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-En fin, chicos-

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El camino junto a Umemiya había sido de sumo agrado, aunque ninguno de los dos hablase, estaba todo cómodo, tan siquiera después del incidente de anoche.

Ume. -Estábamos a pocos pasos de llegar a la cercanía del edificio principal y tan renombrado.

¿Ujum? -Escuché de forma bajita, dirigiendo mi vista al chico y viceversa.

Nada. -Había cortado la oración, siendo distraída por la fija mirada del contrario.

El chico se limitó a sonreír y dejó escapar cortas risas, realmente estaba siendo embobada por la alegría que emanaba el muchacho, era algo sorprendente.

Finalmente llegamos al punto, encaminándonos a la entrada principal, portando mis ojos a todo el alrededor, lleno de compañeros de distintos salones.

¡¿Qué haces con él?! -De forma rápida reconocí aquella queja en la lejanía.

Buenos días, linda. -También reconocía ese apodo y tono dulce de habla que se acercaba con cautela.

Buenos días, chicos. -Sonreí cálida a mis cercanos.

Debía admitir que ambos chicos no mostraban esa actitud linda de costumbre, parecían disgustados conmigo.

¿Sucede algo? -Mi tono se ablandó al igual que mi mirar.

Tal y como Nirei me enseñó, "Cara de perrito" dije para mis adentros.

¿Qué haces con él? -El chico que tenía distintos tonos de color en su cabello y ojos había vuelto a preguntar, agregando que arrugaba su nariz y hablaba en forma de regaño.

Linda, ¿por qué vienen juntos? -Ahora Suou preguntaba sin borrar esa sonrisa que tenía.

Decidí acompañarla. -El albino había hablado ahora.

¿Por qué? -Hablaba con molestia el bicolor.

Sakura, tranquilo. -Decidí hablar, el ambiente estaba tornándose tenso y era lo que menos deseaba que suceda.

Me da la gana. -Burló de forma discreta el ojiazul, mientras veía seguro a Sakura.

La situación parecía no obtener mejora, y la verdad no estaba con una buena paciencia, no comprendía con certeza completa por qué actuaban así, tenía entendido que ahora todos nos llevábamos bien.

Y por si fuese poco, estaban discutiendo en la entrada principal del instituto, qué fastidio, recibir la mirada de todos sobre nosotros.

Los chicos seguían disgustados entre ellos, sus muecas delataban todo.

Ignoré lo que hablaban y decidí caminar, hasta dirigirme a la entrada del edificio.

En el camino sentí una fuerte sensación de que alguien me vigilase.

De cierta manera, agradezco que Nirei, Kiryuu y Taiga no estuviesen cerca, sé que habrían armado una escena tan dramática, como si representaran a Romeo y Julieta en éste instante.

De todas formas, se me hizo raro que Nirei no estuviera al lado de Suou y Sakura, él no suele despegarse de nosotros, ¿dónde estará el niño?

Iba sumergida en mis pensamientos, caminaba con lentitud hacia mi salón.

De forma brusca paré mi caminar al sentir como parte de mi rostro chocaba con el pecho de cierto chico, esperaba cualquier situación, menos éste cliché.

Coloqué mis manos en el pecho y me alejé con delicadeza, al alzar mi vista, vi que en el cuello del chico que había sido mi muro, adornaba un par de audífonos, dándome una fuerte idea de quién se trataba la pared con la que había chocado.

¿Qué me ves? -Fue lo único que pude decir al chocar esos ojos grises intensos.

Nada, tú te cruzaste. -Respondió el peligris que siempre adornaba su boca con algún dulce.

Cambia esa cara. -Hablé evitando seguir mirando su rostro, el cual portaba un ceño ligeramente fruncido. -Además, ¿qué haces sin la chaqueta del uniforme? -Pregunté sin mirarlo aún.

Está mojada. -Contestó sin interés. -¿Qué hacías con Umemiya? -Soltó de golpe. -Todos rumorean que los vieron llegar juntos. -Se excusó.

Solo pasó por mi casa y me acompañó. -Le expliqué con sinceridad al muchacho.

Ya veo. -Su mirada comenzó a suavizarse.

¿Por qué? -Contrapregunté, ésta vez y redirigí mi mirada en sus ojos.

No te importa. -Había vuelto ese chico que apartaba su vista y se sonrojaba con delicadeza.

Como sea, ten buen día, Kaji~. -Canturreé divertida agarrando del palillo que reposaba sobre sus labios, haciendo que por acto propio, el chico abriese su boca y dejase salir por completo el dulce, de ésta manera, llevándome el dulce a la cercanía de mis labios.

Dejé en tranquilidad al ojigris retomando mi camino por los pasillos del lugar, esperando a llegar a mi salón asignado.

Aún se me hacía rara la idea de que Nirei no asomaba tan siquiera sus cabellos dorados, de igual forma el chico proteína y el inigualable chico de piercings.

Quizá ya estén en el salón. -Musité por lo bajo, mientras estaba a unos pasos de la entrada de mi clase.

