChengMei le devolvió el gesto. —Gracias, bobo.

Nie HuaiSang estaba chillando dramáticamente, siendo consolado por Jiang Wanyin. ambos orgullosos por su hijo.

La fiesta continuó con gozo y alegría. Los novios regresaron a la hora para unirse a la celebración. Todo era risas y felicidad. Bromas de allá para acá, incluso, se sorprendió Lan JingLei, shuzu y bobo se unieron al brindis. Claro que puede haber sido una mala idea, cuando a los momentos después, Lan XiChen inició su gran e inigualable recital musical. Shuzu estaba sentado con el ceño fruncido y la cinta torcida, parecía tranquilo. Pero si alguien se acercaba, de la nada le venían sus arrebatos y comenzaba a sermonearlo.

Fue sin duda lo másdivertido que había visto.




















En la tranquilidad de la habitación matrimonial una vez que acabó la celebración, los esposos yacían acostados disfrutando de su cercanía. Bajo las sábanas cubriendo su desnudez, mientras Jiang ChengMei acariciaba los cabellos de su esposa quien descansaba sobre su pecho. Ellos habían pasado ya a ser uno solo.

Era sin duda un momento mágico.

—¿En qué piensa? —preguntó de pronto Lan JingLei, rompiendo el silencio de la noche. Ella acariciaba el pecho de su marido lentamente.

Jiang ChengMei no detuvo sus movimientos, enroscando los cabellos negros de JingLei entre sus dedos. —Todavía me cuesta creer que es real. —respondió con una pequeña risa—...es demasiado perfecto para que así sea.

Lan JingLei alzó la mirada en su dirección. ChengMei se la devolvió. La menor le dio una sutil sonrisa. —Estoy aquí —subió su mano hasta posarla en la mejilla de su esposo—...soy real... —la acarició con cariño—...y te amo.

Jiang ChengMei se incorporó para juntar sus labios, mientras JingLei se sentaba a horcadas sobre su esposo. Besos y caricias entre ambos, desenvolviéndose bajo las rojas sábanas de la pasión. Las posiciones fueron invertidas, ella no se separó de él mientras continuaban besándose. Las manos del mayor se deslizaron por la espalda de su esposa, enviando olas electrizantes por todo el cuerpo de la joven.

Su espalda se arqueó ante la invasión. Ella gimió sobre sus labios cuando una de aquellas manos presionó su cintura ardiendo en llamas. Movimientos de caderas siguiendo un mismo ritmo con la respiración entrecortada. Lan JingLei se aferró al cuerpo de su marido, recibiendo la misma acción de vuelta. Él recitaba su nombre una y otra vez con su rostro enterrado en su cuello, besándolo y mordisqueando de vez en cuando.

—...Te amo, te amo tanto A-Yue... —pronunció, en un ronco gemido.

Lan JingLei respondió, en un tono demasiado erótico para el hombre debido a la inestabilidad en su respiración. —...Te amo, A-Yang... —una sonrisa se dibujó en sus labios. Y, a pesar de la escasa luz, el mayor pudo detectar la malicia detrás de ese gesto.

Ella dijo con una seductora voz. —Jiang Yang...

El aludido gruñó continuando sus movimientos de vaivén.

—Jiang ChengMei...

Él sabía a dónde se dirigía esto.

ShaiMing-Jun.

Y en su última palabra, fue silenciada por los labios de su esposo. Lan JingLei se dio cuenta encantada, que había encontrado una nueva manera de avergonzar a Jiang ChengMei llamándolo por su título. Lo había recibido apenas cumplió los veinte años, encajaba perfecto con él pensó ella; después de todo ChengMei es como la luz del sol.

Claro que cuando despertó a la mañana siguiente, sufrió las consecuencias con el dolor de caderas infernal que la atacó.

Pero JingLei no lucía arrepentida por nada.









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Les tomó unos seis meses más terminar de destruir el Hierro Yin por completo.

Jiang ChengMei y Lan JingLei participaron en cada ritual de purificación, hasta lograr acabar con ese objeto de los mil infiernos. Una semana después de la destrucción, la noticia de que un nuevo integrante se uniría a la familia, puso frenética a las familias.

En Muelle de Loto se hizo una celebración en grande. Los hermanos de YunmengJiang, estaban eufóricos por la noticia. Jiang Cheng, Wei Ying y YanLi, ya estaban pensando en cómo serían su nieto y sobrino nieto.

Al darse cuenta de ello, Wei WuXian estalló en un llanto. —¡Lan Zhan, seremos abuelos!

Lan Wangji se hallaba todavía procesando que su pequeña hija estaba embarazada. Su preciosa bebé, la pequeña coneja que conoció tan, pero tan pequeña. HanGuang-Jun estuvo a punto de sacar a Bichen para golpear a Jiang ChengMei por hacerle eso a su niña. Lan SiZhui y Wei WuXian tuvieron que calmar al afligido hombre. Él parecía ido.

Lan JingLei nunca imaginó que vería llorar a Lan Wangji.

Ella tuvo que sentarse con su padre con todo el cariño y paciencia del mundo, para tranquilizarlo, y cesar su desconsolado llanto. —A-die, no llores, recuerda que siempre seré tu pequeña coneja —dijo JingLei, sosteniendo las temblorosas manos del Jade—...seré una mujer casada, pero también tengo derecho a ser mimada por mis padres, ¿no es así?

Lan Wangji parpadeó una vez, antes de asentir. Él dejó un largo suspiro salir antes de abrazar a su hija. Lan JingLei recibió la muestra de afecto sonriente. Y de la nada, se le ocurrió algo. —¿Qué te parece si, comienzas a pensar en nombres para tu nieto? Papá y tú siempre tienen buenas ideas.

