-Mal presentimieto-

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Así es, era un nuevo día, me quejé con los ojos aún cerrados, sentándome en mi cama.

Tenía pereza, sin embargo, me levanté, alisté y me dirigí a Fuurin.

Era raro que no haya topado a los chicos en el camino o aquí en el salón; estaba sentada en mi banca, me encontraba de espaldas a la entrada del salón y conversaba con Taiga y Kiryuu.

Por cierto, bella, ¿cómo te encuentras por aquellos golpes? -Señaló aquel hematoma que ya estaba borrándose, situado en mi lado izquierdo de la cara.

No te preocupes, estoy bien. -Bostecé leve y sonreí.

¡Deberías tomar más proteínas! Además, ¡me encanta tu estética! -Escuchaba a Taiga, tan eufórico como siempre.

Sakura, tenemos que hacer eso. -Escuché aquella voz tan característica, haciendo que mi cabeza se apoyase sobre el respaldar de la silla, dejando mi vista boca arriba, veía todo de cabeza, y ahí los vi.

Acomodé mejor mi cabeza, quedándome con la vista de lado, observando como Nirei le mostraba a Sakura sus apuntes, junto a ellos, Suou, pero notaba algo distinto en ellos.

Me levanté de la silla, acercándome a ellos, a saludarlos y fijarme en que tenían sus cabellos delanteros agarrados con hairclips, eso habría sido obra de Nirei, pensé, reí por lo bajo al verlos.

¡¿De qué te ríes?! ¡¿Soy tu payaso?! -Rápidamemte se exaltó Sakura al ver mi sonrisa cuando me acerqué a verlos.

Se dice, "Buenos días" -Me quejé en respuesta.

Buenos días, Nire~ -Le sonreí cálida a aquel solecito.-Buenos días, señor té. -Agregué, fijando mi vista en el chico del parche.

Escuché como ambos chicos me saludaban de igual forma, una vez cómodos en el salón, esperábamos a que las clases cesen; esperando a salir con Tsubaki.

Llegada la hora, nos dirigimos a la salida, encontrándonos ahí, con la pelinegra.

Nos comentó el patrullaje de hoy, tendríamos que cuidar a un adulto mayor.

¿Cómo que hay que cuidar a un anciano? -Escuché a Sakura.

Hay que cuidarlo, él tiene depresión desde que su esposa falleció. -Dijo con aires tristes.

Ya llegado al lugar, nos encargamos de la situación, lo ayudamos, lo escuchamos y pasamos el tiempo juntos; veíamos como sonreía el señor.

Al finalizar, Tsubaki nos explicó más a fondo la situación, Nirei y yo éramos una bolsa de agua, estábamos conmovidos al saber el origen de ella y la relación con el señor.

¿Te gustaría ir ahora a la cafetería? -Suou me habló cerca de mi oído, mientras terminaba de limpiar las muy leves lágrimas que habían corrido por mi mejilla ante el sentimentalismo.

Está bien. -Limpié mi cara, acercándome a Nirei, ofreciendo limpiar sus lágrimas también.

Nos despedimos apropiadamente entre todos, mientras que Suou y yo caminábamos las calles, en busca de la cafetería.

¿Te gustaría hablar de algo? -Corté el silencio entre nosotros.

¿Como qué? -El chico respondió con otra pregunta.

Ummm, no sé, ¿te gusta el chocolate? -Pregunté al recordar que solo le gustaba el té.

Puede que si. -Respondió sin quitar esa sonrisa de su cara y con aquel suave tono de voz.

Eres lindo. -Hablé con un ligero rubor en mi cara.

(T/N) Me gustas. -Soltó junto a su característica risa corta.

¿Enserio? -Dudé a su confesión, puesto que conocía lo juguetón y bromista que era.

Sin volver a tocar el tema, habíamos llegado a una cafetería, sus tonos eran agradables al ambiente, su aroma se impregnaba en el aire y ni qué hablar de los dulces mostrados en la vitrina principal.

¿Qué pedirás? -Suou me miró sonriente.

Amm, una tarta de queso y un té helado. -Miré el gran menú colgado en el local.

Se acercó a la caja, realizó el pedido y nos sentamos juntos en una pequeña mesa compartida.

Le ofrecí una cucharada a mi tarta y la llevé a mi boca, estaba deliciosa.