Kiryuu, toma otra. -Esa voz enérgica, podría ser del chico que no encontraba, agregando que mencionó "Kiryuu", deben estar aquí.

De forma rápida, apresuré mis pasos, asomándome por la puerta general, dejando ver una escena un tanto peculiar.

Se trataba del pelirosa y el rubio, ellos se encontraban juntos, tomándose fotos, mientras que Taiga acompañaba la situación.

¡Aquí estaban! -Entré enseguida al aula y corrí a los brazos de los chicos, siendo honesta, era extraño que no los viera cerca o escuchara sus dramas o exaltos.

¡(T/N)! -Escuché a Nirei animado como siempre.

Buenos días, bella. -Kiryuu me dedicó una suave sonrisa.

Hasta que te dignas en aparecer. -Taiga había hablado, dramatizando una señora dolida.

Por cierto, esos hair clips, se me hacen conocidos. -Señalé los pequeños accesorios que adornaban en los cabellos de los tres chicos.

Oh, bueno, verás. -El pecoso trataba de hablar nervioso.

Ahora son nuestros. -El pelirosa respondía con orgullo.

No pude evitar soltar pequeñas carcajadas ante el asunto.

Dejé tranquilo a mis amigos y me acerqué al pupitre del de cabellos azulados.

Buenos días, Sugishita. -Pasé con delicadeza mi mano sobre sus cabellos, viendo como alzaba su mirada y la posaba en mi, ya sabía que ese era nuestro pequeño saludo.

Las clases estaban a punto de dar inicio, y antes de tiempo, se dignaron en aparecer los chicos que antes discutían con Umemiya, los miré pesada y todos nos acomodamos en nuestras bancas.

El tiempo pasó de manera rápida, dejándonos como última actividad, el patrullaje.

Nos habían dado la opción de formar nuestros grupos de manera libre, así que estaba pensando en patrullar en el grupo de Kaji.

¿Vienes con nosotros? -Sakura se acercó a mi, mientras sus ojos trataban de ignorarme.

No. -Lo miré seria, realmente estaba un poco molesta con él, ¿cómo se le había ocurrido formar esa discusión en toda la entrada principal?

Está bien. -Sorpresivamente el chico lo tomó con calma y se encaminó con el resto del grupo.

Luego hablamos mejor. -Dijo antes de salir del salón, mirándome fijo.

Un leve recorrido quisquilloso se hizo notar en todo mi cuerpo, luego de haber escuchado al heterocromático.

Los chicos, son complicados. -Hablé lo suficientemente audible para mi.

POV'S KAJI.

Dios, otro mugre día para ir al instituto -Sí, ese era yo, quejándome al levantar de mi lugar de descanso.

Había realizado mi corta rutina diaria, al momento de vestirme, toqué la chaqueta del uniforme, aún estaba húmeda.

No le di importancia y caminé a Fuurin.

Al caminar por los pasillos del piso bajo, paré un momento a mirar por los ventanales del lugar, escuchando un pequeño alboroto a las afueras.

¿Qué hacían ellos juntos? -Mis pensamientos se hacían presente al ver lo que sucedía.

Esa escena era de ella, llegando junto a Umemiya, y por si fuese poco, dos de sus amigos discutían por ella con el albino.

¿A caso, a ellos también les gustaba ella? -Una pregunta lógica asomó por mi cabeza.

Me distraje por un momento, todo gracias a mis pensamientos, al dirigir nuevamente mis ojos en aquel show, la chica ya no estaba en el mismo lugar.

Ya vendrá. -Susurré para mi, mientras volví a retomar mi caminar, arrugando inconscientemente mi nariz al recordar esa pregunta tonta que hice de ellos y ella.

Tan solo pasé un corto pasillo y sentí ese choque contra mi pecho, ese aroma impregnaba mi nariz provocando que la relajara, era tan dulce y suave, ya sabía de quién se trataba.

No podía dejar ver mi nerviosismo, y de forma rápida fruncí mi ceño, ya estaba listo para ser completamente cortante.

No quería admitir que la escena antes vista, provocaba un poco de disgusto en mi.

Sentí como las delicadas manos de la chica se posaban en mi pecho, su tacto en esa zona, provocaba que mi corazón latiese a mil, quería sentir sus manos ahí, incluso de otra manera; la muchacha alejaba su rostro con cuidado, su mirada se alzó con nerviosismo, pero se fijó en mis audífonos, agradezco aquello, antes de que notase mi sonrojo por pensar en algo poco decente.

¿Qué me ves? -Fue lo único que escuché al ver que sus ojos ya estaban posados sobre los míos.

Nada, tú te cruzaste. -Respondí cortante, intenta ocultar mi anterior expresión.

Cambia esa cara. -Dijo, mientras evitaba mirarme. -Además, ¿qué haces sin la chaqueta del uniforme? -Preguntó aligerando el ambiente.

Está mojada. -Contesté desinteresado, ya quería que la conversación cesase, no sin antes sacar aquella duda que tenía. -¿Qué hacías con Umemiya? -Solté de golpe. -Todos rumorean que los vieron llegar juntos. -Rápidamente puse una excusa, no hubiera sido agradable que le dijese "Mira, estaba espiándote por los ventanales y vi lo que pasaba."