Ambos se separaron para mirarse las caras. Lan JingLei tuvo que reprimir la risa al ver la expresión en blanco de su padre. —¿Nombres?

JingLei asintió. —Correcto. Puedes escoger ya sean de niña o de niño. —ella meditó unos momentos—...le pediré a Jiang-shushu que escoja uno de cortesía.

Aquello pareció aliviar a Lan Wangji de alguna manera. Lan JingLei estaba feliz de que sus padres siguieran siendo así de sobreprotectores con ella.

A muchos les molestaría ese grado de preocupación, pero para JingLei jamás sería molesto. Ella los ama incondicionalmente, que sería incapaz de molestarse por algo así. Además, admite que le gusta ser consentida por los dos. Jiang ChengMei aprendió a hacerlo también sin que JingLei se lo pidiera. Su marido es muy atento en todos los aspecto, ¿cómo no disfrutaría de todo aquello? ¿cómo no sería feliz?









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Tiempo después nació el próximo heredero de YunmengJiang. Bueno, más bien fueron dos. Un lindo niño de ojos marrones claros, llamado Jiang Yi. Y una preciosa niña de ojos pardos de nombre Jiang Ningjing.

Lan JingLei estaba fascinada por los nombres que escogieron sus padres; el de Ningjing encajaba con lo que ella veía para su preciosa hija a futuro. Será tan talentosa y brillante. Y el de A-Yi, calza con su ya armoniosa alegría. El nombre de cortesía fue escogido por Jiang Wanyin, quien apenas vio a su nieto, soltó sin más. —Feihong.

A todos les encantó. Aquel nombre, expresa la ardiente esperanza de los padres de que su hijo tenga un futuro brillante. Uno que sin duda ellos se encargaran de formar con todo el amor del mundo.

—Mírala Lan Zhan, la forma de sus ojos son como los de A-Yue —dijo Wei WuXian sollozando, mientras mecía a su nieta en brazos. Lan Wangji se hallaba mirando sobre su hombro a la bebé, totalmente maravillado.

—Mhm. Será como Wei Ying —declaró con seguridad, robándole una carcajada a su marido.

Wei WuXian sonrió brillantemente. —Bienvenida a la familia, A-Jing.

Jiang YanLi estaba ensimismada cargando a Jiang Yi. Jin ZiXuan agitaba una campanilla para el bebé, tratando de llamar su atención. Los dos lucían extasiados por ver nuevamente a un recién nacido. Bueno, sus hijos crecieron hace mucho, y no han vuelto a entrar en campaña y A-Long apenas cumplió los tres.

Viendo frente a sus ojos aquellas escenas tan domésticas, Lan JingLei sintió que sus metas en la vida fueron alcanzadas en su totalidad. Tiene unos padres maravillosos, hermanos maravillosos, tíos maravillosos, amigos maravilloso, esposo maravilloso e hijos maravillosos. Y una larga vida por delante para disfrutar junto a su familia y seres queridos.

Miró a su marido, quien ya tenía los ojos puesto en ella. Lan JingLei le dio una enorme sonrisa antes de inclinarse y besar sus labios. Luego juntó sus frentes, mirándose mutuamente con un afecto sin igual.

Jiang ChengMei habló por lo bajo. —Gracias por todo, A-Yue.

—Gracias a ti por llegar a mi vida, A-Yang —respondió de vuelta, cerrando sus ojos, pensando en lo magnífica que puede llegar a ser la vida.

Y pensar que una vez tuvo otra, la cual se cortó a muy temprana edad sin poder hacer algo para impedirlo. Qué iba a saber ella que alguien le tenía preparado algo mucho mejor para compensarla. Por lo tanto, jamás se arrepentirá de alegrarse por ello, jamás se arrepentirá de preferir esto a lo anterior; ella estará eternamente agradecida por esa nueva oportunidad de vivir.

JingLei aprendió muchas cosas nuevas en esta otra vida. Ella aprendió a llorar por quienes adora y desea mantener siempre a salvo, a sonreír sin preocupaciones o restricciones. A reír con quienes tiene afecto, a amar de corazón y sinceramente, y ser amada con una intensidad y devoción inimaginable.

¿Por qué pedir algo más cuando ya lo tiene todo?

—No...ya no necesito nada más que esto.



No hemos hecho muchas cosas, pero aún nos queda tiempo. La vida es algo impredecible, pero sus sorpresas llegan a cada segundo y en el mejor momento. Estaremos siempre juntos, uno a lado del otro, compartiendo nuestras alegría y el camino a casa nunca será solitario o aburrido, eso te lo prometo.

—Fɪɴ

Nota: ¡Y llegamos al final de esta historia! Ahhhh, no se supone que deba llorar, ¡soy una espartana con ovarios de acero!😭😭

Muchas gracias por su apoyo, me alegro que disfruten de mis historias, así como yo disfruto escribiendolas ❤😭 pronto vendré con muchas más, como lo he prometido ✌

Nuevamente les agradezco su apoyo, ¡y nos leemos en los otros fics! ¡Adiosito!✌✌

[A] Aquí tenemos la imagen de Lan JingLei como la Matriarca de Yiling, en su conjunto de rojo. Obsequio de su A-Niang.


[B] Una imagen de Lan JingLei vestida de novia, ¿no se ve hermosa? 😭😭😭💙💙💙

Y por último, un obsequio de mi parte. Es maravilloso encontrar imágenes precisas para todo esto.

💜YangYue💙 noche de bodas:


Y 💜YangYue💙 mood 💙WangXian❤: Se preguntarán cómo y cuándo fueron concebidos los gemelos ahre. 😏 okno

Ahora sí. ✌

Se despide de ustedes, ADN😉





Nota añadida: ¡LISTO! Ahora sólo queda el epilogo 7u7

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