¿Quieres? -Le acerqué la pequeña cuchara con una porción de tarta en ella.

Gracias, pero estoy bien con el té. -Me negó de forma amable.

Hasta para rechazar eres muy respetuoso. -Comenté.

Aquel momento era lindo y tranquilo, disfrutaba plácidamente mi pedido, hasta que él decidió hablar.

Respecto a lo que dije, no es necesario que me correspondas, solo quería que conozcas mis sentimientos. -Le dio un pequeño sorbo a su bebida y como si me atorara, paré de comer el dulce.

Es decir que, ¿no es broma? -Dije sorprendida.

El chico de forma rápida, cambió el tema, lo omití y terminamos aquel momento, se ofreció a llevarme a casa y luego él dirigirse a la suya.

Me despedí y entré, me había dejado algo confundida aquel chico, ya sé lo que hicimos aquel día en  mi cama, pero wow.

Le resté importancia, me duché, coloqué mi pijama y acosté a dormir, estaba algo cansada, sin embargo; opté por revisar mi celular.

Había entrado a mis redes sociales, distrayéndome un poco, hasta que me llegó cierto mensaje.

"Tsubaki, nos invitó mañana a comer." -Nirei había texteado, no sin antes haber mandado un sticker adorable.

Los chicos aceptaron ir, yo negué, quería hacer una visita a alguien conocido, ellos entndieron, y sin más rodeos, me quedé dormida.

A la mañana siguiente, me había esforzado por levantar de cama, era fin de semana, por lo tanto, mi pereza era mucho más grande.

Revisé mi celular, viendo que eran las 10:00 A.M, me levanté y alisté, me coloqué una ropa un tanto cómoda, pero no sin antes haberme puesto linda.

Salí de mi hogar y me dirigí a ese túnel que dividía dos territorios, para ingresar de forma tranquila.

Caminé el lugar, recordando la vista de los bares a mi alrededor, hasta topar con un chico de chaqueta naranja, me acerqué y le comenté que quería hablar con el vice líder de ellos, él aceptó y lo buscó, hasta que me dejó con él.

Vaya, ¿qué te trae por aquí, princesa? -Su apodo ya no demostraba burla, sino cariño.

Veo que cortaste tu cabello. -Señalé arriba y le sonreí. -Quería visitarte. -Correspondí la pregunta de él.

Sí, ya no tengo nada que me mantenga atado. -Comentó sobre su cabello. -Visita, ¿eh? -Reía leve.

Bueno. -Jugueteé con mis dedos. -¿Cómo van ustedes? -Pregunté por Shishitoren, obteniendo una respuesta agradable, mientras me ofreció y extendió un refresco.

Suspiré pesada, para finalmente hablar. -Tengo un mal presentimiento y quería que si llegase a pasar algo, me prestaran su ayuda, para Boufuurin. -Lo miré seria.

Él gustoso aceptó, luego de cambiar el tema, hablamos como si de viejos amigos que se ponen al día, se tratasen, era muy agradable el chico que era ahora y no aquel arrogante que conocí.

Por cierto, ¿te gusta alguien? -Habló divertido, mientras yo me sonrojaba ante la pregunta.

¿Por qué la pregunta? -Respondí.

No lo sé, curiosidad. -Burló.

Terminamos de pasar ese tiempo juntos, me despedí y me encaminé a mi territorio, el camino estaba tranquilo, misteriosamente no habían peleas o problemas cerca, iba tan distraída, hasta que escuché algo.

¿Eres la amiguita de ese chico mitad y mitad de color de cabello? -Era un tono burlón, volteé a mi lado izquierdo, sintiendo una presencia ajena. -Ya lo visité primero a él.

¿Disculpa? -Pregunté confundida.

No te hagas, preciosa, te vi en aquella pelea junto a él y contra Keel. -Hablaba de forma irritante.

Bueno, y si fuera así, ¿qué? Además, ¿quién eres? -Dije levemente molesta.

Yamato Endo. -Respondió, mientras continuaba hablando. -Son un desperdicio para este lugar, nos volveremos a ver, linda. -Había dejado de estar a mi lado, mi vista ya no lo ubicaba.

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Desde el prox cap, llamen refuerzos 😔👆 nomás les digo.