Ari's POV 

Reviso la hora en mi celular una vez más, son las 7:45, lo que significa que solo quedan quince minutos para la hora de entrada y el chico que me tiene escondida detrás de un arbusto aún no ha llegado.

— Por Dios, Min Yoongi... — Me quejo en un susurro mientras separo algunas hojas con mi mano para obtener una mejor visión de la entrada. — ¿Cuándo te dignarás a aparecer?

— Quizás en este preciso momento. 

Una voz acaricia mi oído de forma inesperada, por lo que no puedo hacer nada más que soltar un pequeño grito, el cual no tiene sonido alguno gracias a la presencia de una mano pálida que cubre mi boca.

— ¡Min Yoongi! — Suelto un suspiro calmado al notar que se trata de su persona. — ¡¿Por qué has hecho eso?!

A causa del susto me encontré a punto de caer, por lo que una de sus manos se encuentra sosteniéndome por la cintura mientras que la mano que cubría mi boca ahora se pasea por mi mentón.

— Lo siento. — Logra pronunciar entre risas. — Te mirabas tan concentrada que no pude evitarlo.

— Si no dejas de reírte me iré.

— ¡No puedes irte! — Me sujeta por la muñeca antes de que pueda levantarme. — Realmente necesito tu ayuda, no tengo muchas amigas de confianza y este es un trabajo perfecto para ti. 

— ¿Estás diciendo que me consideras tu amiga de confianza? — Pregunto con una sonrisa de superioridad. 

— No. — Afirma con una sonrisa apretada. — Pero estoy seguro de que lo harás bien.

— Mientes, yo sé que me consideras tu amiga. — Respondo socarronamente. — ¿Qué debo hacer? 

Yoongi envuelve mi mano entre la suya y empieza a caminar en cuclillas obligándome a copiar su acción, en cuestión de unos pocos pasos nos encontramos detrás de otro arbusto, esta vez con una mejor vista hacia la entrada de la institución. 

— ¿Ves a la chica que está ahí? — Con su dedo señala a una estudiante que se encuentra parada a pocos metros de la entrada, esta revisa constantemente su teléfono como si esperase por algo importante. — Su nombre es Park Minji, es de doceavo uno. 

— Uuuh, creo que estoy comprendiendo... — Anuncio con una sonrisa pícara. — ¿Te gusta la hermana mayor de uno de tus mejores amigos?

— ¿Qué? ¡Por supuesto que no! — Aclara de inmediato. — Noona no es más que una amiga para mí, para mi desgracia eso es algo que ella se niega a aceptar. 

Estoy por dar mi opinión cuando Yoongi retoma sus palabras. — Espera... ¿Cómo sabes que Jimin es uno de mis mejores amigos? ¿Acaso estuviste espiándome? 

— Jimin y yo vamos al mismo salón. — Aclaro para su duda. — Ahora finalmente sé quién es ese tal Min Hyung del que tanto habla con Taehyung. 

— Okey, luego hablamos de ello. — Sacude su cabeza como si tratase de disipar los pensamientos que no le sirven en este momento. — Minji Noona me confesó sus sentimientos hace unas semanas, y a pesar de haberla rechazado, ella ha tomado la decisión de esperarme todos los días en la entrada para así preguntarme si he cambiado de opinión. 

— Comprendo, ¿y yo cómo puedo ayudarte? 

— Por favor, necesito que vayas hasta ella y le digas que hoy no podré venir a la preparatoria para que se resigne a entrar y por una maldita vez yo pueda llegar a tiempo a clase. 

— ¿No que llegabas tarde porque eras un bad boy? — Pregunto en tono burlón. 

— Normalmente no me importa, pero hoy tengo examen a primera hora y debo llegar a tiempo. — Asiento ante sus palabras, esperando la continuación de las mismas. — Por favor, dile que me he cambiado de preparatoria, que me he mudado de país o que me fui de vacaciones a Jeju, pero asegúrate de decirle algo que la haga abandonar la entrada. 

— Entendido. — Afirmo de inmediato mientras me pongo de pie. — ¡Cumpliré mi misión con creces!

— Confío en ti, Lee Ari. — Yoongi junta sus manos como si fuese a orar. — Estaré agradecido contigo para toda la vida. 

— No te preocupes, déjalo todo en mis manos. — Guiño un ojo en su dirección. — Solo mira y aprende... 

Salgo de nuestro escondite y me encamino a paso firme hacia la entrada, trago duro cuando empiezo a sentirme nerviosa y aliso la falda de mi uniforme buscando una forma de distraerme. 

¡Vamos, Lee Ari! No por nada estuviste en clases de actuación cuando eras niña, ha llegado el momento de rendirle honor a todas esas obras que protagonizaste en tus años de secundaria. 

Hablar conmigo misma me hace reunir el valor suficiente para pensar en lo que le diré, o por menos eso es lo que pienso hasta que mi mente logra procesar las palabras que han salido de mi boca.

— ¡Oye tú, Park Minji! ¿Podrías dejar a mi novio en paz?