─── 🌟 veintisiete.
JooHeon había llegado llorando y Felix no sabía qué hacer aparte de darle pañuelos. No entendía qué había pasado allá, pero al parecer le había afectado tocar aquel tema, al menos la superficie de el.
───Ya, cariño, todo está bien ───calmó el rubio con tranquilidad a la vez que el castaño seguía secando sus lágrimas───. Estoy aquí... ───acarició su espalda con delicadeza, pretendiendo que eso fuera suficiente para que su llanto disminuyera.
───No me siento bien, Felix, no ahora. ───confesó mientras continuaba secando sus pómulos. Suspiró, lo único que el Lee menor deseaba era dormir con una cálida manta sobre él a la vez que abrazaba una almohada.
───¿Y si vamos a la cama? ───ofreció el mayor.
───Creo que me leíste la mente... ───murmuró con la nariz tapada, a lo que creyó oírse diferente de cómo solía ser su voz. Sonrió con dificultad antes de que el rubio lo tomara de la cadera para acompañarlo hasta la habitación, una vez allí, ambos se recostaron y Felix se tomó el tiempo de taparlo, dándole su almohada y de paso algunos cariños en la mejilla.
De alguna forma, JooHeon terminó relajándose y sintiéndose seguro con Felix a su lado. Era reconfortante tenerlo consigo y simplemente acompañarse mutuamente sin decir nada, su simple presencia le regresaba el color a su triste y grisácea vida.
Lo amaba. Desde tan pequeño el pecoso había sido un pilar fundamental en su vida, el que lo ayudaba a mantenerse de pie y no derrumbarse como una vieja estructura. Tal vez el hecho de que dependiera así de su amigo no sonaba muy bien, porque aparte de que estuvo ausente por años y eso fue fatal para él, ahora estaba sufriendo en silencio porque al que consideraba como el amor de su vida... No correspondía sus sentimientos.
Era doloroso, nunca existió un momento adecuado para que ellos dos desarrollaran algo más lejano de la amistad, todas fueron situaciones que impidieron que algo pasara. Todavía no podía aceptarlo, por alguna razón una pequeña parte se negaba.
Y quizá, en esa vida, su destino era quedar como simples amigos; sin embargo seguía con ese pensamiento egoísta de querer ver a Lix junto a él.
Lo único que lo consolaba al menos un poco era la idea de que en otra vida pudieran vivir lo que en esa no.
Tal vez solo se había equivocado de vida y no de amor.
Sorbió su nariz, acomodándose mejor sobre el abdomen del rubio y comenzando a sentir un agradable calor hacer contacto con su mejilla. Pronto se dio cuenta de que la blusa de Felix se había levantado por accidente.
───Tu mejilla está fría. ───comentó el de pecas, admirándolo desde arriba. JooHeon alzó la mirada.
───Toc toc. ───imterrumpió una simpática voz de la nada, haciendo que el par volteara a ver la puerta que había quedado abierta.
Ambos pudieron divisar que se trataba de JeongIn, quien tenía un acompañante enredado a su cintura como si fuera una liana. Felix sonrió al notar lo tierno que se veía su novio aferrándose a su pequeño primo.
───¿Pasa algo? ───cuestionó Felix, mejorando su postura de inmediato aún sin apartar a JooHeon.
───Estás en lo correcto, su novia lo acaba de invitar a una cita y- ───HyunJin intentó contar lo que pasaba pero fue silenciado cuando su primo le dio un golpe en la mano─── ¿Qué te hice!
───Cállate ───sus ojos le advirtieron con seriedad que guardara silencio, luego volteó de nuevo al par con una sonrisa inocente───. Quería invitar a JooHeon a salir junto con mi novia, para alegrar un poco su día.
───¿De verdad? ───el castaño elevó un poco su rostro, buscando ver a JeongIn en un mejor ángulo. El menor de todos asintió mientras sus ojos desaparecían gracias a su sonrisa.
───Claro, nos divertiremos, mi novia es muy divertida, puedo jurarlo, ella te hará reír más de una vez. ───prometió Yang, cerrando su puño para únicamente alzar su dedo meñique en el aire.
JooHeon se levantó de la cama con una emoción que no supo esconder de forma correcta, a lo que Felix se levantó después de él y se dirigió a JeongIn, atrayéndolo hacia su cuerpo al estirar su camiseta. El chico sintió la respiración del rubio chocar contra su oreja y tembló.
───Cuídalo, JeongIn, no dejes que le pase nada malo. ───murmuró, siendo bastante serio con lo que decía.
───¿Sabes quién es el mayor entre ambos? ───frunció las cejas, siendo empujado por Felix de nuevo.