Solo pasó por mi casa y me acompañó. -La contraria explicó con tranquilidad.

Ya veo. -Respondí calmado, no notaba pizca de engaño en su habla o expresión, ésta chica es tan dulce.

¿Por qué? -Escuché una pregunta insistente por parte de ella, ahora ella clavaba sus ojos en mi, provocando que mis nervios comenzaran a asomarse.

No te importa. -Dije exaltado, tratando de terminar el asunto en el pasillo.

Como sea, ten buen día, Kaji~. -La chica canturreó divertida, era un placer escuchar la voz de la persona que te gusta, estaba perdido en la calidez de su tono.

Estaba embobado de ella, su sonrisa, su voz, sus manos; incluso de la suavidad y delicadeza de sus labios.

Parecía una estúpida estatuta delante de ella, viendo como sus dedos agarraban el palillo de mi dulce, mientras que como perro obediente abría mi boca y dejaba salir el caramelo, observando como la fémina se lo llevaba a su boca.

Mis mejillas ardieron, estaba más que seguro que estaba de un color rojo.

Vi como la chica me daba la espalda y continuaba su camino; sé que no debería, pero me fijé en su cuerpo.

Sus curvas eran lo suficientemente marcadas para posar mis manos, sus piernas resaltaban con sus medias y calzado, y ni qué hablar de ciertas zonas, parecía una delicada muñeca.

De forma rápida, mis pensamientos se hundieron de escenas indecentes con ella.

Disipé aquellas escenas imaginarias y me coloqué la chaqueta del uniforme, y acto seguido, abrí otro dulce y lo llevé a mi boca, iba entrando a mi salón y acomodaba mi cabello con sutileza, mis mejillas aún se sentían levemente calientes, no creo que se note algo.

Enomoto y Kusumi se acercaron rápido hacia mi.

¡Buenos días, Kaji! -El pelinegro habló con ese tono de voz alto que tenía.

Mientras que Kusumi sonreía como de costumbre.

No tardaron en curosear acerca de mi rubor natural en mi rostro.

¿La viste a ella? -El de cabellos café me mostró un texto en su celular, provocando un exalto por mi parte, al ver en cómo había adivinado velozmente la situación.

Ambos chicos se miraron cómplices y se rieron de mi asunto.

Decidí olvidar el tema, me senté en mi lugar y esperé a que las clases inciaran.

El tiempo pasó eternamente, tenía esos pensamientos impuros de aquella chica sobre mi, no podía ser posible eso.

Estaba completamente desconcentrado.

Gracias a mis plegarias, la última actividad sería patrullaje, solo que podría ser en grupos libres.

Mira, podrás ir con ella. -Enomoto molestó leve.

"Sí, deberíamos patrullar con ella ^^" -Kusumi mostraba el mensaje en su celular.

Se me hace que no. -Omitía todos los temas por parte de ellos dos, referente a la que provocaba sentimientos en mi.

Y si de mala suerte se trataba, la vi entrar por el salón en el que me encontraba, llamando la atención de los chicos que eran mis compañeros.

Estaba de rodillas ante ella, no podía ser ésto posible.

La chica se acercó a mi puesto, me encontraba en medio de Enomoto y Kusumi, tanto ellos como ella, se saludaron gustosamente; hasta que esa pregunta salió de su boca.

¿Puedo patrullar con ustedes? -Su tono de voz era melodiosa, sus ojos mostraban calidez, y su presencia era agradable.

No. -Fue lo único que pude decir, fijando en como Enomoto y Kusumi dejaban a la vista esa gran expresión sorpresiva.

Está bien, gracias. -La muchacha respondió levemente cabiz baja, ¿Qué hiciste Kaji? Primero la besas, luego compran dulces, se unen más y se casan, felices para siempre, mi cabeza reprochaba.

E-espera. -Ahora mi voz estaba ligeramente nerviosa. -Si puedes. -Retracté mi respuesta negativa, viendo como los ojos de la chica, iluminaban a la par de una linda sonrisa.

La chica se adelantó junto a Kusumi, mientras que Enomoto burlaba mi actuación, dirigiéndonos fuera del instituto a las calles.

Pareces una fresa. -Reía el pelinegro que aún me acompañaba.

¡Cállate! -Miraba avergonzado a mi amigo.

Si te enojas, te arrugarás y ella no te querrá. -Advirtió el que reía de mi.

Fruncí mi ceño, y antes de responderle, posé mi vista en la figura de (T/N), su cabello se movía con suavidad y su falda bailaba gracias al pequeño viento.

Me atraía tanto ésta chica.

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Holi, les recuerdo que estamos en espera con el transcurso de la pelea, ya que aún no finaliza xd

Una vez se sepa, acomodaré y editaré los capítulos para que cuadren y tengan continuidad, hasta mientras, les alimento la esquizofrenia😽

Besito a mis KajiLovers, mua.

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