Unos segundos más tarde el castaño se situó adelante de Yang con un pequeño bolso entre manos, listo y ansioso por irse, sabía que le haría bien salir un rato.
───Bueno, si estás listo, podemos irnos a esperar afuera, Alex dijo que vendría a recogernos, ya le dije que llevaría un amigo. ───JeongIn llevó su brazo hasta el de JooHeon, enredándolos entre sí como si fueran unos recién casados para esfumarse del cuarto.
Felix suspiró, convenciéndose de que JooHeon estaría bien y se divertiría. Algunos instantes después su mirada viajó por el cuarto hasta recaer en HyunJin, este seguía observando el pasillo desde el marco de la puerta, perdido en su propio mundo.
───Y bien... ¿Qué hacemos? ───le cuestionó a HyunJin cuando estuvieron completamente solos y con un silencio incómodo rodeándolos.
───Lo siento, pero hoy ya tengo planes. ───respondió, yendo directo al grano. El contrario frunció los labios, algo desilusionado ya que hubiera querido hacer algo con su pareja.
───Oh... ───liberó sin más, no teniendo idea de qué más decir.
───Mañana será. ───le aseguró como una especie de consuelo antes de desaparecer por completo de la vista de Felix.
Cuando Felix invitó a HyunJin a una salida, este último creyó que solo irían a recorrer de forma vaga algunas partes de la cuidad mientras hablaban de tonterías sin importancia; pero habían terminado en un pequeño bar, algo borrachos y bailando mientras oían a gente en karaoke.
Y estaría siendo divertido para el pelinegro bailar libremente por la pista de no ser porque Felix lo había capturado para bailar con él.
Oh my God, she took me to the sky.
Oh, mierda.
Felix se había apegado al pecho de HyunJin mientras bajaba de forma lenta, meneando sus caderas de forma sensual. El mayor sintió como si su respiración dejara de funcionar mientras lo veía bailarle de esa manera.
Si tan solo alguien le hubiera dicho que el rubio iba a ponerse de esa forma al estár borracho, se hubiera ahorrado esa escena incómoda.
Su menor volvió a subir de la misma manera en la que bajó, tomándolo del cuello para acercarse de forma peligrosa hacia su rostro, haciendo que se ruborizara inevitablemente. El chico volvió a hacer algunos movimientos que insinuaban el sexo, no eran tan exagerados pero lograban conseguir ciertos roces entre ambas intimidades.
HyunJin iba a morirse ahí mismo de la pena que sentía. Sentir el cuerpo de su acompañante así de cerca y rozándolo a cada instante tal como lo hacía, comenzaba a hacerlo sentir acalorado.
No podía resistir por mucho más, así que solo empujó al pecoso lo suficientemente fuerte como para que se alejara por completo de su cuerpo. Suspiró, dirigiéndose hasta la barra para sentarse con más alivio.
Lee llegó detrás de él, echándose en el asiento de al lado.
───¿Qué pasó? ───interrogó, confundido y sin saber por qué su compañero lo había alejado.
───Lo siento, pero eso fue incómodo. ───le dijo Hwang, siendo honesto al respecto.
───Uhm, creo que eres algo aburrido, pero está bien ───Felix sonrió, como si fuera algo divertido───, no volveré a hacerlo. ───prometió, empezando a dar vueltas sobre la silla giratoria.
───Gracias... Y bien, hablemos de algo. ───sugirió el mayor solo por no quedar en un incómodo silencio.
───¿De qué? ───preguntó Felix de forma desinteresada, aún girando de forma continua sobre la silla.
───No lo sé, quizá de por qué me trajiste aquí.
───¿Y por qué no? Además tú accediste.
Felix no diría la verdad, pero lo había llevado allí por la simple razón de querer verse como alguien interesante y divertido, que tenía vida social y no poseía razones para aburrirse. Solo quería dar una buena impresión y agradarle a HyunJin, que fuera su amigo.
El pecoso solo quería un amigo porque se sentía muy solitario, eso era todo.
Hace algún tiempo se había quedado sin amigos y desde ese momento no había sido igual que antes, no era divertido estár solo todo el tiempo, sin nadie para conversar o hacer alguna actividad. En todo momento era trabajo y solo trabajo, sin nadie para matar el tiempo.
Y... Tal vez se veía patético que eligiera al tipo de rompió su ventana como amigo, el que conoció en malas circunstancias y al que quiso golpear.
Estaba desesperado.
───Amm, a la próxima podríamos salir a un sitio más normal, no estoy muy acostumbrado a estos lugares...
───Está bien, señor ───bromeó Felix───. Pero para acordar otra salida deberías darme tu número. ───mencionó, señalándolo a la vez que enarcaba una ceja con una sonrisa en labios.
───Te lo daré, pero primero salgamos de aquí, por favor. ───pidió HyunJin y el contrario agitó la cabeza como afirmación, incorporándose del asiento para comenzar a caminar hasta la salida.
El azabache solo se dedicó a seguir sus pasos fuera de aquel bar, pero antes de poder llegar a su destino, su nuevo amigo había tropezado con una chica quien tenía una bebida en manos, haciendo que su ropa se manchara notablemente.
───¡Ten más cuidado, idiota! ───gritó ella con molestia, empujando al rubio del pecho.
───¡Tú deberías tener más cuidado, arruinaste mi camisa! ───le respondió, apuntándola con su dedo índice.
───Pues lávala, hombre inútil. ───bufó, apartando al chico hacia un lado para largarse.
───Estúpida...
───No vale la pena, mejor vámonos ───el mayor tomó su antebrazo para estirarlo y llevárselo afuera, pero lo que no esperó al llegar fue que el pecoso empezara a llorar repentinamente mientras miraba su camisa───. ¿Qué pasa? ───cuestionó, acercándose a él con extrañeza.
───Es que... es que esta era mi camisa favorita. ───señaló con tristeza mientras sorbía su naríz.
───Oh, no importa, se puede lavar. ───HyunJin redujo la importancia de la situación, palmeando su hombro con una sonrisa forzada.
───Tú no lo entiendes, ¿y si no se quita? ───Lee alzó su mirada, encontrándose con la ajena. El coreano notó que sus ojos se hallaban brillosos y algo más grandes que antes, aún así pensó que se seguía viendo atractivo llorando.
Él a cambio se veía fatal llorando y siempre que se observaba al espejo era como ver una escena cómica.
───Creo que deberías ir a tu casa, yo te acompañaré y luego me iré.
───Y no olvides darme tu número, es lo mínimo que merezco, la salida de hoy me costó mí camisa...
HyunJin suspiró, esperaba no volver a lidiar con el Felix borracho de nuevo, porque definitivamente esa salida había sido un desastre para él.
───Está bien, Felix.
HyunJin agitó sus pies levemente en tanto esperaba a KiHyun en la banca. Habían salido ya algunas veces y le estaba gustando ese plan, era agradable pasarla con él, era un buen amigo.
Estironeó su pulsera, viendo pequeños pétalos de flores caer alrededor de él gracias al árbol bajo el que estaba. Con curiosidad miró hacia arriba, notando que en las ramas del árbol habían varias flores blancas, cada una iba cayendo a su tiempo. Sonrió levemente cuando una de ellas descendió entre sus cejas.
Cuando pretendió quitarla de su frente, un familiar rostro se acercó al suyo desde arriba, quitando aquel pétalo por él.
───Hola. ───susurró KiHyun, estando verdaderamente cerca de HyunJin, quien sonrió con nerviosismo. La vista se notaba rara para el pelinaranja ya que observaba a HyunJin de reversa, pero a la vez le brindaba una vista directa a sus labios.
Yoo mordisqueó su labio inferior para alejarse segundos después. Suspiró, sentándose en el respaldo de la banca y mirando el tronco del árbol.
───Sueles llegar tarde. ───comentó HyunJin como si fuera un dato del que acabara de darse cuenta.
───Lo sé, es solo que quiero verme bien para cada ocasión. ───había sido honesto; sin embargo HyunJin lo tomó como una frase graciosa.
───No juegues, estamos entre amigos, no tienes que impresionar a nadie ───momentos después de que hubiera dicho eso, la mente de Hwang pareció iluminarse───. A menos que en este parque al que siempre venimos haya alguien... ¡Te gusta alguien de aquí, KiHyun! ───sonrío con picardía y sacudió su brazo con emoción.
El chico no pudo evitar sonrojarse con el comentario, lo había descubierto.
───¡Es cierto! ───chilló, como si las mejillas rojas de KiHyun fueran una confirmación verídica de ello─── ¿Quién es? Dímelo, ¿es la vendedora del puesto de allá? ───señaló con la cabeza y Yoo dirigió su vista a aquella muchacha.
Sí, era linda, pero no su tipo.
───No voy a decírtelo, así que ni se te ocurra insistir. ───advirtió, llevando su vista a otra parte para evitar la mirada del pelinegro.
───Como quieras, de todos modos voy a saberlo en algún momento. ───dijo, muy seguro de lo que decía.
KiHyun no supo que le gustaba el cabello desordenado hasta que vio a HyunJin columpiarse con fuerza en los juegos infantiles. Su melena había terminado desarreglada por completo y a pesar de eso le quedaba bien.
Rió con fuerza a la par del menor, llegando cada vez más alto en el aire hasta sentir ese vacío en el estómago. Tardaron minutos hasta que se bajaron del juego, completamente exhaustos pero riéndose de todos modos.
───Solo mírate, eres un desastre. ───dijo Yoo, burlándose de su compañero aunque a decir verdad se veía bien.
───Mira quien lo dice. ───ladeó su sonrisa de forma burlesca y después se aproximó hasta un asiento cercano, echándose en él.
KiHyun lo persiguió, imitando sus acciones.
───Me sentí como un niño ───confesó Hwang en un suspiro nostálgico. Sus dedos se adhirieron a su cabello más tarde, arreglando el desastre en su cabeza───. Fue divertido, deberíamos hacerlo más seguido.
───Sí, a mí solían gustarme mucho los columpios, pero más los toboganes, era genial. A excepción de tener que esperar a los otros niños, eso era aburrido. ───extendió su brazo sobre el respaldo del asiento, mirando a su contraparte con cierta peculiaridad antes de acercarse sigilosamente a él.
───Sí, los más pequeños hacían berrinches si te tardabas de más y eso no me gustaba. ───hizo una mueca de desagrado al recordarlo, los niños pequeños no eran muy de su gusto, lo que era irónico porque él fue uno de esos niños malcriados.
───Mmm, lo dice quien dejó a su primo calvo por un helado. ───sacó en cara con diversión.
───Eso jamás pasó, estás alucinando. ───negó en un tono serio pero fingido, siguiéndole el juego mientras negaba con sus manos.
───Sí, niega tu crimen, Hwang ───una sonrisa salió a flote y golpeó su pecho con un dedo───. Será mejor que confieses todo lo que hiciste. ───imitó una pistola con sus dedos y apunto entre ceja y ceja como si fuera a dispararle.
───Que amenazante. ───ironizó, alejando sus dedos para luego meterlos a su boca y morderlos sin mucha fuerza.
───Hey, no, ¿Te crees un gato o algo así? ───KiHyun retiró su mano con una mueca, viendo sus dedos levemente marcados por los dientes de su amigo.
───Sí, lo soy, ¿Y adivina qué quiere este gato? Un helado de banana, es tu culpa por recordarmelo, así que levanta ese trasero y andando.
El resto del recorrido hasta la heladería más próxima se trató de HyunJin arrastrando al pelinaranja como si fuera un perro que ya no quería seguir caminando, pero al final había valido la pena porque se trataba de helado.
Cuando compraron un helado de su gusto, se hicieron un lugar en las mesas fuera de la heladería para tomarlos con calma. HyunJin agitó sus pies con emoción tal como un niño, comenzando a degustar de su cono. A KiHyun, quien no apartó su mirada de él en ningún momento, le pareció adorable que siempre que salían a comer algo, se manchara con lo que fuera.
Y esa ocasión no fue la excepción, porque mientras iba pasando el tiempo, el helado iba derritiéndose y deslizándose por el cono hasta llegar a las manos de HyunJin; luego, cuando comenzaba a comer de forma descuidada, el resto de comida comenzaba a apegarse a la comisura de sus labios, ensuciándolo mientras que a él parecía no importarle.
───Eres un animal. ───el mayor soltó una risa al verlo totalmente sucio, desde su boca hasta sus manos.
───Soy un bebé ───contradijo en un tono bromista───, me quedé en esa etapa en la que mancho todo al comer, lo siento, sigo siendo un bebé. ───con una mini sonrisa, agarró una servilleta y se limpió las manos como pudo.
───Lo noté, eres un bebé muy grande ───suspiró, ensanchando su sonrisa y viendo a continuación que HyunJin tiraba su servilleta, mas no había limpiado su boca───. No te limpiaste aquí ───avisó, apuntando sus comisuras y, acto seguido, tomó otra servilleta para levantarse e inclinarse hacia HyunJin───. Bien, creo que alguien tiene que encargarse de este bebé.
───Claro, limpiame como el buen padre que eres. ───se burló de KiHyun mientras dejaba que retirara el resto de helado.
Durante el tiempo que Yoo duró pasando la servilleta por los labios ajenos, se había perdido un poco de su objetivo por cada segundo más que transcurría, quedándose quieto mientras su vista caía hacia lo inevitable.
Cuando HyunJin notó que su contraparte se había quedado estática mirándolo sin hacer ni decir nada, frunció las cejas con confusión y chasqueó sus dedos frente a él en espera de hacerlo reaccionar.
Y sin que HyunJin cayera en cuenta siquiera, KiHyun lo había besado.
12.O3.22
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